Después de salir de la tienda de ropa completamente llenas de bolsas, Hexe decidió que era hora de que fueran a la tienda de Guillermo a comprar algunos accesorios.
Mientras caminaban Marie miro a su tía "Tía sunshine no quieres que guarde tu ropa usando mi energía divina con eso no tendrás que cargar tantas cosas."
Sunshine solo sonrió y asintió con su cabeza, entonces Marie guardo todas las bolsas y pudieron caminar con calma.
"Gracias por eso Marie, por cierto Hexe como es Guillermo, es buena persona o tendré que ir con cuidado.
Conozco algunas técnicas para castigar hombres que se comporten de manera indebida."
Hexe solo pudo reírse y negar con su cabeza "Tía, Guillermo no es Guillermo si no Guillermina.
No comprendo qué fue lo que pasó pero parece que el hizo un cambio de sexo, a Julien no le gusta ir a la tienda por qué Guillermina lo mira de manera lasciva.
Pero es buena persona de quién papá quiere que nos cuides es los magos que ofertan en las subastas y los que venden en el lugar.
La tienda de Guillermo es una especie de lugar de reunión de ellos, muchas cosas se venden en este lugar, cada continente tiene una tienda como está.
Solo tenemos suerte que se encuentre en este lugar por qué a Lucifer no le gustan los magos por lo que todos huyeron a México."
Sunshine no sabía cómo actuar por lo que solo pudo rascar su cabeza "Bueno por muy buen mago que sean una bala en la cabeza podrá acabar con ellos."
Marie solo sonrió por lo que dijo su tía y pudo ver cómo su hermana las guiaba a un cine, Hexe se acercó a la muchacha de las entradas y le dijo "Me gustaría tres boletos Vip a la función de las 12, pagaré con metal."
La cajera miro a Hexe y con una sonrisa empezó a teclear en su computadora algunos datos mientras su impresora imprimís tres hermosos boletos dorados.
Hexe apareció un lingote de oro el cual colocó en la mesa, la cajera lo miro para después colocarlo en su caja registradora para entregar el tiquete y los boletos a Hexe "Recuerde que su función será en la sala -1, que pasen bonito día."
Sunshine se sorprendió por lo sencillo que fue poder comprar una entrada a un lugar bastante secreto pero también sabía que nada es como parece, puede suponer si alguien lo intenta y no tiene un lingote de oro puede quizá morir.
Antes de entrar Hexe camino a la zona de golosinas del cine "Marie quieres alguna botana, Tía gustas alguna botana, Recomiendo que coman algo antes de entrar, cuando entren entenderán a qué me refiero."
Marie sin duda señaló un combo de Palomitas, refresco y una paleta de hielo con forma de panda, pero la decisión de Sunshine fue más compleja "Buena ya que lo dices.
Me gustaría pedir dos palomitas extra grandes, tres hot dogs jumbo, unos nachos grandes con extra queso y chile, también cinco chocolates y un refresco jumbo con soda dietética de limón."
Hexe miró con sorpresa a su tía y Sunshine solo pudo sonrojarse "Es culpa del embarazo tengo tantos antojos."
El muchacho que atendía la dulcería empezó a atender las órdenes, Hexe al igual que Marie pidió lo mismo.
Debido a que Sunshine tenía tantas cosas Hexe las guardó en su espacio interior, tras esto empezaron a caminar por los pasillos hasta llegar a la sala uno donde Hexe busco en la pared una pequeña hendidura donde introdujo los boletos dorados.
En ese momento se abrió una puerta en la pared y las tres entraron, cuando entraron pudieron sentir una gran cantidad de hambre por lo que empezaron a comer.
Hexe solo mordió sus palomitas de maíz "Este es un hechizo de gula por lo que si no tienes algo que comer puedes acabar comiéndote un brazo o a tus compañeros.
Fue colocado en este lugar solo con la intención de matar a los intrusos, de cualquier manera incluso si pueden pasar esta parte morirán tras llegar al final del pasillo."
En el camino se acabaron por completo sus golosinas y refrescos, cuando llegaron al final del pasillo llegaron a una recepción elegante dónde se encontraba una hermosa mujer jugando con su celular.
La mujer pudo ver llegar a Hexe y a sus dos acompañantes por los ir solo pudo hablar con una voz gruesa "Preciosa Hexe, me alegro que hayas venido, no sabes si vendrá mi amado Julien, quiero darles algunos besos y quizá hacer algunas cosas malas."
Julien quien estaba en el bar pudo sentir un escalofrío en todo su cuerpo por lo que tomó la botella de tequila y le dió un buen trago "Creo que Guillermo está hablando de mi, tengo algo de miedo Quetzalcóatl."
Quetzalcóatl empezó a reírse mientras le daba algunos golpecitos al hombro de Julien.
Hexe solo rasco su cabeza "Él fue con Quetzalcóatl al bar de Martín, pero vengo acompañada de Marie y mi tía Sunshine."
Guillermina sonrió cuando vio a Marie "Hola Marie soy Guillermina pero puedes llamarme Mamá."
Marie miro raro a Guillermina "No te puedo decir mamá ya que mi mamá es Erika y la otra mamá de Marie es Flavio."
Guillermina miro raro a Marie "Cuéntame más sobre ese Flavio, quien se cree que es para poder quitarme a mi amado Julien."
Hexe quien sostenía su nariz solo pudo negar con la cabeza "Flavio es mi padre y el de Marie solo que le dice mamá por algún motivo que no comprendo, supongo que se debe a la edad.
Pero cambiando de tema me gustaría entrar a el área de compras y subastas, también me gustaría cambiar mis piedras elementales por fichas."
Guillermina asintió y tomó las tres piedras elementales de Hexe las cuales cambió por unas fichas rojas brillantes "Si tienes algún problema con los vendedores siempre puedes llamarme y con gusto me encargaré de eliminarlos."
Hexe asintió y caminó hacia las escaleras para poder entrar a la sala de ventas, cuando llegó abrió las puertas y un gran espacio se mostró.
Miles de personas estaban comprando y vendiendo, Sunshine se sorprendió por qué pudo ver a ambien algunas criaturas caminando con tranquilidad, Gigantes, Enanos, Elfos, algunas criaturas que no tenían pelo y otras que tenían aspectos de gelatina.
Hexe puso sus manos en su cadera mientras respiraba "El aroma de la libertad, vengan acompañe me les mostraré el puesto de un enano que nos mostrará algunas buenas cosas."
Mientras caminaban hacia el puesto el tiempo se detuvo, Hexe miró a Marie y pudieron sentir una energía muy poderosa proveniente del exterior, pero lo que les sorprendió era que las tres energías eran familiares de alguna manera sabían que se trataba de alguien cercano a ellas.