Chapter 205 - 2

—No importa la razón que sea, si quisiera aparecer ya lo hubiera hecho. Solo espero que sí es ella, no sea para traer problemas. No le digas nada de esto a Lisa.

—Ya mi esposa tuvo que haberle dicho, Akira.

—Espero lo pasé por alto de ser así.

—¿Cómo va el negocio?

—Bien, a veces se ponen las cosas algo caliente como siempre, pero no es nada que no se pueda solucionar.

—¿Y la búsqueda?

—Aún nada, es como si se los hubiera tragado la tierra.

—Deberías dejar las cosas así, Akira.

—No, no puedo. Tengo una última opción para averiguar dónde están.

—¿Y cuál sería esa?

—Es un secreto. No te metas en mis asuntos, padre. Ya estás fuera del negocio y no quiero arrastrarte de vuelta.

—Eres mi hijo, Akira. Me preocupa en lo que estes metido.

—Estoy viejo, ¿No crees? Puedo cuidarme solo.

—No olvides que no eres tú el único que está en el paquete

—Sé lo que digo, padre. Vamos con nuestras mujeres.

—No me gusta para nada lo que estás haciendo.

—No tiene que gustarte. ¿Vamos?

Lisa

Vi a Akira y Mr. Jefferson entrar a la cocina.

—¿Dónde están los niños, querido?

—En la sala, princesa.

—¿Puedes llevar los cubiertos a la mesa? Ya vamos a servir— Akira se acercó a mí y cogió los cubiertos.

—¿Estás tú en el menú?— lo dijo en voz alta y me avergoncé.

—Quizás— sonreí, tratando de ocultar la vergüenza, a lo que Akira sonrió y salió de la cocina.

—Siempre muy romántico tu esposo, ¿Eh? — comentó mi madre entre una risa de burla.

—¿No le dirás algo a mi madre, Mr. Jefferson o debo dejarlos solitos?— sonreí inocentemente, cogiendo los platos y saliendo de la cocina.

—¿Estás disfrutando, corderito?— me encontré con Akira en la puerta según salí.

—¿Escuchando detrás de la puerta, querido?

—Si te vieras lo tierna que te ves cuando estás avergonzada. Siempre te desquitas con mi pobre viejo— rio descaradamente.

—Tengo un esposo muy especial que me hace avergonzarme frente a todos. ¿No eres tú quien disfruta de eso?

—Más de lo que imaginas— acarició mi cabeza y me quitó los platos para llevarlos.

Iba a entrar de vuelta, pero escuché que Mr. Jefferson dijo mi nombre y me acerqué a la puerta para saber de qué estaban hablando sobre mí.

—Lisa tiene el derecho de saberlo, linda.

—No es el momento, mi amor. Solo esperemos un poco más.

—Escuchando detrás de la puerta, corderito— la voz de Akira en mi oído, me asustó. Lo agarré del hombro y lo llevé a otra parte.

—Vas a matarme de un infarto.

—Oh, ¿Quiere estar a solas mi corderito?

—No es eso. Escuché que dijeron mi nombre y me preocupé. Hay algo que quiere decirme mi madre, pero no se atreve a hacerlo.

—Déjalo así, preciosa. A veces es mejor no saber las cosas y menos escuchar detrás de las puertas.

—Su voz se escuchaba extraña, Akira.

—No le preguntes, permite que ella sea la que saque el tema. No estés pensando en cosas insignificantes. Se va a enfriar la comida, princesa. Buscaré a los niños— Akira acarició mi cabeza y me besó para irse. Quizás Akira tenga razón, solo espero que no sea nada malo.

Caminé de vuelta a la cocina y entré como si nada hubiera escuchado.

—Akira fue a buscar a los niños. Vamos a servir, mamá — servimos la comida primero y la llevamos a la mesa.

Todos nos reunimos para cenar, como una gran familia. Akira no dejó de mirarme en ningún momento durante la cena. Kaori, Lin y Allan estaban comiendo como si no hubieran comido hace años.

—Déjame limpiarte, mi amor— busqué una servilleta para limpiar a Kaori, pero Lin se adelantó.

—Yo me encargo, mamá— limpió a Kaori—. Listo, Kaori— ambos comenzaron a reír inocentemente. Akira vio la escena y tomó de la copa de vino. Vi su molestia y le di una patada suave por debajo de la mesa. No puede disimular el disgusto. Me miró y fingió una sonrisa.

Cuando terminamos de cenar, ayudé a mi madre a llevar los platos a la cocina. Tienen empleadas, pero a mi mamá le gusta ser útil y siempre quiere hacer todo ella. Buscamos la tarta de cumpleaños para llevarla a donde Lin. La debilidad de Lin y Kaori son los dulces y postres. Se pusieron muy felices al verlo y Allan ni se diga.

—¡Feliz cumpleaños, Lin!— le cantamos y esperamos para que soplara las velas.

—¿No vas a pedir un deseo, Lin?

—Sí, mamá — cerró sus ojos y lo pidió. Al apagar las velas miró a Akira y sonrió. ¿Es algún tipo de clave entre esos dos? Lo abracé fuerte junto a Kaori para desearle muchas cosas buenas. Akira se acercó e hizo lo mismo. Servimos la tarta y todos comieron. Según terminó Lin, caminó hacia Akira y le dio la mano como si fueran grandes amigos y no padre e hijo. Estos dos se traen algo entre manos. Akira se levantó de la silla y caminó hacia mí.

—¿Las llevó a la casa o te quedarás aquí un rato más?

—¿Cuál es la prisa?

—Tengo una cita con Lin.

—¿Cita?

—¿Te quedarás o las llevo?— evadió por completo la pregunta.

—Si, llévanos a la casa— la actitud de esos dos no me gusta para nada.

—Gracias por todo, ya tenemos que irnos—le dije a Mr. Jefferson y a mi madre.

—¿Ya tan pronto?

—Si, tenemos cosas que hacer— sonreí y me despedí. Akira y los niños hicieron lo mismo.

Akira nos trajo a la casa y se bajó para despedirse de mí y Kaori. Me dio un beso y me abrazó.

—Ya mismo regresamos, corderito.

—Esta bien, cuidado con lo que hacen — lo miré dudosa, pero Akira ya sabe cómo esquivarme en momentos como estos.

—Llegaremos temprano y no estaré con ninguna otra mujer, princesa— sonrió inocentemente.

—Que buena manera de esquivar preguntas, querido. Espero te portes bien o no respondo. Cuida bien de Lin— lo besé de vuelta y caminé a la casa.

Akira

—¿Ya leíste lo que te dije, Lin?— preguntó Akira.

—Sí, papá.

—Ese es mi niño.

—¿Este será el lugar?

—Si, hoy podrás aprender mucho más sobre ellas en persona, hijo.

—¿Se molestará mamá?

—¿Ves a mamá por alguna parte?

—No.

—Ella tampoco es una santa, mi niño. Eres el indicado para esto ahora. Ya estás suficientemente grande, ¿Acaso cambiaste de opinión?

—No sé lo que significa cambiar de opinión, pero en mis lista no está.

—Ese es mi niño. ¿Vamos?

—Si.

Related Books

Popular novel hashtag