¿Cuánto tiempo hemos estado aquí?
No lo sabemos.
La oscuridad es siniestra y da la impresión de que desea devorarnos.
Tragando nuestra esperanza, nuestros deseos y nuestras vidas, pero no nos rendiremos.
Hemos dejado a muchos atrás y hemos perdido a otro montón, pero no nos rendiremos.
Su sufrimiento será la recompensa de nuestra libertad.
Pero no importa lo que digan lo demás sobre que no hay que ser imprudente, no podemos detenernos.
No quiero ser tragado por la oscuridad, no voy a ser tragado por la oscuridad y no voy a esperar para que nos rescaten… Quiero escapar y lo voy a hacer.
Voy a pavimentar mi camino hacia la libertad, incluso si tengo que abandonar a todos los demás.
Solo hay un objetivo frente en de mí y estoy dispuesto a hacer todo para lograrlo.
Incluso abandonarlos y arriesgar mi vida o la de cualquiera.
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Clémentine respiró hondo mientras miraba a lo lejos.
Las altas montañas blancas de las cordilleras del Himalaya se extendían a la lejanía, alcanzando grandes alturas y a veces fusionándose con las nubes.
¿Cuán altos eran esas montañas?
Esa pregunta era difícil de precisar, ya que había montañas extremadamente altas que seguramente superaban los diez mil metros de altura y otras de igual tamaño.
¿En dónde estaba el Everest?
Esa pregunta llegó a Clémentine, pero se la respondió rápidamente cuando a la distancia pudo ver a esa montaña que era más grande que las otras.
Su pico era blanco, difícil precisar si era nieve o ya era hielo, pero Clémentine no deseaba intentar escalarla o volar a la cima.
Los vientos eran fríos aquí abajo y era imposible precisar cuan frío era la cima.
Agregando al elemento hielo, que seguramente era denso y los elementales o bestias mágicas que se podrían encontrar, entonces era más peligroso que antes.
Mirando hacia otro lado podía ver la capital de Nepal, Katmandú.
Una ciudad antigua que se caracterizaba por sus templos y que luego del 'Gran Cataclismo' sufrió bastante a causa de que la Cordillera del Himalaya se empezaba a extender, lo que causó terremotos que destruyeron parte de la ciudad.
En la actualidad, debido a que las cordilleras se extendieron al Tíbet cubriendo gran parte del oeste de China y no se extendieron hacia Nepal y la parte norte de India, la ciudad volvió a tener algo de vida.
La India se había unido con el gobierno de Nepal, Bután, Bangladesh y Sri Lanka, conformando una gran nación en el que priorizaban la naturaleza como su todo.
Tal vez por su cultura, sus creencias o la tenacidad de su gente, ellos se adaptaron a los ambientes de esta clase.
Clémentine viajó a Katmandú desde la india y había visto ciudades cubiertas por bosques como las imágenes turísticas que a veces había visto.
La mayor parte de la india fue cubierta por bosques que se extendieron en medio de las ciudades y en su tiempo fue una tragedia, pero ellos convirtieron esa tragedia en un milagro y se adaptaron.
Algunas ciudades de bosques altos, replicaron la ingeniería de los elfos de Terra nova, logrando crear casas en árboles e incluso edificios.
El uso de la magia de la naturaleza era una prioridad, lo que llevo a que se pudieran adaptar a la naturaleza.
En Nepal el elemento tierra era denso, lo que llevó a que luego del 'Gran Cataclismo' sucedieran terremotos o las montañas crecieran y las cordilleras se extendieran.
Sin embargo, ahora los magos de tierra eran capaces de detener los terremotos usando artefactos poderosos, formaciones mágicas complejas y en caso de los individuos poderosos, magia.
La energía mágica derribaba todas las reglas físicas e hizo parecer como si todo lo que aprendieron los humanos a lo largo de su historia fuera mentira, pero Terra nova les abrió su mente, logrando que la humanidad pudiera adaptarse con una mayor velocidad.
Ahora Clémentine estaba disfrutando este ambiente.
Podía sentir la alta densidad de energía mágica a pesar de ser una psiónica, pero, por otra parte, en la montaña en la que se encontraba se podía sentir la calma.
Era una montaña bastante grande y verde, con pequeños arroyos que descendían por la montaña hacia la base.
La paz y la tranquilidad podía ser sentida a simple vista, pero este no era todo.
"Creo que es hora." Murmuró Clémentine mirando su reloj holográfico.
En este lugar tenía señal, pero si seguía escalando la montaña sabía que había algo que desconectaría completamente la señal.
Básicamente, la desconectaría del mundo, pero estaba preparada.
Envió sus últimos mensajes al grupo en donde se encontraba sus compañeros, Alice y Aurora, junto al grupo de Akira y Cithrel.
Era el grupo con el cual se juntó para cenar en navidad y era con quienes compartió gran parte de su año académico.
Eran sus compañeros y amigos con el cual se divirtió y en cierto sentido sufrió a su lado.
Si fuera sincera, le resultaba difícil desconectarse del mundo, ya que era como desconectarse de sus compañeros y el problema era que tampoco sabía cuánto duraría.
Aun así, era lo que debía hacer.
La llamaban 'estudiante perfecta', no obstante, Clémentine sabía que no era perfecta, tenía defectos y fortalezas como todos, pero sobre todo tenía sus propios objetivos que deseaba alcanzar.
Entró a la academia para convertirse en una heroína en contra de la opinión de su padre y su hermano y luego se dio cuenta de la realidad y de la crueldad, pero también se dio cuenta de que era lo importante.
Y eso era la fuerza… Necesitaba fuerza para proteger a sus compañeros, para ayudar a quienes deseaba y necesitaba fuerza para avanzar en cada asunto que la detuviera.
Su padre se había dado cuenta de que eso era lo que buscaba y fue por eso que desde que terminó las prácticas a mitad año la dejo para que buscara su objetivo, a pesar de que prefería que se uniera a la iglesia en vez de que fuera una heroína.
La fuerza era la parte más importante para lograr cualquier objetivo y era por tal razón que estaba aquí.
"…" Dando una sonrisa por los comentarios del grupo, se rio suavemente al ver los últimos.
"¡Esfuérzate! Te estaremos esperando, aquí no importa cuánto te demores." –TheSimplicityOfLife
Era una despedida simple por parte de Aurora, que había visto su ligera ansiedad y ahora la estaba animando.
Ser psiónico significaba entrenar su mente y aumentar su fuerza mental, meditar era el medio más común y según su padre requería tiempo.
Al igual que un espadachín o luchador usaba la energía mágica para fortalecer su cuerpo o un mago necesitaba aumentar su fuente de energía mágica, ellos tenían que entrenar su mente.
En ese sentido, era lo mejor distanciarse de todo y solo centrarse en su objetivo, meditando a 'puertas cerradas'.
Sin embargo, eso significaba separarse de sus compañeros y conocidos, y en cierta medida perder la relación con ellos… Eso pasó con su padre y su hermano, quienes cuando no cumplían con sus obligaciones, estaban meditando apartado de todo.
Tenía cierto miedo a perder sus amistades.
Era por eso que en la misión 'Asalto' ella acabó con ese luchador que buscaba lastimar a sus amigos sin dudar, sin sentirse incómoda o sin pensar demasiado en quitar una vida… Simplemente, porque temía a perder sus amigos, perder a la gente cercana a ella.
Ahora, a pesar de que sabía que tenía que entrenar, temía ese distanciamiento que podía causar el tiempo sin contacto.
¿Era infantil?
Quizás, pero ahora al ver ese mensaje se dio cuenta de que Aurora quizás había sentido sus miedos.
Después de todo, fue la propia Clémentine quien los invitó para juntarse en navidad.
"Pago la cena cuando salgas." –AliceSacredPapitas.
Su expresión solo tembló más cuando vio la respuesta de Alice… Esa jovencita se distanciaba de todos y parecía indiferente para relacionarse, pero en el fondo de cierta manera era alguien que se apegaba a la gente.
Era a su manera y en pequeña medida, pero ahí estaba.
Despidiéndose otra vez, Clémentine respiró hondo y se elevó usando su telequinesis para avanzar por la montaña.
No le tomó demasiado tiempo para sentir que atravesaba una poderosa barrera y de un momento para el otro, el lugar cambió de sentir una gran cantidad de energía mágica a ser un lugar con una densa cantidad de energía psiónica.
Todas las conexiones con el mundo externo parecieron cortadas por completo y eso incluyó la comunicación mágica y tecnológica.
Entonces entre más se elevaba con mayor fuerza usando su habilidad, llegó a la gran cima y pudo ver una pagoda gigante, junto a otras más pequeñas.
Ese edificio alto de varios pisos daba una sensación oriental muy fuerte, pero también liberaba una presencia antigua.
Clémentine al ver a diferentes personas meditando en pequeños jardines se dio cuenta de que este lugar iba a ser en donde se quedaría.
Aunque no sabía por cuanto tiempo.
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Érica voló la zona y luego se detuvo mirando el mapa.
Algo bueno de viajar por medio de un lugar desolado era que reloj holográfico todavía podía comunicarse y conectarse a internet.
Por ende, podía ver al mapa y usar su GPS para no perderse.
Ahora estaba en las tierras argentinas, en la provincia de 'Mendoza', adentrándose en la cordillera.
Los Portales Cosmos no existían en todas las ciudades y muchos de ellos todavía estaban en construcción en las grandes ciudades.
Solo hace unos años el Emperador Víctor unificó Sudamérica y eso significó que no hace mucho tiempo que la región se había estabilizado.
Antes los portales estaban en las ciudades principales y eso se debía al riesgo de inversión que tenían los países sudamericanos, pero ahora era diferente.
Érica tuvo que viajar de la zona más cercana en donde había un portal que era la provincia de Córdoba y luego tomó un avión para llegar a la zona… Ahora solo con su GPS estaba viajando por las montañas.
El suave viento golpeaba su cuerpo, y Érica respiró hondo, disfrutando el viento y el frío.
Aquí sentía que podía lanzar hechizos con una mayor velocidad y su cuerpo se sentía revigorizado.
La densidad de energía mágica era muy alta y también el elemento hielo era predominante.
Mirando el mapa otra vez, avanzó volando.
Se había elevado bastante alto y como un mago de hielo era resistente al frío, pero la brisa al volar rápido era bastante fuerte.
Era por eso que su barrera estaba activa.
¡La otra razón era que estaba viajando al medio de la nada!
No sabía de qué se trataba su recompensa al azar y no se decía demasiado.
Si bien tenía una idea gracias a que los demás ya habían ido a buscar sus recompensas al azar, no había duda de que era raro.
Tampoco podía buscar información sobre el tema, porque literalmente no informaron nada.
Aun así, continuó.
Su barrera impediría un ataque sorpresa y ella ya era un Rango A, así que tenía cierta confianza.
Agregando que la recompensa al azar venía por parte de las autoridades del torneo, entonces todo podía ser confiable.
Viajando a gran velocidad, Érica surcó el cielo, observando y disfrutando el paisaje tan bello de estas tierras.
Estaba en la base de la cordillera y a pesar de que había subido algunos cerros y montañas pequeñas, todavía podía ver el emblemático blanco de las grandes montañas.
En cuanto más avanzaba, más nieve empezaba a caer.
Érica se detuvo al notar que una tormenta de nieve se acercaba con cierta fuerza, que no concordaba con este día tan soleado.
Una tormenta que se sintió natural y el problema era que tal naturalidad daba un sentimiento de rareza y más cuando el reporte del clima mágico mencionaba que iba a ser un día soleado.
Los copos de nieve empezaron a volar y Érica no dudo demasiado al moverse.
Usando un hechizo para protegerse, los copos de nieve y el frío, fue repelido por una pequeña armadura de hielo que se formó a su alrededor.
Como era su propio hechizo, no se sentía frío y no importa cuántos copos de nieve la golpeara, solo fortalecía a la armadura.
Agregando que estaba volando usando un artefacto mágico, no tenía que preocuparse por el peso de la armadura o la baja movilidad.
Ella continuó y la tormenta se fortaleció mientras que la nieve golpeó con una mayor fuerza llevando a que ella descendiera.
Esta vez Érica preparó otro hechizo extendiendo un pequeño domo desde su varita y con ella en su mano siguió avanzando mientras caminaba.
Los fríos vientos golpeaban ese pequeño domo traslúcido de hielo y ella sintió la fuerza del viento estaba complicando su viaje.
Había venido preparada, así que caminar por la nieve y las rocas no eran tan problemático.
En su entrenamiento diario tenía un poco de ejercicio, antes de dedicarse a su control en la magia y el aprendizaje de hechizos, así que, si bien su estado no era extraordinario, era mejor que otros magos.
Siguiendo el camino, pronto la nieve se hizo tan densa que parecía haber entrado a algún tipo de tormenta.
Todo era blanco ante sus ojos y era tan aterrador que, en un momento, el blanco parecía no moverse… Como si ella hubiera sido enterrada bajo la nieve.
Su domo evitaba ser aplastada por la nieve, pero ella continuó con seriedad siguiendo la dirección del lugar a donde era el punto de reunión.
Entonces, en un momento, al dar un paso, la nieve cayó y la expresión de Érica tembló.
Había llegado al medio de una cueva sin darse cuenta y adelante estaba un camino extenso en el cual al final se encontraba una enorme puerta de hielo.
Al girarse hacia atrás, buscando la entrada, solamente notó que la nieve había cubierto todo el camino por donde vino.
Fue tragada por la nieve por completo y fue movida a otro sitio, sin que ella se diera cuenta.
Su varita que mantenía el domo soltó un brillo cuando el domo se endureció, cristalizando el aire con una capa de hielo.
"No necesitas murmurar hechizos…"
Una voz sonó en dirección contraria a la puerta de hielo y cuando Érica se giró, pudo ver que la nieve se derretía dejando a la vista un ciervo blanco.
Sus ojos eran de una tonalidad azul como dos cristales de hielo, el pelaje era blanco, y si uno miraba de cerca entonces se daría cuenta de que el pelo estaba conformado por pequeños copos de nieve.
Ese era…
"¿Gliss?" Dudó Érica al ver ese ciervo blanco.
"Oh, me recuerdas." Murmuró el ciervo blanco caminando con suavidad.
Ese era el elemental de hielo Gliss quien le ayudó a entrenar luego de las prácticas a mitad de año y ese individuo en cierta forma fue quien le ayudó a ascender de rango.
"Perdón por traerte de esa forma, pero normalmente no dejamos que otros entren con facilidad." Dijo el ciervo blanco y caminando hacia adelante, miró a Érica que estaba aturdida y ordenó. "Sígueme, aquí conseguirás tu recompensa."
Érica obedeció concentrándose en la cueva.
Este sitio no estaba completamente oscuro y ahora se dio cuenta de que eran por cristales que brillaban pegados a la pared de la cueva.
Acercándose a la puerta de hielo, Érica no pudo evitar respirar hondo al ver lo gruesa y detallada que era esa creación de hielo y al mismo tiempo que estaba impresionada por los detalles, pudo sentir las barreras grabadas en el interior.
Entonces, Gliss abrió la entrada golpeando el suelo con su pata.
La puerta se abrió revelando una luz en lo alto y Érica solo se congeló.
En su visión se expuso una ciudad de hielo… Caminos de hielo, casas de diferentes estilos de hielo, hasta pequeñas cuevas de hielo, todo de color blanco y azul hielo.
Entre ellos había algunos magos, elementalistas y domadores de bestias, pero la mayoría de sus habitantes eran los elementales y las bestias mágicas tipo hielo.
El lugar era grande y estaba muy profundo en la tierra y en lo alto estaba un 'sol blanco' que daba una sensación cálida como si estuviera debajo del sol real.
"Este será el lugar en donde entrenaras." Reveló Gliss con seriedad y elevando su cabeza, anunció. "La Ciudad de Hielo."
Érica se quedó sin palabras… No sabía que algo como esto podía existir.
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La puerta se abrió y Liam, que estaba sentado en la sala, observó la entrada.
"¿Ya regresaron?" Preguntó Liam al ver que Aurora y Alice entraban.
Alice se notaba con una sonrisa bastante alegre y Aurora parecía contagiada por la felicidad de su amiga.
"Si, reponer nuestros suministros es caro como siempre." Respondió Aurora con una sonrisa.
Liam asintió estando de acuerdo.
Los suministros de los que hablaban no solo eran las pociones que podían ser creadas en masa o por alquimistas experimentados, sino que también los pergaminos que contenían hechizos.
Los pergaminos necesitaban un material específico para ser grabados, luego no solo necesitaban las herramientas y el conocimiento del hechizo, también necesitaba más recursos y al final un experto capaz de crearlo… Eso significaba que no podían ser diseñados en masa y tenían un alto valor.
Esos pergaminos de curación que compraban siempre tenían un alto costo, ya que almacenaban hechizos comparables a los que lanzaba un curador de rango S.
"¡También repuse mi stock de papitas!" Reveló Alice asintiendo muy animada.
La expresión de Liam no cambio, solo dio una sonrisa.
Podía parecer como una niña feliz luego de que su madre le comprara algunos juguetes, pero no iba a reírse conociendo la seriedad que le daba ella a sus aperitivos favoritos.
Liam estaba por alardear de su compra de drones cuando su expresión cambio.
En su mente, su IA le paso información sobre el mensaje que había llegado y al ver la mirada de Aurora, murmuró. "Creo que pronto tendrás que gastar ese stock."
Al ver la mirada seria, continuo.
"Ya han definido la reunión para hablar sobre el asalto a los goblins."