Sentada en la silla de su nueva oficina, Érica analizo la proyección que estaba al frente de ella.
La oficialización de la Asociación de Héroes por parte del gobierno fue aplicada y la grabación que estaba viendo fue el acto público que fue realizado.
El Presidente de Rumania, los diferentes ministros de este país, Adala como la 'Heroína Nacional' y luego estaba ella… El remplazo del líder del Gremio de Héroes Rumano.
Esta aprobación les garantizaba concesiones a los héroes afiliados del Gremio de Héroes Rumano, permitiéndoles que fueran llamados Asociación de Héroes, y también mostró una segunda faceta.
Incluso si alguien trataba de derrocarla durante este momento que Edward no iba a estar presente y ella no podía detenerlo, la Asociación de Héroes podría mantenerse en pie hasta que su líder Edward volviera.
Lamentablemente no se sabía prácticamente nada del séptimo portal abismal, ni del octavo al menos de forma pública y si bien eran momentos tensos para ella, Érica estaba esforzándose.
"El mayor problema es que para algunos sigo siendo una estudiante… Me critican por eso. Por otra parte, la fama del torneo internacional sigue siendo de ayuda. Y que alcance el rango S, a tan joven edad da potencial." Murmuró Érica analizando detenidamente.
Lamentablemente no tenían un equipo de relaciones públicas para que le ayudara a lidiar con su imagen y eso significaba que cada paso que daba tenía que darlo con cuidado.
Ella era una estudiante de segundo año de la Academia de Héroes y si bien estaban entrando en diciembre y este año pronto terminaría, ella seguía siendo una 'estudiante'.
Con ese término estaba unido la idea de 'falta de experiencia', 'imprudencia de un joven' y la 'arrogancia de un talento', lo que llevaba a que los medios la criticaran o pusieran en duda su liderazgo.
Un equipo o departamento de relaciones públicas podría ser bastante de ayuda para mantener su imagen y era algo necesario para crear una imagen pública como 'líder' o incluso 'reemplazo'.
Si bien era temporal su control, su mayor trabajo en este lugar no era la organización, sino que la imagen frente a otros.
"Creo que lo hice bien." Murmuró Érica con una ligera confianza.
Ese acto fue importante para el Gremio de Héroes Rumano, debido a que, al formalizarlo como una Asociación de Héroes, les daría una mayor jurisdicción y las acciones que podían realizar los héroes eran más extensas y aceptadas por el gobierno.
Incluso sin hablar del Tratado Internacional de Héroes, ellos tenían bastantes concesiones para realizar el trabajo.
Y para estar por primera vez en un acto público siendo uno de los principales focos de atención, Érica supuso que consiguió verse bien.
"Líder unos visitantes han venido a buscarla." Dijo de repente su secretaria temporal y antes de que pudiera responder, anunció. "Ellos se dirigen a su oficina."
Sonaba un poco alarmada, como si no supiera que hacer y Érica dio un suspiro, pero le dijo que todo estaba bien.
No sabía quién eran los invitados, pero su suspiro venía de que Rachael se estaba encargando de las negociaciones con los diversos héroes de la península balcánica, para conseguir apoyo y actuar.
Lo que llevaba que tuviera una secretaria menos conocedora y ella tuviera que encargarse de más temas.
Todavía tenía trabajo por delante… Ese pensamiento pasó por su mente mientras Érica se preparaba para recibir a los invitados y cuando pudo sentir las presencias, su expresión se volvió aún más indescifrable.
Levantándose para dirigirse a la puerta, antes de que la otra persona pudiera tocar, ella lo abrió con una sonrisa natural.
"Su Alteza Artorius, Su Alteza Isabel, es una grata sorpresa su llegada." Saludó Érica con una sonrisa cordial mientras le daba paso para que entraran.
El joven hombre dio una sonrisa al ser recibido tan alegremente y entró con total confianza, mientras que la joven a su espalda, le dio un asentimiento de agradecimiento antes de entrar.
Artorius de Wessex, Príncipe Heredero del Reino Unido, hijo mayor de la Reina Margaret y un conocido espadachín de rango S.
Cabello rubio, ojos azules, sus facciones masculinas lo ponían entre los jóvenes más guapos en la corte y que siempre se vistiera de forma elegante, lo hizo parecer todo un caballero.
"Perdón por interrumpir de esta forma. Mi hermano mayor cuando te vio en las noticias, decidió venir a visitarte." Informó la joven volviéndose a inclinar de forma respetuosa como si no deseara molestarla.
A diferencia de su hermano mayor, esa mujer tenía el cabello rojizo y sus facciones eran delicadas, dando la impresión de una jovencita inocente.
"No hay necesidad de pedir disculpa. Ella es mi súbdito." Interrumpió Artorius agitando su mano de forma indiferente.
"De Su Majestad la Reina." Corrigió Érica de forma instantánea.
Ese hombre le dio una mirada, pero no mostró molestia, sino que una sonrisa ligeramente orgullosa y altiva, que dejaba ver confianza.
"¿No es lo mismo?" Dudó Artorius y encogiéndose de hombros, añadió. "Soy el heredero de madre y seré el siguiente Rey."
Érica tenía que concederle, que ese joven tenía una alta confianza y si bien daba la impresión de arrogancia, sus palabras no eran vacías.
Había tres posibles herederos al trono de la Reina Margaret y aunque esa gran reina no había seleccionado a ninguno heredero, la mayoría suponía que el Primer Príncipe Artorius sería elegido, por tal razón lo llamaban 'Príncipe Heredero'.
Y nadie podía negar que tenía mucho apoyo y logros a su espalda, además del apoyo de su segunda hermana la Princesa Isabel que estaba a su lado.
"Hermano. Hasta que no tengas la corona, no deberías ser tan petulante." Interrumpió Isabel con una mirada llena de regaño.
"¿Qué más da? A Érica no le importa y nos conoce." Respondió Artorius y cuando le dio una mirada, ella se encogió de hombros y él, añadió. "Ves."
No eran amigos, pero fueron a la misma academia en la secundaria y si bien ellos eran mayores, tuvieron uno que otro contacto.
Agregando eso, la posición de la familia 'Reynolds' como leales a la Reina Margaret, la puso en contacto de forma frecuente con la realeza, dando bastantes encuentros en la 'corte'.
Lo suficiente como para que se conocieran entre ellos y que Artorius sintiera confianza al hablar.
"Aun así…" Murmuró Isabel, pero dando un largo suspiro se detuvo y agitando su cabeza, preguntó. "¿Entonces cómo has estado? He visto que has estado trabajando mucho."
Una pregunta casual que atrajo la mirada de Artorius y ese brillo serio que no pudo ocultar al menos no totalmente.
Érica dio una sonrisa y habló casualmente de su trabajo en el Gremios de Héroes Rumano y aunque parecía profundizar en casi todo, siempre buscó dejar en claro que era un remplazo.
Uno que una vez que volviera Edward, se retiraría para devolverle el lugar al antiguo líder.
"Para mí, este trabajo es como un favor a un conocido." Terminó Érica con calma y cierta indiferencia.
No estaba mintiendo.
Edward la puso en este lugar por las ventajas y Érica sabía que había beneficios, pero tomó el trabajo para probarse a sí misma y a la vez, porque entendía que realizar un favor a Edward podía ser algo bueno.
Y la otra parte que no lo mencionaba, era que esta forma de organizar a los héroes, era algo que a ella le agradaba y pensaba que iba a traer un buen cambio.
"¿Es así? Si necesitas ayuda, podemos apoyarte. Conozco a muchos héroes que podrían ofrecerte una mano para terminar el trabajo de tu predecesor." Señaló Artorius y viendo que su expresión temblaba sutilmente, dio una sonrisa y comentó. "Incluso si no eres mi 'súbdita', es bueno ayudar a una futura 'súbdita'."
La expresión de Érica había temblado, porque ellos supusieron cuál era su objetivo, solo que él creía que sus fuerzas eran insuficientes.
Y de cierta forma, si alguien contaba los pocos rangos S que estaban totalmente afiliados al Gremio Rumano era cierto que les costaría enfrentarse a las organizaciones criminales de la península balcánica.
Solo que a la vez se confundían si pensaban que eso era todo.
"No seas tan directo. Ella le está haciendo un favor a un conocido para mantener lo que se ha creado." Intervino Isabel y dándole una sonrisa amable, añadió. "Si hay algo que podemos hacer, puedes pedirnos ayuda. Nuestra influencia puede alcanzar a los altos mandos del gremio."
A pesar de que le estaba diciendo a Artorius que no fuera directo, ella estaba apuntando a su mayor problema.
Mantener en jaque a los altos mandos del Gremio de Héroes Internacional para que no actuaran y parecía complicado cuando uno pensaba que el Director Vincent y Edward no estaban en este mundo, pero Érica no tuvo ningún cambio de expresión.
"Estoy agradecida con su generosidad, no obstante, lo rechazaré." Respondió Érica dando una sonrisa diplomática.
Entendía mejor que nadie que la ayuda que podían ofrecer esos dos príncipes tendrían de alguna manera una atadura y aunque no estaba de acuerdo con la idea, sabía que su familia mantenía la lealtad a la Reina Margaret, no a sus hijos.
Y eso significaba que no se ataría a ellos de ninguna manera.
"Lo entiendo. De todas formas, también vinimos a felicitarte por el ascenso a rango S." Dijo Isabel con una suave sonrisa sin verse sorprendida por su rechazo y sacando una caja, comentó. "Este es un regalo de nosotros para ti."
Recibiendo la señal de Artorius para que abriera la caja, Érica mantuvo su expresión y abrió la pequeña caja, notando una varita que emanaba cierto aire frío.
De alta calidad, altamente encantada para aumentar la rapidez de lanzamientos de hechizos y a la vez tenía una gema azulada en la parte inferior, que resaltaba a simple vista.
"Sé que puedes conseguir cosas mejores, pero espero que te sea útil mientras tanto." Señaló Artorius con una sonrisa honesta.
Era guapo y con una sonrisa lograba dar una imagen bastante agradable, que Érica simplemente ignoró al tomar la varita.
"Aceptaré su regalo y lo utilizaré gratamente." Respondió Érica con una sonrisa de calma.
Tal como mencionaba ese príncipe ella también podía conseguir excelentes varitas por medio de su padre y la riqueza no era algo un inconveniente, pero esta varita era bastante agradable.
La mayor razón era que la gema contenía energía mágica que le permitía lanzar hechizos cuando su propia energía mágica acabara y tan solo ese hecho demostraba que la varita fue diseñada específicamente para ella y que ambos hermanos sabían que tuvo una carecía de energía mágica en sus primeros enfrentamientos.
Básicamente ambos estaban atentos a ella y estaban informados sobre su situación.
"Eso es suficiente para mí." Respondió Artorius y levantándose, le dio una sonrisa y comentó. "Te dejaremos trabajar y nos retiraremos. Perdón por la visita sorpresa."
¿Se estaba disculpando de verdad? Érica pudo sentir honestidad en la sonrisa carismática de ese joven y ella solo dio una sonrisa diplomática.
"Es una pena que no te hayamos podido atrapar hoy." Dijo Isabel y sin ocultar el brillo de sus ojos azules, murmuró. "Eres un talento que me gustaría que este de nuestro lado."
Era difícil identificar el brillo de esa mirada tan honesta y Érica en vez de preguntarse cuál era su verdadera intención, mantuvo su sonrisa diplomática.
"¿Ahora quién es la que está siendo tan directa?" Dudó Artorius y viendo que su hermana se avergonzaba sutilmente, añadió. "No necesitas despedirme. Tu misma lo dijiste, no eres mi súbdita. Al menos por ahora."
Una sonrisa llena de confianza que seguramente atraparía la atención de cualquiera, dando la impresión de ser alguien que conseguía lo que deseaba.
Despidiéndose con un simple saludo, ambos se fueron tan rápidos como llegaron y Érica al ver que sus espaldas desaparecían al bajar por la escalera, cerró su puerta.
Caminando a su escritorio, activo varios artefactos de seguridad y tras terminar todo eso, guardo la caja y la nueva varita, entonces dio un largo suspiro lleno de cansancio.
"De hace tiempo que no trataba con ellos…" Murmuró bastante agobiada.
Que la Reina Margaret no eligiera a un heredero definido y que en cualquier momento pudiera cambiarlo por otro, llevo a que sus hijos se enfrentarán por el trono.
Tal vez la princesa Isabel no tenía interés en el trono y solo apoyaba a su hermano, pero todavía quedaba el príncipe más joven y Artorius no parecía dejar que su hermano pequeño le quitara lo 'suyo'.
A todo eso, Érica sentía que no importa lo que dijeran, todos estaban luchando por el trono hasta que la Reina abdicara o muriera y como lo último sería improbable, todos deseaban mostrar su 'valía'.
"Espero que no molesten." Añadió recostándose en la silla.
Ellos ofrecían su ayuda, pero buscaban que se subordinara a ellos y si lo conseguían iba a ser un logro debido a que su familia le juraba lealtad a la Reina Margaret.
Y en caso de que no se 'subordinara' o le jurara lealtad, era posible que si aceptaba su ayuda la guiaran a tomar el control del gremio de héroes rumano, o extendieran su influencia.
Lo último que Érica deseaba en este momento era tener que cargar con un gremio… Y eso incluía el de su padre o este.
"Como no hay noticia de Aurora, debería pensar en una forma de entretenerme." Murmuró Érica y pensando en una manera para volver a animarse tras mantener su fachada durante tanto tiempo, dudó. "¿Entrenamiento con Nicole o ir a visitar a Ashanti?"
Leslie desde que había vuelto del trabajo estaba de caza con su equipo de elite, así que tenía muy poco tiempo y Andrés por su parte, no tenían gustos para compartir como para molestarlo.
Akira casi siempre estaba ocupada y molestar a una poderosa líder del gremio que trataba de mejorar no era agradable.
Así que tenía que elegir entre una luchadora como Nicole que buscaría aplastarla o la adorable Ashanti que con un abrazo la ayudaría a recuperar energía.
Sin pensarlo demasiado, ella eligió un poco de ambos.
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Esquivando las espadas que se balanceaban de forma constante hacia ella, Nicole mantuvo su concentración y vio al espadachín tratando de cortarla.
Sus desvíos no eran realizados con su propia carne, sino que la espada era desviada con su muñequera metálica.
Había que tener cuidado debido a que un corte de un espadachín de rango S podía atravesar el metal esta muñequera y por eso tenía que desviar la fuerza de la espada.
La sed de sangre, el aura veloz de espada y la mirada asesina del espadachín conseguía que ella se sintiera atrapada por la atmosfera, pero solo esquivó hasta que los intercambios superaron los cientos.
"Le estoy agarrando la mano." Murmuró Nicole mientras se alejaba y observando al espadachín, comentó. "Gracias por la ayuda."
Ese espadachín simplemente oculto toda su sed de sangre y tras guardar su espada, se inclinó antes de retirarse.
Nicole que lo vio irse, simplemente agitó su cabeza dando un suspiro.
Era un criminal de la guardia de la sombra de Víctor y ella los utilizaba para entrenar, probando diferentes habilidades y enfrentándose de forma salvaje.
Como ellos le podían dar el combate intenso que buscaba a veces terminaban golpeándose bastante y Nicole ya había obtenido confianza.
No obstante, ellos cada vez notaban que ella era cada vez más importante en este lugar… O para decirlo de otra manera, la importancia que le daba Víctor, quien le permitía utilizar estos lugares.
"¿Algunos cambios?" Preguntó Nicole a María que había entrado.
Ella era la razón por la cual detuvo el 'calentamiento' que buscaba perfeccionar su defensa, utilizando su armadura o armas en combate.
"Sí. Los restos de organizaciones de Río de Janeiro se han unido. Hay rumores que dicen que desean una reunión con usted. Una de clase mafiosa." Informó María y con calma, especificó. "También hemos obtenido información de que organizaciones criminales extranjeras están influenciando la reunión. Algunos temen que usted se extienda a otras ciudades."
Si eran débiles se unirían, Nicole no se sorprendió ante ese hecho y más cuando pensó en la última reunión que estuvo presente.
Tampoco le sorprendió que otras organizaciones criminales vecinas buscaran evitar que ella consolidara su fuerza en Río de Janeiro.
Era posible que temieran que ella se extendiera a sus ciudades o hasta era posible que Víctor moviera los hilos para dificultarle la misión.
Cualquiera de las dos opciones no sería una sorpresa para Nicole.
"Está bien. Quiero terminar con todo en esta reunión. Ellos quieren luchar y lo aceptaré." Dijo Nicole y pensando en la situación, comentó. "Quiero estar preparado. Una cosa es luchar con criminales, pero si ellos utilizan a las fuerzas policiales, gremios de aventureros o héroes… Será otro problema."
Una reunión de clase mafiosa, básicamente significaba que iba a ser una reunión en el cual ambas partes se enfrentarían en una batalla directa si las negociaciones fallaban.
En este mundo en donde los usuarios de habilidades existían, los combates directos eran las soluciones más simples.
Nicole no iba a pensar demasiado si tenía que enfrentarse a criminales y en caso de necesidad matarlos para completar su objetivo.
No obstante, era un asunto diferente si se trataba de gremios de aventureros, héroes o las fuerzas policiales, básicamente de aquellos que estaban en la 'luz'.
"Si bien vamos a matarnos, no confió que ellos den una batalla limpia." Murmuró Nicole y al recibir la mirada brillante de María, comentó. "Y no quiero que salga igual que las películas de acción."
La mirada brillante de María, tal vez pensando que ella buscaba prever la peor situación, cambio a una expresión extraña, dudosa por su comentario y estuvo claro que no la entendió.
"Ya sabes. Mientras los criminales luchan las autoridades acechan en las sombras, esperando a que ambos bandos se debiliten. Es básico." Explicó Nicole encogiéndose de hombros.
Había visto demasiadas películas para saber que eso podía ocurrir, aunque si fuera sincera era posible que las emboscadas sucedieran en cualquier parte y por eso siempre estaba preparada.
Eso era lo malo de ser una criminal reconocida.
"Eres rara, ¿lo sabes?" Preguntó María con una sonrisa entretenida.
"Mira quien lo dice. La secretaria que es la verdadera mente maestra de esta organización." Respondió Nicole levantando su ceja sin contener su risa y viendo que María también sonreía, cuestionó. "¿Qué desea que haga tu títere?"
A pesar de que María estaba riéndose entretenida, Nicole no estaba bromeando totalmente.
Sin esa mujer, era probable que no hubiera logrado ni la mitad de todo lo que había conseguido en este momento y de cierta forma María era literalmente el cerebro de la organización.
La mente maestra detrás de todo… Si no fuera porque su alma estaba en manos de Víctor o en este caso de ella, a quien se la había dejado, hubiera pensado que era el verdadero gobernante de la ciudad.
"Hay varias tareas posibles. Revisar nuestras fuerzas, quienes lucharan en esta reunión, encargarnos de conseguir el apoyo de los demás rangos S y revisar los lugares posibles de la reunión." Respondió María de forma profesional y al verla revisar su reloj holográfico, añadió. "Pero podemos retrasar todo Su Señoría."
Su forma de inclinarse tan formalmente como si fuera una mera subordinada causó que la expresión de Nicole temblara de forma sutil.
Leyó que Érica la estaba invitando y María entendió su expresión, precisamente la emoción de una posible batalla y por tal razón, ella dijo sus últimas palabras.
No obstante, la forma que la decía, la hizo sentir algo incómoda y tan solo ese hecho mostraba que María estaba tratando de molestarla.
"A veces los títeres necesitan divertirse." Murmuró Nicole en respuesta.
La ayudaba con lo que podía, pero gran parte de las tareas no estaban en sus manos y María no solo la entendía, sino que la apoyaba de forma voluntaria.
Por supuesto, Nicole trataba de que no se agotara, ya que de cierta forma era una compañera valiosa, pero muchas de las situaciones la superaban y aguantar todo era estresante.
Eso era lo que se decía, cuando pensaba que ella misma requería un descanso… O varios.