Arturo partió de su aldea para poder conseguir dinero para toda su familia. Por el camino Arturo se encontró con dos campesinos, los ayudó a ir asta la Capital donde estaba la Espada Santa.
-Bueeeno, casi hemos llegado ¿Por que no nos paramos a descansar? - Arturo paró de caminar y se dio la vuelta. pero... sus compañeros estaban despellejados. De repente Los que despellejaron a sus amigos sintieron un poder terrible, no sabían de donde venía asta que miraron a Arturo. En un abrir y cerrar de ojos, Arturo los masacró en un solo segundo y después enterró los cuerpos de sus amigos. Al llegar a la Capital, Arturo fue directamente al centró de la capital donde le aguardaba la Espada Santa. Todo el mundo miraba como Arturo se dirigía hacia la Espada Santa. En 1000 años el país nunca tubo un rey... pero la profecía decía que un jóven de 17 años sería el rey de los Caballeros en 1000 años.
-¡Vamos aya!-Grito Arturo con una mirada desafiante. La profecía también decía que quien portará la Espada Santa sería capaz de cambiar el aspecto de la Espada Santa. Por ejemplo convirtiéndola en una guadaña o un Hacha Santa. Arturo cogió la Espada y la levanto del pedrusco en donde estaba. Todo el mundo se quedó asombrado y empezaron a aplaudir a Arturo.
-¡Viva, tenemos un rey!
-¡Si, porfin de mil años!
Todos los ciudadanos estaban llenos de alegría. Después de 1 día y medio buscaron a Arturo y lo coronaron como el rey de los caballeros. La sonrisa que tenía Arturo no se le podía quitar de la cara, asta que derrepente encontró a una chica entre los ciudadanos.
-Wow... que hermosa es.
dijo Arturo babeando. Arturo se enamoró de inmediato así que salió del Reino a dar un paseo y miro por todos lados asta que la encontró. Arturo se presentó y empezó a hablar con ella.
-Espera...¡¿tu no eras el nuevo rey?!
-shhhhh. No me delates.
dijo Arturo susurando. Derrepente aparecieron unos forajidos que querían acabar con Arturo el rey de caballeros. Arturo uso la forma Espada para acabar con ellos y la chica también se enamoró de el. Ella se llamaba Violetta. Arturo empezó a ordenarle a los guardias que llevaran todas las pertenencias de Violetta al castillo. Después Arturo empezó a leer el manual de todas las formas de la Espada Santa.
1.Espada
2.martillo
3.guadaña
4.cañon de luz
5.lanza del León.
Y después vienen los espíritus que es capaz de invocar la Espada Santa..
1.Leonidas el espíritu dragon.
2. Shelle el espíritu oscuridad.
3. Tatsumi espíritu que nunca se agota.
4. Agami espíritu de luz.
5. Kurotu el espíritu vengador.
Arturo comprendió que aunque el fuera el humano más poderoso, tiene que estar alerta de los enemigos que le rodean. Después de 1 año y medio Arturo tubo su primera hija, Violetta II. Ella era la siguiente heredera, pero el Reino no estaba de acuerdo con el rey, asi que mandaron a asesinar al rey, y que mejor manera de asesinar al rey mandando a otros 3 Reyes con Armas Santas. Empezaron una guerra y millones de personas murieron. Asta que Arturo se encontró con el último rey que quedaba.
-¡PORQUE! LE HABÉIS ARREBATADO LA VIDA A MILES DE PERSONAS INOCENTES... y encima matais a mi mujer...
SE ACABÓ, forma 3, Guadaña de Hades ¡aparece, Inferno!
Empezaron a luchar, chocaban la Hacha Santa y la Guadaña Santa. De repente a Arturo le empezaron a salir rayos del cuerpo y se teletransporto detrás del otro rey. El otro rey se dio cuenta del poder tan aterrador que tenía Arturo. Arturo atravesó al rey y antes de morir, le dio un regalo a Arturo. Le dio su otra Arma Santa. Arturo utilizó su poder para reconstruir el Reino. Violetta II (la hija de Arturo) seguía poniendo fé en su padre. Arturo hizo un torneo para buscar un rival digno de poder luchar contra el, en el final del torneo encontró a otro portador de un arma Santa. Arturo se quedó alucinando.
-¡Hey, tu el de ahí!- grito Arturo con su voz escandalosa
-quien, ¡¿yo?! dijo el hombre que ganó el torneo
-si tu vas a luchar contra mi, pero primero curemos tus heridas.
Y así Arturo llevó al Palacio a el hombre que ganó el torneo y lo curaron.
-Y ¿como te llamas?
-Me llamó Tatsuya Hamagi.
-Te llamaré canijo - dijo Arturo riéndose sin contenerse por su mal chiste.
Continuará...