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Chapter 137 - Artesano.

Aurora leyó el informe que Akira le había trasmitido.

Tras que ellas se fueran y volvieran el hotel, el ejército dispuso un equipo de investigaciones y lograron probar la teoría de Alice.

Un portal se había intentado formar y al no lograrlo, causo una onda expansiva cuando desapareció.

El 'Caos' fue el remanente de ese portal inestable y corrompió la tierra a su alrededor.

Eso fue lo único que vino del otro mundo.

Dejando ese informe con un suspiro, Aurora le echó un vistazo a la televisión en donde el Primer Ministro japonés estaba dando una declaración sobre la situación.

Sobre la movilización que hizo el ejército ayer y como los portales se estaban acercando.

Fue sincero y se reveló toda la situación con total transparencia.

Este evento no fue revelado para asustar a las personas y generar pánico, sino que se trataba de mostrar la eficacia del protocolo japonés al responder a las posibles eventualidades.

También recibió las preguntas sobre qué era lo que pensaba que vendría.

"Hay demasiadas teorías y demasiadas posibilidades. En lo personal me inclino a la teoría del aprendiz del Director Aarón Vincent de la academia de héroes." Respondió el Primer Ministro mostrando calma.

Luego dio sus razones al apoyo lógico y el análisis que Edward llevo a cabo en su informe.

Edward no solo había copiado todo el informe que ella le había dado, sino que lo había cambiado y desarrollado aún más, para llegar a la conclusión que su maestra le había dicho.

Se notaba que hasta el mismo Edward creía en esa teoría.

Como ya se había publicado en las revistas de Archimagos bajo el nombre del Director Vincent, se hizo bastante conocida y ganó apoyo, por su análisis lógico y metódico.

En china el reconocido sabio Su Chin apoyó esa teoría dándole aún más fuerza.

"¿Tú que opinas?" Preguntó Aurora con un tono curioso.

Su pregunta no solo estaba dirigida a su compañera que estaba comiendo papitas a su lado de forma aburrida, sino que también a su sistema.

"¿Sobre las criaturas? Es posible. En primer lugar, han llegado demonios de otro mundo a pesar de que ahora no pueden adentrarse más, ellos realizaron la hazaña de llegar aquí." Respondió Alice sin darle demasiada importancia.

Que la guerra europea-demoniaca terminara en una paz entre ambas razas fue para no acorralar a los demonios que habían llegado a través de portales demoniacos a este mundo.

Ellos no tenían lugar para retirarse, ya que esos masivos portales que trajeron miles de demonios dejaron de funcionar repentinamente por intervención divina.

—Es innecesario pensar en ello. Los portales se acercan y es muy posible que no tome demasiado tiempo para que uno aparezca de forma estable.

Su sistema dio su comentario y Aurora reflexionando sobre la situación de ayer, estuvo de acuerdo.

"¿Están lista?" Preguntó Akira de repente entrando a la sala.

"Sí." Respondió Aurora y mirando a Alice, preguntó. "¿Vienes?"

Alice asintió.

No solo había venido para ayudar a Akira y relajarse con ella, sino que también había pedido a Akira que le encontrara a alguien capaz para crear una katana o una tienda en donde la vendieran.

La información de su anciano maestro la ayudó bastante, así que quería regalarle algo que valiera la pena.

Una katana producida a mano por un herrero era sin duda lo mejor.

Usando el ascensor descendieron a la sala y se dirigieron afuera, encontrándose en el camino con Cithrel.

"Los estudiantes están entrenando duramente con los miembros del gremio. Es divertido verlo esforzarse tanto." Dijo Cithrel y mirando al trío que estaba preparado para irse, preguntó. "¿A dónde van?"

"Vamos a visitar una tienda de herrería para comprar un arma." Respondió Aurora con calma.

"¿Puedo ir?" Preguntó Cithrel dando una sonrisa curiosa

Estaba sola ya que a que Venali se quedó en el gremio entrenando con los miembros más fuertes del gremio.

Si los estudiantes entrenaban con los miembros del gremio tratando aprender de ellos, Venali estaba enseñando a los miembros del gremio.

Si bien el gremio tenía Akira como el Rango S, era una psiónica y su enseñanza a veces era menor para espadachines o luchadores que eran los más comunes.

Sin embargo, ante la pregunta de Cithrel, Akira puso una mirada difícil y dudosa.

Al final al ver la mirada de Cithrel, suspiró y respondió. "Vamos…"

******

Un auto se movió por la carretera, que estaba cerca del Monte Fuji.

"Ya estamos por llegar." Informó Akira mientras conducía el vehículo.

Los árboles y la naturaleza junto a la vista de la ciudad a lo lejos la montaña era impresionante y único.

Lo era más, ya que desde el auto eran capaces de ver el Monte Fuji a lo lejos.

Akira cuando llegaron a una zona alejada disminuyó la velocidad.

"El herrero es un poco… ¿Cómo decirlo? Problemático." Dijo Akira y dando una expresión difícil miró a Cithrel y explicó. "Él tiene un gran prejuicio que raya el odio contra los individuos del Imperio Falion y algunas razas en particular."

Cithrel puso una mirada comprensiva al entender por qué Akira parecía dudosa al haberla invitado.

"Está bien. Es comprensible que muchos odien al imperio." Respondió Cithrel sin parecer perturbada y con una suave sonrisa, añadió. "Me encargaré de que mi identidad no sea revelada y no te preocupes, no me molestaré por estas cosas."

Akira suspiró al escuchar esa respuesta tranquila.

Como una princesa que sería la futura gobernante de un poderoso imperio con una larga historia era común ser odiada y querida por igual.

"Gracias. No es como si odiara a los de Terra nova, pero su odio está centrado en algunos objetivos particulares." Murmuró Akira dando una expresión difícil, sin querer detallar demasiado.

Cithrel dio una sonrisa amable sin darle tanta importancia.

Avanzaron por la carretera y entonces disminuyeron la velocidad y se adentraron por un pequeño camino de tierra que los llevó a una cabaña.

La cabaña era bastante grande y un hombre las estaba esperando en la entrada.

El hombre se encontraba en sus cincuenta y tenía una complexión musculosa logrando que a pesar de su edad pareciera que tenían una gran energía.

Tras estacionar y descender, con Akira dirigiendo el pequeño grupo, se acercaron al hombre.

"Akiyama Naritoshi, herrero altamente reconocido por sus armas japonesas. Muchas de ellas son obras maestras." Presentó Akira dando una sonrisa cordial de saludo.

"No es para tanto. Solo doy lo mejor de mí." Respondió el hombre y sonriendo con humildad, añadió. "Pueden llamarme Naritoshi, sin reserva."

Debido a la forma de ordenar los nombres en la cultura japonesa y en algunas culturas de Asia oriental, 'Akiyama' era su apellido y 'Naritoshi' su nombre propio.

Que usaran su nombre para referirse a él, fue una consideración con los extranjeros que no eran conocedores de la cultura japonesa.

Cithrel tenía un anillo de traducción que la ayudaba a comunicarse, pero lo hizo de tal forma para que fuera fácil de entender dejando bastantes particularidades del idioma de lado.

Aurora y Alice eran iguales a pesar de que pasaron por un 'bautismo' de la iglesia del conocimiento.

Todo el grupo saludo al herrero calurosamente y Naritoshi al observar a Cithrel entrecerró sus ojos.

"Déjame adivinar, eres del imperio lunar, ¿cierto?" Preguntó Naritoshi mostrando cierta confianza.

Cithrel dio una sonrisa entretenida y asintió.

Su entretenimiento venía de otra razón…

"Como esperaba, el color de cabello y los ojos delatan a aquellos que provienen del imperio lunar." Afirmó Naritoshi asintiendo con una sonrisa.

Sus palabras ciertamente eran verdaderas.

El cabello y los ojos de color celeste o azul delataban a los 'elfos lunares' como eran conocidos aquellos que venían del Imperio Lunar.

En ese sentido, Cithrel heredó los genes de la parte materna.

"Vamos. He preparado algunas armas para su elección." Dijo Naritoshi e hizo una señal para que lo siguieran.

Akira gracias a sus contactos pudo conseguir que Naritoshi vendiera unas de sus armas.

Aurora no había pedido un arma hecha a medida, sino que buscaba comprar una buena arma diseñada a la perfección y no solo una imitación comprada en internet o fabricada en masa.

Al lugar en donde fueron guiadas, fue a un almacén trasero en donde se encontraban diferentes armas japonesas.

Las katanas eran las más comunes, cada una con diferentes diseños eran revelados en los estantes muy bien ordenados.

Algunos tenían una hoja de un color diferente, otros tenían glifos o runas mágicas grabadas en la hoja de la espada.

Luego también se encontraban algunas nodachis que eran espadas de dos manos bastante grandes y también se encontraban algunas wakizashi que eran las espadas cortas que llevaban los samuráis junto a la katanas.

Aurora también vio otras armas, pero no era muy conocedora en ese sentido y su mirada estaba en todas las katanas.

Eran armas de una considerable belleza y ella podía entender la razón de que a su maestro le gustaba tanto.

"Algunas tienen diferentes encantos y runas en ella. En mi tiempo como jugador en Terra nova aprendí de los herreros enanos y he aplicado algunas de sus técnicas aquí." Señaló Naritoshi y con una sonrisa miró a Aurora y comentó. "Puedes probarla si quieres."

Había identificado quien era el espadachín del grupo, algo que muy pocas personas podían hacer.

Era hasta el nivel que el Profesor Miller solo había descubierto que tenía talento para la espada, sin conocer que ella ya era un espadachín.

"Gracias." Respondió Aurora y sin cortesía tomó una katana al azar.

Sus ojos brillaban y sus pensamientos parecieron perderse solo en la belleza del arma.

Desenvainando la espada como una niña que encontraba un nuevo juguete, sus ojos brillaron con entusiasmo.

Alice que estaba mirando desde lejos dio una sonrisa agradable al mirar a su amiga.

Por su parte, Aurora balanceó su espada disfrutando la elegancia y la sensación de cortar el aire.

Rápida y ligera, cada oscilación dejaba una estela de fuego gracias a las runas de fuego que están grabados en la hoja de la espada.

Disfrutando cada oscilación ella no pudo evitar probar otras katanas.

Encantos de viento que aumentaban la velocidad del corte, encanto de tierra que aumentaba la dureza del metal y permitía cortar profundamente.

Runas que aumentaban la dureza, disminuía el peso o simplemente le daban una mayor nitidez a la hoja.

Cada espada era una obra de alto valor y las artes de herrería aplicadas fueron sin duda de primera.

"Son obras espléndidas." Exclamó Cithrel también fascinada por estas armas y su diseño.

"Es cierto…" Murmuró Aurora al darse cuenta de que había estado jugando demasiado con las katanas.

Se rascó la mejilla y dio una sonrisa tímida al darse cuenta de sus acciones.

No podía negar que había disfrutado por primera vez en mucho tiempo balancear una espada sin recordar su pasado o sentir la responsabilidad de tomar su arma.

"Si estas armas le gustan, estoy seguro de que mi obra reciente les encantara." Reveló Naritoshi bastante contento por Aurora.

Aurora había demostrado la devoción por la espada que solo un experto que amaba su arte daba, aunque fue por un momento.

Por tal razón fue que fueron guiados a una siguiente habitación en donde se encontraban diferentes espadas en estantes.

Siendo la katana en el centro lo que resaltaba.

Una hoja de color celeste, tenía profundos grabados en su hoja y runas en su mango.

A simple vista podían ver como liberaba una tenue que extendió el sentimiento de santidad.

"Todavía no tiene nombre, pero fue diseñada especialmente para asesinar vampiros." Anunció Naritoshi y al darse cuenta su fervor cuando habló, dio una sonrisa y explicó. "En cierto, sentido también están especializadas para asesinar no-muertos. He usado materiales bendecidos por sacerdotes que sirven al Dios Celestial Zabathza y tienen una especialidad de purificación."

Zabathza como un Dios Celestial, su iglesia era conocida por ser expertos en la purificación tanto de no-muertos como de demonios, al igual que la Diosa del Orden que estaba en una posición superior a todos los demás en ese sentido.

La bendición de un sacerdote en los materiales hizo posible que la espada pudiera usar algunos efectos de las bendiciones.

Sin embargo, Cithrel se centró en otro tema y con duda, preguntó. "¿Vampiros?"

Su pregunta era curiosa y su expresión atenta hizo que Naritoshi asintiera con sinceridad.

"Como ya debes saber los vampiros son monstruos que matan, comen y violan mujeres por placer. Esta espada fue diseñada en mente para encargarse de esas bestias." Explicó Naritoshi con un tono que dejaba ver bastante odio.

La expresión de Akira tembló y Aurora entendió la razón por la cual su compañera había dicho que era problemático.

Por lo que Aurora sabia a pesar de que los vampiros intervinieron en lo que sucedió en 'Terra nova' hace años, ellos en la actualidad eran consideradas como una raza.

Tenían su propio imperio y su propio gobierno, viviendo como una raza como cualquier otra e incluso encontrándose en otros lugares.

Aun así, incluso para ella las palabras de Naritoshi fueron extremas.

"Tal vez piensen que estoy exagerando. Pero los vampiros de Terra nova pertenecen al Linaje de Caín, a pesar de que ese Dios Vampiro Original murió hace unos años. Ellos deben seguir siendo lo que eran antes." Explicó Naritoshi y dando una mirada fría, Anunció. "Son monstruos… Que le encanta comer, luchar y 'jugar' con mujeres."

¿Cómo debería responder a eso?

Aurora no supo cómo reaccionar.

"Sus palabras no están del todo mal. Los vampiros tienen una profunda conexión de sangre entre ellos y a causa del vampiro original, en su sangre se trasmite el deseo de comer, luchar… Y bueno también un deseo sobre las mujeres." Afirmó Alice y tras comer unas papitas, señaló. "Es por eso que los vampiros, son unos pervertidos que eligen como comida a mujeres. Aunque a veces no solo comen, sino que 'juegan' con ellas."

Sus últimas palabras fueron muy ambiguas, logrando que la atmósfera fuera aún más extraña.

La mirada de Naritoshi brilló asintiendo ante las palabras de Alice, como si encontrara al final alguien lo suficiente conocedora como para que le diera la razón.

"Son unos monstruos. Tratan a las personas como sus 'juguetes' al cual pueden hacerle cualquier aberración sin importarle la vida humana." Dijo Naritoshi sin dudarlo.

Akira ya estaba cubriéndose la cara con su mano avergonzada por la situación.

En su forma de pensar estaban generalizando a toda una raza y era como decir que todos los demonios eran malos o todas las bestias mágicas eran salvajes.

"Supongo que debe haber algunos vampiros 'buenos', ¿cierto?" Preguntó Akira tratando de llegar a un mínimo acuerdo.

Lamentablemente…

"Sí, es cierto. En el Imperio Falion viven algunos de esos vampiros, pero todos son unos monstruos que tras sus fachadas de santos realizan atrocidades sin que nadie lo sepa." Dijo Naritoshi sin retroceder y con una mirada asqueada, escupió. "Los del Imperio Falion se han confabulado con ellos y cubren todas sus atrocidades."

Las expresiones de Akira y Aurora temblaron volviéndose extraña de inmediato.

Por su parte, Alice reveló una sonrisa entretenida ante la situación mientras que Cithrel se rascó la mejilla con una media sonrisa, ligeramente rara.

Aquí presente no solo estaba alguien que venía del Imperio Falion, sino que sería la futura Emperatriz… Sin duda, los presentes no sabían cómo reaccionar.

"¿Puedo?" Preguntó Aurora tratando de cambiar de tema.

La expresión de Naritoshi se relajó ligeramente y asintió.

Aurora no sabía la razón del odio de Naritoshi, y no parecía que era alguien que odiaba a cualquier otra raza que no fuera humano, sino que un odio más profundo con historia.

No era tan raro cuando los individuos de su edad estuvieron en Terra nova y tenían historia con ese mundo y sus razas.

Por tal razón, Aurora no lo juzgó y en vez de molestarse, no le dio importancia.

"Es una obra maestra." Murmuró Aurora centrándose en el arma.

Era verdaderamente una belleza, ya que una vez que la tomaba del mango, sintió como un aura de purificación se extendía por su cuerpo.

Sin duda, estaban entre las mejores espadas que había tomado de este tipo.

La tierra no tenía una clasificación exacta de armas a diferencia de Terra nova, pero esta arma en particular sin duda sería admirada por espadachines de Rango S.

Una vez que el aura de espada de un espadachín se extendiera por la espada, también recibiría un efecto de purificación natural.

"Lamentablemente, busco una espada para mi maestro y esta arma sería un desperdicio que no sería usada como se debe." Dijo Aurora sonriendo mientras agitaba la cabeza.

Su maestro parecía permanecer en esa dimensión blanca y solo meditaba, sin salir.

Darle esta espada sería una perdida porque no sería usada como merecía y si bien estaría en manos de alguien extremadamente hábil como su maestro, solo se quedaría a su lado.

Una espada de esta calidad debía ser utilizada por alguien que demostrara su capacidad constantemente.

Tal vez era una forma de pensar extraña, pero Aurora muy pocas veces tenía ese pensamiento.

Naritoshi asintió en compresión y en vez de rechazarlo sonrió viendo ese entusiasmo natural.

No todos los días se veía un espadachín que mostrara cierto respeto por las armas.

"Si no la deseas, ¿puedo comprarla yo?" Preguntó Cithrel con curiosidad y dando una sonrisa cordial, reveló. "Me gustaría regalarla a Venali, tal vez le guste. Claro, como un Rango S tiene otras espadas, pero llevar una de este estilo llamará la atención cuando volvamos al Imperio Lunar."

Aurora dio una mirada curiosa ante esa princesa que daba una sonrisa cordial y amable.

Sentía que atrás de esa máscara se encontraba alguien que se estaba entreteniendo por la situación.

Sus palabras fueron dichas de tal manera que parecía como alguien que deseaba darle un regalo a su amiga, pero las descripciones de la fuerza, revelaba que fue dicho de tal manera como para que Naritoshi aceptara venderla.

Convenciéndolo de que la espada no terminaría en manos de alguien inútil y Naritoshi ni siquiera se dio cuenta de esa actuación.

"Por supuesto, sería un honor para mí que lleven un recuerdo a sus tierras." Respondió Naritoshi dando una sonrisa cordial.

Iba a ser dada a un Rango S, y alguien que provenía del Imperio Lunar… Así que no iba contra sus creencias.

Eso era lo que hizo creer Cithrel.

Aurora se quedó en silencio sin decirle nada a esa astuta princesa y solo compró una katana que le gustaba.

Al final se fueron lo más rápido posible, luego de pagar usando sus relojes holográficos.

Nadie quería saber que haría Naritoshi cuando se diera cuenta de que Cithrel venía del Imperio Falion y no del Imperio Lunar y peor aún, que era la Emperatriz.

"Esto fue bastante divertido." Murmuró Cithrel con una sonrisa entretenida.

Sus labios inclinados hacia arriba fueron encantadores y las tres la ignoraron lo mejor posible.

Por más carismática y amigable que Cithrel pareciera, ella era una princesa de un imperio y, por ende, estaba preparada para ser astuta y ocultar sus emociones.

Sin embargo, lo que estaba en la mente de Aurora, era que el caballero galante que se ocultaba dentro de Cithrel tenía un lado astuto.

"Volvamos rápido quiero almorzar…" Murmuró Alice abriendo su bolsa de papita.

En lo único que Alice estaba pensando era en comida.

"Si es mejor ir rápido. Necesitamos prepáranos para la misión de hoy." Respondió Aurora riéndose.

Este viaje a Japón fue para hacer turismo o comprar una katana para su maestro, si no que su objetivo principal era realizar una misión.

Esa misión se realizaría en la tarde y luego al día siguiente volverían a la academia.