Después de hacer un entrenamiento matutino con los niños, estuve en la base con Kana- mi-chan y otros dos demonios.
Continuamos expandiéndonos a diario. Es cada vez un lugar más agradable. No obstante, todavía hay muchas mejoras por hacer. Cuando paso tiempo en ella, es más fácil que en- cuentre y corrija cualquier problema.
Después de visitar varios lugares, decidí ir a la «Ciudad Termal Parabellum».
Crucé el muro interior construido para no permitir que entren forasteros, donde personas que no son miembros se reúnen para ojear. Anteriormente, solo frecuentaban elfos por aquí. Como el Padre Elfo y su hija. Esta tarde los encontré disfrutando de las aguas ter- males de siempre. Acompañados de otros buenos vecinos. Todos estaban empapados en las piscinas, pantanos y nuestra sala de juego recién estrenada, o bien derritiéndose en el paraíso llamado masaje con aceite.
Tal como estaba previsto, las «Termas Parabellum» fueron un lugar diseñado para man- tener buenas relaciones entre el vecindario. También se convierten en un lugar donde puedes asegurar artículos que solo algunos elfos pueden hacer, como mithril o medicinas secretas. Ha estado creciendo sin problemas. Hasta llegar a ser la «Ciudad Termal Para- bellum».
Recientemente la cantidad de personas foráneas ha comenzado a aumentar. Se trata de subpoblaciones que viven en lugares remotos en el Gran Bosque, así como de tribus mino- ritarias de bestias que deambulan por áreas fronterizas ligadas a países, reinos e imperios.
Aunque no es de mi agrado difundir demasiado la información, hoy en día la defensa en la base es perfecta. Y también podemos armar bases en varios lugares distintos si es necesario en un momento dado. Somos cautelosos con los espías. Si se enteran de algo, seguro que se difunde y tenemos problemas. Evidentemente lo resolveríamos con el uso de la fuerza, pero por el momento es mejor que no tengamos que preocuparnos por ello.
Como sea, los cambios son impresionantes. Miré alrededor y me emocioné. Pasé el resto de la noche en una de las piscinas.
Hoy también pasé el día a mi antojo, relajando mi espíritu.