Esta mañana no refrescó nada. Estaba nublado y por la tarde parecía estar a punto de llover. No podíamos saber si acabaría lloviendo o no, pero a juzgar por la experiencia, era mejor actuar sobre la suposición de que lo haría.
A primera hora, me dediqué a terminar algunos preparativos para cumplir el acuerdo que había hecho. Lo que hice básicamente fue cambiar algunas responsabilidades entre los integrantes del grupo para que todo fuera bien en mi ausencia. A partir de hoy iba a entrenar seriamente con Vengador y sus subordinados. Les había preparado un juego maquiavélico de entrenamiento, que solo sería el inicio de su formación.
Dado que Vengador es el [Héroe de la Luz], me preguntaba si el tiempo no debería ser claro y soleado. Pero, bueno, puede que signifique que sus sueños de venganza aún no deben hacerse realidad. De hecho, de lo contrario, se convertiría en un problema. Si al final todo falla, todo el plan no habrá servido para nada. No podía suceder. Por eso, por el bien de todos, me dispuse a suprimir todos los sentimientos humanos que tuvieran con mi severo programa especial de entrenamiento.
En cualquier caso, por mucho que entrene a Vengador y compañía, hay que tener en cuenta que no todo puede siempre salir bien. No se sabe lo que podría suceder. Con la inminente Guerra Santa, no basta con estar bien preparados, sino que debemos estar preparados para situaciones inesperadas. Así pues, iba a cambiarles el entrenamiento día tras día para incrementar su capacidad de improvisación.
El [Héroe de la Luz] no parecía muy entusiasmado, pero fue capaz de entenderlo. Ad- virtió que no debíamos ser descuidados, ya que las emboscadas acechan en lugares inesperados.
Mientras pensaba en ello, vi formarse una brecha en el espesor de las oscuras nubes sobre mi cabeza; fui testigo de un momento de luz en la mansión, con el sol matutino entrando en la sala como el faro de una bahía.
Hasta pensé que el [Dios de la Luz] había decidido enviarme un mensaje. Aunque, natu- ralmente, habría sido una gran coincidencia. A todo el mundo sin ninguna razón le su- ceden a menudo. Además, eso sería un gesto propio del [Dios Supremo], pero era poco probable que el [Dios de la Luz] conociera mis pensamientos y me hiciera un guiño. Después de todo, en este mundo ni siquiera los [Dioses] son omnipotentes.
Bueno, fuera como fuese, en toda la ciudad, solo mi mansión había sido inundada de luz. Fue un espectáculo bastante bueno. Me conmovió un poco ver las paredes de siempre con una luz nueva. Incluso mejoró el humor de Vengador y sus compañeros.
Después de disfrutar de tal maravillosa escena, decidí comenzar la primera fase del en- trenamiento. Al recibir tal regalo, esperaba que se implicasen al máximo.
Mientras lo pensaba, de nuevo las nubes volvieron a tapar todo resplandor. Pero mi determinación no cambió, de modo que pasé a explicar cómo sería el entrenamiento matutino a Vengador y compañía.
En ese momento, recibí un informe de los [Demonios Comerciantes] que decía que iba a llover, así que primero necesitaba por lo menos asegurarme de sus habilidades. No se lo pondría fácil. Desde la madrugada hasta el mediodía sin descanso, tendrían un enfren- tamiento conmigo. Yo solo contra los cinco.
Su pelea cuerpo a cuerpo contra mí podría haber sido fatal, pero me desempeñé sin llegar a ese extremo. Armado con mi lanza maldita, mi lanza roja, la alabarda que Herre- ra-san mejoró y las partesanas que creaba con mi [Brazalete de Materializacón], luché con el estilo de cuatro lanzas y estuve bien.
Como era de esperar, debido a la severidad y la velocidad de la [Espada Nepésica de la Luz Solar (Hisperiol)] que devolví a Vengador, este consiguió rechazar mis avalanchas de lanzas rojas. Aunque yo traté de evitarlo, ya que era probable que dañase el arma. Por ello tuve que tomar un par de golpes con mi cuerpo.
Noté todos sus golpes, pero debido a la armadura viva que poseo, la cual absorbió la mayor parte de los impactos, no me lesioné de gravedad. Con un cuerpo de Overlord tan extremadamente fuerte como el mío, ni siquiera necesité usar ninguna habilidad.
No atacaban con toda su fuerza, pero podía ver la expresión de furor en la cara de Ven- gador, y luego comenzó a atacarme aún más. En respuesta, hice que mordiera el polvo con mi lanza roja.
Resumiendo el resultado de la formación, terminó con Vengador mucho más fuerte, como un [Héroe] debe ser, absorbiendo todo lo que le enseñé. Con ello yo también me volví mucho más fuerte. Aunque el resultado del enfrentamiento es obvio.
Habiendo terminado con mi ataque de lanza roja, casi de forma unilateral lo atesté de golpes, cubriendo todo su cuerpo con una serie de heridas graves. Aunque la lucha no estuvo muy nivelada y la mayoría del tiempo solo atacaba yo, si me distraía alguno de los otros, entonces Vengador aprovechaba para golpearme. En otras palabras, ahora es más obstinado.
En cuanto a sus cuatro compañeros, intentaron enviar ataques contra mí, pero los des- vié sin dificultad con mis tres lanzas. Cada uno de ellos era tenaz y rápido, pero no lo suficiente para distraerme. Aunque me lanzaron bengalas y explosiones, con mi nivel, lo que estaban haciendo no me afectaba.
Cuando desbloqueé sus habilidades ayer, recibieron una mejora global sustancial, ade- más de una gran oportunidad de destacar en el área particular relacionada con su espe- cialización.
En este nivel, son muy superiores a los monstruos locales o la élite real. Pero, aun con todo, todavía no es suficiente para hacerme un rasguño. Son polluelos que todavía no han salido del cascarón. De todos modos, no me apiadé de ellos y les di su merecido para que espabilaran.
Cuando empezó a llover, detuve el entrenamiento momentáneamente, los cuatro respi- raban exhaustos, tumbados en el suelo y bañados en sudor. Vengador, aunque apenas podía moverse, todavía se aguantaba de pie, pero había perdido casi toda su potencia y velocidad; su estado era bastante lastimoso. A pesar de eso, el [Personaje Principal] y los [Personajes Secundarios] del Salmo mostraron fuerza y dignidad. Creo que tienen talento, y sin duda son tenaces.
Una vez terminamos, tenía que tratar con otros casos, ya que me contactó un demonio comerciante. En la capital que dejamos hace unos días temporalmente no debería ha- ber grandes cambios. Como mucho habría que subir el precio de algún producto o, por ejemplo, diseñar un nuevo atuendo, y luego ponerlo a la venta.
O aquello era lo que imaginaba... Debo admitir que tal vez subestimé la capacidad de los demonios. Mirando el informe, una sonrisa de satisfacción apareció en mi cara. En tan poco tiempo, el demonio comercial logró llegar a un acuerdo con un comerciante muy rico y absorber completamente su empresa.
Gracias a su trabajo empresarial fue capaz de ampliar significativamente nuestra red de clientes, extendiendo el alcance hasta los países vecinos. Como resultado, el beneficio de la tienda aumentó cinco veces, y sigue en expansión, lo que refleja bien la supremacía de [Parabellum].
Tantos cambios han causado una ligera confusión, pero gracias al manual preescrito, no surgió el caos. Ese fue el reporte que me llegó.
En primer lugar, el proyecto que en un par de años iba a darnos el monopolio del co- mercio en la capital, gracias a las maniobras encubiertas, fue detenido. Lo que la gente pensaba ¡Quién quiere comerciar con un demonio! ¡Seguro que se aprovecha de los flujos de efectivo de la capital del reino! es ya cosa del pasado.
Desafortunadamente no le hace ningún bien al actual propietario (Principesa). Ella de- bería defender que las cosas como esa se hicieran fuera de su reino, en el territorio de otra persona. ¿Pero por qué nos pelearíamos si somos amigos?
Sin embargo, una vez estuvo fuera de mi posesión, los morosos con afán de suicidarse o vender sus tiendas, dejaron de temer por sus vidas. Pero, vamos a ver, ¿qué es lo que tanto temían? Yo simplemente tenía buenos trabajadores.
Por supuesto, una gran parte de todo esto llegó a mí por la información de clones. Me enteré de que algunos comerciantes nos cobraban honorarios fraudulentos, y les di la opción de absorber sus negocios o morir. Estoy en pleno derecho de utilizar esa infor- mación sin hacerlo público. Todos habrían salido vivitos y coleando después de cederme sus empresas. ¡¿Tan terrible era?!
Solo implicaba que una pequeña oficina del tres al cuarto se convirtiera de repente en una gran corporación. Su sello habría pasado a ser de una escala industrial, con la capacidad para lograr la subyugación de la economía del continente. En eso se habría convertido su vida, que en comparación con lo que tiene la gente común, no es poco.
Pero bueno, visto el caso tendría que crear mis nuevas tiendas desde cero. Tengo que dejar una herencia así que necesito tenerlo todo atado.
Considerando los cambios en los planes, miré la lluvia que caía por la ventana. Sin parar, chocaba contra el cristal, probablemente no pararía hasta mañana. Por algún motivo me puse sentimental.
Lo siguiente que hice fue la producción en masa de [Demonios Comerciales]. Si llega a suceder algo, oraré por sus víctimas.