Los blancos, entrenados por el alemán Jupp Heynckes, levantaron su séptima Copa de Europa, gracias a una diana de Predrag Mijatovic en el minuto 66.
El Real Madrid doblegó a la Juventus por la mínima (0-1), en la final de la Liga de Campeones de la temporada 1997/98, que se disputó el día 20 de mayo de 1998 en el Amsterdam Arena (Holanda). Los merengues no ganaban una Champions League desde la campaña 1965/66, cuando se impusieron al Partizán (2-1). Las dos aficiones estuvieron eufóricas antes de que diese inicio esta última ronda de la Copa de Europa, que enfrentaba a estos dos grandes clubes del fútbol europeo.
Máxima igualdad
El partido arrancó con una Juventus lanzada al ataque. Dos minutos más tarde, se produjo la primera llegada del cuadro italiano. El francés Didier Deschamps sacó un tiro desde lejos, que atajó sin problemas el arquero alemán del Real Madrid Bodo Illgner. Poco después, los de Jupp Heynckes se despertaron y comenzaron a trenzar pases filtrados para disminuir la presión adelantada de la escuadra de Marcello Lippi. En cambio, los de Turín trataron de sorprender mediante un contraataque iniciado por el francés Zinedine Zidane, que fue el motor de la Vecchia Signora y que finalizó Angelo Di Livio, pero el balón impactó contra Roberto Carlos.
El Real Madrid confirmó este dominio con un chut de Predrag Mijatovic, que atrapó Angelo Peruzzi. Posteriormente, la plantilla de Marcello Lippi no se dejó sorprender y mostró todas sus cualidades, a través del buen juego de Didier Deschamps, Edgar Davids, Zinedine Zidane, Alessandro Del Piero y Filippo Inzaghi. Estos futbolistas estuvieron activos en la parcela ofensiva y pusieron en apuros a la defensa blanca. En el ecuador del primer tiempo, los de la Concha Espina tuvieron una opción de abrir la lata. Predrag Mijatovic se escapó de varios rivales y centró el cuero para Raúl González, que conectó un remate que salió fuera por poco. Gran ocasión para el cuadro merengue. Más tarde, los blancos se hicieron con el control de la pelota, poniendo en muchos problemas a los muchachos de Marcello Lippi. Crearon peligro por los flancos.
Al filo del descanso, los dos planteles intentaron anotar la primera diana de esta bonita final, pero los estiletes de Juventus y Real Madrid no acertaron en los últimos metros. Además, pugnaron por la posesión del esférico en cada segundo del choque. Cabe destacar, la buena labor en defensa de los dos centrales merengues: Manolo Sanchís y Fernando Hierro. En el descuento, Edgar Davids realizó una fea entrada a Clarence Seedorf y el árbitro perdonó la expulsión al jugador holandés.
Predrag Mijatovic, héroe de la final
Tras la reanudación, la historia cambió radicalmente. Los merengues llevaron el peso del duelo, a través de la gran técnica de Fernando Redondo, Raúl González y Predrag Mijatovic, pero todavía no hubo ninguna llegada a la portería defendida por Angelo Peruzzi. Minutos después, los discípulos de Jupp Heynckes bajaron un poco su rendimiento y esta situación fue aprovechada a la perfección por el equipo de Turín,que se acercó peligrosamente al arco rival, aunque sin consecuencias para el Real Madrid.
El Real Madrid buscó la primera diana del duelo, pero la zaga y la medular de la Juventus impidieron a los blancos hacer su estilo de juego. Cuando los hombres de Jupp Heynckes pasaron malos momentos, desnivelaron la contienda (0-1). Predrag Mijatovic aprovechó un rebote en el interior del área para driblar a Angelo Peruzzi y poner el balón a la red. Espectacular tanto de los merengues. En la recta final, los italianos intentaron nivelar el evento, pero les desconcertó este tanto y no lo pudieron conseguir. La final concluyó con la victoria del Real Madrid por (0-1) y se alzó con la Séptima Copa de Europa de su historia con mucha alegría y euforia.