En la Torre Oscura (51)
Loga estaba volando hacia la Torre, habiendo completado una misión legítima, cuando fueron hallados los dos resurrectores ocultos. Al mismo tiempo, los ingenieros habían descubierto más evidencias de las manipulaciones de Loga con la computadora.
Monat, Thanabur y Siggen estaban en el Valle por aquel entonces. Los demás Consejeros enviaron una nave aérea a recogerlos y a comunicarles las noticias. Sin embargo, el Consejo había cometido un error de juicio. En vez de aguardar hasta que Loga llegara y entonces confrontarlo, le enviaron un mensaje. Le dijeron que esperara ser arrestado apenas llegara a la base.
Me tomó media hora reunir el valor suficiente para hacer lo que había planeado desde hacía tanto tiempo y que sabía que iba a tener que hacer algún día. Pero había esperado estar en la Torre cuando tuviera que hacerlo.
Envió una señal que activaría el código en las pequeñas esferas negras en los cerebros de aquellos que estuvieran en la Torre y en el mar que la rodeaba. Habían cometido un error cuando utilizaron un solo código, en vez de códigos individuales.
Pero yo también cometí un error cuando no envié el código al Valle. Pensé en ello, pero no deseaba matar a más gente de la estrictamente necesaria. Además, pensaba que esos Éticos en el Valle quedarían indefensos. No podrían regresar a la Torre, puesto que había arreglado las cosas de tal modo que la señal desactivara también los aparatos aéreos. Los que quedaban en el Valle deberían intentar regresar a la Torre por el camino difícil. Por barco hasta que alcanzaran las fuentes y a pie por encima de las montañas. Mucho antes de entonces, yo ya habría hecho lo que tenía que hacer.
¿Pero y si los aparatos aéreos caían en el Valle? dijo Nur.
Era imposible. Antes de que alcanzaran la superficie arderían. Aquellos aparcados en la parte superior de las montañas a lo largo del Valle arderían también. Lo había arreglado todo para que así ocurriera.
¿Cómo hacían sus pilotos para bajar la montaña y regresar a los vehículos aparcados? preguntó Nur.
Las naves podían ser dirigidas por control remoto. Dejaban caer a los pilotos en los pies de las colinas durante una tormenta o una lluvia intensa. y regresaban a la cima de la montaña. El piloto enterraba el control si debía permanecer un tiempo en la zona, o lo llevaba en su cilindro. Tenía el mismo aspecto de una de esas tazas que se encuentran en todos los cilindros.
No había nada que impidiera entonces a Loga volar hasta la Torre. Pero había subestimado la astucia de Monat.
Al menos, creo que fue él quien tomó esas contramedidas. Debió meter en la computadora todo lo que había ocurrido, y obtuvo una lista de probabilidades. La computadora no me traicionó; estaba inhibida para ello. Pero hizo todo lo que Monat le pidió que hiciera. Creo que lo hizo. Posiblemente fue Monat quien lo pensó.
Loga permaneció silencioso un rato tan largo que Burton tuvo que aguijonearle.
¿Pensó en qué?
En instalar un dispositivo en mi aparato aéreo particular. Cuando envié esa señal, todo el mundo en la Torre y en la zona del mar circundante cayó muerto, todos los demás aparatos en vuelo ardieron, y la maquinaria de resurrección general dejó de funcionar. No volvería a empezar de nuevo hasta que yo le indicara que lo hiciera.
»Pero mi propia nave llevaba un dispositivo instalado en ella. Lo descubrí cuando ya no pude seguir controlándola. Estaba volando automáticamente. Se dirigía hacia la cima de la hilera de montañas, no importaba lo que yo hiciera. Al mismo tiempo, una voz grabada me dijo que aguardara allí hasta que fuera recogido.
»¡Era la voz de Monat!
»Había instalado los dispositivos de bloqueo antes de que bajara al Valle para acompañarte a ti, Burton. Naturalmente, estos dispositivos debían estar instalados en todas las naves. Si hubiera sospechado únicamente de mí, me hubiera sometido a un examen completamente exhaustivo.
»Lo que Monat no había previsto, sin embargo, era que ya no quedaban naves ni pilotos para acudir a mi rescate. Eso significaba que yo iba a quedarme varado en la cima de la montaña e iba a morir de hambre a menos que pudiera localizar el dispositivo y anularlo.
»Aunque Monat había esperado que una nave procedente de la Torre acudiera rápidamente a recoger a la persona culpable, se había asegurado también de que el criminal no fuera capaz de retirar el dispositivo o inutilizarlo. Unos pocos minutos antes de que mi aparato aterrizara, una grabación me informó de que el dispositivo ardería automáticamente en el momento en que la nave entrara en contacto con el suelo, y lo mismo le ocurriría al motor.
Loga había insultado y maldecido. Visualizó brevemente lo que podía ocurrir. Moriría, y así no podría enviar mensajes falsos al Planeta Jardín. Al cabo de ciento sesenta años, los habitantes de Jardín esperarían la nave automática con el último informe. Cuando esta llegara tras un tiempo razonable, los de Jardín enviarían gente a investigar. Llegarían a la Torre trescientos veinte años después de que la nave con el mensaje hubiera debido partir.
En un cierto sentido dijo Loga, eso es bueno. Yo había deseado que el proyecto siguiera adelante más allá de los ciento veinte años concedidos, aunque no me había atrevido a decirlo. Mis colegas afirmaban que ese era tiempo más que suficiente para erradicar a la gente que no hubiera alcanzado ya el estadio necesario para Seguir Adelante. Ahora el proyecto iría mucho más allá de lo planeado. Y quizá mi padre y mi madre y mis hermanas y hermanos y mis tíos y tías y mis primos no fueran condenados.
¿Qué? dijo Burton.
Las lágrimas rodaron por las mejillas de Loga. Habló con una voz estrangulada.
Estaba totalmente prohibido el intentar localizar a los familiares de uno resucitados en el Valle. Los formuladores de esta política eran Monat y su gente. Decían que la experiencia había demostrado que los Éticos que hallaban a sus seres queridos entre los lázaros se sentían demasiado trastornados emocionalmente si se evidenciaba que éstos no iban a superar la prueba. Interferían, se sentían tentados a revelar lo que estaba ocurriendo antes de que llegara el momento adecuado. En un proyecto anterior, una mujer había situado a sus padres en un lugar especial en las cámaras subterráneas e intentado forzar por todos los medios su avance ético.
»Se me dijo esto cuando yo era un joven adulto en el Mundo Jardín. Por aquel entonces yo creía en esa política. Pero más tarde no pude soportar el no ver a mi familia. Ni podía soportar tampoco la agonizante idea de que era posible que no pudieran Seguir Adelante. De modo que, mucho antes de abandonar el Mundo Jardín, ya había hecho mis planes. Sin embargo, no estaba seguro de que pudiera llevarlos adelante. Pero rastreé a mis familiares a través de la computadora... eso tomó un largo tiempo, creedme... y los visité en el Valle. Iba disfrazado por supuesto. No había ninguna posibilidad de que me reconocieran. Había arreglado las cosas de modo que todos fueran resucitados en el mismo lugar. Además, si alguno se trasladaba o resultaba muerto, podía saber dónde estaba.
»Poseo una memoria casi fotográfica. Aunque morí en la Tierra poco antes de cumplir los cinco anos, recordaba vividamente a mis padres y a todos mis demás familiares.
»Me resultaba muy duro seguir ocultando mi identidad. Pero tenía que hacerlo. Me hice buen amigo de ellos, e incluso pretendí estar aprendiendo su idioma. Todo ello mientras me dedicaba a un proyecto autorizado, por supuesto.
»Amaba mucho a mi madre adoptiva del Mundo Jardín. Pero amaba aún más a mi verdadera madre, aunque no estaba tan desarrollada espiritualmente como mi madre adoptiva, ni con mucho.
Durante varias de mis visitas, en años posteriores, me aseguré de que mis familiares fueran introducidos en las creencias de la Iglesia de la Segunda Oportunidad. Todos ellos se convirtieron, pero no era suficiente. Les quedaba un largo camino para alcanzar ese estadio a partir del cual yo podía esperar que siguieran avanzando.
»Pero creía, y sigo creyendo, que si se les concedía tiempo suficiente, lo conseguirían. Burton dijo suavemente:
Estabas a punto de aterrizar en la cima de la montaña.
Sí. Pero lo que te he dicho acerca de mis familiares es muy importante. Tenéis que daros cuenta también de que no estaba simplemente angustiado por mi propia familia. Agonizaba sobre todos los demás, los miles de millones de seres que estaban condenados. Sin embargo, no podía mencionar eso a mis compañeros. Excepto a Tringu, por supuesto, y no le planteé el tema hasta que estuve absolutamente seguro de él. Si hubiera dicho algo a los demás, hubiera sido el primer sospechoso si llegaran a saber que había un renegado.
Aunque el resultado podía ser el suicidio, Loga hizo lo único que podía impedir que su nave aterrizara en el lugar designado. Cortó la energía.
Si Monat hubiera sospechado que alguien podía hacer esto, hubiera arreglado las cosas de modo que le fuera imposible. Pero no había esperado una tal acción. ¿Por qué debería? El criminal sabía que, aunque se suicidara, sería resucitado en la Torre.
El aparato cayó inmediatamente y golpeó contra el lado de la montaña justo debajo de la cima. Estaba cayendo lentamente, y Loga llevaba un traje amortiguador. Además, puesto que la nave estaba construida con el casi indestructible metal gris, ni siquiera se deformó ante el impacto.
Pese a ello, hubiera podido resultar muerto en la caída. Pero volví a conectar la energía cuando se había precipitado unos treinta metros, y la nave empezó a remontarse de nuevo hacia la cima. Corté la energía de nuevo, y volví a conectarla cuando bajé otros treinta metros. El aparato ascendió de nuevo hacia su destino original. Corté la energía una vez más.
Así, entre sacudidas, Loga hizo descender el aparato hasta cerca del nivel del suelo. Antes de esto, había abierto una de las portezuelas. Cuando creyó que estaba ya lo suficientemente cerca, saltó fuera, aferrado al mango de su cilindro. Cayó por entre la lluvia y los truenos y los relámpagos, golpeó algo, y perdió el conocimiento.
Cuando despertó estaba colgando boca abajo sobre una rama de árbol de hierro. Era de día, y pudo ver su cilindro a unos treinta metros más abajo, en la base del árbol. Aunque tenía todo el cuerpo lleno de moraduras y arañazos y algunas heridas internas y una pierna rota, consiguió llegar al suelo.
El resto ya os lo he contado o lo habréis supuesto correctamente.
En absoluto dijo Burton. No tenemos ni la menor idea de lo que es esa terrible cosa que mencionaste. Que estabas intentando conseguir más tiempo.
Ni lo que significaba realmente Seguir Adelante dijo Nur.
¿Seguir Adelante? Cuando el cuerpo de una persona que está muy avanzada éticamente muere, el wathan desaparece. Nuestros instrumentos no pueden descubrir ningún rastro de él. Si es hecho otro cuerpo duplicado, su wathan no regresa a él.
¿Y qué hacéis con un cuerpo sin wathan?
Sólo se efectuó un experimento, y el cuerpo sin wathan fue dejado vivir su tiempo correspondiente. Eso nunca ha sido hecho con seres humanos. La gente que había antes que Monat fue quien lo hizo.
»La teoría es que, aunque el Creador pueda parecer ser indiferente a Sus criaturas, da la bienvenida y se hace cargo de los wathans que desaparecen. ¿Qué otra explicación puede haber para ello?
Podría ser dijo Frigate que haya algo en el universo extrafísico que atraiga a un wathan cuando éste alcanza un cierto estadio de desarrollo. No sé por qué esto tendría algo que ver con lo extrafísico. Pero puede haber alguna especie de impulso magnético que cause eso, supongo.
Esa teoría ha sido dejada de lado. Preferimos pensar que el Creador es la causa. Aunque puede hacerse por medios puramente físicos-extrafísicos y no por un acto sobrenatural.
En efecto dijo Burton, no os basáis en la ciencia sino en la fe para explicar las desapariciones.
Sí, pero cuando uno llega a las cuestiones básicas, lo finito y lo infinito, la eternidad y el tiempo, la Primera Causa, tiene que confiar en la fe.
Que ha conducido a tantos miles de millones por mal camino y ha causado tantos inmensos sufrimientos dijo Frigate.
No podéis decir eso respecto a la actual situación.
Centrémonos en lo que está ocurriendo en este mundo dijo Tai-Peng enérgicamente.
Recluté a los lázaros porque había muy pocas probabilidades de que lo que ha ocurrido pudiera ocurrir. Metí todas las situaciones que podía imaginar en la computadora y le dije que estimara sus posibilidades. Desgraciadamente, la computadora no puede detectar lo que pensarán los seres sentientes, qué elecciones finales harán, a menos que posea todos los datos, y eso es imposible. Bien, ni siquiera si tuviera todos los indicios podría predecirlo en un cien por ciento. Así, Monat y los otros hicieron lo que yo no podía esperar. Del mismo modo que yo hice lo que él no podía anticipar. La mente humana, sentiente, sigue siendo un profundo misterio.
Ojalá siempre sea así dijo Burton.
¡Lo es, lo es! Es por eso por lo que uno no puede predecir el estadio de desarrollo de ningún wathan. Uno puede estar bastante adelantado, pero no poder ir más allá. Otro puede hallarse en un estadio bajo y, repentinamente, casi de la noche a la mañana, saltar a un estadio mucho más alto que cualquiera que esté mucho más avanzado. Y hay gente que también regresiona.
¿Eres tú un ejemplo de regresión? dijo Burton.
¡No! De eso fue de lo que me acusó Siggen cuando estábamos viviendo en aquella cabaña en Parolando. La verdad es que estoy más avanzado que cualquier otro en el proyecto. ¿No es mucho más ético proporcionarle a todo el mundo el tiempo que pueda necesitar para desarrollarse? ¿No es así? ¡Sí, lo es! ¡No puede negarse!
Está loco murmuró Alice.
Burton no estaba tan seguro. Lo que había dicho Loga parecía razonable. Pero sus ideas para llevar a cabo sus planes no lo parecían tanto. Sin embargo, si continuaba enviado falsos mensajes, entonces los del Mundo Jardín no acudirían a investigar. Loga podía ganar un millar de años. Seguro que, en este tiempo, todo el mundo podría alcanzar el estadio deseado.
Su profundo pesimismo le dijo que las cosas podían no ser así.
¿Cuál era su propio progreso?
¿O deseaba realmente alcanzar un estadio en el que la parte esencial de él simplemente desapareciera?
¿Por qué no? Podría ser una aventura incluso más grande que ésta, la más grande de su vida.
Muy bien dijo. Creo que comprendemos todo lo que ha ocurrido. Pero has insinuado que es posible que no consigas llevar a buen término tus planes ni siquiera no teniendo a nadie para detenerte.
»¿Qué es eso tan terrible que ha ocurrido?
¡Es culpa mía, sólo mía! gritó Loga. Se alzó del sillón y, pese a su cojera, empezó a caminar arriba y abajo, su rostro crispado y sudoroso. ¡Debido a lo que hice, miles de millones de personas pueden hallarse condenadas para siempre! ¡De hecho, casi todos!
¡Quizá todos! ¡Para siempre!