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Chapter 3 - Se recomienda…

"¿No fue un gran discurso?" Preguntó Alice mientras comía unas papitas.

"Bueno, cuando el discurso lo dice un Gran Archimago, entonces si… Cualquier discurso puede ser un buen discurso." Replicó Aurora con una expresión tranquila.

Ambas se movieron al grupo que le tocaron entre la multitud de ingresantes de la academia.

Sus alrededores estaban llenos, pero decenas de profesores estaban reuniendo grupos.

El dúo se dirigió al profesor que le había tocado mirando a los demás alumnos.

"Me da vergüenza al ver a los demás…" Murmuró Alice con una pequeña sonrisa mientras comía papitas.

Todos estaban buscando sus grupos designados con una expresión excitada y seria, pero Alice era la única que estaba comiendo papitas y, aunque decía que estaba avergonzada, a ella no le importaba las miradas de los demás.

La razón no era sus papitas –sagradas- sino otra cosa.

"Son bastante jóvenes…" Murmuró Alice, mirando al grupo de jóvenes, que mayormente tenían 18 años.

Aurora también asintió, de acuerdo.

Sabía que en la academia se entraba con 18 años, y aunque se dejaba abierta hasta los 21 años, muy pocas personas de esa edad entraban.

En este caso, ambas tenían 20 años. Para ellas los demás eran 'jóvenes'… Aunque fuera por dos años, en este mundo donde había todo tipo de fenómenos, dos años era mucho tiempo y se podía vivir muchas cosas.

"¿Ya estamos todos?" Preguntó la profesora al grupo, y al darse cuenta de que era así, continuó. "En primer lugar, el primer día no empezaremos dándoles clases avanzadas de magia, historia u otros temas. Nos dedicaremos a organizarlos y dejarlos libres, para que exploren la academia por ustedes mismos y se adapten por sí solos."

"Dicho eso. Me gustaría que se registren con sus aparatos de comunicación." Dijo la profesora y tocando su reloj, una pantalla apareció al frente suyo.

Tras tocar unos botones, todo el grupo sintió como sus aparatos de comunicación temblaban.

Alice y Aurora también usaban los nuevos relojes holográficos que habían remplazado a los antiguos teléfonos.

Cuando notaron que tenían una invitación para la aplicación de la academia que no aparecía en ninguna tienda, las dos se miraron.

"Hahaha…"

Ellas no fueron las únicas sorprendidas lo que hizo que la profesora se riera entretenida.

"¿Profesora usted tiene un talento centrado en la tecnología?" Preguntó una joven sofisticada.

"Correcto." Dijo la profesora con una sonrisa.

"Ohhh…"

El grupo de estudiantes no pudo evitar exclamar sorprendidos.

Eso era normal, que los relojes holográficos, u otros aparatos que reemplazaron a los antiguos teléfonos, tuvieran un alto nivel tecnológico y seguridad avanzada.

Que la profesora tocara unos botones y luego cada uno tuviera una notificación para instalar una aplicación desconocida, dejaba ver ligeramente la superficie de ese talento que era muy diferente a la magia.

"Bien, ustedes aprenderán más en otras clases. Hoy les hablaré sobre la aplicación." Dijo la profesora y explicó. "Esta será la aplicación que usaran durante su estadía en la academia. En ella encontrarán los registros de sus notas, los horarios de clase, misiones, trabajos, eventos, noticias, red social, etc. Será una parte importante de su vida, así que por favor llenen los campos de configuración."

Cuando el grupo asintió y se puso a configurar la aplicación, la profesora se retiró.

"¿Dormir en la academia? No. ¿Comer en la academia? Sí." Murmuró Alice y codeando Aurora, preguntó. "¿A qué clases vas a ir?"

La selección de clases dependía de las habilidades personales de los alumnos, de los talentos y afinidades innatas, pero muchas otras clases eran a elección personal.

La academia de héroes tenía decenas de clases desde magia, artes marciales y todo tipo de otras habilidades donde profesores con experiencia enseñaban.

Esa era la razón por la que la Academia de Héroes era tan conocida.

"¿Arreglemos juntas te parece?" Preguntó Aurora, al ver que Alice estaba emocionada por estar en la academia.

Ambas se pusieron a arreglar sus horarios y clases seleccionando las que iban a estar juntas.

Cuando terminaron se dieron cuenta de que la sala de acto estaba medio vacía.

En ese momento la joven que había identificado la habilidad de la profesora, se acercó a ellas.

"¿Quieren venir con nosotras?" Preguntó la jovencita con una sonrisa amigable, y para parecer más confiable, agregó. "Mi hermano asistió a la academia así que la conozco bastante bien."

El dúo se miró y ambas sonrieron.

"Claro." Respondió Alice con calma.

"Soy Clémentine Delacroix, puedes llamarme Clémentine." Dijo la joven y Alice presentó a ambas rápidamente.

Las jóvenes que acompañaron a Clémentine parecían un poco tímidas así que guardaban silencio, pero Clémentine no hizo nada para incomodarlas y las guió con tranquilidad.

"La academia tiene muchos patrocinadores y benefactores, lo que la ha llevado a tener las mejores instalaciones y clases." Informó Clémentine, con una pizca de orgullo.

El grupo empezó a avanzar y pasear por los alrededores de la academia.

Visitaron el gimnasio, los centros de entrenamientos, las distintas aulas, laboratorio y otros lugares.

Clémentine explicaba rápidamente lo que conocía y luego pasaban a otros lugares.

Sin embargo, cada lugar era simplemente perfecto.

El gimnasio tenía todo tipo de máquinas de ejercicio incluyendo centros de gravedad para los artistas marciales que se centraban en reforzar su cuerpo.

Los centros de entrenamientos era un lugar multidimensional donde se encontraba áreas para arqueros con diferentes tipos de entrenamientos, magos y guerreros entre otros usuarios de habilidades.

Los laboratorios no solo consistían en alquimia mágica sino también ciencia y tecnología en algunos casos fusionándose entre ellas.

El mundo habia avanzado lo suficiente como para que la magia, ciencia y tecnología pudiera fusionarse perfectamente.

Aurora asintió ante todos esos lugares, maravillada por el nivel las instalaciones de la academia.

"¡El comedor!" Exclamó Alice, con ojos brillantes mientras comía algunas papitas de su pequeña bolsa.

Clémentine se rió ante esa visión y, al ver los ojos brillantes de Alice, comentó. "El comedor de la academia tiene las mejores comidas e incluso a veces se reciben productos mágicos de la Empresa Multinacional Apicius que se centra en todo tipo de alimentos."

"¿En serio?" Preguntó Alice, con una mirada ligeramente hambrienta.

Los labios de Aurora temblaron.

Hace solo una hora almorzó… Y siempre está comiendo papitas…

Se tragó sus palabras y estaba por tratar de despistar a su glotona amiga, cuando sintió una ligera perturbación mágica.

Fue algo sutil que la mayoría pensaría que alguien estaba usando magia cerca de ellos, pero Aurora conocía ese sentimiento.

Una barrera se está levantado…

"Voy al baño." Dijo Aurora con una expresión indiferente como si tal suceso no hubiera ocurrido.

"Te acompaño." Comentó Alice con sus papitas en las manos.

Ambas dejaron el comedor y luego de pasar los pasillos entraron al baño de mujeres más cercano.

Al no ver a nadie dentro, Aurora preguntó. "¿Sucedió algo?"

Esa ligera perturbación mágica parecía simple y esa simplicidad era lo que lo hacía extraño.

—La barrera mágica de la academia ha sido levantada y se han cerrado comunicaciones con el exterior.

Informó el sistema y la expresión de Aurora tembló durante un momento.

"¿Es normal?" Preguntó en vano.

—No.

La expresión de Aurora cambió sutilmente.

Había estado encerrada muchas veces en grandes barreras hasta el punto de que podía sentir el cambio incluso si se realizaba en secreto.

Esa ligera perturbación mágica que 'desconectaba' este lugar con el exterior causado por una fuerte barrera, era muy notable para alguien como ella con agudos sentidos.

"Oye deja de hablar sola…" Dijo Alice con una expresión extraña.

Ver a su amiga mirarla de forma rara mientras tiene una papita en su mano y una bolsa en otra, hizo que los labios de Aurora temblaran.

"Estoy hablando con el sistema." Respondió Aurora, e ignorando la mirada cada vez más extraña de Alice, preguntó. "¿Sentiste eso?"

"¿Sobre la barrera levantándose y cortando toda comunicación con el exterior?" Preguntó Alice precisamente.

"Si…" Respondió Aurora, mirando a su amiga que parecía perezosamente centrada en sus papitas y preguntó. "¿Cómo te diste cuenta?"

Fue una pregunta inútil, ya que desde pequeñas habían pasado juntas todo tipo de situaciones y atravesado todos tipos de eventos teniendo casi la misma experiencia.

Alice era demasiada despreocupada…

"Bueno, es simple." Comentó Alice y apuntando por la pequeña ventanilla del baño y declaró. "El cielo está todo negro."

Aurora miró y lo noto…

Era demasiado evidente.

Aunque solo se podía ver un poco de los alrededores debido a la ventanilla, toda esa parte estaba negro con una barrera gruesa, cubriendo toda la academia.

Mientras ambas parpadeaban, algo aturdidas por el desarrollo, una voz resonó por los alrededores.

"Atención alumnos… Atención alumnos… Unos criminales han tomado la academia… Repito unos criminales han tomado…"

El megáfono hizo que esa voz resonara en todos lugares incluso llegando al baño.

Aurora y Alice se miraron sorprendidas por el desarrollo tan repentino.

"Se recomienda…"

Antes de que esa voz pudiera dar instrucciones, se escuchó varios ruidos que sin duda no eran 'problemas técnicos'. Tras una breve pausa todo terminó.

"Queridos alumnos. La academia ha sido tomada por nosotros. Recomendamos que se entreguen pacíficamente y no pongan resistencia. Ustedes han sido separados de sus profesores, superiores y del mundo."

Una voz seria y algo divertida sonó desde el megáfono.

"Repito. Recomendamos su entrega inmediata en la sala de actos." Declaró la voz y, soltando una ligera risa, murmuró con un tono siniestro. "No queremos manchar tan sagrado institución con su sangre…"

Ese tono siniestro haría temblar a cualquier estudiante normal, pero Aurora y Alice se miraron.

"¿Qué piensas?" Preguntó Aurora, con un tono medio serio.

"Parece que no va a haber desayuno…" Murmuró Alice, con un tono extremadamente serio.