Todo se veía oscuro, veía unos ojos brillantes que eran opacados por unas extrañas vendas rodeando su frente en la que solo resaltaban unos mechones castaños demasiado oscuros, todas las vendas tenían sangre, los ojos me miraban fijamente y a duras penas se podía distinguir una piel de tez pálida.
Luego de eso pude abrir mis ojos, había sido un sueño, pero ¿Había sido un sueño de todo lo que pasado? esperaba que lo fuera, esperaba que todo hubiera sido un sueño y que yo estuviera acostado levantándome en la cabaña de Akero, pero no era así.
Estaba acostado en una cama, veía un techo de piedra y veía como la débil luz de un día nublado entraba por una ventana, intente levantarme pero estaba vendado en el torso, en la frente, brazos y piernas, estaba tan destrozado como lo había recordado, no sentía el dolor pero sentía la misma sensación de no tener fuerzas para mover un solo musculo.
-Despertaste -Me dijo un chico desde una esquina de la habitación que no había visto.
-Uhm... Si -Le respondí confundido.
Se quedo callado mirándome, me sentí demasiado incomodo, era un chico de piel ni muy bronceada ni muy pálida, tenia cabello de color verde igual que sus ojos, el cabello le llegaba hasta las orejas, tenia casi el mismo corte que Akero, llevaba un suéter de color azul con rayas celestes y no parecía poseer ningún armamento.
-¿Donde estoy? -Le pregunte al ver que no tenia ninguna reacción de mi.
-En el cuartel de Blue Hill -Me respondió.
Empece a recordar que justo después de la paliza que me había dado Karma, Alex me había rescatado de que me asesinara y me había levantado en su espalda llevándome a cuestas hacia algún lugar.
-¿Q-que paso con Alex? ¿Donde esta Alex? -Le pregunte nervioso de lo que podría ser la respuesta.
-Esta en el sótano, ha estado allí desde que llegaron -Me respondió.
-¿Hace cuanto llegamos?.
-Dos días.
-¡¿Llevo dormido dos días?! -Exclame sorprendido.
-Así es -Me respondió asintiendo cerrando los ojos- Llegaste muy mal herido, casi al borde de la muerte, puse algunos hechizos y pociones en todo tu cuerpo que reconstruyeron tus huesos y sanaron algunas de tus heridas, pero aun así deberías quedarte acostado un poco mas de tiempo.
-Llévame con Alex -Le exigí.
-No te lo recomendaría.
-¿Por que?.
-En primera tu cuerpo no debería moverse aun, y en segunda parece estar bastante deprimido.
-¿Deprimido?.
-Si, ya sabes, por lo que paso hace 2 días.
Vagamente podía recordar lo que había pasado así que no sabia de lo que estaba hablando, me quede mirándolo con cara de confundido y no le baje la mirada esperando que captara la indirecta.
-¿No sabes que sucedió? -Me pregunto.
-Lo único que recuerdo es haber perdido en una pelea contra Karma Osaka en la que estuvo a punto de matarme de no ser porque Alex me salvo de allí -Le respondí aclarándole todo.
-Ya veo -Me dijo haciendo un silencio y mirando hacia la puerta- Cuando el llego hacia la casa incendiándose entro, y vio como todos sus camaradas yacían muertos en el suelo, con cortes en la garganta algunos, y otros con agujeros profundos en el torso que iban de un lado a otro, había sangre por todos lados.
Me quede mirando a la nada, procesando todo lo que me había dicho. -Nosotros la Pendreten hemos quemado la residencia del clan Firedwater con el fin de encontrar al Traidor de Wiforest, esas palabras que Karma dijo resonaron en mi cabeza, todos los compañeros de Alex habían muerto por mi culpa, la Firedwater había perdido su mansión por mi culpa.
-Tienes suerte de que el realismo del juego no haya llegado a un nivel tan alto como para que tus heridas se infectaran -Me siguió diciendo- De otra manera no hubiera podido tratarte tan fácilmente.
-Quiero que me lleves a donde Alex -Le volví a exigir.
-Entiende que tu cuerpo no esta en condiciones -Me dijo en tono brusco.
-No me importa -Le respondí- Llevarme ahora con el.
Me extendió la mano, tire de ella, la movilidad de mis músculos era casi nula, así que el chico paso mi brazo tras su cuello y me ayudo a caminar. Era una mansión donde estábamos, se veía como esperaba que se hubiera visto la Firedwater por dentro, me cargo para bajar las escaleras, entonces, pude ver a Alex sentado mirando hacia un muro de madera que tenia un montón de rasguños increíblemente profundos.
El me dejo en el piso un poco cerca de Alex y luego se fue, me quede observándolo, no tenia su gorro ni sus lentes puestos, tenia la cara con ojeras rojas por las lagrimas, había un montón de dagas tiradas frente a el y tenia los nudillos con sangre, llenos de agujeros.
-Hola -Le dije.
Se quedo callado, lo entendía, estaba seguro de que me odiaba, por mi culpa todo lo que había hecho se había ido por la borda.
-Con los que peleabas -Me dijo de la nada- ¿Quienes eran?.
Me quede un momento pensándolo.
-Eran Karma Osaka y gente de la Pendreten -Le respondí.
-¿Sabes si ellos incendiaron la casa? -Me pregunto.
-Si, fueron ellos -Le respondí.
-De todos ellos, ¿Quien fue el que te dejo tan mal herido?.
-Karma.
-¿Como lo hizo? -Me pregunto una vez mas.
-Con una lanza, y aparte decía algo sobre un poder llamado éter.
-Es extraño -Me dijo- he visto a Karma Osaka líder de la Pendreten en muchas peleas, en ninguna lo vi utilizar lanzas, el solo utilizaba cuchillos o espadas, aparte de que el elemento que utilizaba era la arena, nunca lo vi utilizar... no, nunca había oído hablar de algo como el éter.
-¿Que quieres decir? -Le pregunte.
-¿Le viste la cara? -Me pregunto .
-Pues no -Le respondí.
-¿Entonces como sabes que era Karma Osaka?.
-Me dijo que es el líder de la Pendreten .
-Podría ser cualquiera -Me dijo cortante
-¿Quien mas podría ser el líder de la Pendreten? -Le respondí en el mismo tono.
-A ti te juzgaron de manera severa rápidamente y sin manera de excusarte -Dijo mientras intentaba demostrar su punto- El rey quizá encontró una oportunidad de sacar a Karma de su lugar con cualquier crimen encontrado por mínimo que sea, y de esa forma poner como líder de la Pendreten a alguien mas.
-No estoy muy seguro de eso -Le dije.
-Estuve meditándolo mucho últimamente, y creo que podemos comprobarlo de una manera
-¿Uhm? ¿De cual?.
Alex se levanto y me miro a los ojos.
-Iremos hacia tierras del rey, y comprobaremos quien hizo la masacre -Dijo con cierto tono de sadismo- Y de esa forma tomaremos venganza por las vidas de nuestros camaradas caídos.