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Chapter 13 - En busqueda de poder

Llegando después de un largo y fatigante día caí rendido en la cama. En mi mente pasaban miles de pensamiento, cada uno viajando y pasando como fotos en una secuencia rápida e interminable. Yo solo queria acostarse y descansar, cuando estaba a punto de dormir quise despertarme de toda esta aventura.

La habitación estaba desordenada y mis paredes eran color azul cielo, mis libros en el lado opuesto de mí y mi diario a la izquierda de mi cama. No podía creer que esta aventura me estuviera ocurriendo a mi. Atreves de la ventana llegaban suaves y heladas brisas del viento, que llenaba la pieza de miles de partículas luminosas. No sabía si ya había comenzado mi viaje hacia el otro mundo o si todavía estaba despierto.

Me levanté y vi como esas pequeñas luciérnagas bailaban y se sacudían iluminando toda la habitación. me moví hacia ella y entre mis manos podía tocarla pero mucho menos agarrarlas, decidí sacar una jarra de cristal y coger unas. Deslumbrado con su baile, sus movimientos desprendía una melodía tan dulce, tranquila y serena como en los tiempos que no me preocupaba por nada más que respirar. Estas luces empezaron hacer remolinos hacia la puerta, querían salir de mi cuarto, las deje y las seguí, ellas iban describiendo diversas formas al ritmo de la canción bajando por las escaleras, atravesando la cocina y saliendo por la puerta principal.

Debajo del árbol el cual había encontrado al pájaro que hoy en dia es un nuevo amigo, pero no un desconocido. El patio estaba lleno del rocío de las gotas que se iluminaban gracias a los rayos lunares, las flores parecían vivas moviéndose por voluntad de aire. Debajo del tronco del gran árbol reposaba ese gran cofre que me habia completamente olvidado. Me agache y vi como este cofre brillaba en un resplandeciente dorado, a medida de la excavación las luciérnagas , las flores y la luna empezaron a cantar más alto, todo el escenario parecía una orquesta. Cuando por fin lo desenterre hubo un gran silencio, Con la curiosidad de un niño por abrir su regalo de navidad, no vacile en abrirlo.

Entre las paredes del cofre no había nada, intente tocar el fondo, pero no era capaz, era como un pozo sin fondo. Con una piedra en la mano, la arroje dentro del, pero nunca hubo un sonido de respuesta, luego de esto la música volvió a reanudarse las luciérnagas marcharon acústicamente hacia el interior de este y yo las persegui.

cuando estaba solamente con los pies afuera del cofre, la inmensa oscuridad solamente era iluminada por un tuene camino de estrellas, adentrándome más en el cofre estaba sobre los lomos de esta constelación. y cuando abrí los ojos pude ver que estaba de frente a la casa de carter y que su guardián me estaba mirando directamente.

Avergonzado me levanté rápidamente y pude ver que twist estaba detrás del caniche.

-Chico, menos mal ya conoces el camino, pero no se lo cuentas a nadie. - dijo el perro con una voz ronca, la cual reflejaba su edad.

-Espera. ¿que?

-Existen varios puentes entre tu mundo y el nuestro, los puentes son puntos extremadamente secretos y valiosos, tanto que un dios venderia todo su reino con saber dónde y como pasar a través de ellos.

El día esta soleado pero aun asi se podían ver algunas estrellas de diversos colores en el. Las nubes describen formas extrañas, su movimiento y su forma daban a parecer que estuvieran vivas. Desde el punto alto de la Casa de Carter se podía ver el pueblo Colorado, varios pueblos pintorescos y el océano infinito. En la casa no había nadie, Carter se había embarcado de nuevo en algunas de sus compañías dejando a Zezé su guardián en la puerta.

-¿Por qué no fuiste con carter?- le pregunté

-Yo no puedo salir de aquí-mirando al horizonte me dijo- Sabes chico yo era un joven Dios, ayude a una joven a crear la barrera, tal acto traicionó la confianza y la fraternidad de los otros dioses hacia mí. Pero realmente no podía ver los torturando y esclavizando a los humanos como si no fueran nada más que esclavos. Ahora mismo si llego a pisar afuera de este pico, los otros dioses y sus secuaces me rastrearian en cuestión de segundos.

En su cara se enmarca cierto lo dolorosa que fuera esa aventura y lo arriesgado que fue, pero en ningún momento pareció arrepentirse por lo que habia ello y cuando termino de contarmelo me sonrio.

-Zeke ¿cuándo volverá carter?.

-Incluso con mi gran conocimiento no lo sé, puede demorarse un día o incluso años, solamente sé que salio hace una semana.

Preocupado, por no saber de qué manera poder seguir entrenando, Zezé me dijo.

-Pero no te preocupes, ayer cuando viniste no parecías más que un niño deambulando por este lugar, pero hoy veo en tí cierto chispa que vi cuando vi por primera vez a esa chica. Creo que tienes una misión de vital importancia, la cual quieres cumplir, pero no sabes cómo. -Sacando un cigarrillo y apoyándose en su bastón dijo- parece que la historia vuelve a repetirse.

Nutrido de sabiduría desde su melena canosa hasta su cola encorvada, Zeze me enseñó diversas formas de controlar mi cuerpo, la mayor parte de las sesiones fueron exhaustivas, tenía que realizar miles de ejercicios musculares desde sentadillas hasta barras, luego tener que estar meditando durantes horas y horas. El tiempo en el mundo de los sueños era muchisimo mas rapido a comparacion del mundo real, pero aun asi sentia cada segundo que pasaba allí. Durantes la noche podía descansar viendo como las estrellas resplandecían en un sin fin de colores rodeando planetas de diversos tamaños, También habían auroras boreales flotando en el horizonte. Todo parecía una función teatral y abajo de vez sé en cuando se escuchaba la música de los pueblos, tocando timbales, olla, trompetas, guitarras; este mundo era de ensueño. Así pasé alrededor de una semana completa entrenando.

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