-Una semana después-
Me despierto en una cama, a mi lado está Crismei abrazándome.
—¿Cuánto tiempo dormí?
Me levanto un poco y me siento en la cama.
—Reconozco esta habitación... Regresamos a la ciudad... Creo que dormí mucho tiempo.
Volteo a ver a la ventana y veo que es de noche.
—Creo que son como las dos o tres de la mañana.
Volteo a ver a Crismei.
—Está dormida... Perfecto.
Me levanto de la cama y me doy cuenta que tengo la ropa puesta y también tengo los zapatos puestos.
—No me quitaron la ropa... Da igual, no puede ensuciarse.
Veo a mi alrededor.
—No hay nadie más... Debería esperar, pero realmente quiero conocer a mis hermanas.
Cierro los ojos.
—Magia tipo hada.- Pienso.
Abro los ojos.
—Soy un hada y quiero ir a mi hogar. Seimo, dame permiso.
Pasan unos segundos y no pasa nada.
—Estoy seguro que lo dije correctamen...
Una puerta blanca aparece de la nada frente a mí.
—G-genial... Debe ser la puerta mágica.
Abro la puerta y veo que a lo lejos se ve una gran ciudad. Más lejos aún, se ve un castillo. En ese lugar es de día.
—I-increíble.
Entro y la puerta se cierra. Estoy en un pequeño monte verde.
—Bienvenido.
Volteo y veo a un niño con el cabello rosa.
—¿Eres Seimo?
—Efectivamente.
—Disculpe... No sé si sea verdad, pero un espíritu me dijo que era el hijo del rey hada y que mis hermanas se encuentran gobernando el reino hada.
El niño empieza a reír.
—Sí, claro. Oye, tengo mucho trabajo que hacer, no me molestes con tus bromas y vete.
—N-no quería molestarte, lo siento.
Empiezo a bajar el monte caminando.
—Creo que debo ir personalmente a ese castillo... Se ve lejos... Creo que iré corriendo.
Empiezo a bajar el monte corriendo.
—¡¡Se siente genial bajar de esta forma!!
Una especie de topo con un cuerno sale del suelo.
—¡¡Quítate!!
Intento frenar, pero me tropiezo con el topo y empiezo a caer rodando.
—¡¡Duele!!
Unas niñas me ven rodar.
—¡¡Eso se ve divertido!!
Llego al suelo y dejo de rodar.
—Mierda, eso dolió.
Me levanto con dificultad y veo a mi alrededor. Veo niñas y niños, pero también hay algunos adultos y ancianos. También hay hadas en su forma pequeña.
—¡¡Genial!!
Empiezo a correr mientras veo a mi alrededor.
—¡¡Simplemente increíble!! ¡¡Este lugar es una ciudad normal, pero las personas son increíbles!!
Una niña, con el cabello azul y largo y usando un vestido rojo me ve a lo lejos. Está acompañada de tres niños y un hombre con espadas.
—Qué molesto es. Maten a ese tipo molesto, sus gritos me desesperan.
Los chicos se dirigen corriendo a mí con sus espadas.
—¡¡Este lugar es muy hermo...!! ¿Eh?
Veo a los chicos con espadas que se dirigen a mí.
—¿Se dirigen a mí?
Se acercan demasiado a mí y un niño intenta golpearme con la espada, me hago a un lado y esquivo el golpe.
—Eres lento.
Le doy un golpe en la cara que lo deja inconsciente en el suelo.
—¿Por qué intentó atacarme?
Los demás intentan atacarme también y esquivo sus ataques fácilmente.
—Son lentos... ¿Son criminales?
Uno por uno los voy golpeando en la cara.
Derroto a los tres y los dejo inconscientes.
—Vaya... Fortalecer mis puños con magia funciona bastante bien.
Una niña se acerca a mi muy enojada.
—¡¡¿Como te atreves a golpear a mis guardaespaldas?!!
—Ellos intentaron matarme y yo no les hice nada.
—¡¡Me molesta tu voz, eres molesto!! ¡¡Cállate!!
—¿Eh? Tú no tienes el derecho a callarme, niña mal educada.
—¡¡¿Cómo me dijiste?!!
—Lo siento, pero tengo un asunto pendiente, adiós.
—¡¡No te atrevas a irte!!
Me voy corriendo de ahí.
—¡¡M-maldito, me ignoró!!