Desde que llegué a la mansión solo escribir 10 notas, creo que son las 10 notas más largas que había escrito en mi vida.
No suelo escribir tanto, pero a decir verdad fue algo divertido.
Lo haré más a menudo.
Dejare eso de lado, estoy aquí para contar lo que leí en la carta roja o lo que me dijo.
Fue algo increíble, no hacía falta abrir la carta, al momento que decidí leerla esa misma carta tomo la forma de un humano diminuto echo de papel.
Parecía un humano por las piernas y brazos, pero en su cabeza solo tenía unos pequeños cuernos puntiagudos.
Este flotaba en el aire.
"Es un placer soy Her, y vengo a entregar un mensaje. ¿Deseas escucharlo?"
No pensé mucho y asentí con la cabeza, la voz de ese pequeño mensajero era severo, así que respondí lo mas rápido que pude.
"El mensaje es el siguiente.
Parece que hoy habrá usa cena muy importante. ¿Deseas asistir?"
Quedé confusa, ¿ese era el mensaje? No parecía serlo, así que solo asentí nuevamente y Her me guío por el pasillo.
Antes de llegar al lugar indicado, no aguante más y pregunté si aquello fue el mensaje.
El se detuvo y dijo lo siguiente.
"El mensaje es muy largo, por lo que me tomé la molestia de resumirlo. Su madre se disculpó por asustarla y sus hermanos pidieron perdón de igual manera. La cena es para celebrar su llegada"
Me quedé sin palabras, baje la mirada y apreté mi pecho con fuerza.
El sentimiento de felicidad me invadió por completo, incluso sentí un poco de ardor en mi rostro.
Estaba realmente feliz.
Todas las dudas se esfumaron de mi cabeza y decidí darle otra oportunidad a mi familia.
Al llegar al comedor, lo primero que ví fue las bellas luces, las cortinas, la alfombra, los muebles.
Todo mostraba belleza y elegancia, y la enorme mesas repleta de manjares, se veía de otro mundo.
Al rededor de la mesa se encontraban mi madre y mis hermanos, todos ellos me recibieron con una sonrisa.
Se disculparon de muchas formas posibles, incluso Tako se puso de rodillas pidiendo mi perdón.
Ellos no tenía la idea de lo asustada y confundida que me encontraba, mi padre fue quien les contó de mi situación.
No solo eso, les dió un sermón a los tres mientras me encontraba a su lado.
Aún que no pude verlo, el sujeto con fuerza mi mano y de ese modo me sentí más segura.
Luego de todo eso cenamos juntos en la misma mesa, mi madre dijo que tenía varias cosas que explicarme, pero lo haría en otro momento.
Ahora mismo estoy en mi habitación con el corazón satisfecho y alegre.
Sin embargo, al llegar fui acompañada por mi padre, y lo que me dijo me dejo con dudas.
"No habrás la puerta a nadie, ni por más que sea tu madre o hermanos"
Me sigo preguntado el motivo de eso, aún que creo que lo sé bien ya que anteriormente dos de ellos intentaron devorarme y mi madre intento hacer cosas extrañas.
Pero, eso no importa ahora, daré lo mejor de mi e intentare llevarme bien con todos.
Abuelo, creo que me irá mejor de lo que pensé, aún que me sigue dando un poco de miedo este lugar, pero me acostumbraré.