Después de pasar la noche en uno de los últimos refugios cercanos, pronto por la mañana reanudamos nuestra conquista de [Embarcación Ambrasm Pontus].
El interior de [Embarcación Ambrasm Pontus], como muchas de las mazmorras ante- riores, dependiendo de su ubicación, era considerablemente diferente entre los distintos niveles.
Cuanto más alto era el nivel, más riquezas había en el interior y se convertía en un transat- lántico. Al mismo tiempo, en los niveles inferiores se pasaba a estar bajo el agua. Quitando el templo, el interior de estos niveles era casi como estar hundido en el fondo oceánico.
Aquí las paredes estaban casi siempre mojadas, razón por la cual estaban cubiertas de musgo venenoso de color verde oscuro, como si estuviéramos en una cueva bajo una cas- cada. Se oían por todas partes los gritos de fanáticos inclinándose ante la estatua de un dios maligno con cabeza de pulpo que emitía un brillo morado y olía como un gran mon- tón de pescado podrido.
Francamente, se podría decir que [Embarcación Ambrasm Pontus] estaba en gran parte arruinada.
Casi no había trampas aquí, porque los cofres del tesoro eran bastante difíciles de encon- trar. Además, la calidad de los artículos mágicos era baja, por lo general. No sabía hasta qué punto nos beneficiaba invertir nuestro tiempo allí, aunque los veteranos solían ir a entrenar dada la dificultad física y mental de avanzar.
Por fortuna, estábamos Kanami-chan, Vengador con su grupo y yo, por lo cual, desde el punto de vista de potencia de combate, teníamos más que de sobra.
Adicionalmente, fui capaz de conseguir un mapa en el mercado, parece ser que esta maz- morra ya había sido explorada hace algún tiempo. A pesar de que no estaba completo, contenía alrededor del 80% de la mazmorra. En pocas palabras, conocía la localización de todos los secretos de la mazmorra y cómo llegar hasta ellos.
Por tanto, si no nos topábamos con ningún imprevisto, podríamos conquistar [Embarca- ción Ambrasm Pontus] en el menor tiempo posible haciendo trampas.
Pero como esta vez tanto Auro como Argento, así como Pelirroja y Opushii estaban con nosotros, decidí que nuestra excursión familiar a la mazmorra serviría también de entre- namiento.
Bueno, para ser un viaje familiar, faltaban algunos miembros, sí. Ya tendría diversión con ellos de manera un poco diferente.
A pesar de que este sitio era un poco deplorable, el hecho de que los monstruos de aquí se juntaran en grupos de no más de 3, sumado a que la bonificación de experiencia era lige- ramente más alta, hacían que esta área fuera realmente conveniente para nosotros, sobre todo por el hecho de que casi siempre podíamos luchar uno contra uno, reduciendo así las ocasiones en las que nuestra intervención fuera necesaria. Si debilitábamos a los mons- truos o reducíamos su número, los chicos obtendrían menos experiencia, por lo cual creí que era mejor dejarlos lidiar con sus propios enemigos.
Así, nos alejamos lo suficiente como para poder acudir en su ayuda en cualquier momen- to. Mientras abrazaba a mi querida Opushii, observé luchar ferozmente a Pelirroja y com- pañía, contento de que cada vez tuvieran más retos y a la vez preocupándome por ellos.
Punto de vista de Auro
He visto el océano por primera vez. Sus aguas translúcidas parecen extenderse hasta el in- finito. Al mismo tiempo, se ve que hay tantos continentes y tantos mundos que ni siquiera puedo imaginar lo insólitos que son...
Descubrí esto hace solo un día, y justo en ese momento tuve nuevas metas. Decidí que algún día iría al otro lado del océano y exploraría lo que hay más allá.
Bueno, dejando a un lado esas ambiciones, fue genial que pudiéramos ver este maravilloso océano y disfrutar tranquilamente de las vistas de la ciudad laberinto [Dur Gha Varia]. Como esperaba, es un entorno completamente diferente, con una cultura diferente y unos niveles de tecnología diferentes.
Las costumbres, la comida, la cultura Aquí había una gran variedad de cosas que eran desconocidas para mí, teniendo en cuenta que no había visto este tipo de ciudades, que por sí mismas ya eran interesantes y divertidas.
A pesar de todo, fue muy frustrante que esta vez ni Oniwaka ni mamá estuvieran con nosotros. Estar en un lugar tan precioso sin mamá y los demás me parecía un pequeño desperdicio.
Sin embargo, estaba con papá, a quien algún día superaré, nos acompañaban la bella y amable tía Kanami, la estricta pero cariñosa tía Rubelia, así como mi hermano gemelo Argento y mi querida hermana Opushii, a la vez que Vengador y su grupo, a quienes es- tábamos ayudando a entrenar.
Además, papá dijo que volveríamos aquí en el futuro. Por ahora teníamos que divertirnos con todas nuestras ganas y prepararnos para el viaje.
Al día siguiente todos nos subimos a un bote no demasiado grande y nos dirigimos al gi- gante barco mercante [Embarcación Ambrasm Pontus], el cual era tan grande como una montaña. Esta sería nuestra primera experiencia de conquista de una mazmora de la [Era de los Dioses].
Papá dijo que no había de qué preocuparnos, ya que esa era ligeramente distinta a las maz- morras de la [Era de los Dioses] comunes. Entramos directamente y cruzamos la cubierta.
La atmósfera era realmente intensa. Tenía la sensación de que alguien había puesto sus ojos en nosotros. El aire que nos rodeaba estaba cargado de hostilidad. Percibía a los ene- migos acechando desde las sombras.
En las mazmorras de la [Era de los Dioses] de papá me sentía con cierta seguridad, pero en este sitio que aún no había conquistado no tenía la misma sensación. Al entrar noté inmediatamente que esa era una mazmorra de la [Era de los Dioses] de verdad. Arge y yo nos sentíamos intensamente desprotegidos.
Si estuviéramos solos, nos habrían matado inmediatamente. Se podría decir que somos simples aperitivos, no es un sitio que podamos permitirnos desafiar.
Pero papá y el resto del grupo estaban siempre preparados para ayudarnos, así que fuimos capaces de obtener experiencia en combate. Debilitando a los enemigos o reduciendo su número, la cantidad de experiencia que ganamos es escasa. Sin embargo, ya que los ene- migos eran más fuertes que nosotros, nuestros niveles subían rápidamente. Adicional- mente, comer la carne de los oponentes cuyos cuerpos no desaparecían inmediatamente tras el combate, gracias a [Catador de Bestias Sagradas], el efecto incrementaba signifi- cativamente. Como resultado, nuestra fuerza aumentó drásticamente, en comparación a cuando llegamos aquí.
Con todo, aún es demasiado pronto para que nosotros estemos en una mazmorra. Creo que deberíamos ganar más experiencia en el mundo exterior primero. Papá podría ha- ber conquistado este sitio rápidamente y habernos entrenado después. Aun así, nos dijo Quiero que Auro y tú suban de nivel, no me importa ir poco a poco.
Por supuesto, nosotros también queríamos fortalecernos cuanto antes, ser un poco más fuertes para dejar de ser quienes necesitan ayuda constantemente y para poder valernos por nosotros mismos.
Sin embargo, creo que no es realmente necesario que lo hagamos aquí, cerca del fondo del barco, donde las paredes están horriblemente húmedas, mojadas y resbaladizas, cubiertas de mucosidad... Es asqueroso. Me pone la piel de gallina tan solo pensarlo.
Además, hay un hedor terrible que proviene de los monstruos viscosos o podridos. Por lo general, esta mazmorra está cubierta por una mucosidad de aspecto repugnante.
Por si eso no fuera poco, cada enemigo era más fuerte que nosotros, impidiendo que nos relajáramos ni por un segundo. Si metías la pata, podías darte por muerto.
Fuimos acumulando fatiga tanto física como mental muy rápidamente, así que avanzamos sin hablar. Podíamos descargar este estrés haciendo todo añicos con nuestras armas má- gicas, así que no estaba tan mal.
Hermana Auro, ¿queda mucho?
Para apoyar a tía Rubellia y a mi hermano Argento, descargué una ráfaga de disparos al enemigo que teníamos delante, un anger albion.
¡¡¡Gooooooooh!!!
Se oyó el rugido del malvado anger albion. Medía 6 metros y tenía un físico envidiable, armado con un ancla que podría haber pertenecido perfectamente a alguien de la raza de los gigantes. Su enorme cuerpo ya de por sí era peligroso, pero sus enormes, gruesos y azulados músculos, así como sus huesos, eran una armadura natural que no podía dañarse con ataques corrientes.
Afortunadamente no tenía ataques de largo alcance, solo cuerpo a cuerpo. Arge y yo no tuvimos problemas para luchar con él.
Maldita sea. ¿Qué tipo de protección tiene?
Arge estaba apuntando a los puntos débiles, como los ojos, las orejas, el cuello y las ro- dillas, para ralentizarlo. Pero como suponíamos, su piel era demasiado gruesa y nuestros ataques no eran lo suficientemente poderosos.
Esperábamos poder reducir su fuerza infligiéndole suficientes heridas, ya que la pérdida de sangre que le causaríamos lo acabaría volviendo más lento.
Un oponente común en su estado ya habría caído, pero con ese enorme cuerpo el daño que le habíamos hecho no era suficiente... Seguía igual de alegre y ruidoso.
¡¡Gaaaaaaaah!!
Acercándose al anger albion, tía Rubelia inició un brutal ataque, que hizo rugir a la bestia de nuevo.
Esquivando el gran ancla que se avecinaba hacia ella a gran velocidad, y esquivando a tiempo su [Escudo de Lágrima (General Shield)] y su blanco y afilado machete [Gran Cuchillo (General Chopper)] cubierto de un brillo carmesí, trató de cortarlo por la altura de la rodilla derecha.
Como era de esperarse, incluso la piel gruesa y los grandes músculos no eran nada para las artes de combate. Estos desprendían un chorro a presión de sangre, como cuando cortas un gran árbol.
?
Giah... Gooooooooh.
Mientras perdía el equilibrio por las heridas profundas, el anger albion decidió por lo me- nos contraatacar lanzando el ancla hacia la cascada, en dirección a tía Rubelia.
Fue como si una enorme roca le cayera encima, solo que tía Rubelia ya no estaba allí. Con una agilidad que envidiarían incluso los animales, ya se había apartado de la zona del ataque.
A pesar de que el impacto provocó que fragmentos de piedra volaran por los aires, no causó ningún daño.
Tch...
Se oyó un pequeño chasquido. Era a tía Rubellia a quien se le había escapado. .
¿Ya se está recuperando? Con ese tamaño debería haber caído hace rato, este enemigo es muy problemático.
En el corto periodo de tiempo que tía Rubelia había puesto distancia entre ellos, anger albion había aprovechado para regenerar su pierna dañada, la cual le había crecido casi de
1 Esta parte cuesta de entender... No la entendemos, vaya. Si alguien sabe japonés, que ayude.
inmediato. No parecía algo natural, pero tenía pinta de doler. Se levantó tan pronto como pudo para ponerse en pie.
A la vez que regeneraba su pierna, Arge lo atacó con sus partesanas, pero el anger albion simplemente lo ignoró, concentrándose en su regeneración. Como era de esperarse, no se podía comparar a otros monstruos de la mazmorra, había desarrollado una mente propia. Incluso durante el combate, podía considerar adecuadamente la situación y concentrarse en lo necesario para ganar.
Contra enemigos de niveles superiores, nos falta fuerza para ser decisivos. Ya trabajare- mos en eso en el futuro.
El monstruo alcanzó de cerca a tía Rubellia en tres ocasiones. Aunque no le hizo daño, e igualmente no impidió que ella siguiera atacándolo sin parar, su poder de regeneración hacía que fuera imposible matarlo.
Era muy frustrante ver como no podía hacer nada contra él por algo que no tenía nada que ver con la diferencia en tamaño.
Aun así, tía Rubellia fue capaz de aprender de los movimientos del monstruo y mejorar su evasión de los ataques. Arge y yo la ayudamos, aunque no pudimos hacer mucho dado que nos faltaba experiencia en ataque.
La batalla no avanzaba. Y en ese momento decidí que había llegado mi turno. Estoy preparada para disparar, ¡es mi oportunidad para ganar experiencia!
No pretendía derrotar al anger albion con mi golpe, pero logré quemarlo con la potencia de mis disparos mágicos, de tal manera que su regeneración no le bastó para recuperarse.
Auro ha usado la técnica de combate [Disparo Mágico Destructivo]
Sorprendentemente, con mi maniobra, logré carbonizar al anger. Vaya, ¿has visto, tía Rubellia...?
Pero no obtuve respuesta, tía Rubellia y Arge habían desaparecido cuando quise darme cuenta.
De la nada, rápida como el viento, apareció clavando su espada en el ojo del anger albion.
¡Y pensar que creía que estaba a salvo! Suerte que tía Rubellia estaba allí para cuidar de mí. Esa jugada cegó al anger albion temporalmente, y entonces tía Rubellia se dirigió a mí.
¡Dispara!
Apreté el gatillo del arma mágica que me dio papá, y de ella salieron etrepitosos fogonazos ardientes. Me concentré en cargarla con mi maná rápidamente antes de que el monstruo recuperara su visión, y lo derribé. Después de todo aquello, la pata faltante le impedía levantarse del suelo.
Al mismo tiempo que se desprendía de su ancla, sin fuerzas de poder sostenerla por más tiempo, mi tiro final le dio en el pecho.
Pero el fuego no se propagó, sino que envolvió todo su cuerpo en llamas, como si fuera una armadura candente.
Fue impactante ver el enorme cuerpo del anger albion colapsado.
Las abrumadoras llamaradas llegaban hasta lo alto del techo de aquel lugar. Gh-Ghigaaaaaah...
Increíblemente, aun con toda su figura ardiendo, el anger albion murmuró.
Podía ver su piel azul deshaciéndose bajo la temperatura del fuego, el globo ocular que le quedaba explotando por la presión del calor, un pulmón saliéndose de su pecho entre las llamas... No olía más que a carne chamuscada.
Entonces creé una llama inextinguible de magia comprimida, cuyos destellos produjeron ráfagas de viento, formando así una tormenta de fuego.
Esa concentración de magia hizo que mi [Arma Mágica Destructora] subiera de nivel, aumentando así su poder ofensivo, con lo que mi técnica de combate [Disparo Mágico Destructivo] pasó a producir el triple de daño.
Como cualquier criatura viviente con su cuerpo prendido en llamas, el anger albion no pudo evitar el daño aun siendo un increíblemente robusto.
¡¡Gaaaaaah!! Pero seguía vivo.
Como una bola de fuego viviente, el anger albion dejó ir un feroz rugido mientras se diri- gía hacia mí. A estas alturas, las llamas que lo cubrían ya habían alcanzado la temperatura de varios miles de grados. Las llamas se extendían a su alrededor desprendiendo olas de calor bastante intensas.
¡Fuego! ¡Fuego!
No suelo perder la paciencia, pero todo llega a su límite.
Lo hice retroceder bombardeándolo con una tormenta de disparos de fuego. La tempera- tura de las llamas se intensificó considerablemente, las olas de calor empezaron a distor- sionar el aire.
Gaaaah... Aaaaaah... Ahh...
Finalmente, incapaz de soportar la presión infernal, sus miembros empezaron a ceder gradualmente. Con las lesiones en las piernas, no era capaz de mantener su propio peso, por lo que su enorme cuerpo empezó a caer hacia delante. Sin darse por vencido, intentó apoyarse en sus brazos, avanzando hacia nosotros. Pero no dejé de bombardearle hasta que se ablandó.
Después de que, sorprendentemente, seguía moviéndose con la mitad de su cuerpo que- mado, al fin tía Rubellia lo mandó a la tumba de un último golpe.
Con un movimiento vertical, lo derribó. Fue tan preciso que el sonido llegó sólo después de que la espada hubiera alcanzado su objetivo. Fue tan bello que incluso enamoraba.
Y así la batalla contra el anger albion terminó. Bien, ahora...
Después de derrotarlo, bajé la guardia por un segundo. Fue un error fatal, ya que un nuevo enemigo se abalanzó contra nosotros.
Un espíritu malicioso lunas alba...
Desde el pasillo, en mi punto ciego, el espíritu malicioso me mandó a volar con una onda negra de magia mental de rango 5.
Indefensa ante una fuerza sobrecogedora, resistirme era inútil. Sentí como si mi cerebro fuera atravesado por una barra de metal al rojo vivo.
Aun con todo, logré llegar hasta alguien para poder confirmar la situación. Frente a mí apareció una montaña de cadáveres, entre los cuales no solo estaban Arge y tía Rubellia, sino todos nuestros compañeros. Exageradamente empapados en sangre mezclada con entrañas y fragmentos de hueso, olían completamente a despojos. Todos mis sentidos me decían que no se trataba de una alucinación.
Puaj.
Empecé a sentir náuseas, las tenía ya en el esófago subiendo hasta la nariz. La escena de la muerte de toda mi familia tuvo un impacto muy fuerte en mi mente, mientras que el agudo e intenso dolor en mi cabeza me impedía pensar con claridad.
Me encontraba bajo los [Efectos Negativos] de [Pánico] y [Confusión].
Los espíritus maliciosos no pueden producir ningún efecto sobre el cuerpo pero causan un daño muy severo a la mente, del que suelen desprenderse [Efectos Negativos]. Lo aprendí en las clases sobre magia, así que no había lugar a dudas.
Todo lo que veía era una ilusión, debía serlo.
Pero la imagen era tan real que me hacía dudar. No debería, no es de verdad. No podía quitármela de encima, no podía soportar la magia que se apoderaba de mi mente.
¡Ah! Mgrmghm...
Toda esa montaña de cuerpos no es real. El enemigo usa magia ilusoria.
Su cabeza era como la de un pulpo, con tentáculos saliendo de su boca, ansiosos por de- vorar cerebros, mientras que su cuerpo era como el de un hombre, era el brutal monstruo de mazmorra que propagaba locura, el ishiriddo.
Su cuerpo no era nada del otro mundo, pero era muy diestro en el uso de la magia. Para los entendidos de esta mazmorra, un encuentro con él era el peor de los desenlaces.
Siendo francos, no teníamos oportunidad de ganar. Seguir vivos o morir no dependía de nosotros, esa era la situación.
El tal ishiriddo agarró a mi padre, quien tenía los ojos en blanco, como si solo fuera un trozo de carne con huesos, e intentó succionar su cerebro metiéndole en la boca sus retor- cidos tentáculos.
*Zumzumzum* Oí un sonido malo. Después, el ishiriddo me miró con una sonrisa ma- liciosa.
Ah-Ah-Aaah-Aaaaaaaaaah... Sin querer, solté un llanto.
El ishiriddo acababa de aplastar la cabeza de mi padre con sus dos brazos. Algunos peda-
zos de su cerebro salieron volando y me salpicaron la cara. ¡Ah! Aghrghm...
Mientras el ishiriddo celebraba su triunfo, empezó a concentrar magia en la mano con la que sujetaba a mi padre. A pesar de que probablemente trataba de detonar algún tipo de hechizo, eso no me importaba.
¡Aaaaah, maldito seas...! ¿Ah? Aghmhm...
Sabía que era una alucinación, pero aun así solo pensar que podría ser la realidad me atormentaba. Era indudable que el espíritu malicioso me había inducido un [Estado Ne- gativo]. Creo que si me hubiese atacado, no hubiera tenido manera de defenderme.
Sin embargo, de alguna forma, recuperé la cordura.
¡A tu padre nadie puede aplastarlo como a una hormiga! ¡¡¡Fui yo quien vio a ese pulpo, pensé que tenía buena pinta y fui a por él!!! Bueno, cuando le di un bocado, vi que tampo- co estaba tan bueno y quise guardar su cuerpo.
Cuando me hube recobrado, me di cuenta de que el único cuerpo que estaba tendido en el suelo era el del ishiriddo.
¡Cuánto me hubiera encantado haberlo visto! Era una lástima que no hubiera podido pre- senciar su muerte la manía que le había cogido al ishiriddo en tan poco tiempo.
Además del [Miedo] que el ishiriddo infligía con su magia ilusoria, no tenía mucha defen- sa. Se ve que papá lo mató simplemente atravesándolo con su lanza. Pero las alucinaciones que producía ese ser eran demasiado crueles. Lo tiene bien merecido por atreverse a simu- lar que le partía el cráneo a mi padre.
¡Ah, siempre lo mismo, venga ya! ¡¿Cómo he podido perdérmelo otra vez?! Maldita sea. Ya no me dolía la cabeza, parecía ser que el [Efecto Negativo] se había disipado. Había una
manera de desahogar mi rabia, así que después de contemplar este estúpido espectáculo,
no dudé en llevarla a cabo.
¡Todo, todo, todo, lo volaré todo...!
Creé balas mágicas llenas al máximo de maná hasta quedarme sin, y apunté mi arma hacia
Ishshiriddo. Apreté el gatillo y de repente un estallido sobrecogedor se lo tragó.
Punto de vista de Rou
Estoy un poco preocupado, justo después de la batalla contra un anger albion, del corre- dor situado en nuestro punto muerto apareció un ishiriddo usando magia contra Auro.
Parece ser que le hizo bastante daño sin que yo pudiera darme cuenta. Corrí a ayudarla pero, como esperaba de mi hija, aun bajo varios efectos negativos, gracias a su fuerza de voluntad pudo ganar.
Pese a que estoy orgulloso de que haya sobrepasado mis expectativas de crecimiento, Auro disparó de manera imprudente, damnificando el entorno que nos rodeaba. Incluso Argen- to fue alcanzado por la onda expansiva.
No fue suficiente para derrotar al ishiriddo, pero le causó un daño considerable.
Pelirroja no desaprovechó la oportunidad, mientras el ishiriddo aún se estaba recuperan- do del shock, se acercó por su punto ciego y lo remató cortándole la cabeza.
Recordar el sabor de las patas de pulpo me hacía la boca agua, pero lo tendré que dejar para luego, por ahora voy a guardar el cuerpo en mi inventario.
Dejando de lado este ataque sorpresa, la batalla había terminado, por lo que nos reunimos para tomarnos un merecido descanso y los felicité a todos por su árduo trabajo. Cometie- ron errores, está claro, pero en general no lo hicieron nada mal.
Mientras me concentraba en la formación de mis hijos, fuimos conquistando la mazmorra casi sin darnos cuenta. Ese sería el resumen de nuestra jornada.