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Chapter 167 - 167

Fui a encontrarme con Akira en el estudio.

—¿Me vas a decir en qué mierda estabas pensando? ¿Por qué demonios mataste a Allan sin consultarlo primero? ¿Sabes las consecuencias que eso va a traer ahora?

—Sí, obviamente soy yo el más jodido que sale. ¿Por qué te preocupa tanto? Querías vengarte de ambos, digamos que hice el trabajo sucio por ti.

—¡Esos no eran los planes!

—Ya tienes el camino libre, puedes hacer de cuenta que fuiste tú quien lo hizo, así implantan el terror y, de paso, te quedas con todo lo que le pertenecía a los Roberts. ¿Qué mejor venganza que esa? Saliste ganando sin ensuciarte las manos, ¿Qué más querías?

—¡Sabes perfectamente que esto no solo lo hice por quedarme con su negocio!

—Pues digamos que saliste ganando de igual manera.

—¡He hecho mucho por ti y por tu familia, y ahora me sales con esto!

—No tienes que mencionarlo, sé perfectamente que te debo mucho. Si hubieras estado en mi lugar, estoy seguro que hubieras hecho exactamente lo mismo. ¿Cuán difícil es entender que quiero estar con mi familia y protegerla? Acabo de enterarme que mi mujer perdió al bebé que estaba esperando; he perdido mucho y he tratado de soportarlo todo, pero ya me cansé. Quiero una mejor vida y sacarlas de este lugar. No me quiero seguir perdiendo los mejores años de mi hija, en esta mierda de vida. Fueron errores que cometí en el pasado, y ya no puedo hacer nada para cambiarlo, aún si trato de salirme, solo me queda resignarme y tratar de combatir con ello. Tú eres padre e incluso, experimentaste también lo que es perder a un hijo; yo ya he perdido dos y no dejaré que me quiten a un tercero. Si continuaba en esa mierda, iba a terminar muerto y no iba a poder estar para mi hija. ¿Qué hubiera sido de ella? Ahora que recuperé a mi esposa y tengo a mi hija sana y salva, no voy a seguir con esto. Puedes quedarte con todo, no me interesa adueñarme de nada, ya con ellas tengo todo lo que necesito. Voy a desaparecerme por un tiempo y trataré de organizar mis cosas. Verdaderamente espero que puedas lograr lo que quieras, pero oficialmente me retiro de esta basura.

—¿Y qué harás con Kwan? ¿Piensas dejarlo también?

—Él no es mi problema, estoy seguro que tú y su mujer pueden hacer algo para buscarlo. Mi prioridad ahora es mi hija y mi esposa, lo demás no me interesa. Si te apoderas de todo, puede que consigas a alguien que te pase el dato y puedas dar con él. Ahora mismo soy la oveja negra, a quien todo el mundo busca y le tiran los muertos encima. Si me aparezco por allá, terminaré muerto. Me he librado mucho de la muerte, pero no siempre será así. Habla con Alexa y ayúdala, porque yo no podré hacerlo. Mañana mismo me voy a otro lugar y comenzaré otra nueva vida con mi familia, y no dejaré que nada ni nadie se interponga en eso.

Daisy

Estaba cargando a la niña, cuando John entró a la habitación.

—Vamos a la otra casa. Deben descansar, mañana mismo nos vamos.

—¿Hablaste con Akira?

—Sí.

—Me gustaría hablar con él, debo agradecerle por todo lo que hizo.

—Él salió. Vámonos, princesa.

—¿No nos vamos a despedir de mi amiga y de Alexa?

—No, no podemos darle la cara ahora.

—¿Por qué?

—Vámonos, cosita.

Recogí algunas cosas de la niña y me fui con John. Estuvo en silencio por todo el camino y lucía pensativo.

Al llegar a la casa, llevé a Mia a la habitación y la recosté en la cama.

—Haré unas llamadas y me encargaré de todo, quédate con la niña y descansa.

—Tú también debes descansar.

—Yo estoy bien. Debo preparar todo, las cosas no se harán solas. Descansen— me dio un beso en la frente, y salió de la habitación.

No sé, pero lo siento extraño. Físicamente se ve cansado, y sé que tiene muchas cargas encima. Los problemas han venido en cadena y, yo soy una de las culpables de que él esté así.

Al día siguiente:

John me despertó temprano y nos hizo arreglarnos para ir al aeropuerto. Luego de recoger todo, nos dirigimos a la camioneta. Había unas mochilas negras en el asiento trasero y lo miré.

—¿Eso qué es, John?

—Mi dinero.

—¿Y lo llevarás así?

—Sí, no tendremos problemas al llegar al otro lado, no te preocupes.

Al llegar al aeropuerto, abordamos al Jet y acosté a Mia en la cama; aún estaba dormida, así que me acerqué a John.

—¿Te pasa algo, cielo?

—¿Recuerdas sobre el negocio familiar que hablamos hace unos años?

—Sí, ¿Por qué?

—Es el momento de poco a poco poner las cosas en su sitio. A donde iremos, tendremos una alta probabilidad de progresar. Mi esposa es una contable muy inteligente, así que será fundamental tu ayuda y conocimiento para este nuevo proyecto que realizaremos juntos. Tenemos que encargarnos del futuro de nuestra princesa, y obviamente del nuestro. Podemos crear nuestro propio imperio y sin necesidad de hacer nada ilegal. ¿Estás preparada para el cambio?

—¿Te he dicho lo mucho que amo cuando hablas con esa seguridad?

—¿Solo eso amas de mi?

—En realidad amo todo.

—¿Lo haces de verdad?

—Sí— sonreí, y llevó su mano a mi mentón.

—Demuéstralo— arqueó una ceja, y no fue difícil comprender a lo que se refería.

Solo por molestarlo le di un beso en la mejilla, y me miró con esa única expresión de molestia.

—Odio que me trates como un viejo— desvió la mirada, y traté de no reír.

—No sé qué tiene que ver una cosa con la otra. Eres muy complicado, ¿Lo sabías?

—Y tu muy mala. Deberías tratarme como a tu esposo. Ya sé que estoy más viejo, pero puede que dentro de mi, aún quede un niño dulce y con falta de cariño.

—Debe estar muy en el fondo— reí.

—¿Para qué quiero enemigos, si tengo a mi esposa que hace el papel de gratis?

—No te enojes, cielo— puse mis brazos alrededor de su cuello—. Sabes bien que es mentira.

—En algún momento voy a vengarme por eso, cosita.

—Tu eres un niño, eso me consta— acaricié su pelo.

—Te demostraré cuán niño y caprichoso puedo ser— me bajó la camiseta de un jalón, y dejó visible mi sostén.

—¿Qué crees que haces, John?

—Ya confirmaste que soy un niño, pues seré un niño de teta; esos niños que se pasan debajo de las faldas de su mami. Ahora sólo falta llorar para que me sueltes la teta, ¿Cierto?— esbozó una sonrisa maliciosa.

Este hombre no pierde ni una.