Ayer no hubo ningún disgusto en particular. Derrotamos el jefe [Dueño Divino] según lo planeado. Cumpliendo lo previsto, excluyendo a los desafortunados miembros que participaron en mi primer disparo que destruyó los muros exteriores, completamos la toma de posesión del arsenal de la [Guardia Armada] sin que ninguno de nuestros miembros fuera asesinado.
Les dije que evitaran muertes innecesarias, pero aun así han sido responsables de un buen número de muertos. Reflexionaré sobre eso más tarde.
Quería desafiar el [Templo del Castillo de Arena] si nos sobraba tiempo, pero les hice usar pendientes para evitar cualquier rebelión. Tuve que darle una pequeña charla a Burasato por el trato que daba a los prisioneros que a veces se resistían.
Al reparar las paredes exteriores y las casas parcialmente destruidas, aproveché el para examinar el tesoro y soltar los objetos acumulados después de darme cuenta de que tenía más tiempo del que había pensado para procesarlos. Mientras, Supesei intentaba hablar también con Burasato, que estaba intentando huir.
Tan pronto como me di cuenta, el sol se había puesto. Miré a los ciento cincuenta miembros de la [Guardia Armada] dispuestos de manera ordenada.
Había personas de un amplio rango de edad, desde niños de un solo dígito hasta personas mayores que solo eran piel y huesos. Pero todos tenían cierta fe en sus ojos. Me miraban con varias emociones. Si bien había muchos que parecían violentos, había otros tantos personas que parecían extasiados.
Ya instalé los pendientes en todos ellos, para que continuasen viviendo como antes, pero parecían no poder parar de pensar en su [Dueño Divino], estaban extrañados y nos enviaban miradas ardientes. Era un amor-odio con euforia y locura. Como ver a un ser querido o bien a quien odias por completo.
Me recordaron a la primera Reina, o un tipo más problemático lleno de lujuria de batalla. De cualquier manera, parecían tener pensamientos encontrados, así que preferí dejarlos en paz.
La redada en la sede terminó, pero nuestros miembros permanecerán en el campamento de «Mushroom – Gianna», por lo que decidimos regresar a casa hoy y dejar que se encargasen de ello.
En algún momento después de eso obtuve una gran cantidad de especias y otros ingredientes e hice que el Héroe de la Comida y las hermanas cocinaran carne de dragón.
También recordé que Minokichi-kun estaría enfadado después de tener que quedarse todo el día en el barco. Me dijo muy firmemente que si desafiábamos el [Templo del Castillo de Arena] quería que lo invitase. Por eso pospuse la reunión de estrategia para no tener que discutir con él.
Comenzaba a aburrirme cuando conseguí en secreto una serpiente de arena para disfrutar mientras bebía una botella de licor de laberinto [Shatanrana]. Era un licor delicioso. De tan buen gusto que podría hacerlo un hábito. Estaba fuerte de alcohol, pero de alguna manera parecía capaz de volverse aún más fuerte. Tengo entendido que en la mazmorra hay de muchos otros tipos, como es de esperar de cualquier mazmorra.
Tenemos que prepararnos y asaltarla de nuevo pronto.