Nos despertamos antes del amanecer y montamos en Tatsushirou, el dragón que reviví y dejé a cargo del Volcán Fúnebre. Su velocidad de vuelo era flipante, llegamos a la ciudad laberinto Radha Rodara casi de inmediato.
No era conveniente saltar desde el cielo como la última vez, así que entramos por el camino normal a través de la puerta interior.
Tuvimos que hacer cola, pero como era temprano en la mañana pudimos entrar sin esperar mucho. A pesar de ser de madrugada, la ciudad ya estaba despierta, y la vida florecía en ella.
Comimos algo similar a döner kebab3 de camino, era bastante sabroso. Al parecer lleva- ba ingredientes del laberinto cercano, y la calidad de la carne era buena a su manera. Por supuesto, todo el secreto del sabor estaba en la forma de cocinarla.
Intentaré hacer lo mismo, pero con carne de dragón. Estoy seguro de que estará delicioso,
¡cómo no podría estarlo!
Pensando en ello, en lugar de dirigirnos directamente a la casa, cada uno de nosotros se fue por caminos separados. Afortunadamente no nos quedaríamos aquí mucho tiempo, ya que no teníamos muchos artículos personales. Sí que podíamos comprar espadas y libros mágicos o ropa aquí y, gracias a mi inventario, guardarlos no sería mucha moles- tia, pero no teníamos nada más que hacer.
Cuando todo el mundo hubo comprado lo que quería en las numerosas tiendas de ma- gia de todos los tipos, cosa que por suerte no tomó mucho tiempo, nosotros, los nueve demonios, regresamos a la Capital Real del Reino Sternbild.
Los miembros de Corazón de Serpiente se quedaron allí a trabajar. En el poco tiempo desde que nuestra tienda abrió, habíamos sufrido abusos de otras compañías (gente que se quejaba irracionalmente de la calidad de los productos), así como algunas acciones ilegales contra nosotros (intento de incendio intencional y de secuestro del personal).
Se me ocurrió que podría encontrar y contratar agentes de policía entre los residentes de la Ciudad Laberinto, pero decidí no hacerlo para que la gente no sintiera que no te- níamos el poder para resolver estos problemas por nuestra cuenta.
No podía llevarme a ninguno de los miembros de nuestro grupo presentes aquí, ya que su poder era necesario. Por ese motivo, esta vez, solo regresamos los 9 demonios.
Cambié al joven empresario rubio de ojos azules por otro clon más fiel a mi imagen para
3 Literalmente, «carne a la parrilla que da vueltas». Es una comida turca.
cuidar la tienda y el personal. Se quedará aquí no solo para vigilar, sino también para ayudar con el negocio de la tienda. Eso fue lo último que hice para poner las cosas en or- den antes de irnos en el ciempiés esqueleto y partir de la ciudad laberinto Radha Rodara.
El momento de nuestra partida atrajo aún más atención que cuando llegamos. Los ros- tros de la multitud reflejaban miedo, interés, admiración y muchos sentimientos con- tradictorios.
Después de conducir una distancia considerable, tomé el milpiés esqueleto del inven- tario y le pedí a Tatsushirou que lo llevara. En vez de viajar por tierra como siempre, quería saber su velocidad máxima, capacidad de carga y rango de vuelo.
Estaba satisfecho mirando su apariencia elegante mientras tomaba fácilmente los enor- mes pesos combinados de Asue y Minokichi en el cielo. Ciertamente podría haber subi- do la velocidad inmediatamente pero, ya que estábamos, decidí contemplar el paisaje a mi alrededor.
En este vasto mundo, existen algunos fenómenos misteriosos. Por ejemplo, por encima de un bosque, en el cielo, en varias alturas había innumerables pedazos de rocas de varios tamaños flotando. Aparentemente estaban habitadas por monstruos de tipo vola- dor. Otro ejemplo, alrededor de un vertedero había una amplia gama de flores de varios colores increíblemente hermosos. Pero entre ellos había néctar de plantas carnívoras devoradas por el [Colibrí Escarlata]. O por ejemplo, en un amplio río, había innumera- bles peces flotando que podían verse incluso desde el cielo. Parecían del tamaño de un puño, pero su tamaño real estaba cerca del de una casa gigante. O bien algunos picos de montaña cubiertos de nieve que alcanzaban las nubes, su enorme cráter se confundía con el sol creando una vista demoníaca.
Admirando la vista de esos grandes lares, hacia la noche llegamos a un lugar cerca de la capital del reino. Con la increíble velocidad de Tatsushirou, incluso tomando una ruta indirecta, llegamos a nuestro destino muy rápido.
Teniendo en cuenta que un antiguo dragón gigante probablemente causaría pánico, aterrizamos en el bosque, donde los árboles bloqueaban la vista. Nosotros bajamos y Tatsushirou regresó rápidamente al Volcán Fúnebre. Apenas unos segundos después de que despegara, ya lo perdimos de vista. Puse mis parásitos dentro de él, de modo que podría contactarlo en cualquier momento.
En el milpiés esqueleto llegamos rápidamente a las puertas de la Capital Real. Hacía tiempo que no la veía, pero la puerta de la capital era bastante impresionante. Era una magnífica estructura cargada de historia.
En la entrada, el joven guardia a cargo de la puerta ya nos conocía. Pudimos entrar rá-
pidamente usando el pase que recibí de Principesa. Dentro continuamos avanzando en el milpiés esqueleto. Era probable que causara pánico y confusión no deseada, pero no me preocupaba.
El milpiés esqueleto nos esconde bien. Somos difíciles de reconocer desde el exterior. Sin embargo, el servicio de la araña esqueleto ha llegado a ser cada vez más popular y los ciudadanos saben a qué organización pertenece debido a los conductores y los anuncios. Sin embargo, al ver la versión mejorada, el [Milpiés Esqueleto], incluso los niños podían adivinar a quién pertenecía. En otras palabras, parecía que incluso si nos ocultábamos, todos sabrían que habíamos llegado a casa.
Entre los lugareños que se habían reunido para vernos, había fanáticos por todos lados que, sin importar su edad, se pusieron de rodillas.
No podía imaginar lo que sucedería si de repente veían nuestras apariencias. Cuando salimos, opté por usar un abrigo de mercenario largo con una capucha.
Al llegar a la casa, finalmente pude abrazar a Auro, Argento, Oniwaka y Pelirroja. Me había estado comunicando con ellos a través de los clones, pero ya quería verlos con mis propios ojos.
Después de celebrar nuestra llegada, disfruté de los platos preparados por el cocinero. Lo vi tan cansado tras haber cocinado para todos que le dejaré probar la carne de dragón la próxima vez.