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Chapter 73 - 73

Fuimos al lugar donde hicieron el retiro del dinero.

—El retiro lo hicieron por acá, parece que planean salir de aquí— comenté.

—¿Eso crees?— preguntó William.

—Sí, es lo más conveniente para ellos. En esa dirección estaría llegando a Seffner. No creo que venga a tan lejos de aquel lugar abandonado, teniendo otro banco que les quedaba cerca. Está más que claro que su intención era huir como una rata, pero no van a poder ir muy lejos. Tengo un plan en mente, pero voy a necesitar tu ayuda.

—¿Qué piensas hacer?

—¿Está seguro que ese bebé no es suyo?

—Claro que estoy seguro, jamás le sería infiel a mi esposa.

—De acuerdo, entonces no tienes que preocuparte por lo que pase con ella.

—¿Qué harás?

—Averiguaré si realmente están confabulados, y si es así, esa mujer me va ayudar a dar con tu padre. Como no me hago responsable de lo que suceda con ella o el bebé, es por eso que quiero estar seguro. Suelo ser algo extremo cuando se trata de este tipo de trabajos.

—No me importa lo que pase con esa mujer, solo quiere dañar a mi familia y no voy a permitirlo.

—Es por eso que tengo que actuar pronto. Necesito que la cite en un lugar, hágale creer que desea hablar con ella o invente cualquier excusa, lo importante es que se aparezca. Luego yo me encargo de lo demás, le sacaré toda la información que pueda.

—De acuerdo, ¿Necesitas ayuda en algo más?

—No, no quiero que te mezcles en esto. Se ve que eres una buena persona, y este asunto debo arreglarlo yo, es lo mejor para ti y tu familia. Por otro lado, lo único que voy a pedirte es que no le digas a nadie sobre esto. Lo que pase con ellos o con ella, será ante los ojos de todos, un hecho lamentable, o otra víctima más de la criminalidad en este país, ¿Me entiende?

—A la perfección.

—Perfecto— ambos sonreímos —.  Habiendo aclarado todo, ahora solo falta que haga esa llamada e invite a esa dulce e inocente mujer a mi nido, ya luego puede irse tranquilo con su esposa e hijos.

Ha pasado una hora y me dirigí al lugar donde acordé con ese hombre a secuestrar esa mujer, que les está haciendo la vida imposible a su familia. Debo sacarle información y hacerla delatar a sus amigos. Me preparé con lo que pude y me quedé esperando. Este lugar no lo conocía bien, pero me tomé el tiempo de buscar un lugar apartado, donde nadie la pueda encontrar. Esa mujer está embarazada, y fingiendo que ese bebé es de ese hombre. Odio las mujeres aprovechadas como esa. Me quedé esperando escondido detrás de un árbol, hasta que vi la mujer que me mostró en la foto. Su nombre es Alexa y tiene 28 años, según la información que me dio el tal William. Al verla ahí parada esperando, caminé hacia ella.

—Buenas noches, linda dama. ¿Qué hace a estas horas por aquí?— le pregunté calmado.

—¿Quién es usted?— preguntó con malicia.

—¿No le han dicho lo peligroso que es andar a estas horas sola por ahí? Debería tener cuidado.

—Voy a encontrarme con alguien. No estoy del todo sola, pero gracias por la advertencia— se veía algo nerviosa, y me pasó por el lado.

Le cubrí la boca con un paño y con la otra mano la sujeté fuertemente, evitando que pudiera quitarse el paño de la boca. Alexa me dio una patada, pero no sentí nada, ni siquiera tiene la fuerza suficiente para soltarse. Arañaba mis manos y forcejeaba, pero no podía conmigo.

—Siempre he dicho que el que no escucha consejo, no llega a viejo, pero nunca hacen caso; es por eso que terminan como terminarás tu. Que descanses— al ver que dejó de moverse, y que ya había surgido el efecto de dormirla, la subí en mis brazos y la metí al baúl del auto para encerrarla.

Horas después

Luego de terminar con el interrogatorio y de limpiar el desastre, llamé a William y le conté todo lo que había dicho. Me sentía muy cansado y estaba loco por terminar para ir hablar con Daisy. Al llegar al Hotel, ella estaba dormida y apestaba a alcohol.

—¿Qué estabas haciendo mientras no estuve? — pregunté en un tono alto para despertarla.

—¿Por qué no reservas otra habitación? No quiero verte.

—¿Vas a continuar con esto?

—Sí, estoy cansada, déjame en paz.

—No quiero dejar las cosas así. No me gusta verte de esta forma, pareces una callejera.

—Pues déjame y vete, eso es lo mejor que sabes hacer, ¿No? — no puedo discutir este tema con alguien que está borracha, al final solo se concentrará en su enojo.

—Me voy.

Salí de la habitación y me fui a dar una vuelta por el Hotel, necesitaba despejar mi mente. Fui a la barra y me tomé unos tragos, luego regresé a la habitación y ella estaba dormida. Me acerqué a la esquina donde ella estaba y me agaché, llevé mi mano a su mejilla y la acaricié.

—¿No te es suficiente con saber que eres especial para mí, estúpida? ¿No te basta con tenerme así de cerca? ¿Por qué tenemos que estar distantes, si estamos acostumbrados a estar juntos, tonta? ¿Por qué haces que me vuelva un ocho? Me vuelves loco, ¿No te das cuenta? Si yo me siento satisfecho con tenerte así, ¿Por qué tú no, cosita?

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