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Chapter 244 - Día 231

Por la mañana me desperté y lo primero que hice fue enterarme de la situación de Ven- gador. Se ve que conoció a dos personajes secundarios de su Salmo [El Valiente Héroe Luminoso Que Guía Legiones], la [Bruja de la Llama Mística] y la [María Misericordio- sa]. Quise que me contase exactamente qué había pasado y quiénes eran.

En resumen, de acuerdo con su historia, estaba con Oxidado, Surcado y otros compa- ñeros, viajando por el Reino para entrenar. Pararon en un pueblo situado en la frontera entre el Reino Sternbild y el Imperio Kirika.

No era su idea estar mucho tiempo, pero decidieron echar un vistazo después de oír acerca de la buena reputación del pueblo por parte de un [Vendedor Ambulante] que llevaba productos lácteos sabrosos de allí. Oxidado dijo: Está cerca, podemos comprar algunas cosas, ¿no? No nos demoraremos mucho. Y como resultado hubo un pequeño cambio de planes.

Aun así, su plan era comprar algunos recuerdos y reanudar rápidamente la marcha. Pero en el camino a la aldea, vieron a algunas personas del lugar con miradas de miedo, un gran número de heridos, y rastros de destrucción reciente a la distancia. Preocupados por la situación en el pueblo, dejaron a Surcado, así como a los claramente reconocibles representantes no humanos con el fin de reducir el impacto en aquellas personas, y solo los seres humanos entraron en el pueblo.

En contraste con sus expectativas, pasaron sin obstáculos por el pueblo, pero cuando trataron de averiguar lo que había sucedido, la gente salía corriendo apresuradamente tan pronto como intentaban acercarse a ellos. Se miraron entre ellos extrañados, dándo- se cuenta de su fallo.

Vengador y Oxidado no eran ciudadanos ordinarios, sino militares que habían sido da- dos por muertos en las batallas del Gran Bosque. Si el hecho de que habían sobrevivido salía a la luz, podría causar un montón de problemas. Por lo tanto, cuando salían afuera, tenían que ocultar sus identidades con una [Máscara de Demonio Furioso].

Por eso, cuando el pueblo vio que Vengador y compañía llevaban unas máscaras como esas tan despreocupadamente, la gente interpretó que era un grupo armado asaltante aproximándose. Pese a que no hicieron nada al pueblo, su reacción era comprensible.

Cuando se dieron cuenta de que ir con la cara cubierta, desde el punto de vista de la gente común, no proporcionaba mucha seguridad, fue demasiado tarde.

Involuntariamente pensé Qué estúpido. Pero era algo que no podía ser remediado. Lo único que podían hacer era arreglar la situación e intentar no volver a fastidiarla. Cuan- do vuelvan, les daré una buena lección.

Después de alejarse, los pueblerinos se quedaron mirándolos escondidos. Nadie iba a salir a hablar con ellos. Pero eso no era un problema. Aunque la mayoría de miradas estaban llenas de miedo y rabia, también las había que parecía que acabaran de ver a su archienemigo.

Además, en las sombras de los edificios, había hombres ocultos armados con palos y azadas. Parece que hasta hubo uno que se puso demasiado nervioso y trató de agredirlos físicamente. A pesar de que es algo inusual para un pueblo de campo, supongo que es- taban preparados para que un día ocurriese. Pero Vengador estaba seguro de que había algo más.

Si no hacían nada, tarde o temprano iban a ser atacados y la situación podía llegar a po- nerse tensa. Por ello, Vengador y compañía se quitaron las máscaras y escondieron sus armas, lo cual demostraba que no significaban ningún peligro para nadie. Anunciaron que todo lo que querían era hablar con el jefe local del pueblo. Acto seguido, se sentaron en el suelo a su espera.

Un un aldeano con una gran cantidad de arrugas en la frente se les acercó con temor. Les contó su historia y les invitó a la casa del jefe del pueblo.

Una banda de ladrones conocidos como [Osos Fogosos Rabiosos] era el grupo responsa- ble de la situación de la villa.

Su líder era un oso pardo armado con un hacha enorme de doble anillo, montado en su [Caballo Luminiscente], un caballo con cascos rojos luminosos. Esta banda atacó el pue- blo hace pocos días. Los hombres de la localidad se unieron y fueron capaces de luchar, incluso se deshicieron de algunos de estos criminales. Eso me sorprendió bastante. Pero, por desgracia, su defensa fue destruida, y varios bandidos lograron abrirse paso secues- trando a algunas chicas jóvenes.

Después de llegar a un punto muerto, los malhechores hicieron sus demandas a cambio de las chicas: Si quieren que vuelvan ilesas, nos dan el oro. Si nos lo dan de forma inme- diata, vamos a devolverles las niñas, pero si llaman a refuerzos, no vamos a garantizar su seguridad. Después de eso desaparecieron.

Después de que la banda de ladrones abandonó la aldea, los muertos fueron enterrados sin distinguir entre bandidos o aldeanos, con el fin de no causar ningún problema. Y sopesaron los gastos de reparación a las casas rotas en un futuro próximo.

En los pueblos pequeños como este, los habitantes se tratan como familia. Desde la infancia, habían crecido todos juntos, se habían ayudado a diario unos a otros. Así, de- cidieron entregar el oro y rescatar a las chicas.

Sin embargo, la cantidad solicitada por los bandidos era grande. Dada la necesidad de reparar el pueblo, pensando en el futuro del mismo, no era una cantidad de la que se podían deshacer tan fácilmente.

Puede sonar inhumano, pero que un centenar de aldeanos se vuelvan extremadamente pobres por un par de hijas del pueblo es preocupante en sí mismo. Buscaron diferentes maneras de hacer algo, el día de pago especificado se acercaba y ellos no llegaban a una solución.

Los bandidos establecieron un momento de encuentro por la tarde, y los aldeanos entra- ban cada vez más en tensión a medida que pasaba el tiempo. Y justo entonces llegaron Vengador y su grupo. Por eso los confundieron con los bandidos que atacaron el pueblo, generando tal reacción. Y yo pienso... ¿no contribuyó también la máscara a su odio?

Y justamente le tocó pasar por eso a mi pobre Vengador, quien aborrece este tipo de gente ya que también aniquilaron su pueblo natal. Asumió sin pensarlo encargarse de ellos y apenas se contuvo en la exterminación de los ladrones. Los demás ni siquiera se involucraron. Solo Vengador se lo tomó como algo personal. Además, si participaban Oxidado y el resto, acabarían por no ganar suficiente cantidad de experiencia.

Sin conocer este razonamiento, el jefe del pueblo y los aldeanos tomaron una posición de extremo respeto ante él, ya que Vengador se comportaba de un modo inusual para ellos.

Así, la misión de eliminar a los bandidos inició por la tarde. Docenas de bandidos que habían ido al pueblo para recoger el rescate fueron reducidos inmediatamente por Ven- gador, sin alguna escapatoria. Sin embargo, no trajeron las chicas consigo, por lo que fueron capturados para averiguar el lugar donde se encontraban recluidas.

Como todo está admitido en los métodos de tortura de «Parabellum», hábilmente adqui- rieron la información y se deshicieron de los bandidos restantes.

Vengador se encargó de la limpieza del resto de miembros de la banda, mientras el resto permaneció en el pueblo. En el momento de su partida, el sol se había puesto ya. Era una noche nublada, así que nadie lo vería. Podría haber prendido una luz, pero con el fin de tender una emboscada, no lo hizo. Haciendo uso de sus capacidades excepcionales de percepción, fue capaz de moverse sin problemas, incluso en la oscuridad.

Es más, la oscuridad se convirtió en su herramienta para ir eliminando gente sin ser detectado. Los bandidos y el oso estaban dando un banquete en su campamento, en un claro del bosque. Solo tenía que esperar el momento adecuado para garantizar la seguri- dad de las muchachas del pueblo, y matar a los bandidos con un ataque rápido. Ese era el plan.

Al acercarse, Vengador vio algo que no se esperaba. La base de los [Osos Fogosos Ra- biosos] era un campo de antorchas encendidas, los candentes cadáveres de ellos y sus caballos estaban por todos lados con expresión de agonía. Cuando les dio la vuelta, los cuerpos tenían innumerables moretones y estaban hinchados como una rana, aparente- mente de los repetidos golpes.

Dado que les habrían atacado durante su fiesta, había muchos platos esparcidos alrede- dor y restos de comida cocinada, contenido de botellas rotas de licor que aún no había penetrado en el suelo, espadas largas rotas, corazas con fuertes blindajes dobladas, así como otro equipo dañado.

El fuerte olor de sangre culminaba la escena., con un humo negro en carpas de madera. Los cuerpos esparcidos apestaban terriblemente al estar ardiendo. Apestaba a vísceras, heces y orina. Todavía había algunos vivos, pero estaban tan gravemente heridos que tan solo podían ver las crepitantes llamas envolviendo su cuerpo.

Claramente, alguien se había encargado de aniquilar a la banda, y aquello eran los restos de su obra.

Al darse cuenta de lo sucedido, Vengador se dispuso a buscar a las muchachas del pue- blo. Las encontró un poco lejos con la ropa rasgada y con pinta de haber sido apaleadas sin compasión. Junto a ellas, descubrió también a dos mujeres con armaduras visible- mente caras. A juzgar por las circunstancias, las dos bellezas habrían salvado a las chi- cas. Pero cuando les preguntó por los detalles de lo sucedido, ellas le atacaron.

Resultaron ser personajes secundarios de su salmo personal, la [Bruja de Llama Mística] y la [María Misericordiosa]. Después de reaccionar violentamente, le explicaron que perseguían a un ladrón que les había robado dinero y le confundieron con él.

Habían preguntado a las chicas antes de actuar, y llegaron a esa conclusión al no reco-

nocerlo. Al fin y al cabo, si atacaban por sorpresa tendrían más ventaja.

Pese al malentendido, Vengador salió victorioso de la contenida sin problemas. Si hu- biera sido el de antes, podría haber perdido debido a la natural y sofisticada compene- tración entre ellas.

Con tan solo una armadura común, y sin artículos mágicos ni sus fuertes protecciones divinas y artes, no fue capaz de mostrar todo su esplendor. Sin embargo, gracias a la preparación que le había dado para situaciones como esa, pudo lograr la victoria.

Aturdió a ambas y las ató con cuerdas. Confiscó su equipación y les preguntó por lo sucedido. Las chicas del pueblo entraron en pánico al ver que su pareja de salvadoras había perdido, pero al final de alguna manera todo se calmó. Vengador sugirió irse de ese lugar que parecía un matadero.

Las muchachas obedecieron la orden. Comenzaron a recoger las cosas más útiles que una vez pertenecieron a la banda de ladrones mientras los cadáveres seguían ardiendo en llamas. Después de terminar los preparativos necesarios, despertó al dúo de heroínas para informarse de su versión de los hechos, junto con la de las muchachas del pueblo.

El adormecido dúo se percató de que estaban atadas, pero entendió la situación y no enfureció. Se dieron cuenta de que estaban equivocadas al considerar que Vengador era un bandido y, como compensación, el dúo decidió disponerse a Vengador durante un tiempo.

En líneas generales, esa fue la historia. En mi opinión, sonaba un tanto familiar. Fue bastante coincidencia que todo se desarrollara sin ningún contratiempo. Supuse que probablemente estaría destinado a ello debido a su salmo.

Así, consiguió a dos subordinadas. Pero no podía acceder a ellas sin mi consentimiento, así que no les encargó ninguna misión. Después de escuchar la historia, le confié el dúo. En cuanto a las lesiones, él apenas se hizo un rasguño. Aun así, las pociones mágicas de Alquimista-san sanaron sus cuatro arañazos.

Y puesto que la cantidad de objetos obtenidos de los bandidos no fue insignificante, se podría decir que algún beneficio salió de ello. No tenía nada que objetarle a Vengador. Desde luego, sus personajes secundarios probablemente ayudarían también en el futuro.

Pero había algunas cosas que no entendía y quería hablar con ellas directamente. A pesar de que la información venía directamente de la persona más involucrada, no se puede confiar plenamente en la información de segunda mano. Por lo tanto, tuve una entrevista con ellas a través del transmisor y, al no ver ninguna incongruencia, no vi problema en particular y di mi aprobación a Vengador. De ahora en adelante, serían sus compañeras. Y eran tan competentes que les pediría un nivel muy alto.

Junto con las negociaciones y la recopilación de información, así pasó todo el día. No obstante, la bebida del laberinto de la ciudad «Radha Rodara» era tan deliciosa, que des- pués de un día tan estresante me emborraché. Sí, fue inevitable.