Chapter 333 - 130

—¿Por qué la pregunta, Akira?

—Curiosidad, ¿Por qué no continuamos?

—¿No estás satisfecho todavía?

—No, ha sido mucho tiempo desde la última vez que estuve contigo. ¿Cómo podría cansarme de esto? ¿Dirás que no tienes ganas de más? — se subió encima de mí y bajó su mano a mi entrepierna.

—No es eso, Akira — subió su mano acariciando todo a su paso, hasta mi cintura.

—Quitemos el teléfono a un lado y hagámoslo por un rato más— sacó el teléfono de mi ropa interior y lo tiró a un lado. Fue cuando me di cuenta que él sabía lo que estaba haciendo en el baño y su sonrisa me dio un escalofrío por todo mi cuerpo—. ¿Me amas, corderito?

—Sí, Akira— acarició mi mejilla y me dio un beso.

—¿Por qué tienes que ser tan hermosa, y tan mentirosa a la vez?

—¿Por qué dices eso?— pregunté asustada.

—Por nada, linda.

Tocaron la puerta y Akira se levantó de la cama.

—Será mejor que te vistas, no querrás que nuestros hijos te vean así, ¿Verdad?

—¿Nuestros hijos?

Akira me miró y sonrió. Recogí mi ropa y me la puse rápidamente para bajar.

—Kaori, Lin...— corrí hacia ellos y los abracé—. ¿Qué hacen aquí?

—Nuestro querido padre nos mandó a buscar — respondió Lin.

—Cuanto tiempo sin verlos. ¿Será que podemos tener una charla en familia? — preguntó Akira al bajar las escaleras.

Al ver los hombres de Akira detrás de ellos, tuve mucho miedo.

—A solas, Akira— lo miré fijamente.

—Salgan de aquí— les ordenó a sus hombres.

—¿Esta es la forma de traer a tus hijos, papá?— preguntó Kaori.

—¿Les hicieron algo?— pregunté preocupada.

—No, mamá — respondió Lin —. Está es la única forma que tiene este ser de hacer las cosas, ¿No es así, papá?

—Por supuesto, ya que estaban buscando la forma de huir, me encantaría saber las razones. ¿A qué le están huyendo?

—A ti, ¿A quién más? — respondió Kaori, acercándose a Akira.

—Te has vuelto igual de insolente que tú madre, Kaori.

—Respeta a Kaori y a mi madre — agregó Lin.

—¿Van a decir lo que está sucediendo, o callarán igual que su madre?

—No tenemos nada que decirte. Parece que no te quedó claro lo último que hablamos, papá— respondió Kaori.

—Ustedes son mis hijos, no puedo simplemente descuidarlos.

—¿No fue eso lo que hiciste por todos estos años?

—Ustedes no saben nada. Tuve mis razones para desaparecer de sus vidas, no era algo que deseaba o no estuviera aquí ahora.

—¿Por qué no nos cuentas esas razones? Me encantaría escucharlas— le dijo Kaori molesta. 

—No es algo que deba decirles a ustedes, no comprenderían.

—Entonces no nos pidas que comprendamos, cuando no eres capaz de decirnos las cosas. Independientemente de las razones que hayas tenido, debiste al menos dejar una nota o despedirte de nosotros, no abandonarnos de la nada y regresar ahora sin una explicación válida.

—Puedes reprocharme todo lo quieras, lo merezco, pero al menos no me alejes más de tí, Kaori. Yo a ustedes los necesito.

—No nos necesitaste cuando te revolcabas con esa otra mujer que conseguiste, ni siquiera a mi madre, ¿Por qué tendríamos que quedarnos a tu lado ahora? Ya tienes a tu familia ahora, y otro bebé que jamás podría ver como un hermano. ¿Por qué no te largas por donde mismo viniste?—Akira se veía afligido. Siempre que Kaori le habla, muestra esa expresión. No quisiera verlos discutiendo más.

—Dejemos la conversación hasta aquí, y deja que los niños se vayan. No sigas causándoles daño, Akira — comenté, para calmar el ambiente que había.

—¿Por qué dejaste la escuela y me mintieron sobre la beca, Kaori? — añadió Akira, mirándola fijamente. Si logra presionarla, ella hablará. Pensar en ese hecho, me hacía sentir escalofríos. Ellos se parecen y se entienden tanto y eso es un problema ahora.

—Yo no fui la de la idea de mentirte; en realidad nunca me interesó hacerlo. A diferencia de ti, las mentiras las odio, al igual que los secretos.

—Entonces, dime lo que está pasando. Porque eres la única que sería capaz de hablar, ya que parece que a tu hermano y tu madre, le comieron la lengua los ratones. Querías decirme algo el otro día, ¿A qué te referías cuando dijiste que estabas cansada de mentir?

—Yo no quiero seguir huyendo de ti. Estoy cansada de que pongas esa cara de víctima, cuando las víctimas aquí somos nosotros. Estoy cansada del miedo que provocas en todos. Yo no te tengo miedo, es por eso que quiero enfrentarte ahora o no estaré tranquila guardándome las cosas por dentro, ya que no eres quien para juzgarme.

—Kaori, ya es suficiente de esta discusión— añadí y miré a Lin, esperando que dijera algo, pero él se quedó quieto mirando a Akira y no añadió nada. ¿Acaso está de acuerdo con que Kaori hable?

—No, mamá. Creo que es el momento de enfrentar la realidad. ¿Crees que podré seguirlo ocultando? En meses se comenzará a notar y no quiero estar pasando preocupaciones durante mi embarazo, porque eso es lo que quiero decirte, papá. ¡Vas a ser abuelo!— la expresión de Akira cambió por completo y su reacción fue alzar la mano para golpear a Kaori, pero Lin reaccionó más rápido que yo, y le sujetó la mano Akira. No quería creer que sería capaz de decirlo.

—A ella no la tocas. Si tienes que golpear a alguien, que sea a mi; al final de cuentas, ese bebé no lo hizo sola. Yo tengo en parte que ver, pues el padre soy yo —Lin encaró a Akira.