Después del entrenamiento matutino de hoy, vi a Kanami-chan y Pelirroja ir al estanque del Gran Bosque. Junto con ellos estaban Alquimista-san y los niños. Podían verse peces nadando por el agua clara, era un lugar agradable con una brisa suave soplando.
Últimamente había estado demasiado tenso tramando todos los movimientos y contra- ataques para la Guerra Santa, así que sirvió para tomar un pequeño respiro aparte de ser un deber familiar. Pese a que Alquimista-san estaba ocupada y no pudo venir, me recreé pasando el tiempo con la familia. Estuvo bien.
Puede parecer un poco frío, pero sé que podrían morir en la Guerra Santa. Tanto mis mu- jeres como mis hijos. Incluso Kanami-chan o yo mismo.
Por supuesto que tengo un montón de maneras de evitar la muerte de mis allegados o la mía propia. Podría irrumpir en las fuerzas militares enemigas mientras estén formando desde la distancia, para propagar una epidemia en el y asesinarlos de forma segura uno por uno. Eso sería un plan maestro si tuviera el tiempo suficiente. Podría hacerlo incluso si todavía fuera un ogro. Pero si cuando voy el enemigo ya está preparado para atacar, podría volverse fácilmente en mi contra y terminar en una derrota unilateral inevitable. Entonces sería inútil. Echaría a perder toda la experiencia acumulada. Y fracasaría como líder de todos mis subordinados.
Aunque hay muchas razones por las que el plan actual podría no ser lo suficientemente bueno como para beneficiar a todos los miembros, no quiero perder la oportunidad de crecer en gran medida en un futuro.
En primer lugar, no podemos atacar a ciegas por el simple deseo de querer luchar. Po- dríamos sentirnos atraídos simplemente porque es un campo de batalla donde algunos arriesgarán sus vidas, pero nuestro verdadero deseo debe ser demostrar en el combate real el poder que hemos ganado entrenando.
Como en cualquier grupo militar, muchos están esperando la guerra como agua de mayo. No quieren paz. Desean pisar el campo de batalla y luchar en él dejando su sangre y sus vísceras.
Me parece bien porque, entre ellos, hay miembros más bien del montón que no necesita- mos. Descartarlos será lo primero que haga si las cosas se vuelven en nuestra contra. Mi parte racional me dice que eso será lo mejor, aunque también creo que es poco probable que suceda. Con nuestro potencial actual estamos perfectamente preparados para soste- ner una batalla prolongada con cualquier grupo al que nos enfrentemos. Además tenemos la capacidad de generar más aliados.
Una buena capacidad de generación es esencial para marcar la diferencia, y la nuestra lo va a hacer. Tenemos soldados que pueden hacerlo ininterrumpidamente sin esfuerzo mien-
tras dispongan de poder mágico. Se puede decir que uno solo de nosotros puede crear a una colonia entera.
Aunque los que hemos estado ahí desde el principio somos mis familiares de sangre y yo, los que se nos han unido después también son mis [Nakamas]. Han sido mis aprendices y han mejorado sus habilidades con nosotros. Tengo un sentimiento de compañerismo muy grande con ellos. No estoy nada dispuesto a descartarlos. De hecho, creo que será innece- sario debido a la capacidad regenerativa que tienen... Eso es lo que me digo a mí mismo, pero puede que sea mejor que no me haga muchas ilusiones.
Así, aunque estoy pidiendo a todos los miembros que participen, quiero que su asistencia en la Guerra Santa sea algo voluntario, no obligatorio. He trabajado el plan de esta manera para que no pierdan el espíritu en la medida de lo posible, prestando atención a detalles como las características geográficas.
Creo que tengo 9 de 10 posibilidades de ganar. Y en las condiciones actuales, los daños que preveo sufrir son los mínimos. Pero la guerra es imprevisible. Es un error pensar en cómo acabará antes de siquiera empezar. Ciertamente hay muchas existencias que son capaces de girar las tornas. La [Salvadora], los [Héroes] o el [Emperador] son los primeros en la lista. Hay una muy pequeña, diminuta posibilidad de que logren labrar su victoria.
Por eso necesitaba un tiempo de relax como el de hoy. Lamentaría tan poco morir en un momento así... Ah... Tan solo quiero recordar esto cuando muera. ¿Podré hacerlo en me- dio de todo lo que viene?
Deseo mucho que llegue la guerra, pero por ahora merecía recrearme y disfrutar a fondo un buen rato. El resto de compañeros hicieron lo mismo.