Mientras comía los artículos proporcionados por su copia, cubo sagrado, cuerno de la abundancia, grial, cilindro, o como quiera llamársele, entabló conversación con una hermosa rubia de aspecto solitario. Se llamaba Delores Rambaut, y había nacido en Cincinnati, Ohio, en 1945. Había vivido en el estado del otro lado del Río hasta aquella misma mañana. Su compañero de choza la había vuelto loca con sus irrazonables celos, y así, después de soportarlo durante mucho tiempo, se había marchado. Por supuesto, dijo, podía haberse ido simplemente de la cabaña, pero lo más probable era que él hubiera intentado matarla.
¿Cómo es que estabais viviendo con todos esos Hunos? dijo él. Ella pareció sorprendida.
¿Hunos? Esa gente no son hunos. Son lo que llamamos escitas. Al menos, eso es lo que creo que son. Son una gente más bien alta y de piel blanca, caucasianos. Eran grandes jinetes en la Tierra, ¿sabes?, y conquistaron un amplio territorio en el sur de Rusia. En el siglo III a. C., si recuerdo correctamente lo que leí de ellos.
La gente de aquí los llama Hunos dijo él. Quizá tan sólo sea un término insultante y no tenga relación alguna con su raza o nacionalidad. O al contrario. Sea como sea, me alegra que estés aquí. No tengo ninguna compañera, y me siento solo.
Ella se echó a reír y dijo:
¿No crees que estás yendo demasiado aprisa? Tom Mix, ¿eh? ¿No serás por casualidad?
El único e inimitable dijo él. Y tan desprovisto de caballo como lo están ahora los antiguos escitas.
Hubiera debido darme cuenta. Vi bastantes fotos tuyas cuando era niña. Mi padre era un gran admirador tuyo. Tenía un montón de recortes de periódicos sobre ti, una foto autografiada, e incluso el cartel de una de tus películas, Tom Mix en Arabia. Decía que era la mejor película que habías hecho en toda tu vida. De hecho, dijo que era una de las mejores películas que hubiera visto nunca.
A mí también me gustó siempre dijo él, sonriendo.
Sí. Era un poco triste, de todos modos. Oh, no me refiero a esa película. Me refiero a todas tus películas. Hiciste ¿cuántas?
Doscientas sesenta creo.
¡Huau! ¿Tantas? Sea como sea, mi padre dijo, oh, eso fue muchos años más tarde, cuando ya era un hombre muy viejo, que todas ellas habían desaparecido. Los estudios no tenían ninguna, y las pocas que aún existían eran propiedad privada y se estaban deteriorando rápidamente.
Tom dio un respingo, y dijo:
Sic transit gloria mundi. De todos modos, gané un montón de dinero, y me lo pasé tremendamente bien haciéndolas. Así que, ¿qué demonios importa?
Delores había nacido cinco años después de que él estrellara su coche contra una barricada cerca de Florence, en la carretera entre Tucson y Phoenix. Estaba viajando como agente promotor de un circo y llevaba consigo un maletín metálico lleno de dinero con el cual debía pagar unas facturas. Como de costumbre, conducía aprisa, a ciento cuarenta por hora en aquellos momentos. Había visto la señal de precaución indicando que la carretera estaba siendo reparada. Pero, también como de costumbre, no había prestado demasiada atención a la advertencia. En un momento determinado, la carretera estaba despejada. Al momento siguiente no había forma de evitar estrellarse contra la barricada.
Mi padre decía que moriste inmediatamente. El maletín estaba detrás tuyo, y te partió el cuello. Tom se sobresaltó de nuevo.
Siempre tuve suerte.
Decía que el maletín se abrió, y que había billetes de mil dólares flotando por todo el lugar. Era una lluvia de dinero. Los trabajadores no te prestaron ninguna atención al principio. Estaban corriendo arriba y abajo como gallinas con un zorro suelto en el gallinero, agarrando el dinero, metiéndoselo en sus bolsillos y debajo de sus camisas. Pero no supieron quién eras hasta más tarde. Tuviste un funeral realmente grande, y fuiste enterrado en el cementerio de Forest Lawn.
Tenía clase dijo él. Incluso en mi muerte. ¿Acudió Victoria Forde, mi cuarta esposa, al funeral?
No lo sé. Bueno, ¿qué te parece? ¡Aquí estoy, sentada, comiendo y hablando con una famosa estrella del cine!
Tom se sintió dolido de que los trabajadores hubieran estado más interesados en recoger el dinero que estaba flotando como verdes copos de nieve que en averiguar si él estaba muerto o no. Pero rápidamente se sonrió para mí mismo. Si él hubiera estado en su pellejo, probablemente hubiera hecho lo mismo. La visión de un billete de mil dólares flotando en el viento era algo muy tentador sobre todo para aquellos que no ganaban en diez años lo que él conseguía en una semana. Realmente, no podía culpar a los pobres tipos.
Erigieron un monumento en el lugar del accidente dijo ella. Mi padre se detuvo en una ocasión a verlo, cuando nos llevó en un viaje de vacaciones por el sudoeste. Espero que el saber esto te haga sentir un poco mejor.
Me gustaría que los de aquí supieran la gran personalidad que fui yo en la Tierra dijo él. Quizá entonces me dieran un rango más alto que el de sargento. Pero no habían oído hablar del cine hasta que llegaron aquí, por supuesto, y ni siquiera pueden imaginar de qué se trata.
Al cabo de dos horas, Delores decidió que se conocían ya el tiempo suficiente
como para que él no estuviera yendo demasiado aprisa. Aceptó su invitación de trasladarse a su cabaña. Apenas habían alcanzado su puerta cuando apareció Channing. Había sido envido a decirle a Mix que debía presentarse inmediatamente ante el lord mayor.
Stafford estaba aguardándole en la Sala del Consejo.
Maestro Mix, sabes mucho acerca de Kramer, y posees unos antecedentes militares tan excelentes que te nombro desde ahora mismo consejero adscrito al alto mando. No pierdas el tiempo dándome las gracias.
»Me dicen los espías que tengo en la tierra de Kramer que este prepara un gran ataque. No saben contra quién, porque Kramer no se lo ha comunicado siquiera a su alto mando. Sabe que tenemos espías allí, como sin duda debe tenerlos él aquí.
Espero que no sigas pensando que soy un espía dijo Mix. Stafford sonrió levemente.
No. Comprobé tu historia. No eres un espía, a menos que seas parte de un diabólico plan de Kramer, que este se prestase a sacrificar una buena embarcación y un grupo de soldados para convencerme de que tú eres lo que dices ser. Lo dudo, porque Kramer no es de los que liberan a prisioneros judíos. Claro que mata a la mayoría de los prisioneros, así que no puedo estar absolutamente seguro.
Stafford, supo Mix, se había sentido impresionado por la exhibición de Mix en la lucha en el Río y por los informes de los superiores de Mix. Además, la experiencia militar de Mix en la Tierra había hecho pensar un poco a Stafford. Tom se sintió ligeramente culpable por aquello, pero la sensación pasó rápidamente. Además, Mix conocía la topografía y las defensas de Deusvolens muy bien. Y había dicho la noche anterior que la única forma de derrotar a Kramer era darle de puñetazos hasta que se rindiera.
Una curiosa forma de expresarlo, pero de un significado completamente claro
había dicho Stafford.
Por lo que he oído dijo Mix, el método de expansión de Kramer es saltar como una rana por encima de un estado y conquistar el que queda más allá. Después de consolidar esta conquista, establece un cerco de la zona intermedia con sus ejércitos. Es un método excelente, pero no resultaría si los otros estados se aliasen contra él. Por desgracia tienen entre sí demasiadas rencillas y están demasiado celosos de las prerrogativas propias para someterse a la dirección de otro estado. Además no confían unos en otros. Así Kramer puede salirse con la suya.
»Pero creo que si pudiésemos asestarle un buen golpe, como capturar o matar de alguna forma a Kramer y a su ayudante español, Don Esteban de Falla, debilitaríamos considerablemente a Deusvolens. Entonces los demás estados acudirían galopando como comanches, con lo que podríamos aplastar Deusvolens y agarrar todo lo agarrable que encontráramos.
»Así pues, mi idea es realizar una incursión nocturna, por barco, naturalmente, una incursión masiva que pillara a Kramer con los pantalones bajados. Quemar su flota y caer sobre Kramer y de Falla y cortar sus gargantas. Rebana las cabezas del estado, y el cuerpo se rendirá. Su gente se verá dispersada.
He enviado asesinos tras él varias veces, y siempre han fracasado dijo Stafford. Claro que puedo intentarlo de nuevo. Si creamos la suficiente distracción, puede que tengan éxito esta vez. De todos modos, no veo como podemos llevar adelante esté plan. Navegar Río arriba es un trabajo lento, y no podremos alcanzar las tierras de Kramer cuando aún sea obscuro si partimos al anochecer. Seremos observados por sus espías mucho tiempo antes de que lleguemos allá, lo más probablemente cuando reunamos nuestras embarcaciones. Kramer estará preparado esperándonos. Esto sería fatal para nosotros. Tenemos que tener la sorpresa a nuestro favor.
Ajá dijo Mix. Pero estás olvidando a los Hunos del otro lado del Río. Oh, incidentalmente, acabo de enterarme de que no son realmente hunos, son antiguos escitas.
Ya lo sé dijo Stafford. Fueron erróneamente llamados Hunos en los primeros días, debido a su salvajismo y a nuestra ignorancia. La terminología no importa. Limitémonos a los puntos relevantes.
Lo siento. Bien, hasta ahora, Kramer ha estado trabajando únicamente en este lado del río. No ha molestado ni ha sido molestado por los Hunos. Pero ellos no son estúpidos, según lo que acabo de saber.
Ah, sí, de esa mujer, Delores Rambaut dijo Stafford. Tom Mix intentó reprimir su sorpresa.
¿Tienes espías espiando a tu propia gente?
No oficialmente. No necesito destinar gente a espiar a nuestros propios conciudadanos. Hay bastantes voluntarios para venir corriendo a contarme todo lo que ocurre aquí. Son charlatanes, y la mayor parte del tiempo constituyen un engorro. Ocasionalmente, sin embargo, me dicen algo importante.
Bien, lo que quería decir cuando he señalado que los Hunos no son estúpidos era que saben que Kramer va a terminar atacándoles cuando tenga ya los suficientes estados de este lado del Río bajo su yugo. Tienen que saber que entonces se lanzará contra ellos a fin de consolidar toda la zona. Saben que puede que transcurran años antes de que esto ocurra, pero saben también que terminará ocurriendo. Así pues, serán receptivos a algunas ideas que he estado madurando. Esto es lo que podemos hacer. Hablaron durante otra hora. Al final, Stafford dijo que haría lo que pudiera para desarrollar el plan de Mix. Era, en su opinión, un plan desesperado, debido principalmente al poco tiempo que había para llevarlo a cabo. Significaba permanecer en vela todas las noches y trabajar duro. Cada minuto que pasara proporcionaba a los
espías de Kramer muchas más oportunidades de descubrir lo que estaba ocurriendo. Pero tenía que hacerse. No tenía intención de permanecer sentado pasivamente y aguardar a que Kramer atacara. Era mejor correr el riesgo que dejar que Kramer hiciera todos los disparos. Stafford estaba empezando a emplear algunos de los americanismos del siglo XX de Mix.