PARAÍSO CANTO XII
Tan pronto como la última palabra la bienaventurada llama dijo,a girar comenzó la santa rueda;
3
y aún su vuelta no había completado, cuando otra rueda giró en su redor, uniendo canto a canto y giro a giro;
6
canto que tanto vence a nuestras musas y sirenas en esas dulces trompas,como la luz primera a sus reflejos.
9
Como se ven tras la nube ligera dos arcos paralelos y de un mismo color, cuando a su sierva envía Juno,
12
que aquel de fuera nace del de dentro, al modo del hablar de aquella hermosa que agostó Amor cual sol a los vapores,
15
haciendo que la gente esté segura, por el pacto que Dios hizo a Noé, que al mundo nunca más anegaría:
18
así de aquellas rosas sempiternaslas dos guirnaldas cerca de nosotros giraba, respondiendo una a la otra.
21
Cuando la danza y otro gran festejo del cántico y del mutuo centelleo, luz con luz jubilosa y reposada,
24
a un mismo tiempo y voluntad cesaron, como los ojos se abren y se cierran juntamente al placer que les conmueve;
27
del corazón de una de aquellas luces 28se alzó una voz, que como aguja al polo 29me hizo volverme al sitio en que se hallaba; 30
y comenzó: «El amor que me hace bella me obliga a que del otro jefe tratepor quien del mío aquí tan bien se ha hablado.
33
Justo es que, donde esté el uno, esté el otro:y así pues como a una combatieron, así luzca su gloria juntamente. 34
36
La milicia de Cristo, que tan caro costó rearmar, detrás de sus banderas marchaba escasa, lenta y recelosa,
39
cuando el Emperador que siempre reina ayudó a su legión en el peligro,por gracia sólo, no por merecerlo. 40
42
Y, ya se ha dicho, socorrió a su esposa con dos caudillos, a cuyas palabrasy obras reunióse el pueblo descarriado.
45
Allí donde se alza y donde abreCéfiro dulce los follajes nuevos,de los que luego Europa se reviste, 46
48
no lejos del batir del oleajetras el cual, por su larga caminata, el sol se oculta a todos ciertos días,
51
está la afortunada Caleruegabajo la protección del gran escudo del león subyugado que subyuga:
54
allí nació el amante infatigable de la cristiana fe, el atleta santofiero al contrario y bueno con los suyos; 55
57
y en cuanto fue creada, fue repleta tanto su mente de activa virtudque, aún en la madre, la hizo profetisa.
60
Al celebrarse ya en la santa fuente los esponsales entre él y la Fe,
62la mutua salvación dándose en dote, 63
la mujer que por él dio asentimiento, vio en un sueño ese fruto prodigioso que saldría de aquél y su progenie;
66
y porque fuese cual era, aun de nombre, un espíritu vino a señalarlodel posesivo de quien era entero. 67
69
Fue llamado Domingo; y hablo de él como del labrador que eligió Cristo para que le ayudase con su huerto.
72
Bien se mostró de Cristo mensajero; pues el primer amor del que dio prueba fue al consejo primero que dio Cristo.
75
Muchas veces despierto y en silenciolo encontró su nodriza echado en tierra cual diciendo: «He venido para esto.»
78
¡Oh en verdad padre suyo venturoso!¡Oh madre suya Juana verdadera,
80si se interpreta tal como se dice! 81
No por el mundo, por el cual se afanan
hoy detrás del Ostiense y de Tadeo, mas por amor del maná sin mentira,
84
en poco tiempo gran doctor se hizo; por vigilar la viña, que marchita pronto, si el viñador es perezoso.
87
Y a la sede que fue más bienhechora antes de los humildes, no por ella, por aquel que la ocupa y la mancilla, 88
90
no dispensas de dos o tres por seis,no el primer cargo que libre quedara, no decimas, quae sunt pauperum Dei,
93
sino pidió contra la gente errada licencia de luchar por la semilladonde estas veinticuatro plantas brotan.
96
Después, con voluntad y con doctrina, emprendió su apostólica tareacual torrente que baja de alta cumbre;
99
y en el retoño herético su fuerza golpeó, con más saña en aquel sitio donde la resistencia era más dura.
102
De él se hicieron después diversos ríos donde el huerto católico se riega,y más vivos se encuentran sus arbustos. 103
105
Si fue tal una rueda de la bigacon que se defendió la Santa Iglesiay su guerra civil venció en el campo.
108
bien debería serte manifiestala excelencia de la otra, que Tomás antes de venir yo te alabó tanto.
111
Mas la órbita trazada por la parte superior de su rueda, está olvidada;y ahora es vinagre lo que era antes vino. 112
114
Su familia que recta caminabatras de sus huellas, ha cambiado tanto, que el de delante al de detrás empuja;
117
y pronto podrá verse la cosechade tan mal fruto, cuando la cizaña
lamente que le cierren el granero
Bien sé que quien leyese hoja por hoja 120nuestro Ebro, un pasaje aún hallaríadonde leyese: "Soy el que fui siempre." 123
Pero no de Casal ni de Acquasparta, de donde tales vienen a la regla,que uno la huye y otro la endurece.
126
Yo soy el alma de Buenaventurade Bagnoregio, que en los altos cargos los errados afanes puse aparte.
129
Aquí están Agustín e Iluminado, los primeros descalzos pobrecillos con el cordón amigos del Señor. 130
132
Está con ellos Hugo de San Víctor, 133y Pedro Mangiadore y Pedro Hispano, 134que con sus doce libros resplandece; 135
el profeta Natán, y el arzobispo 136Crisóstomo y Anselmo, y el Donato 137que puso mano en el arte primera. 138
Está Rabano aquí, y luce a mi lado 139el abad de Calabria Joaquín 140dotado del espíritu profético. 141
A celebrar a paladín tan grande me movió la inflamada cortesíade fray Tomás y su agudo discurso; 142
144y conmigo movió a quien me acompaña.»