Cuarto día del festival. Hoy le he prestado atención a Asue-chan.
El evento que ella supervisa es [Escalada Empinada], que tiene lugar en un enorme abismo que ella misma creó con su habilidad.
La profundidad de la garganta es de unos trescientos metros.
Pese a que los salientes de la pared de roca son puntos clave de agarre para las manos y hay muchas áreas estables, según la ubicación dependiendo de donde sobresale la pared inclinada, hay que tener cierta habilidad para hacerlo.
Los miembros que participan en la escalada también van armados, de hecho la gracia de escalar por el acantilado es el entrenamiento con ataques sorpresa. Incluso quien cree que tiene una excelente capacidad física ve que ascender es mucho más difícil de lo que pensaba.
A veces caen rocas desde arriba, o hay elfos de [Villa Termal Parabellum] que vienen a cooperar disparando flechas de ventosa a modo de ataque. No puedes despistarte ni un segundo.
Por cierto, ¿son conscientes del alto riesgo de que les caiga una roca en la cabeza? Hay precauciones para rescatarlos si se desequilibran y podemos salvarles la vida si no mueren al instante, pero es muy peligroso.
Punto de vista de un mono jefe
Teníamos que escalar desde lo profundo del enorme abismo negro sin fondo hasta el Gran
Bosque. Nos dijeron de empezar hoy.
Habían llamado a esa garganta [Abismo Infernal], por los miembros que cayeron en él el primer día de festival. Su profundidad era de unos trescientos metros.
Además, si ya de por sí es difícil subir esa altura, es definitivamente un reto subirla estando armado.
Pero siendo de la especie de hombre mono orrorin que vive pendiendo de los árboles, puedo subir fácilmente por sitios rocosos con ligeras irregularidades y grietas.
Dentro de mi grupo yo era el hombre mono que avanzaba más rápido.
Manada, a partir de aquí la zona se hace más abrupta.
Mi raza de clasificación superior entre los hombres mono se caracterizaba por la cola de pelo protector reforzado. Los [Monos Recios Superiores] somos la [Evolución] del orrorin común. Obarou, el líder de Parabellum, me llama Mono Jefe Acorazado, Galdor Eber, y es precisamente esta armadura ligera lo que me permite moverme mejor. Estaba más cerca de la salida que cualquiera de los demás, sosteniéndome en el abismo con los brazos cru- zados.
Con mis habilidosas piernas me movía libremente agarrándome a los salientes de las pie- dras, y para estabilizarme usaba mis poderosas tres colas, gracias a las que podía mover mis extremidades con más precisión. Observaba al detalle lo que tenía por delante y se- guía avanzando.
Desde aquí empezaremos a recibir ataques sorpresa. Kikiki, tengan cuidado. Equiparable a mi armamento, con su armadura ligera similar, el mono blanco [Yahoo] se
colocó en la pared de roca usando sus dedos del pie y sus dos colas.
Yahoo pasó de ser un hobgoblin a convertirse en un demonio mono. Después de huir unas cuantas veces, ahora es uno de mi manada. Esa es nuestra relación. Todos los días me sigue. Es un compañero de lucha que corre a mi lado en los campos de batalla y en los laberintos.
A veces las rocas de la pared se derrumban fácilmente y son un poco problemáticas. La hermana Asue-chan ha hecho [Golems Artificiales de Piedra] que también hacen caer las rocas y complican aún más el asunto. Pero lo más difícil es esquivar las que tiran los elfos.
Yo conducía a Yahoo, que resumió la información sobre los maleantes que nos iban a atacar sin dar la cara. Pidió ayuda a los compañeros que nos seguían para capturar a los atacantes.
Si no colaboran, podemos eliminar aquí a quienes no vayan a ayudar, de este modo no será un estorbo.
Galdor se paró en la pared de roca y dijo eso en voz baja. El poder mágico convergió rápi- damente en su mano derecha, y empezó a dispersar una luz mágica roja y verde.
¡No los toques o te mato! ¡[Corte de Orgullo Cegador (Shivering Blaze)]!
El hechizo mágico de tercer nivel [Corte de Orgullo Cegador (Shivering Blaze)] proviene de la mezcla entre las magias del sistema del fuego y de la fauna. Forma una espada mágica con forma de raíz roja ardiente de dos metros de largo y cinco centímetros de diámetro.
La punta del final de la raíz es mucho más afilada que una lanza metálica normal. Cuando arrojé la lanza, solo torciendo mi cintura y con mi fuerza física, sacudió la pared de arriba a abajo. La lanza voló por los cielos infalible, clavándose en el pecho del golem de piedra y evitando que la avalancha de rocas interfiriera en nuestro camino.
Aunque se diga que los golems de piedra son de tipo humano, su estructura formada por rocas no es frágil ni fácil de detener. Sin embargo, las raíces ardientes de la lanza crecieron rápidamente, haciendo florecer una llama enorme con espíritu explosivo.
Kikikiki, parecen fuegos artificiales, ¡¿eh?!
El cuerpo pétreo del golem de piedra explotó en pedazos al contactar con la lanza, lo que hizo sucumbir los miles de minúsculos fragmentos a la gravedad en forma de polvo. Entre tanto, el grupo continuó escalando a través de ellos.
La pieza más grande era del tamaño de un hombre adulto, causaría un daño más bien considerable si daba directamente a alguien. Lo más probable era que no pudiera resistir el golpe y cayera junto al pedazo. Pero afortunadamente no alcanzó a nadie. Aun así, tan solo habría afectado a unos pocos. Era de poca importancia.
¡Eso ha sido muy peligroso! ¡Maldita sea, tenga cuidado!
Un par de monos se quejaron de mis maniobras temerarias.
Kikiki, lo calculé bien para que no diera a nadie, no se preocupen, kikiki.
Teníamos que eliminar la amenaza primero de todos modos, así que cálmense ustedes. En lo que pensaba eso, avanzaba más y más con cada zancada. Había lanzado ya tres lanzas, dando en el blanco con cada una de ellas, que a su vez florecían en llamas y contrarresta- ban los obstáculos en el camino.
Durante el tiempo que las llamas continuaban ardiendo después de hacer explotar al go- lem, el oscuro [Infierno] se llenaba de colores maravillosos.
Manada, no se preocupen por eso ahora, solo sigan escalando.
Kiki. Kiki. Ha hecho añicos dos golems de piedra, ahora lo tenemos mucho más fácil. Sin embargo, muy a nuestro pesar, aunque ahora estén desbaratados su cuerpo puede
regenerarse y sustituirse con efectividad. Los elfos al acecho tenían arcos y flechas pre- parados para dispararnos cuando subiéramos un poco más. Aquellos elfos eran nuestros
vecinos, participaban en el evento como pasatiempo.
Para asegurar su buen comportamiento y que no actuaran sin cuidado, para quienes mos- traran una mala conducta, Obarou estableció el peor castigo: se los comería vivos. Supon- go que con esa amenaza les bastaba para hacer bien su trabajo. El poder que causaba el terror absoluto no daba pie a cometer sandeces, todos se lo pensarían dos veces antes de disparar un tiro mortal.
Kikiki. Bien, entonces escalemos.
Estaba bastante seguro de que no corríamos peligro, así que encabecé el ascenso con el uso de mis manos, pies y colas. Hasta que oí una especie de voz perversa.
Oh, no, todo estaba yendo tan bien. Estábamos escalando por el camino indicado, sin hacer trampas. Pero supongo que no todo depende de mí. Ellos tan solo intentan hacerlo lo mejor que pueden...
La voz provenía de más arriba. Justo al lado de la salida, estaba la supervisora Asue.
La frustración empezó a nublarme la mente. Estaba entrando en crisis. Alcé la vista para ver si podía hacer algo al respecto. Pero estaba claro, no había nada que pudiera hacer.
Kikiki... Estamos perdidos.
La pared de roca del [Infierno] por donde la manada planeaba continuar comenzó a mo- verse como el cuerpo entero de un organismo. El movimiento paró por un segundo, de una forma en que era más difícil de escalar que antes.
El golem de piedra que había aniquilado había revivido. O, más que revivido, se había multiplicado. Ahora eran muchos.
Kikiki, kikiki... Es decir, que pueden regenerarse sin importar la distancia donde haya muerto el anterior, y ahora con la pared tan escarpada va a ser mucho más difícil combatir contra ellos. ¿Cómo lo haremos?
Kikiki... No era mi intención que acabara así... Manada, kikiki, lo siento.
Maldición. Mientras pensaba en lo mal que se había puesto la situación, me rasqué la mejilla. Yahoo se encogió de hombros como diciendo Ya no hay remedio. El resto de la manada avanzaba con caras de amargura.
Ciertamente todo esto era por mi culpa, pero no sabía que mis ataques solo servirían para generar más enemigos y modificarían el terreno. Eliminar la amenaza parecía una buena
idea al principio, y todo se había torcido, estas cosas pasan.
Por suerte, todos entendieron que no había forma de que lo hubiera hecho adrede, y nos pusimos a pensar un plan alternativo.
Sin embargo, kikiki, parece que tenemos por delante más camino que antes.
No podíamos ignorar los ataques de los golems. Seguro que parte de mi manada iba a caer a causa de ellos. Pero tratar de eliminarlos tan solo haría que salieran más de ellos inme- diatamente, incrementando su número.
Hicieras lo que hicieras, la dificultad aumentaba al quitar una obstrucción, por lo que era mejor no hacerlo. Y quién sabe la infinidad de impedimentos que el [Infierno] aguardaba todavía.
El sudor frío recorría mi cuerpo. Me imaginaba exactamente lo que habría en el final. Después de desprenderse varias rocas del tamaño de unos tres metros, mientras seguía-
mos escalando con cuidado, el gran golem de piedra hizo su aparición.
La [Evolución] de Asue-chan le había dado capacidad regenerativa y de manipulación del terreno, podía cambiarlo al completo. Reconstruía las figuras de piedra que se rompían, aumentando su número, sin apenas esfuerzo. Cambiaba la geografía del terreno a su mer- ced haciendo que escalar fuera cada vez más difícil en apenas unos segundos.
El trabajo más laborioso que hacía era dar instrucciones a los elfos que cooperaban con ella, pero eso tampoco era muy complicado.
Cuando los desafiantes de la prueba alcanzaban los últimos 20 metros, hacía aparecer al azar protusiones en la pared de roca. Eso los entorpecía tanto como los sorprendía. Quie- nes se relajaban al pensar que ya estaban en la recta final, aprendían la lección.
A mí me parecía en cierto modo un reto seguro comparado con el de Minokichi-kun. Era perfecto para entrenarse en cómo afrontar un medio inestable.
Decenas de miembros cayeron, pero lo volverían a intentar con todas sus fuerzas mañana ya que ninguno de ellos murió.
Día 315
Quinto día del festival. Hoy decidí prestar atención a Burasato-san. El evento que ella su- pervisaba se llamaba [Baile de Máscaras con Espadas]. Los participantes luchaban contra cuerpos del ejército de sangre, hechos a partir de sangre coagulada en forma humana durante un tiempo.
Los cuerpos del ejército de sangre estaban hechos en esencia de sangre fresca de las alas de la espada de Burasato, pero aparte, yo creé [Gigantes de Sangre] para usar su sangre como componente especial.
En cierto sentido, eran parte del cuerpo de Burasato, así que podría decirse que eran una existencia parecida a mis clones. Tanto era así que el desempeño de los cuerpos de sangre [Armada de Demonios Soldados de Armas Sangrientas Blooded] dependía de la [Re- generación Corporal] de alto rango, equiparable a una invocación avanzada, o incluso podría tratarse de una superior.
Por esa razón su desarrollo era excelente, y con pocos comandos podían actuar indepen- dientemente. Eso sería algo muy importante en la Guerra Santa, donde las batallas serían de muchos contra muchos. Aumentaría nuestra posibilidad de supervivencia, ya que era un evento inevitable.
Punto de vista de hidalga Therese
Las llanuras eran como un mar de sangre. Las alas de la espada de Burasato eran lo que generaba, junto con los tóxicos [Gigantes Azules Ponzoñosos Bluetalls], los cuerpos de sangre [Armada de Demonios Soldados de Armas Sangrientas Blooded].
Además de disponer de [Bioequipación] como tecnología de alto nivel integrada en sus cuerpos, fácilmente suman la friolera de mil integrantes.
Nuestra formación de defensa [Santos Protectores Aimes] estaba completamente rodea- da por una formación superior defensiva. Usando la [Magia] para atacar, de alguna mane- ra fuimos capaces de combatir las olas y soportar la situación.
¡Soldados, levántense! ¡O atacamos ahora, o estamos acabados!
A eso le llamo yo una situación desesperada. Nuestra habilidad era buena pese a ser un solo escuadrón, en parte debido al hecho de que lo comando a la perfección con mi férrea fuerza de voluntad. Pero nuestras capacidades eran menos de las que pensaba.
A pesar de todo, levanté mi voz. Como persona al mando, no debía mostrar debilidad.
En la retaguardia, diez oficiales de rango superior colóquense en el área para lanzar [Ma- gia] y esperen mis instrucciones, los que no sean tan buenos acérquense a mí. En la van- guardia, ¡presionen! ¡Vamos!
¡ENTENDIDO!
Mis espadas mágicas y yo escuchamos la respuesta. La que ha lleva años luchando con- migo, [Viento de Luna Lune Vent], y mi otra espada mágica, [Estrella de Agua Belle Luth].7 La nueva espada vibró en respuesta, se puso a brillar con luz mágica de diferentes colores.
Mi maestro Obarou regresó hace pocos días y me dio la [Estrella de Agua] como presente. Recientemente ha estado demasiado ocupado y solo conversamos mediante los pendien- tes en su tiempo libre. Por algún motivo, me preocupaba tenerlo tan lejos, me parecía como si se hubiera olvidado de mí, pero parece que estaba preocupada por nada.
Todo lo contrario, ahora me sentía aliviada y tranquilizada. Me sentía bien y nada me mo- lestaba en absoluto. En fin, a cambio del regalo, le perdonaré por esta vez.
Comandante, ¡están atacando por el este!
En plena batalla, me encontré con mi marido. Aunque una vez fue un esclavo, tras mucho esfuerzo y sudor, Behn, el [Obispo Prelado] que era mi ex ayudante, se convirtió en mi subordinado. Me informó de la situación cuando nos cruzamos.
En respuesta a ello, como uno de los 18 Caudillos Demoníacos y poseedora del título de [Brillante Hidalga Justa y Misericordiosa], utilicé la habilidad [Luz Misericordiosa], con la que agotaba la energía de la mente y el cuerpo de quien me tocara.
Un aura dorada cubría todo mi cuerpo y brillaba creando en mí una carcasa de acero galvanizado. Al principio me desconcertó, pero ahora ya puedo moverme libremente y usarla con más facilidad. Tan solo tengo que imaginar mentalmente que soy una tormenta de cerezos en flor.
[Luz Misericordiosa] se adapta a mi estado de ánimo y brilla con distinta intensidad. A medida que se abalanzaban sobre mí, los cuerpos de sangre [Armada de Demonios Solda- dos de Armas Sangrientas Blooded] colapsaban.
Reduje su fuerza ofensiva y defensiva a la mitad, ralentizando su rápido avance. Di con la vanguardia que fortalecía su defensa en el este, atacando entre sus escudos con mi espada
7 Los nombres de las espadas y del grupo de Hidalga son franceses; Aimes proviene del verbo amar, Belle Luth es un laúd bello y Lune Vent no cuesta mucho de entender.
y mi lanza, y terminé erradicando a la Armada Sangrienta.
Al final, debido a que las alas de la espada de Burasato estaban en los núcleos que les movían, había que revivir a los demonios soldados de armas sangrientas. Aun así, vi que después de mi victoria sus ataques perdieron fuelle.
Aguanten hasta el último minuto. Hmpf.
Aguantemos un poco más y esperemos a la hermana mayor Burasato, solo entonces aca- baremos con ellos.
No necesitamos que nos diga qué hacer. Hmpf.
Normalmente yo soy la hermana mayor en quien confían. ¡Esta lucha trata de mi honor! JAJAJAJAJAJAJAJA. Jejejejjejejee.
Los compañeros se rieron como si acabara de decir algo ridículo. Acababa de hacer peda- zos al enemigo que teníamos delante con esfuerzo y sudor, por no mencionar el sublime ataque de la vanguardia. Y eso no es nada comparado con todo de lo que soy capaz ahora con mi armadura reforzada. Después de la lluvia de [Magia] de colores que he conjurado, solo hay ruidos de golpes y destrucción.
Sin embargo, el enemigo al que derribamos era capaz de regenerarse contínuamente y su número no parecía disminuir. Nuestras mentes y cuerpos se estaban agotando poco a poco.
Casi no nos quedaba más energía, había gente a punto de agotar su magia también. Si per- díamos la concentración por un momento, fácilmente pasaríamos algo por alto y podrían lesionarnos de gravedad.
No obstante, todos seguían luchando desesperados. Ganaríamos o perderíamos, pero sa- bíamos que faltaba poco para el desenlace. Las formaciones de batalla se deshacieron y se volvió en un todos contra todos. Los más débiles no tardaron en caer, la situación había llegado a un grado de violencia que daba miedo.
El evento se llamaba [Baile de Máscaras con Espadas], y se repetía y se repetía hasta que el sol se ponía. Hoy ya llevaba unas cuantas sesiones. La anterior vez el grupo fue derrotado y recibió su castigo después de descansar.
Un minuto antes de lo esperado, la supervisora Burasato apareció en la batalla. Era un pandemonio cuando vino. Empapada de sangre, invocó a la [Emperatriz Demonio Sol- dado de la Armada Sangrienta], que llevaba un vórtice de espadas de sangre y creó un enigmático tifón mientras reía.
En ese último minuto, solo quedamos unos pocos en pie. No hubo muertos, pero todos tenían heridas casi fatales. Los que cayeron fueron casi cien. Dado que en total éramos unos 300, el daño fue tremendo.
Las bajas fueron tratadas inmediatamente, pero para la mayoría el daño era tan grave que no recuperaron la conciencia. Fue una suerte que no me tocara a mí.
Aun así, nos las arreglamos para resistir y superar el número de pérdidas comparado con los grupos anteriores. Ellos podrían participar en el evento de nuevo, hasta morir.
Yo no iba a ser capaz de soportar una segunda ronda, eso solo me llevaría a recibir el gran castigo de Burasato. Lo más natural es salir herido o perder la conciencia, te guste o no.
Por eso, en el momento crucial, más vale salir por patas y terminar el día en un lugar se- guro.
Enemigos por detrás. Son muchos. Hmpf.
Mientras intentábamos reforzar nuestra defensa con firmeza, una gran oleada de la Arma- da de Demonios Soldados de Armas Sangrientas apareció. Cada uno era dramáticamente más hábil que el anterior. Podían compararse con los grandes trolls demoníacos de las leyendas.
Debíamos acabar con ellos de inmediato, o conseguirían romper nuestra defensa y no tendríamos nada que hacer.
Las primeras tres filas, aguanten. Preparen los ataques mágicos... ¡Disparen! Hmpf. Ordené a mis tropas que mientras lanzaban ataques con una mano, cargasen la otra con
más magia. Ahora, había llegado el momento.
Incesable Llama de Serpiente Moteada (Alba Robin). Hmpf. Suspiro de Brotes Florales (Lulu Jazzy).
Inundación de Agua Contaminada (Hell Eagle).
Atacamos a la Armada de Demonios Soldados de Armas Sangrientas con una serpien- te de fuego, un cerezo gigante y un río de barro. Calcinados por las intensas llamas, los cuerpos ensangrentados se enredaron en las ramas y se hundieron en la corriente fangosa.
El número de soldados que venía detrás de ellos también sufrió el efecto rebote. Sin em- bargo, pese a la destrucción, todavía no había acabado.
¡Chicos, no bajen la guardia hasta el final! Hmpf.
[Viento Lunar] revistió de polvo a los restantes, haciéndoles rodar en espiral. Grité mien- tras les hacía tragar agua bendita [Estelar] y [Luz de la Misericordia].
Sobreviviremos. Es una batalla larga y dolorosa, pero sobreviviremos.
Aunque Burasato-san se muere de ganas de participar, ella solo debe intervenir en la bata- lla cuando es necesario castigar a alguien. Pero cuanto más resistían los participantes, más vigor ponía en juego la armada sangrienta.
Uno. Permití que participara solo un minuto. Y pareció no tener suficiente. No... Me pre- gunto cuánto tiempo llevaba acumulando ese deseo. Bueno, en cualquier caso, la propor- ción de heridos fue bastante alta, pero los miembros de nuestra unidad médica «Prière» se encargaron de ellos a la perfección.
Después he de recordar traerles previsiones. He tenido que echar una mano a Seiji-kun con los miembros que aún no habían vuelto a la conciencia con mi [Elixir de Sangre]. Con esto, siempre y cuando no tengas nada grave, normalmente puedes volver a moverte con tranquilidad el día siguiente.
Incluso si su vida pende de un hilo, no voy a permitir que nadie abandone, todavía queda mucho por hacer.