Después de comer un delicioso desayuno, dejamos la ciudad laberinto [Aquarium] sin ninguna pizca de arrepentimiento.
Como siempre, avanzamos un tiempo en el [Milpiés Esqueleto] hasta entrar en el bos- que profundo. Entonces subimos a Tatsushirou. Esta vez, nuestro destino estaba ubicado en el territorio del Imperio Demoníaco Atarakua; una mazmorra de la [Era de los Dio- ses] de clase [Semidivina], el [Museo de Piedra Tallada].
El [Museo de Piedra Tallada] pertenece a las mazmorras de tipo subterráneo y está lo- calizada en la ciudad laberinto de [Stonehenge]. Aunque se encuentra localizada en el Imperio Demoníaco de Atarakua, está más cerca del Reino de las Bestias.
Es complicado llegar hasta ella por tierra, por la dificultad del terreno. Además, en las áreas circundantes a las dos salidas de la mazmorra habitan monstruos con habilidades bastante terroríficas.
Yo no había estado allí en persona, pero gracias a mis clones exploradores, ya tenía un mapa del área en mi cabeza, de modo que fuimos capaces de usar la ruta más corta para llegar.
Es más, no tuvimos que cruzar el terreno. Considerando todos los problemas asociados al relieve, en los cuales no había pensado antes, caí en la razón por la que los residentes del Imperio Demoníaco de Atarakua pertenecen principalmente a razas de demonios y hadas.
Montando a Tatsushirou mientras bordeamos la frontera, empezó a seguirnos algo al rato. Estábamos siendo perseguidos por un grupo organizado de docenas de personas sentadas sobre aves y seres alados pertenecientes a razas de demonios voladores. Nos estaban acechando desde que cruzamos la frontera. Probablemente eran guardias, pues estaban armados con equipamiento de seguridad.
Estaba bastante seguro de que ellos pertenecían al Imperio Demoníaco. Estaban usando la formación más efectiva para la persecución y trataban de alcanzarnos con todas sus fuerzas.
Tatsushirou no es tan rápido como los [Dragones de Viento] o los [Dragones de Tor- menta] especializados en velocidad de vuelo, no obstante, con sus capacidades innatas y los efectos agregados por mi protección, no es que sea lento tampoco.
Puede ir muy rápido, pero aun así es posible alcanzarlo en vuelo a velocidad crucero. Eso sí, hay que tener cierta habilidad para lograr mantener la persecución. De todos modos, esta unidad de acecho me parecía pequeña. Pero volar a máxima velocidad no es tan sencillo porque la fatiga se acumula instantáneamente. Incluso desde la distancia, podías ver la desesperación en sus miradas.
Aun siendo la elite, solo el seguirnos ya estaba presionando sus límites. Bueno, simple- mente no los entendía. En realidad, si nos llegaban a alcanzar estando cansados, en la batalla contra Tatsushirou morirían sin lugar a dudas. ¡No me entraba en la cabeza que no fueran conscientes de ello también! A pesar de todo, trataban de alcanzarnos. ¡Ese es el espíritu!
Mientras trataba de deducir sus tendencias suicidas, la razón se me reveló rápidamente. La razón era yo.
De hecho, me enviaron un mensaje y, para entregarles mi respuesta, utilicé [Invocación Superior: Dragón]. Los infecté con [Parásito] para que, después de que completaran sa- tisfactoriamente su misión, como advertencia, se volvieran un poco agresivos.
Esto era completamente necesario con el fin de medir el potencial de combate de los otros países, el cual no había podido estimar en absoluto con mi táctica de antes. Pues en el Imperio Demoníaco y su vecino, el Reino de las Bestias, los dragones negros fueron sometidos relativamente rápido y causaron un daño mínimo.
Los otros reinos quizás lo pasaron algo mal, pero los detenía una vez pasaban el rango de destrucción estimada. Por muy extraño que parezca, no quiero genocidios sin sentido.
Además, desde el día en que los ataqué, es normal que los países vecinos hayan fortifica- do sus defensas fronterizas más que nunca. Me han sorteado sin cuidado. Y no es que me moleste ese hecho, ya que no puedo hacer nada al respecto. Pero si hubiésemos volado a alta velocidad esto no hubiese ocurrido. Francamente, los subestimé, así que necesito repensar las cosas un poco.
Eso es, ellos no nos perseguían para pelear, sino para saber a dónde íbamos.
Teníamos pocas opciones si los atacábamos, seguro que se separarían en diferentes di- recciones yretomarían la persecución de nuevo cuando avanzáramos. En realidad es bueno que sean tan serios con su trabajo, pero para mí es un esfuerzo innecesario.
Los amenacé porque estaban comenzando a molestarme, y los derribé usando [Creador del Universo]. Aunque ellos no se dividieron, mediante el viento y la gravedad creé en su camino una zona de turbulencias. Cuando pasaron por ahí, flotaron en el aire. Aun con todo eso, hubo una persona que pudo resistir las turbulencias y pasar a través de ellas. Pero bueno, después de presionarlo un poco más, también cayó.
Todos sobrevivieron y volvieron a perseguirnos casi inmediatamente, pero alcanzarnos a esa distancia era imposible.
A pesar de ese incidente, justo después del atardecer, llegamos a salvo a [Stonehenge]. Decidí que para Tatsushirou sería mejor no aparecer muy cerca, así que nos bajamos del dragón estacionando en la tierra e invoqué al [Milpiés Esqueleto]. Gracias a eso, fuimos capaces de apreciar el hermoso escenario que [Stonehenge] ofrece.
Es un valle rodeado por montañas, lleno de riscos y matorrales frondosos dispersos. Es- tábamos en una ancha meseta cuando encontramos las imponentes paredes de la ciudad laberinto [Stonehenge].
Fuimos inmediatamente hacia la enorme puerta de piedra y nos pusimos en línea para entrar. Ya que no había tanto bullicio como en otras ciudades, entramos rápidamente.
La revisión en la entrada fue bastante estricta, pero la mayoría de nuestras cosas estaban en mi inventario. Afortunadamente no tuvimos ningún inconveniente, como el decomi- so de nuestro equipaje. Aunque si hubiese ocurrido eso de nuevo, simplemente habría entrado volando en la ciudad de noche. Pero tuve suerte de no tener que hacerlo.
Lo primero que noté después de entrar a la ciudad fue que era la primera ciudad de este tipo que había visto desde que llegué a este mundo. Las construcciones estaban total- mente hechas de piedra. Había edificios hechos de bloques de roca y estructuras hechas de pequeñas piedras apiladas, pero ninguna casa era de madera.
Era por la naturaleza del terreno en [Stonehenge]; construir una casa de madera allí sería muy costoso, incluso para la nobleza. La roca se encontraba por doquier, así que no tenían necesidad de usar otros materiales. Bueno, dejando las razones de lado, en general todas las casas de la ciudad estaban construidas enteramente de piedra.
La segunda característica más notable era que la mayoría de los habitantes se veían bastante musculosos. Por supuesto, siendo conquistadores de la mazmorra era bastante normal, incluso los vendedores en las tiendas eran unos musculitos con cuerpos bas- tante trabajados.
En la ciudad habitan representantes de muchas razas. Me crucé con gnomos, gigantes y demonios, y la vasta mayoría de ellos era enorme. Una de las razones de este fenómeno era que, en las tres ciudades ([Museo de Piedra Tallada] y dos ciudades subterráneas), la mayoría de los monstruos tenía cuerpo de piedra.
Un monstruo de piedra es bastante resistente ante armas afiladas y cortantes, como espadas y lanzas. A causa de eso las armas más comunes entre los aventureros tienden a ser pesadas como mazas o martillos.
A parte de eso, un montón de gente de aquí trabaja removiendo grandes losas de roca, así que entrenan su cuerpo fácilmente. Además, los locales tienen un estilo de vida muy deportivo, por lo que mi primera impresión fue que era un pueblo un tanto sudoroso.
En realidad, de todas formas, al terminar rápidamente las preparaciones, nos dirigimos inmediatamente a [Museo de Piedra Tallada]. No teníamos más tiempo que perder aquí.
La mazmorra [Museo de Piedra Tallada] era como unas ruinas antiguas. El ancho de los pasillos era suficiente para que varias personas transitaran a la vez, y en los altos techos había minerales dispersos que emitían luz para iluminar los corredores.
Vengador y compañía se adentraron primero en la mazmorra. Esta vez él era la cabeza del grupo, con Kanami-chan apoyándolos desde la retaguardia.
Después de avanzar unas cuantas decenas de metros, dimos con una bifurcación en el camino. Vengador viró hacia la derecha sin dudas y, después de un tiempo, nos encon- tramos unos cuantos monstruos.
Vimos [Lobos Petrificados], unas estatuas vivientes semejantes a un lobo, con [Lobos Petrificados Alfa] en la retaguardia. Rondarían el tamaño de un [Lobo Negro], que creo que es un tamaño normal para un lobo.
Su cuerpo estaba hecho de roca gris y se movían bastante lentos, pero su carga era bastante poderosa. Incluso si bloqueabas su ataque con un escudo, probablemente se rompería.
Había treinta monstruos en el área, pero con el apoyo de Kanami-chan y el mío al grupo de Vengador, lidiar con ellos no les supuso un problema.
De todas formas, los destruyeron casi de inmediato. Efectivamente, al estar hechos de piedra, derrotarlos era bastante complicado. Pero con la suficiente agilidad y destreza, eran solo oponentes lentos. Obviamente, Vengador y sus compañeros no son tan débiles como para tener dificultades con estos enemigos.
Después de eso, vimos [Murciélagos Pétreos Estruendosos]. Aparecieron volando a tra- vés de los corredores, con [ Jabalís Salvajes Picapiedra] dividiendo los pasillos. Soste- niendo espadas de piedra estaban los [Caballeros Estatua] y otros monstruos de roca. Todos nos acechaban cuando avanzábamos.
Por cierto, había bastantes monstruos diferentes del mismo tipo, sospecho que es porque su creador es el [Semidiós de la Piedra Tallada], por lo que unos y otros serían clo- nados repetidas veces.
[Museo de Piedra Tallada] es como un lugar donde el [Semidiós de la Piedra Tallada]
decidió alardear ante los más fuertes. De eso estoy casi seguro.
De acuerdo con mi información, [Museo de la Piedra Tallada] es una mazmorra de tipo subterráneo, con un total de 20 pisos (lo que la hace muy pequeña). Hasta me atrevería a decir que, entre las mazmorras de clase [Semidivina], la complejidad de esta puede considerarse bastante baja.
Este lugar no puede compararse con la mazmorra [Cataratas Fúnebres Hirvientes], la primera que conquisté a solas, ya que esa está más cerca a la clase [Divina].
A pesar de que los monstruos pueden llegar a ser muy fastidiosos, lidiar con ellos no es muy difícil. Además no hay muchas trampas.
Los jefes están en los pisos 5, 10 y 15, pero la estructura de los pisos no cambia mucho y, usualmente, es bastante simple avanzar. Como resultado, en esta mazmorra los explo- radores más experimentados pueden verse profundamente perdidos.
Debido a esto, unas horas más tarde fuimos capaces de llegar al jefe del 5º piso, [Majes- tuosa Estatua Tahití], que estaba esperándonos en el centro de la habitación antes de que llegásemos.
[Majestuosa Estatua Tahití] estaba hecha de piedra blanca, se veía inmaculada y no te- nía ni un poco de suciedad. La estatua tenía la cara de un hombre con suaves y curvas expresiones faciales. Sus ropas no parecían hechas para él, pero su cuerpo se movía como un organismo viviente, exudaba fuerza y, al mismo tiempo, belleza.
Se erguía a cinco metros de altura, y sostenía una honda como su arma principal. Su sólido cuerpo era invulnerable a ataques convencionales y al mismo tiempo era ende- moniadamente veloz. Con ayuda de la honda era capaz de efectuar ataques a distancia, cosa que lo hacía un oponente problemático.
Jefe de mazmorra [Majestuosa Estatua Tahití] eliminado con éxito
Puede desde ahora progresar hasta el siguiente piso sin batallar de nuevo contra [Majestuosa Estatua Tahití].
Ha obtenido el cofre del tesoro [Coloso (Agatemiya)] como bono por derrotarlo por primera vez.
Al final, les tomó alrededor de treinta minutos eliminarlo. El grupo sufrió durante la batalla y afortunadamente nadie murió. Se podría decir que [Majestuosa Estatua Tahití] se lo puso fácil.
Después de la batalla contra el jefe tomamos un descanso. Antes de que Vengador y su grupo continuasen, necesitaban recuperar maná, fuerza y energía. Y aunque ninguno fue herido, igualmente tenían la necesidad de relajarse un poco.
Durante el tiempo de descanso, tomé el cuerpo de [Majestuosa Estatua Tahití], junto al cofre del tesoro que recibí como recompensa por su eliminación, y los envié a mi inventario.
El grupo recuperó su fuerza y su maná usando pociones. Entonces, utilizando sus habi- lidades, se reagruparon y los envié a exterminar a los monstruos en el camino. El joven [Usurpador] lentamente estaba comenzando a tener resentimientos.
El único problema es que no había casi carne de monstruo para comer. Bueno, es lógico,
ya que las estatuas están hechas de piedra.