Mmm, tal vez fuera un poco precipitado, pero empecé a plantearme cosas sobre los paraberangers. Ellos son los 5 goblins que una vez decidieron que era una buena idea atacarme en medio de la noche. Los contraataqué rápidamente y desde entonces han trabajado hasta la médula para mí como esclavos. El día que me atacaron fue con la bue- na intención de ayudar a sus compañeros muertos de hambre, solo querían compartir mi pan con los hambrientos.
Básicamente, indirectamente trataron de salvar a los débiles, un deseo bastante inusual para el goblin promedio, ya que está en la naturaleza de uno omitir a los fuertes y opri- mir a los débiles.
Bueno, yo no los llamaría renegados o justicieros, sino que solo parecía que los cinco se habían reunido en un mismo lugar con una misma meta. Los paraberangers, tanto para villanos como para enemigos, si pedían misericordia, se sacrificaban sin dudar. En cir- cunstancias normales, mantienen la mente fría, pero si uno de sus compañeros, mujeres o niños están en peligro y no los pueden salvar, se angustian mucho.
Se ve poco que un ogro tenga una mentalidad similar a los seres humanos, así que su- pongo que solo se puede atribuir a su individualidad.
Personalmente no lo veo como algo malo. En primer lugar, gracias a dicha personalidad, los 5 tienen una confianza superior y trabajan duro más allá de sus capacidades, convir- tiéndose así en activos importantes para mí.
Los paraberangers estaban estacionados en la frontera entre el Reino Sternbild y el Im- perio Kirika. Justo hoy habían salvado un grupo armado bajo el asalto de unos orcos, rescatando a la hija de un conde del Imperio Kirika. Ellos simplemente no podían aban- donar el grupo humano y por lo tanto se precipitaron directamente a ellos para salvarlos galantemente.
La hija del conde iba acompañada por un destacamento de guardias musculosos, que se había retrasado intentando combatir con los orcos. La horda de orcos estaba siendo liderada por un orco mago.
El resultado de que los paraberangers se unieran a la lucha fue la aniquilación total de los orcos. Entonces ellos se reunieron con la hija del conde que pidió su escolta, ya que sus guardias actuales habían sido enormemente reducidos durante la lucha. Al ser completamente incapaces de rechazar la petición de la mujer, los 5 duendes están ac- tualmente acompañándola a medida que se adentran en el territorio del Reino Sternbild.
Parece que la hija del conde viajaba siendo monitorizada, llevando documentos de Prin- cipesa. Me olió a algo poco importante, por lo que no me interesé por los detalles. Kana- mi-chan está a cargo de los honorarios por nuestros servicios así que no era necesario que me involucrara más.
De regreso a los negocios, después del desayuno abrí la puerta de la habitación del jefe y empecé a esperar. En el quinto piso había una habitación bastante amplia, de forma cuadrada, con paredes que tenían que medir al menos 100 metros. Las paredes estaban decoradas igual que los pasillos, hechas para parecer similares a las de un templo, el aire que se respiraba era puro.
Pensé que si hubiera monstruos no-muertos aquí, creo que les haría un daño serio el aire limpio. Bueno no podía quedarme con la duda, por lo que invoqué a un esqueleto negro para probarlo. Se convirtió en humo casi inmediatamente.
En el techo estaban las caras de innumerables dioses, con 5 pilares pintados en homena- je a los Grandes Dioses en el centro de la habitación. El pilar negro muy probablemente representaba al Gran Dios del Origen y Fin.
En esa columna había la representación de alguien, en realidad no estaba claro si se tra- taba de un hombre o una mujer. En sus manos, sujetaba una lanza forjada de infortunios. Se suponía que tenía la misma protección divina que yo, por lo que me resultaba fami- liar a pesar de ser la primera vez en mi vida que lo veía. Me despertó cierta nostalgia.
Así, mientras caí en un estado de estupor menor mirando la representación del guerrero oscuro, el agua comenzó a brotar en cantidades masivas desde el centro de la habitación. Rápidamente inundó todo el piso de esta enorme sala, elevando los niveles de agua tan alto como mis caderas antes de que finalmente se detuviera.
Estaba inusualmente fría, dar un solo paso dentro de ella helaba todo mi cuerpo. Tengo resistencias, pero el frío todavía hacía efecto.
Solo estar de pie en ese heladero me sacaba la energía del cuerpo. Fue entonces que, al parecer, lanzando agua a su alrededor en un caos con una gran forma similar a un cuer- no, un cuerpo brotó a la superficie como si fuera la cabeza de una ballena.
Era enorme, tenía 8 piernas sobresaliendo y 4 profundos ojos rojos que observaban sin descanso su alrededor.
La mole cubierta por una densa piel que desprendía un brillo metálico ultramarino. El monstruo era simplemente masivo, medía casi 15 metros de largo, unos de 7 metros de altura y 5 metros de ancho. Era el jefe de la planta 5, Warpidron.
Los ataques básicos que tenía se basaban en ataques de relámpago, además golpeaba con su cuerno. También disparaba chorros de agua a tanta presión que fácilmente podrían cortar el acero, y los usaba para limitar el movimiento del enemigo. Usaba sus 8 patas y su larga cola para moverse a través del agua a una velocidad alarmante.
Normalmente los aventureros pelearían contra esta bestia con un grupo entero, ya que era más poderosa que un jefe intermedio de un calabozo.
Cuando pienso en la forma en que el agua me llegaba hasta la cintura, el terreno era en gran medida una ventaja para Warpidron. La enorme cantidad de agua no impedía el movimiento de mi enemigo, sino que era una ventaja para ella, ya que es una bestia marina. El agua le sirve para reforzar su poder.
Y bueno, ahí estaba, de pie delante de esta bestia, entumecido de pies a cabeza en esas aguas amargas. En el momento en que sentí la presencia de un oponente fuerte, mi ape- tito despertó muy dentro de mí. Deseaba con ansias comer esa cosa entera. Como no había necesidad de suprimir este intenso deseo, saqué la alabarda de mi inventario y la levanté con un grito de guerra. Con esto comencé la batalla.
Jefe de Mazmorra [Warpidron] eliminado exitosamente
Yatendouji puede desde ahora progresar hasta el siguiente piso sin batallar de nuevo contra [Warpidron].
Yatendouji recibe el artículo raro [Cuerno Tormentoso de la
Gran Ballena] como bonus por derrotarlo por primera vez.
Yatendouji ha recibido de habilidad adicional [Latido
Acuático] por el logro [Victoria En Solitario].
Después de aproximadamente 20 minutos, el agua aún no había disminuido, así que me limité a sacar los tesoros de Warpidron. Había una mezcla de varias cosas: oro, plata, piedras preciosas, mithril, metales raros mágicos y varias piezas que parecían ser arte. Bueno, si Herrera-san y los enanos los utilizaban para trabajar, incluso ellos podrían empezar a triunfar.
Bien, las recompensas en esta ocasión fueron bastante buenas, no me quejo. En algunos juegos de mesa había varios cofres de alta clasificación con varias recompensas. En el cofre más grande estaba el [Cuerno Tormentoso de la Gran Ballena], que terminó siendo el más raro de los elementos que he mencionado antes. Decidí volver más tarde por más y poner todo en mi inventario.
Entonces fui a por el recubrimiento de la propia Warpidron. Le retiré el cuerno, le dividí el cráneo y le saqué los ojos. Le quité las 8 patas gigantes, corté su cuerpo en pedazos y me quedé con la larga cola entera.
Warpidron tenía una vitalidad bastante alta por lo que tuve que lastimar bastante cada parte de su cuerpo antes de que muriera. Al seccionar su cuerpo, los órganos se derra- maron por todas partes. La carne de la preciosa cola resultó bastante dañada también.
Al principio parecía que Warpidron era un enemigo fuerte, pues soportó mis mejores habilidades y se defendió durante un tiempo; debido a eso, era normal que su cuerpo estuviera un poco maltratado.
Incluso acabé perdiendo mi mano viva (la mano derecha), lo que me causó un poco de pánico. No esperaba menos de un jefe de tan alto nivel, pero contraatacó en el momento que me relajé. Sin embargo, una vez que empecé a probar su carne, la mano se me recu- peró sin problema. La carne era simplemente asombrosa.
Habilidad [Cuerno Cargado de Rayos] aprendida
Con esta habilidad, era capaz de disparar rayos de mis tres cuernos. El destello que gene- ro es bastante brillante por lo que se me hace difícil ver en ese instante, pero el poder es bestial. Puedo utilizarlo sin ningún tipo de preparación o enfriamiento, por lo que tiene un factor de comodidad. Y puedo combinarlo con [Maestro del Trueno] para aumentar aún más la potencia.
Tuve la tentación y fui a disfrutar del cerebro. Lo había golpeado bastante fuerte, por lo que estaba cerca de ser una sopa cuando fui a comerlo. La sensación que me dio fue como si el idioma de la bestia estuviera envolviéndome, aunque su sabor era más bien básico.
El cráneo era tan duro como el metal, a pesar de que tenía un sabor salado bastante intrigante al mismo tiempo. Terminé mezclando varias partes y disfruté de mi comida.
Habilidad [Silbido de Ballena] aprendida
Habilidad [Grito de Batalla] aprendida
Pues bien, como era de esperar de un jefe intermedio, la dificultad de la mazmorra fue intensa. Aparte de haber comido en cantidad y calidad, me fue bastante fácil ganar unas habilidades, así que estaba excepcionalmente feliz. Por supuesto, me comí la mayor par- te de los restos, pero dejé algunos para llevarlos de vuelta.
Tal vez mejoren un poco el estado de ánimo de Kanami, y les daré algo a mis hijos tam- bién. Probablemente acepten con gusto algo que se disfruta tanto.
Bueno, dejar de comer fue más difícil de lo que pensaba, así que tuve que esforzarme al poner el resto en el inventario mientras me moderaba. El riesgo de que el resto fuera absorbido por la mazmorra también jugó un factor.
Después de terminar, atravesé una puerta que había aparecido después de mi victoria. Detrás de ella, encontré una escalera.
Al bajar, me di cuenta de las decoraciones y los patrones familiares en las paredes de los pasillos. El concepto era el mismo, pero los patrones eran más complejos. El aire era aún más denso que antes; no podía darme el lujo de relajarme.
Ni siquiera tardé unos pasos antes de que se dispararan explosiones de agua dirigidas a mi corazón. Diez percas plateadas me atacaron, las aplasté a distancia y su carne sonó al caer mientras yo me iba.
La meta de hoy era llegar a salvo hasta la habitación del jefe del décimo piso.