La tercera prueba iba demostrar si realmente podría hacer algo en este mundo, para esta prueba fue necesario esperar a que la luna estuviera en lo más alto del cielo y que las estrella estuvieran completamente iluminadas. Frente a mí y sin decir ninguna palabra estaba Zezé y algunos objetos raros sobre un pañuelo turquesa. después de un largo silencio, él se levantó y empezó a murmurar unas palabras, mientras tanto un círculo arcano de color zafiro se formaba alrededor del pañuelo.
-Esta es la prueba para ver qué tipo de magia corre por tus venas, para ello es necesario que te acerques al medio del círculo y entres en contacto con estos objetos.
Fascinado con lo que estaba a punto de suceder me acerque lentamente hacia el interior del círculo, cuando estuve cerca del pañuelo pude ver que los objetos no era más que una forma cilíndrica plateada. Al poder tocarla, mis dedos ardían fuertemente, tuve muchas ganas de quitar la mano, pero aun así seguí aferrándome. El cilindro se empezó a mover lentamente por su propia voluntad, de él brotaban como burbujas pequeños picos que salían y entraban. El calor que había en mi mano era tan alto que sentí como el metal se empezaba a derretir entre mis dedos, dejando a la pieza hecha un río de plata.
-Concéntrate o dentro de poco te quedarás sin poder sentir la mano de nuevo.
Concentrarme en que, el dolor poco a poco se estaba adentrando a mis pensamientos, sentía como mi mano era comida pedazo a pedazo por ese ácido. Cuando, quizás por el miedo y la sensación de dolor, llego a mi mente el recuerdo de la batalla contra Tarantul en la cual su veneno me estaba quemando de la misma forma. Mi mente agarrándose de ese recuerdo como un salvavidas, recupere el dominio dentro de mí y me acordé de cómo la había vencido gracias a esa insignificante lata de insecticida. Poco a poco el dolor cesaba y abriendo los ojos pude ver que el cilindro derretido se había convertido en una réplica de él insecticida. Al alzar la mano noté que algo había muy diferente y que este no era una lata ordinaria, así que la utilice y de esa lata salió una llamarada de fuego azul. Sorprendido por el acto, me resbale y justo cuando toque el suelo ya había perdido su forma de aerosol recuperando así su forma original de cilindro plateado.
-¿Qué fue eso?- pregunté en voz alta.
-Al parecer Twist tenía algo de razón, como supondría que te has dado cuenta, aunque te lo repito por si no lo has entendido, tienes cierta afinidad para controlar la materia de los objetos, este era un simple cilindro arcano el cual su resistencia a cualquier tipo de magia es completamente nula y lo has logrado convertir un lanzallamas tal como imaginabas que fue tu insecticida contra la araña.
-Y ¿esto cómo me puede servir?
-Es un tipo de magia mucho más defensivo que ofensivo diría yo, la ultima personas que he conocido con ese mismo atributo murió hace eones, Ella era capaz de crear murallas y armas con simples baratijas , su poder era grande pero su pensamiento era aún más y gracias a eso fue capaz de estar al mismo nivel mio en mas de una ocasión.
-Fué ella- en mi mente llego por si sola la respuesta , fue la chica que fue capaz de sellar la tierra de los dioses, al parecer había dado con el libro sobre su historia.
-Sí claramente.
-Quizás suene algo totalmente trillado pero si ella fue capaz de conseguir el mismo poder que un Dios, entonces ¿cómo fue capaz de morir?
-Creo que es mejor que sigas leyendo el libro, ahi encontraras información sobre cómo fue su vida y como eran sus sueños. por ahora solamente puedo decirte que su compañía y su valor la llevaron a cumplir su misión el mismo día de su muerte.