Temprano por la mañana, mientras dormía en la arena, una voz proveniente del pen- diente me despertó. Eran Supesei-san y Burasato-san con un mensaje:
Hemos conseguido una gran cantidad de tesoros e información.
Lo cierto es que aún seguía medio dormido debido a mi agotamiento del día de ayer, así que pregunté:
¿Qué pasa tan de repente?
Al parecer, habían matado a algunos ladrones humanos y tomaron sus tesoros. Sin em- bargo, lo «invirtieron» todo en excelentes armas y grimorios sin pensar en las conse- cuencias.
Mientras juraba nunca confiar los fondos del asentamiento a esas dos, decidí compartir
un poco de información con ellas.
¿Recuerdan a los goblins que no aceptaron mi liderazgo y abandonaron el grupo? Fue- ron los únicos a quienes entregue cuchillos de mithril como regalo de despedida. En ese momento les demostré lo afilada que estaba la hoja al cortar mi dedo y usé la sangre que derramé para crear un pequeño clon y pegarlo a ellos para seguirles el rastro. Y, mientras estos chicos se movían, poco a poco fui capaz de completar mi mapa mental de esta área.
En cualquier caso, parece que hace varios días algunos humanos finalmente los atacaron y asesinaron. Fue lamentable que no pudiesen ganar, a pesar de que estaban equipados con cuchillos de mithril. Un grupo de ladrones bastante competentes los asesinó y se quedó con todos sus tesoros.
Decidí informar de ese grupo de ladrones a ellas dos.
Aunque siempre es bueno notificar de cualquier grupo de ladrones, ya que mataron a muchos de mis conocidos, no puedo decir que tenga buenos sentimientos por esos la- drones.
Después de terminar mi explicación, decidí volver a dormir.
Cuando me volví a despertar, Minokichi-kun se me acercó y pidió volver a entrenar. Debido a eso, continué practicando con él durante la mañana. A pesar de ser increíble- mente pesado, era muy rápido. Esto, combinado con la flama especial y los ataques con relámpagos que desencadenaba continuamente, hacían a Minokichi-kun un oponente formidable. Además de eso, parecía que mientras más ataques recibía de él, mi [Resis- tencia] poco a poco era incapaz de hacerles frente.
Por la tarde, fui donde Herrera-san y los enanos para que pudiesen comenzar la producción de varios objetos. Quise intentar hacer una pistola que usara pólvora, sin embargo,
debido a varias razones, decidí abandonar esta idea.
Voy a tener que idear otra cosa.
Tal vez pueda usar piedras espirituales y magia para solucionar este problema, creando una pistola de piedras espirituales o una pistola mágica, no obstante, sería muy proble- mático si esta o el concepto de tal arma cayera en manos equivocadas.
Tal vez pueda instalar un mecanismo dentro de estos objetos, algo como que «no puede ser usada por nadie que no sea un miembro del grupo.»
Mientras reflexionaba en eso, tomé un descanso donde los duendes, para así crear un
escudo de armas para el asentamiento.
Bueno... ya que realmente no tengo ninguna habilidad artística... Encargué el diseño a una mujer con [Profesión Pintora]. Las especificaciones del diseño fueron simples; crear un ogro negro deformado con tres cuernos mostrando sus colmillos.
Ya que no teníamos los materiales necesarios para todo lo que necesitábamos, decidí enviar a uno de los humanos, que mostró uno de los niveles más altos de obediencia, a la ciudad en un águila falaise para que comprase suministros.
En un águila falaise pueden montarse 2 humanos o 3 goblins pequeños. Cabe señalar que montarla no es confortable, además se necesita una buena cantidad de práctica para poder manejarla. A pesar de ello, estoy pensando seriamente en capturar más de ellas.
Después de mi cena, Burasato-san me contactó de nuevo para informarme que la cacería de los ladrones humanos se completó con seguridad. El grupo de bandidos fue destruido completamente y habían obtenido unas cuantas gemas preciosas.
Antes de terminar la conversación con ella, les dije que regresaran lo antes posible. Además ya se lo había dicho a los otros grupos, así que todo el mundo pronto debería regresar a casa.
El cuarto grupo que había tenido problemas de cooperación, al parecer finalmente fue capaz de trabajar junto, más o menos. Así que eso era un problema resuelto. Como esperaba, comer y superar una diversidad de situaciones mortales todos juntos, fueron herramientas útiles para forjar fuertes lazos entre ellos.