[ Jugón Legendario] era fuerte. Tenía profundos conocimientos en todos los juegos de casino. Su increíble talento para controlar el juego era casi perfecto. En este lugar, donde la fuerza como tal no funciona, [Héroes], [Grandes Héroes], [Emperadores], [Reyes], así como decenas de miles de otros que intentaron conquistar [Tierra Santa del Juego] (y tal vez más si contamos a todos aquellos que llegan para divertirse), vinieron solo para sentir la amargura de la derrota y terminar en bancarrota.
Pero, debido al hecho de que en mi vida anterior, entre mis colegas, yo era considerado el mejor jugador, con una [Capacidad Mental] y [Premonición] privilegiadas, esta vez pude ganar. Francamente, aun sin usar [Suerte], comparado conmigo mi colega [ Jugón Legendario] era débil.
El juego fue problemático en tanto que se hizo un poco más largo de lo que esperaba. Pero después de mis dos victorias, una especie de luz blanca cubrió entero a [ Jugón Le- gendario], desintegrándolo en partículas sin perder la sonrisa en su rostro.
Vaya, no pude comerlo pensé con pesar. De haberlo hecho, podría haber obtenido ha- bilidades útiles. Me encontré pensando en por qué de repente desapareció. Eso resultó muy desafortunado.
Aun así, no pensaba que la experiencia de perder a mi colega sería muy fácil de manejar. En esta vida todo puede ayudarte a obtener la victoria. Después de pensarlo, recordé la batalla con el oso rojo, y cómo usé [Hedor]. Suspiré de nuevo porque no había conse- guido el cadáver de [ Jugón Legendario].
Luego cambié el nombre [Tierra Santa del Juego] por [Casa de Apuestas Funeraria], y decidí cambiar el interior.
Francamente, me hubiera gustado cambiar no solo el interior, sino todo lo demás, pero el laberinto local no resultaba tan simple. Para jugar con la posibilidad de ganar o perder14, uno necesita tener dominio y conocimiento. Por eso el cambio en el interior fue el único cambio que hice.
Más tarde, me reconfortó recoger las mercancías no vendidas en la tienda (aunque el lugar parece más como una casa de empeños). No utilicé la posibilidad de cambiar los precios para obtenerlos (sabía que el espíritu de los jugadores caería por completo si lo hacía), por lo que me limité a pagar con la gran cantidad de fichas que obtuve de la victoria sobre [ Jugón legendario].
Sin duda podría haber intercambiado esas fichas por dinero pero, siendo exagerado, ca- bría la posibilidad de demoler la economía del Imperio Demoníaco con esa jugada, ya que
14 Rou quiere cambiar los chances aleatorios de ganar y perder a su favor.
el intercambio de fichas por más de cierta cantidad tiene un montón de complejidades.
Utilicé mis fichas para comprar mercancía de la tienda, ya que era la manera más con- veniente de gastar esa montaña de fichas. Aun después de eso, todavía tengo un montón de ellas, así que las utilizaré para entretenerme aquí la próxima vez.
En resumen, esta vez cumplimos varias de nuestras metas, de las cuales la principal fue el fortalecimiento de Vengador y su compañía. A la vez, yo mismo me hice más fuerte, y adquirí habilidades útiles para nuestro propósito.
Terminamos completando un montón de otras cosas. Podríamos haber continuado el entrenamiento, por supuesto, pero Pelirroja y compañía nos estaban esperando.
Así, decidimos volver a la capital real, Osvel. Aunque, antes, nos dimos el capricho de ir de compras hasta la noche. Afortunadamente teníamos una montaña entera de oro.
Como era de esperar, dudaba de qué comprar. Opté por una variedad de juegos de los cuales podríamos disfrutar en casa: ruletas, máquinas tragaperras, dados, cartas... No fui tacaño y los compré en grandes cantidades.
Al establecerlo todo en las [Termas Parabellum] podremos elevar aún más el número de elfos dependientes, no hay duda. Y aumentaría la prosperidad de los usuarios del [Infierno de la Deuda].
Los elfos endeudados serán nuestros de pies a cabeza. Los obligaré a trabajar duro para pagar sus deudas. Como resultado, ellos se harán más fuertes y nosotros nos benefi- ciaremos. Nos darán la capacidad de aumentar nuestras defensas, y trofeos e historias sobre hazañas militares decorarán su vida aislada. Nadie perderá.
Gufufufu, ser el organizador del juego se siente bien. También quiero crear salas de jue- go en el Reino. Tienen que ser, como este, un sitio que atraiga no solo a la nobleza, sino también a la gente común.
Ignorando mis planes malvados, Kanami-chan se acercó y me miró, con la expresión de Sé consciente de los límites en su rostro. Es un poco pronto para alterarnos por ello pensé, y asentí con la cabeza en respuesta. Mis planes no cambiarían tan fácilmente.
Compré más metales mágicos y otros recuerdos. Y, antes de que nos diéramos cuenta, ya era de noche, y de nuevo entramos en las puertas de [Casa de Apuestas Funeraria].
Al ir al baño, cerca de la entrada, asegurándome de que nadie estuviera cerca, activé el portal. Pasando a la sala de control para personal que se encuentra en el quinto piso, encontramos allí las [Puertas Fúnebres].
Las [Puertas Fúnebres] me permiten moverme libremente de una mazmorra de mi pro- piedad a las otras, sin importar la distancia.
En el lado derecho e izquierdo de la puerta hay estatuas del [Rey Demonio] y el [Empe- rador Demonio], que dan una sensación de estar a punto de moverse. Estas puertas tie- nen dentro de sí un agujero espacial a través del cual no se puede mirar, pero conducen a una mazmorra diferente.
Sí, por muy extremadamente larga que sea la distancia, las puertas te llevan al otro lado instantáneamente. La existencia de estos portales es una de las razones por las que de repente decidí conquistar otras mazmorras en diferentes países. Y en la próxima [Gue- rra Santa] esas mismas puertas jugarán un papel importante, pero eso ya lo contaré más adelante.
Pasando por las [Puertas Fúnebres], salimos muy cerca de la capital del reino, en la maz- morra [Cascadas Fúnebres Hirvientes], la cual poseía.
Nos trasladamos a la planta superior, donde el agua rugía estrepitosamente, cayendo en una enorme cuenca. No le presté atención, usamos el portal y nos mudamos a la habita- ción secreta que había cerca de la salida. Salimos antes de que las puertas se cerraran y, rápidamente, abandonamos [Aquarium].
Esta vez no usamos un transporte, simplemente fuimos corriendo a la capital real. A ve- locidades que superaban un jinete montado, corrimos y corrimos sin parar hasta llegar a nuestro destino.
Antes, Vengador y su compañía no habrían podido soportar tal velocidad, pero tras el entrenamiento en las mazmorras ahora pudieron seguirnos el ritmo. De ninguna mane- ra una persona cualquiera podía conquistar mazmorras de la [Era de los Dioses] con un ritmo tan tremendo. Excepto nosotros.
Por supuesto, seguía matando a jefes, pero la experiencia de los monstruos asesinados era simplemente enorme. Mientras continuaban corriendo en la oscuridad detrás de nosotros, pensé que Vengador y su grupo eran como personas totalmente diferentes comparado con cuando los conocí.
Accedimos rápidamente a la capital, y disfrutamos lentamente de los resultados de nuestro viaje. Por supuesto, hubo algunos acontecimientos sorprendentes por el cami- no, pero todavía tengo en mis manos un montón de delicias diferentes.
Pensando en cómo prepararlas y evaluando nuestros planes para el futuro, seguí ade- lante.