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Desde que el Rottweiler fue adoptado, todavía no se lo podía creer o tal vez si, para el desde que nació, pensaba solo servir o ser la mascota del primer humano que le crío, tal vez sea su instinto, pero más venía de el, desde pequeño decidió jurar lealtad al humano que le trate con cariño, le dará su lealtad hasta el fin de sus días, sería su amigo eternamente y le apoyaría en todo lo que sea posible.
Esa primera impresión lo tuvo desde que conoció a su primer humano, quién cuido de el y de sus hermanos los primeros meses, le demostró y esa fue su primera impresión de esta raza que cuida de ellos, así que el solo quiere devolver el favor pero a un nivel mucho más grande, le nace del corazón cumplir hasta el final esa meta, aunque su personalidad no es la mejor que se acomode para ello.
Los primeros días desde que llego a esta nueva casa con su ahora nueva dueña, que cuando estaba en la tienda lo veía casi todos los días y se formo desde ya que una relación más cercana a futuro aparecería. Nunca se le quito la idea de que quizás un día esta niña de vestido sería la siguiente quién le cuide.
Cuando regresaba de la escuela, lo primero que hacía Damisela era poder ver como estaba su perro, y siempre le daba la gracia de que le esperaba en la entrada, siempre sentado sin ladrar ni hacer otro gesto. A palabras de ella, era como ver un adulto en el cuerpo de un niño.
『Awwww, eres tan tierno! hahaha』-『Pero, no te cansas esperar en el mismo lugar? yo no soportaría quedarme quieto unos minutos』(゚ペ)?
『Por eso en el colegio eres quién más llama la atención, si tus padres se enteran que tienes rojos, uhhhh la que se va a armar』Σ( ̄□ ̄lll)
『Esa es la clave Mr.Chochi, nunca se deben enterar』 (≖ლ≖๑ )フ
『Y si llaman directamente a tus padres....』 (`_´)ゞ
『Bueno, entonces le diré que tu me incitaste 』 (」・ω・)」
『Pero que dices!!!! pedazo de mocosa!!!!』 Σ(;・益・;;;)!!!
Hubo una conversación nuevamente contra Damisela y Mr.Chochi, es divertido ver esto ya que literalmente ella misma se esta peleando contra ella misma, el Rottweiler al ver esto, siempre tiende a girar la mirada por que no entendía lo que estaba pasando. Rápidamente la niña tapo la boca del peluche, mientras tomo al Rottweiler en sus brazos y se lo llevaba a su cuarto.
『Tengo muchas cosas que contarte mi caballero! Sabes este día----------』
Se cerro en su cuarto y platicaba con su amigo canino de lo que le paso este día, también esto era muy peculiar de ella, que al llegar lo primero sea contar como le fue en su escuela, la forma dinámica y divertida, de seguro por que se esta esforzando en no aburrirse, que incluso forzaba sus expresiones, hacia que sea muy vistosa nuevamente. Cuando terminaba de contar lo que le pasaba, era hora de hacer la tarea, la niña era responsable, creo que estaba para más decirlo, así que cuando era hora de estudiar para un examen o hacer la tarea, se concentraba más en ello que en sus alrededores, es el momento en donde ahora ella tiene que ser más serio que todos, pero si hablamos de seriedad, parece que le llego competencia.
『...Oye.....oye...oye.....ah!!!! Eres más serio que yo! Bien ahí mi caballero! NO! Mal ahí mi caballero! Se supone que tengo que hacerte más liberal, así que es un si o un no?? Espera! Me acabo de desconcentrar en lo que estaba haciendo, eso es bueno o es malo en lo que yo busco? Hahahaha solo te quedas sentado y con eso ya me revolviste todo el cerebro, si que eres una maquina mi caballero』(>_・ )
Damisela, ella solita se hizo todo un quilombo con algo pequeño, sacar tantas cosas de una simple acción o de la nada, vendría a ser eso una ventaja o desventaja? depende como uno lo vea y lo necesite, Damisela se lo estaba pasando bien y esa sonrisa cada vez era más presente, cosa que aunque no lo expresaba
Rottweiler estaba contento de que con lo que hace, haga contento a su nueva dueña.
Cuando salían al patio, la imagen normal de una niña y su mascota es que ambos estén jugando, entre todo lo divertido que hay, pero lo único divertido que había aquí solo era la niña, ya que el Rottweiler como te la habrás imaginado, si, estaba serio sentado ahora en el pasto. La niña pensaba en una forma de poder divertirse junto con el canino, ya que pensaba quizás no quiera correr. Así que de una, armo el juego del Té, poniendo sillas, mesa, las comidas, y claro, al Rottweiler y a Mr.Chochi para que puedan comer juntos.
『Aquí tiene mi caballero, te de hierbas extraídos desde las montañas del océano, toma』
Y como si estuvieran rolleando, Damisela empezaba a ella misma dar vida a su hogar, como mayormente o siempre lo fue. Así fueron los días pasar, Damisela se esforzaba en poder hacer contento a su amigo mascota, las ideas eran tantas que los usaba todas, pero al usarlas con tanta velocidad y ellas mismas pensarlas, se terminaban rápido y poco a poco se quedaba sin ideas. Más que desestresarse al tener una mascota, más le traía pesos encima, llegando incluso a veces estresarla al no lograr ningún cambio. Y esto mismo lo sintió el Rottweiler de que como a los primeros días su dueña estaba lleno de vida, pero poco a poco esa energía que tenía se desvanecía, es lo normal, si no hay resultado de algo en lo que le pones mucho esfuerzo, tarde o temprano llegaras a voltear y no girar la mirada nuevamente.
Esto lo pensaba el pequeño cachorro que ya tenía sus semanas aquí, ya conocía como era el hogar y la rutina de esta familia, los padres se iban temprano, sin antes dejarle comida para todo el día en el refrigerador, su dueña, Damisela se iba al colegio donde a veces también se llevaba a Mr.Chochi, así que al final de cuentas, el se la pasaba mayormente solo, esperando sentado a que su dueña regrese.
Esto le empezaba a molestar al canino, ya que se supone que no debe ser así, el vino para poder dar vida a este hogar que de por si ya estaba más que muerto, ahora Damisela intenta a él animarlo, es como que le quitaba parte de su vida y el se lo quedaba para no hacer absolutamente nada. Le molestaba no poder cumplir su papel que el mismo se puso, el de ser un apoyo para su humano o los humanos. El canino después de pensarla mucho, decidió en que debe cambiar su personalidad, si sigue estando serio este hogar terminara de verdad muerto con todos sus habitantes.
『(Cuando venga Damisela, le voy a ladrar, pero solo ladrar? Los demás perros de la tienda saltaba, movían la pata, y hacían diferentes movimientos para alegrar a los humanos, creo que yo debo hacer lo mismo)』
El canino Rottweiler estaba empezando a dar sus primeros pasos, el ahora sería quién de el primer paso para la diversión, pero cada movimiento que hacía, cada levantada de pata, los saltos, parecía ser un robot, no le nacía de el hacer todo ese afecto, si no que se sentía obligado a hacerlo por el bien del otro, pero si eso era lo que se necesitaba para que su dueña este alegre, entonces no le molestara tener que hacerlo todos los días. Nuevamente el Rottweiler se quedo sentado en la entrada, esperando que su dueña vuelva para poner el practica al fin lo que pensó *tick* Se escucho como la puerta estaba siendo abierta, rápidamente el Rottweiler quién estaba esperando el movimiento, se estaba preparando para actuar como cualquier perro que se alegra al ver a su dueño, estaba pensando en hacerlo o no hacerlo, si saldrá bien o saldrá mal, quizá sea vergonzoso, le pasaba muchas cosas para que no lo haga. Iba a dar un ladrido pero este se detuvo al escuchar un sollozo.
『*sonríe* Sigues ahí, eres un buen chico, podrías quedarte sentado un rato más?』
La niña Damisela dijo sin más al ver a su mascota, se podía escuchar como su voz no era el mismo, como si estuviera ocultado un dolor, estaba ocultando que había llorado al estar regresando a su hogar, la niña lentamente se iba a su cuarto, era raro, ella siempre se iba de forma veloz, tomando de los brazos a su mascota y también a....
『(Donde esta Mr.Chochi?)』
El canino se preguntaba al ver que no estaba en los brazos de su dueña, Damisela sin más estaba como destrozada, que no tenía fuerzas para nada, solamente quería hundirse en su cama y esperar que pase un milagro, ese momento en donde deseas que lo mal que nos paso o hemos hecho, se solucione de la nada, pero no, nunca pasará tal cosa, nadie es tan bueno para concedernos un capricho de esa manera.
El Rottweiler estaba preocupado por su dueña y que es lo que pudo pasar, sentía que estaba mal y que el como su amigo, debe de poder ayudarla, pero como, aquí es donde el canino alegre y divertido hace olvidar a su dueño las cosas malas con sus travesuras e insistencias, pero el no es esa clase de mascota. Mientras pensaba en que podría hacer, su cuerpo se movía solo, camino hasta el cuarto de su dueña y la vio tirada en la cama con los ojos cerrados dando inicios de que lloró un rato más.
Lo que paso a continuación no se puede describir fácilmente, la pequeña niña recordó que debe de darle comida a su mascota, llenarle el plato, y también de limpiar lo poco que ensucio en el hogar, tenía que levantarse y abrir los ojos no voluntariamente, si no para que las cosas no empeoren. Pero lo que vio al abrir los ojos, fue a su mascota, quien subió ayudándose de demás muebles pequeños, el Rottweiler estaba encima de su cama, al frente de su rostro, y nuevamente con su patita toco la nariz de la niña pasando a lamer nuevamente sus lagrimas.
『(Se que no soy el mejor para consolar, pero.....por favor, déjame estar contigo en tu tristeza)』
El canino se decía en sus pensamientos, finalizando chocando su frente con la frente de la pequeña niña, este simple gesto del canino hacía su dueña, le hizo que le brillen los ojos a la niña, y sonría entre sus lagrimas secas que el canino pudo secar. Donde nuevamente el Rottweiler paso a hacer un gesto raro por nuevamente lo salado que eran las lagrimas. Donde la niña sonrío de alegría por que no se esperaba que aquel perro serio sea quién le suba los ánimos en este día. Las cosas después de unos minutos se calmaron y la niña pasaría a contar que es lo que paso.
『La verdad es que, me quitaron a Mr.Chochi *sonríe* 』
Era demasiado obvio lo que había pasado y estaba ocurriendo, Damisela contaba a su canino amigo que ya desde hace tiempo, su escuela le había llamado la atención por ir siempre de manera extravagante a la escuela y no respetar el uniforme que tienen, le hicieron muchos avisos de que venga con el uniforme de su escuela, pero ella siempre hizo lo que quiso y venía con su vestido tal cuál una damisela. Y no era lo único que se traía al colegio, si no también su peluche Mr.Chochi, con quién conversaba incluso en medio de la clase con el, causando así más revuelto entre el colegio. Puede que haya sido aplicada, cumplir con las tareas y ser de los números más altos de la escuela, pero no pueden hacer la vista gorda todo el comportamiento de más que tiene, si no esto puede volverse una cadena, de que si se lo permiten a ella solo por ser buena, los demás alumnos también empezarían a hacer lo mismo.
『Me llamaron la atención varias veces, los conté, me dieron un total de 5 meses en donde pude ir con mi vestido, pero parece que ya llego el día, me quitaron a Mr.Chochi por no cumplir con lo que dijeron, estoy triste y enojada? claro que si, pero que puedo hacer, es mi culpa por hacer lo que quiero, sería muy cara dura reclamar cuando me dieron más que tiempo suficiente y soportándome, así que si quiero recuperar a Mr.Chochi devuelta *suspira* Tendré...que ser yo misma *sonríe*』
Las razones estaban más que claras, no había nada más que hacer ante este problema que ella misma se puso, y ella lo toma como lo justo por que eso es, además en el momento en que lo quitaron, pidió que no llamen a sus padres, que no tienen tiempo de arreglar sus problemas, que ella misma lo hará y todo ya será diferente a lo que antes era. Con esa promesa entre los profesores y Damisela, le devolverían su peluche si ella mejora en el tiempo que se le dio, después de contar, la niña paso a ser sus deberes, también cocino tanto para ella y el canino, pero a la hora de servir la comida, se dio cuenta que había servido un plato de más, ese plato era para su peluche.
『Cierto, que ya no esta, hahaha..... también soy terrible, gasto comida de más en alguien quien no come』-『Pero tenerlo, me hacía sentir más segura』
Paso a comer también lo que había servido para su peluche, donde el canino no sabía que podía hacer para hacer que su dueña pueda estar mejor, se pensaba varias veces, de que si habría una forma de que las cosas mejoren. Parece que aquí hubo un gran cambio desde que le quitaron a Mr.Chochi y ya no llevar el vestido, el estilo de cabello como de una damisela, ahora vestía y se veía como cualquier niña de su edad, el primer día en que por fin ya no iba como siempre suele ser, se miro al espejo y trato de alagarse ella sola.
『Esta ropa es bonito, me queda bien, verdad? Con esto perteneceré a su grupo, espero que me vaya bien, verdad mi caballero?』
El Rottweiler dio un ladrido para dar su aceptación a su dueña, donde esta sonrío y ya era hora de volver, no se sabe que es lo que paso este día en que por fin fue como alguien normal a su escuela, nuevamente como siempre, el pequeño Rottweiler espero en la entrada a que volviera, cuando por fin volvió la niña, parece que le fue bien, no estaba triste ni decaída, tal vez al inicio tenía dudas de como se vería en general ella, pero no, no había nada de que preocuparse.
『Estoy bien mi caballero, por que me pondría triste, al por fin ser como los demás *sonríe* 』
Pasaron a jugar ambos, y mientras lo hacían, la niña le contaba a su mascota de como le fue este día, y cada rato se podía escuchar y repetir la palabra "normal". Los días pasaron y pasaron donde ella tenía que ir como tiene que ir una persona que esta en su lugar, ahora si completa al 100% los estándares de una estudiante, buenas notas, buen uniformada y un buen comportamiento, todo esta yendo bien, y esto que tendría de malo? Nada, no tiene que tener nada de malo, eso lo define la persona en situación, es su decisión final. Pero rápidamente de lo bien que iba todo, sus notas empezaron a bajar, de lo dinámica y energética que era, paso a volverse cada vez una chica tímida que perdía la confianza de sus alrededores. Antes cuando sus amigas le decían para salir o comer juntar por la escuela, lo aceptaba con ganas, pero esta vez los rechazaba una y otra vez, incluso si podía evadía a los profesores, ya sea si los encuentra o si les llega a preguntar cualquier cosa.
『Estoy bien, solo que no es el mejor momento』-『Mis notas....le pondré más ganas, remontare y todo volverá a estar bien』-『Lo siento, puedo ir al baño? es que de verdad me urge ir』『Yo también llevo el mismo uniforme....siento que ya no destaco como antes, no me digas que en este lugar también voy a estar vacía.....』
Claro que no estaba bien, poco a poco empezaba a decaerse y haber un bajón muy fuerte en todo su ser como persona. Se sentía incómoda ahora en su colegio, cosa que antes no había ocurrido hasta ahora, le estaba matando las tantas cosas que quería decir y soltar, pero si lo hace nuevamente será regañada y no quiere eso, tener que guardarse y ser tal como es no le gustaba para nada. Al estar alistándose para ir al colegio, siempre miraba su vestido que estaba colgado en la pared, y pensaba muchas veces en volvérselo a poner e ir como siempre fue en su momento, pero si lo hace no recuperara a su peluche y quizás las sanciones sean mucho más graves.
Y esto el Rottweiler lo sabe perfectamente, de que esta pasando algo malo con su dueña, no pensó que en quitarse unas pocas cosas insignificantes como lo es su manera de vestir o lo que siempre lleva, le afectaría tanto, tal vez lo que uno no valga nada, para el otro vale un tesoro, cada quién le da el valor a cada objeto, ya sea emocional, o comercial. El Rottweiler entendió en estos casi 2 meses que paso que la que ve ahora es la verdadera Damisela, una niña con miedo, con miedo de llevar a todo lugar vacío infinito que sentía, se le complica poder actuar de forma liberal como mayormente lo es, ya que no esta en su papel, si, para cumplir con lo que quiere se creo un papel, otro personaje donde pueda hacer todo lo que ella quiere sin pensar en lo demás, y le sirvió, ya que mejoro en muchos aspectos positivos más que negativos, ella no se sentía segura de ella misma, así que con el vestido y el peluche, ella gano confianza en poder ser aquella persona que pueda hacer amistad con todos y hacer lo que se le propone.
Si ella no hubiera estado con el peluche y el vestido en el momento en que su familia le propuso la idea de la mascota, nunca lo hubiera tenido, nunca hubiera enfrentado a su madre. Nunca hubiera mejorado sus notas y ser mucho más sociable que eso desde un inicio quería su familia, que se desenvuelva ante lo demás y no se quede atrás, el personaje del vestido más la ayuda del peluche le dio el suficiente valor como para cumplir lo que se le propone, uso la medida drástica de la imaginación, cosa normal para cualquier niño, ahora que no lo tiene, esta volviendo su verdadero yo, cosa cuál no le agrada tanto, ya que le gusta más su personaje que creo que ella misma.
Con todo lo anterior el Rottweiler decidió hacer una cosa simple, si el problema es eso, entonces hay que recuperarlo, sin que se diera cuenta Damisela, el Rottweiler se metió en la mochila para poder ir al colegio y ver que es lo que pasa ahí y recuperar el peluche. El canino en medio de ir al aula, movía sus patitas para poder escapar de la mochila, cosa cuál lo logró y ahora se encontraba en el interior de la escuela. Con su olfato este buscaría donde podría estar el peluche, su lógica era que si su dueña recupera el peluche, todo volverá a ser como antes, tal vez sea mejor no seguir siendo aquel personaje y que ella mejore, pero todavía es una niña, ya le ayudará a definirlo y ayudarlo en su problema más tarde. El objetivo al final del Rottweiler será, que tome valor de aquel personaje que creo su dueña para ella usarlo un día, es el mejor cuidado y crecimiento que le puede dar.
El canino buscaba pero no se dio cuenta que había alumnos por el pasillo que lo miraban, cuando los niños gritaban de que había un perro e iban a acariciarlo, el Rottweiler hizo algo que no creyó hacer, tener que correr a toda velocidad, si Damisela no quería perjudicar a sus padres, el no quiere llegar a perjudicarla, el canino se corrió por casi toda a escuela, aunque sea un cachorro, bueno no tan cachorro, daba a entender que su raza era muy resistente, dejando a varios niños detrás.
El olor del peluche lo llevo hasta la oficina del director, que ahí es donde se encontraba, por suerte el director acababa de salir y esto aprovecho el canino para poder entrar a escondidas, alzo la mirada y notó que el peluche se encontraba arriba de uno de los escritorios del lugar, no lo podía alcanzar por la altura, en este momento el Rottweiler le hubiera gustado ser un gato, ya que estos pueden saltar varias veces su altura, pero este perro a las justas puede subirse a un mueble pequeño. Por suerte el peluche estaba en una esquina del escritorio, tal vez el director lo usaba como adorno para que se vea más divertido su lugar de trabajo. No había mucho que hacer, empujarlo imposible, tumbar el escritorio menos, no tenía la fuerza suficiente. Mientras buscaba vio que había una ventana tapada con persianas que llegaban hasta el suelo para que no entre el sol, en eso pensaba en como conseguir más fuerza, lo suficiente para hacerlo caer, en eso recordó a su hermano que le insistía en jugar, de como este hizo fuerza y por un mal movimiento, este fue jalado por si mismo con fuerza, tal vez pueda hacer lo mismo pero con la tela de la persiana.
Así que tomo con su pequeña boca la tela y lo empezaba a jalar lo más que pudiese, donde ya al estar cerca del escritorio, empezó a jalar con más fuerza, acumulándolo todo en un solo lugar, su plan era que el salga volando hacía atrás, jalaba y jalaba donde vio el momento adecuado en donde soltarlo. POMM!!! Este dio una embestida de espalda y cabeza producto de su plan al escritorio, le dolía la cabeza que hasta lo dejo atontado, pom, pero no era momento de desmayarse, el peluche. Mr.Chochi cayo encima de el.
Ahora solo tenía que buscar a su dueña para poder entregarle el peluche y ver como mejoran las cosas, buscaba con el olfato mientras arrastraba con su mordida el peluche, al final nuevamente en su salón de Damisela, alzaba la mano para poder ir al baño, no le gustaba el ambiente si no podía ser su personaje. El Rottweiler seguía buscando a su dueña, donde escuchaba pasos gracias a sus oídos, tenía que apresurarse ya que un maestro viene, los pasos cada vez se hacían presentes que el perro por fin parece darse cuenta que esta en un peligro.
El profesor que pasaba por el lugar paso sin ningún problema, y siguió con su camino, cuando el perro se dio cuenta, estaba en los brazos de su dueña Damisela, sin perder el tiempo, el perro empezaba a ladrar, pero rápidamente la niña le decía que no ladre e incluso le tapaba la boca, rápidamente entendió el Rottweiler que paro al poco segundo.
『No entiendo como es que llegaste aquí y además recuperaste a Mr.Chochi, de verdad que eres.....un perro divertido *sonríe* 』
Desde hace tiempo, que la niña Damisela no sonreía de esa manera, era una sonrisa de gratitud hacía su mascota, ya que sabe que el fue quién le recupero su peluche, de que estaba preocupado por ella y quiso ayudarla en lo que pudiese. En eso pensaba el canino que ya todo ahora esta solucionado, de que su dueña volverá a ser la de siempre y podrá mejorar tanto emocional y personal. El director estaba volviendo con unos pan con melón, parece que compró varios.
『Sr. Director! Por favor tome, parece que se le perdio』
Damisela aprovecho en ver al director para entregarle el peluche que el canino tanto se esforzó en recuperar, cuando vio eso no evito estar confundido y volteo a ver a su dueña, donde le susurraba que le perdone. El director estaba confundido ya que no sabe por que el peluche no esta en su oficina, mientras que pensaba que quizás la culpable haya sido la niña.
『O también puede que este tan aburrido que decidió dar un paseo? Verdad Director?』
Una sutil oración para bromear con la situación, el director agradecía de que le devuelva el peluche, y por ser sincera le regalaba un pan melón de los tanto que tenía. Mientras estaban regresando, la pequeña no sabía que hacer ahora que su amigo esta acá, lo pensó tanto pero tanto que al final solo llego a una conclusión.
『Gracias, nunca pensé la verdad que harías algo que no fuera muy de ti, prácticamente te convertiste en un espía hahaha, recupere un poco de confianza gracias a ti, y me hiciste ganar puntos permanentemente, ya se lo que voy a hacer, esto será un gran paso para ti como para mi』
Alegre la niña Damisela corría por los pasadizos junto con su amigo en brazos, ver como el cachorro hizo algo increíble por ella, le dio la confianza suficiente de ya no tener aquella actitud y empezar a mejorar de verdad, aunque todavía necesita de compañía para hacerlo, pero un avance es un avance.
『Profesora!!!! y compañeros!!! Les presento a mi caballero! El es el amiguito que me a estado apoyando estos últimos tiempos!! Se preocupo de que este mal que vino conmigo sin que me diera cuenta, por favor, podría quedarse con nosotros hasta la salida? No se preocupe si hace un desorden, el es muy serio y ordenado, verdad que si amiguito? *sonríe*』
El Rottweiler ladro para dar una respuesta, donde no evito emocionarse Damisela y paso a abrazarlo y darle cariño que hace tanto tiempo no le da, la profesora no sabía que decir ya que fue muy repentino pero los alumnos estaba curiosos, que sin perder el tiempo al ver un animalito, fueron rápidamente corriendo por el.
『Hey! Es el perro que vimos por los pasadizos!』 『Tenias un perro? Que lindo que se ve』 『Cuando hablabas de un caballero pensé que te referías a un chico』
Los niños se reunieron alrededor de Damisela y el Rottweiler, los halagos y todo el cariño que les daban era totalmente natural, la niña estaba contenta por esto, tanto de ella por poder hablar y comportarse de esta forma siendo tal cual ella, y por su amigo que por fin se mostró a más gente. El canino estaba aunque no diga nada, contento, este sentimiento de agradar a los demás, de querer protegerlos y cuidarlos, también de apoyarlos le agradaba un montón. La profesora llamo la atención a los alumnos para que no hagan desorden, donde sin perder tiempo, Damisela colocó a su caballero encima del escritorio de su profesora, mientras le acariciaba la cabeza.
『El estará atento siempre maestra, así que no se preocupe』
Con un pulgar arriba, Damisela se iba a su asiento, pero esta vez ya no era como los días de bajón que tenía, sino que ahora se veía como resplandecía más por decirlo de una cosa, y era por que se sentía segura teniendo a su amigo canino con ella, quién por este día se apoyara en el. La maestra estaba con dudas, pero luego vio como el perro como postura sentándose y mirándo fijamente a todos los alumnos.
『Ciertamente, es muy tranquilo y serio tu mascota, Ahane Nori』
Decía el nombre de la niña Damisela quién ella estaba avergonzada al inicio, pero después sonrío de manera avergonzada hacía todos sus compañeros. Este sin pensarlo fue un gran día para ellos y un gran paso para ambos, ya que pudieron crecer de una manera extraña, Nori poco a poco ganaba confianza más en si misma sin ya tener que recurrir al personaje de Damisela, mientras que el canino se volvió mucho más liberal y suelto con todo su alrededor.
Pasaron 2 años y el canino de lo pequeño que era, paso a tener un tamaño característico de su raza, y se veía mucho más serio que antes, pero esta vez ya no se mostraba tanto, lo que de cachorro no podía hacer, ahora lo hacía, corría de aquí para allá, si pasaba algo trataba de ayudar como sea, protegía a su familia, que en este tiempo, los padres que no estaban seguros de aquel canino, les maravillo lo serio y divertido que era a la vez, que tome las mejores decisiones en el momento correcto se les hacía muy increíble de este perro, al final el hogar en este tiempo que paso, de lo que no tenía vida, tardo su tiempo eso si, pero al final pudo cumplir el labor que a sus hermanos o cualquier otro perro no le tomaría mucho tiempo, el de traer vida a un hogar, pero a su manera. Pero lo que no sabía el canino y Nori, que este sería el último año en donde se separarían.
-------------------------------------------→ Continuara