Sus pies se sentían fríos, los latidos de su corazón cada vez eran más rápidos y los sonidos de aquel cuarto... los sonidos de aquel cuarto se oían más fuertes y claros. Eran sonidos obscenos, aquellos le provocaban arcadas al menor.
De repente sintió una leve humedad en sus pies y bajo su mirada encontrándose con crema en los dedos de sus pie, poca importancia le dio y siguió su camino al cuarto de Namjoon. Mientras dejaba una estela de crema en el piso.
Abrió la puerta y no le agrado para nada la imagen que vio.
Unos ladridos se escucharon a lo lejos, junto a algo mojado en su mejilla, cada vez la imagen se difuminaba más.
Taehyung abrió los ojos y lo primero que vio fue a Yeontan lamiéndole los pómulos, el pequeño perro intentaba lamer las lágrimas que caían inconscientemente del rubio.
— Tanie~ — le abrazó y le besó la cabeza.
Observó el reloj y marcaban las 6 de la mañana, era bastante temprano y su sueño se había esfumado.
— ¿Quieres dar un paseo? — sonrió a su mascota y de inmediato se puso de pie.
El chico y su mascota estaban paseando por un parque cerca de su casa, el estaba bastante distraído ya que hace mucho no salía a ese parque. No había mucha gente, dos chicas sentadas en una banca que parecían estar esperando algo mientras una de ellas bostezaba y ambas compartían un pan, un señor calvo que se veía bastante formal caminando rápido hacia lo que parecía ser su trabajo, unos señores mayores con manguera que regaban el césped y un joven azabache con ropa deportiva que estaba estirando. Aquel chico llamó la atención del rubio.
Se veía bastante concentrado mientras ejecutaba calentamientos, su piel estaba un poco brillosa y se veían las gotas bajar por su cien, cada vez que hacía un movimiento su playera se levantaba y mostraba un poco de su abdomen, Taehyung no se consideraba alguien interesado en observar mucho a la gente, pero ese chico tenía su atención completamente. Los colores se le vinieron a la cara cuando aquel chico lo noto y le observo.
Inmediatamente miro a otro lado, fingiendo que jamás noto al azabache, pero su rostro ardió en llamas cuando de reojo lo vio acercarse e inconscientemente las manos del rubio se fueron a sus mejillas para comprobar lo calientes que estaban. Logró divisar al azabache agacharse y tomar algo, corrió aún más la mirada e intentó escapar lo más rápido posible pero cuando sintió que alguien tocó su hombro, supo que fracasó en el intento.
— Disculpa, pero creo que estas olvidando algo muy importante.
¿Algo muy importante? Se preguntó y empezó a analizar las cosas que llevaba, estaba seguro que su celular y billetera estaban en los bolsillos de su chaqueta y que Yeont- ¡¿donde está Yeontan?!
Se giró asustado y el cachorro le recibió de frente dándole una lamida en su nariz.
— ¡Tanie! — lo tomo en brazos y dejo besos en su cabeza perruna — perdóname bebé, yo no quise dejarte — se lamentó — me per-.
Fue interrumpido por una risa desconocida pero una cara un poco familiar.
— ¿Que es gracioso? — preguntó desconcertado.
— Disculpa — dejó de reír — me reía porque me pareció gracioso que tratarás al perro como si fuese un bebé. Cuando no lo es.
— Ohh — observó al canino en sus brazos y luego al chico enfrente de el — pero Tanie es como un bebé.
— No es mi intención ser grosero... Pero es un animal... — rascó su cabeza.
— Pues a mi me párese que si lo estás siendo, bastante grosero...
— No te lo tomes a mal ¿ok?.
El teléfono del rubio sonó en su bolsillo captando su atención, lo tomó y descolgó soltando un suspiro.
— ¿Aló?
— Vine a tu casa y no estabas — respondió con rapidez el moreno.
Taehyung apartó el teléfono de su oído y observó la hora 07:00 en punto.
— Si, buenos días para ti también, me encuentro súper... gracias por preguntar — dijo con sarcasmos.
— ¿Donde estas?
— Ya voy Hyung, no te preocupes.
Una vez que colgó se dio cuenta de que solo estaba él y Yeontan. Miro a todos lados pero ya no había rastro del chico con comportamiento indecoroso.
—
— Hoy trabajarás junto a Jungkook — informó Namjoon mientras se metía una uva en la boca.
— ¿Se supone que debo de saber quién es el? — imitó la acción pero con una frutilla.
— El es tan famoso como tú hoy en día — se encogió de hombros.
— Famoso o no, no tengo idea de quién es — alzo una ceja.
— El estuvo para la gala de los premios Wings — metió otra uva en su boca — llevaba pantalones, zapatos negros, una camisa blanca y un blazer floreado ¿lo recuerdas?
— Mmhhh — se lo pensó, pero nadie vino a su mente — no, no lo recuerdo — hablo desinteresado — solo espero que el chico ese sea profesional, no pienso perder mucho tiempo tomándome esas fotos — el menor no solía fijarse mucho en las personas de su alrededor.