Por la mañana, inmediatamente me puse en contacto con Pelirroja. Quería saber más sobre los nuevos poderes que había desarrollado y cómo los consiguió, sin embargo, resultó que todo era exactamente lo mismo que con Oxidado, pues evolucionó sin hacer nada fuera de lo común.
Después de eso, tuve un desayuno rico en nutrientes preparado por mis subordinados con instrucciones mías. Luego, Kanami-chan, Minokichi-kun, Asue-chan y yo dejamos la Ciudad Laberinto, para probar nuestras fuerzas en el [Volcán Fúnebre].
Afortunadamente, la nieve acumulada anteriormente se había derretido haciendo que caminar fuera mucho más fácil. Sin embargo, caminar no es muy divertido, así que asegu- rándonos de que nadie estaba cerca, llamé a Tatsushirou, y volamos a [Volcán Fúnebre].
Al llegar a la entrada, utilizamos el bucle espacial y nos teletransportó al mismo lugar donde había disfrutado por primera vez de la carne de dragón con Kanami. En la actuali- dad, había un nuevo jefe de mazmorra, una [Emperatriz Dragona de las Llamas] de color negro, lo cual se debía probablemente a mi dominio sobre la mazmorra.
Por lo general, ella estaría durmiendo, pero ya que llegué, reaccionó y despertó. Al le- vantarse de su sueño comenzó a preguntarnos sobre el propósito de nuestra visita, a lo que le dije que me gustaría tener un duelo con Minokichi, porque me gustaría comparar nuestras fuerzas y ver cuánto ha crecido mi rival.
La [Emperatriz Dragona de las Llamas], inmediatamente de acuerdo con mis deseos, se levantó y trató de volar, recogió una gran cantidad de poder mágico en sus dedos, abrió sus alas y su cuerpo empezó a levantarse de repente en el aire, y desapareció instantá- neamente en algún lugar del cielo.
Viendo esta escena, la excelencia, la fuerza y la grandeza de un dragón me maravilló una vez más. Asue y Kanami también estaban en peligro aquí por lo que les pedí que vigilaran la guarida de la Emperatriz Dragona de las Llamas.
Asue, que antes era [Demonio de la Mina (Señora de la Tierra Subespecie)], ahora ha podido convertirse en el ser [Emperador] de una clase superior. Es de la raza [Senten- ciadora de la Faz Infernal (Subespecie)], por lo que tiene una protección bastante fuerte contra ataques como el relámpago, y ahora es capaz de soportar uno de mis golpes.
Kanami, a pesar de que parece frágil, no es alguien con quien meterse y también puede parar un golpe. Un ataque débil ni siquiera dejaría un rasguño en su piel, y un ataque fuerte, incluso si rompe a través de su defensa, sería detenido por sus duros pero flexi- bles músculos. Incluso si se enfrentara a un ataque que podría dañar sus múltiples pro- tecciones, debería ser capaz de sobrevivir y recibir tratamiento antes de morir.
Tienen protección, en esta forma al menos, y lo más probable es que no mueran por ca- sualidad. Pero de todos modos estaba preocupado, así que les di nuevos objetos mágicos con efectos más fuertes en comparación con los que poseían anteriormente, mejorando aún más si cabe su defensa. La mayoría de lo que les di era instalable, cosa que no es muy conveniente si se quiere cambiar, pero una vez puestos simplemente no se rompen. Pensando que era una buena ocasión, decidí actualizar la armadura de las dos. No cam- bié su forma general, pero mejoré el material y el diseño, y mucho más diría yo.
Además, el hecho de que todos los artículos que les di habían sido producidos usando materias primas extraídas de la mazmorra de la [Era de los Dioses], por lo tanto las habi- lidades que sus armaduras poseían eran mucho mejores que las anteriores. Los ataques débiles no les harán ni un rasguño, por lo tanto aumentarán en gran medida su capaci- dad de aguante, mientras que seguirán teniendo sus capacidades propias.
Habiéndome preparado para la posibilidad de una reacción violenta por el nivel de pelea que alcanzaron las chicas, volví mi atención a la Emperatriz Dragona de las Llamas y Minokichi. Él anteriormente era un [Minotauro (Subespecie)] y se ha convertido en un miembro de la raza [Gran Rey Toro del Relámpago (Gigaminotauro Especie Superior)] después de [Evolucionar]. Las habilidades de esta raza son muy superiores incluso a un ejército. Sin menospreciar la capacidad de un [Emperador] y centrándonos en las habili- dades personales y la fuerza de ambas clases, la habilidad de un [Rey], pese a que ambos estén entre los 8 Generales Demoníacos, lo convierte en el representante de la raza más poderosa. Esto significa que su poder se hizo significativamente más cercano al mío.
Su cuerpo ha crecido aún más, en comparación con antes. Sus músculos parecen barras de hierro enrolladas que rodean su cuerpo, y están cubiertos de piel morada con tatuajes del color del oro blanco.
A menos que fuera la espada mágica de un [Santo], nada podría perforar su piel. Pero una vez toqué las partes cubiertas de pelo, era tan agradable que no quería dejar de hacerlo; sentí que quería acariciarlo para siempre. Su piel es extremadamente adictiva.
Sin embargo, no se puede acariciar durante tanto tiempo, pues su lana crea rayos blan- cos con la fricción. Aunque a menos que Minokichi lo quiera el rayo no causa daño a otros, más vale evitar la posibilidad de hacer daño a sus camaradas. Por mí no hay pro- blema, ya que gracias a mis habilidades [Inmunidad al Calor] y [Absorción de Calor] puedo bloquear su rayo, pero prefiero ser previsor con los demás, ya que estamos aquí para luchar. Además, en el caso de un rayo dorado, existe la posibilidad de que [Inmu- nidad al Calor] falle.
Afortunadamente, este relámpago no puede considerarse un ataque, ya que es algo que su cuerpo produce naturalmente. Bueno, cuando Minokichi se tensa ligeramente, los rayos dorados a su alrededor comienzan a cortar furiosamente el aire, y el aire a su alrededor empieza a temblar. Por eso creo que le va a ser útil, ese es precisamente el bene- ficio del ataque. Si inadvertidamente queda atrapado en un fuego cruzado, su oponente puede morir en el acto.
Me gustó hacer ese descubrimiento de Minokichi hoy. Cuando me enfrenté a él, no tuve nada que objetarle a su fuerza bruta. Por razones bastante obvias, llevamos a cabo la lu- cha sin armas. Mirándonos fijamente y sin sonido alguno, nos precipitamos a la batalla.
Cada choque causaba varios cambios en el paisaje local, pero seguimos luchando hasta tarde en la noche. Al final de la lucha, la resistencia de ambos ya estaba agotada por muy infinita que sea, ya que peleamos empleando toda nuestra fuerza sin ninguna inte- rrupción. Aun así, el ganador del encuentro fui yo... obviamente. Aunque la diferencia entre nosotros no era tan grande. Aparentemente encontró una nueva habilidad llamada [Daño Físico Penetrante]. Es un ataque que Minokichi puede usar incluso cuando está completamente agotado, y todavía causa daño.
Además de [Daño Físico Penetrante], la subyugación resultante de la mazmorra le ha concedido [Teoría del Resplandor de Dragón] y otras habilidades bastante misteriosas como [Haz de Relámpago Divino Letal].
Como resultado de todas ellas juntas, después de una cierta cantidad de daño, empecé a notar el daño de tipo relámpago. Es difícil de entender pero, aun si no te hace daño, cuando un ataque pasa a través de tu cuerpo, causa una sensación que es realmente des- agradable. Entonces sí que pude notar el crecimiento de Minokichi en mi cuerpo.
Mientras tanto, Kanami y Asue nos habían preparado un tentempié, así que al terminar nos tumbamos en el suelo allí mismo. Solo estaba ligeramente abatido, pero por el he- cho de que mi piel se hizo más fuerte no me molestaba dormir. Alzando mi rostro, podía ver todo el claro cielo nocturno. Debido a la mejora de mi visión, no solo puedo ver las estrellas mucho más brillantes, sino que distingo incluso el polvo en el aire. A veces este tipo de cosas me podrían ser ventajosas. Pensando en eso, me acosté para dormir correctamente.
[Akitainu (Kobold Samurái)] despertó como uno de los 18
Caudillos Demoníacos bajo el título [Perro Fiel Adalid].
[Therese E. Eckermann (Hidalga)] despertó como uno de los 18
Caudillos Demoníacos bajo el título [Brillante Hidalga Justa y
Misericordiosa].
Antes de quedarme dormido, vi esas notificaciones en mi cabeza. Sinceramente, Hidalga superó mis expectativas. Aunque la última vez no le di nada, esta vez tenía que darle buenos regalos.