—Asesinó a tu novio anoche, lo siento tanto.
Me levanto lentamente, poniendo ambas manos en mi boca, me volteé a verla.
—Pero como pasó... — digo, más como suspiro.
—Es un asesino, nadie sabe por qué, y como pasó.
—Hijo de mil putas, hay que denunciarlo.
—No podemos, es un asesino a sueldo, nadie se da el trabajo de buscarlo, todos saben como es. Es una pérdida de tiempo.
—No voy a dejar que se salga con la suya — limpio mis lágrimas, y me armo de valor —Te juro, que no dejaré que se salga con la suya.
Caminé hacia la ventana y sonreí sintiendo la venganza en mis venas, miré al cielo, y di un largo suspiro....