El tiempo transcurrió hasta el final de las clases, hoy era el día de descanso de Edrea entonces decidió ir hacer algunas compras con el dinero que recibió de su abuelo. Compro algunas carnes y verduras frescas. Después de un tiempo este sería su primera comida que no vendría enlatada, así que aprovecho las ofertas de comida del mercado cerca de su edificio.
Cuando el era pequeño, era muy curioso y siempre trataba de saber como se hacían las cosas. Entonces algunas veces el iba a la cocina donde se encontraban los chefs y observaba como hacían el proceso para preparar la comida que servían en la mesa, dado eso Edrea podía preparar buenos platos con pocos ingredientes.
Preparándose un plato sencillo de arroz con algunos vegetales y unos huevos estrellados. Terminando de comer se fue a bañar y arreglar ya que hoy era día de visita en el hospital.
Dirigiéndose al hospital que se encontraba en el centro de la ciudad, se consideraba el mejor centro clínico de la ciudad en donde alberga a los más capacitados doctores de renombre nacional, y aquí también se encuentra los aparatos tecnológicos más actuales en materia de medicina. La mayoría de los pacientes se limitaba a personas importantes, no es un lugar donde la gente ordinaria pueda recibir atención médica ya que solo una noche puede ser los ahorros de años de una persona normal.
El edificio del hospital, se podía identificar a distancia ya que era una construcción a gran altura, en donde la punta llevaba el nombre "Hospital de Cargil", este edificio fue construid por sector privado y publico. Solo con la finalidad de atender a los altos mandatarios del gobierno y empresarios importantes.
Casi llegando al hospital, Edrea hizo una desviación a una florería donde a menudo compraba cada vez que venia de visita. Cuando uno ingresaba a la florería, sonaba una pequeña campana al cerrar la puerta cada vez que un cliente ingresaba. Aunque era pequeño el local, cuando uno ingresaba podía ver el lugar repleto de color verde con algunas flores pintorescas, siendo girasoles, rosas, gardenias, tulipanes, margaritas entre otras. La mezcla de los dulces olores de cada flor daba una sensación de aliviar todas las preocupaciones de uno. Es muy difícil describir a la perfección este sentimiento, pero cada vez que Edrea entraba a este lugar sentía que sus problemas se disolvían y y ya no tenia que lidiar con ellos nunca mas.
Al escuchar el sonido de la campana, desde otra puerta que conectaba al mostrador salió una hermosa joven. Esta chica que era mas baja de estatura que Edrea, tenia lindas facciones en su rostro. Sus labios pequeños, pero tan puros, sus pómulos con un tono rosados y sus hoyuelos marcados a lado de su sonrisa. Su cuerpo estaba proporcionado, pequeños pechos y hermosos glúteos. Vestida con un unos jeans ajustados y una camisa de cuadros. Un delantal de jardinería manchado de tierra junto a unos guantes daba una imagen hogareña que un hombre podría hacerlos sentir conmovidos.
Edrea ya se había acostumbra a ver esta imagen a menudo, asi que solo mostro una sincera sonrisa ala joven. Ella le regreso de igual manera una sonrisa y camino hacia un rincón del local. Ahí se encontraba un ramo que al parecer no tenía mucho tiempo que habían sido cortados. Ella lo tomo y se lo entrego a Edrea.
"Muchas gracias, el ramo de hoy esta igual de radiante que los anteriores" Dijo Edrea con toda gratitud.
" No tienes que agradecer. Se que estas flores son para una persona especial asi que tiene que ser mejor de lo mejor ¿No?" Le contesto con una sonrisa.
"Espero que con esto ayude a mejorar su salud, de verdad te agradezco" Dijo Edrea mientras sacaba dinero de su bolsillo para darle a la jovencita.
La chica tomo el dinero y fue aguardar a la caja registradora.
Ella agarro una carta de presentación y fue directamente a Edrea
"Como puedes ver no habido muchos clientes últimamente, y tu eres uno de los que más frecuentemente me compra. Tal ves a fin de mes tenga que cerrar debido a que no puedo pagar el alquiler. En esta tarjeta esta la dirección del nuevo local, no está lejos de aquí. Aunque es más pequeño, está ubicado cerca de la estación. ¡Así que si quieres puedes seguir yendo ahí por el ramo de flores... …Ah! Si quieres te puedo hacer un descuento." Esta última dijo un poco temerosa a que Edrea rechace su tarjeta
Sonriendo interiormente, Edrea tomo la tarjeta y le hecho un ojo.
"Asi ... que Xiao Mei, estaría encantado que me ayudes con el siguiente ramo" Dijo Edrea con mucho gusta, ya que el llevaba tiempo comprándole tenía una buena impresión.
Al escuchar lo que dijo Edrea, Xiao Mei se sonrojo un poco y por algún motivo ella se perdió un instante en su momento de felicidad. Después de reaccionar por un instante ella le agradeció a Edrea.
"Gracias, espero verte pronto" Dijo Xio Mei un poco torpe con las palabras
"De acuerdo, nos vemos luego" Sonrió Edrea mientras salía de la florería.
Xiao Mei se quedó parada por un rato más viendo hacia la puerta de donde salió Edrea, sin notarlo su cara sonrojada no ha disminuido.
...
Tiempo después Edrea con ramo de flores en mano llego al hospital, en la entrada se encontraba la recepcionista de siempre que atendía a los familiares de los pacientes.
"Buenas tardes, vengo a ver a la paciente Sarah Miller" Dijo Edrea.
"Piso 6, habitación 9" Dijo la enfermera sin siquiera mira a Edrea.
Edrea solo asintió y se dirigió al elevador. Selecciono el número 6 y espero.
Dado que el hospital se priorizo en la atención a las personas influyentes y poderosas de la ciudad. La decoración y el diseño del interior se podrían reducir a una sola palabra, impresionante. Cada habitación para los pacientes era amplia, con un área alrededor de 90 metros cuadrados.
Con acabados de madera daban un toque retro. Con equipos de última generación, también contaba con elementos que permitían que el paciente pueda habitarlo como si fuese un departamento. Una pequeña sala, un comedor, un escritorio, una pantalla LED, un baño amplio con bañera. Agregando que los vidrios del hospital eran foto cromáticos, permitiendo así regular la entrada de luz natural al cuarto.
Edrea estaba enfrente de la puerta donde marcaba el número 9. Entonces toco antes de entrar, momento después sin esperar una respuesta ingreso a la habitación.
Al entrar, encontró a una persona acostada en la cama conecta con algunos cables en la cabeza, pecho y brazos hacia el monitor médico que reflejaba los signos vitales de la persona acostada en la cama. El sonido del monitor medico era lo único que se podía escuchar en el cuarto.
La persona acostada se veía un poco pálida, con su cuerpo delgado mostraba que había perdido algo de peso. En su rostro tenia arrugas que era raro para su edad, peor daba a entender que había pasado por situaciones difíciles que provocaron esto. Su cabello castaño cenizo, ausente de brillo está desplegado en la almohada donde se recostaba. Con su respiración tranquila uno podía interpretar que estaba descansando, pero debido a su condición de su cuerpo podía entender que llevaba tiempo de esta manera.
Edrea se acercó a la cama, sentándose en una silla que estaba a un costado, tomo la mano de la persona acostada.
"Estoy de vuelta, Madre". Dijo Edre, pero al escucharlo se podía captar diferentes sentimientos. Preocupación, tristeza, melancolía, arrepentimiento, etc. Aun así, el trato de ocultarlo fingiendo una voz cálida y tranquila.
Al ver que su madre no tenía reacción alguna, soltó un gran respiro y le apretó su mano con fuerza.
Esto ya se había repetido no sé cuántas veces durante mucho tiempo.