Chereads / Metalord Revolution por Sylar / Chapter 242 - 242. CAPITULO 242 ENTE DIABÓLICO

Chapter 242 - 242. CAPITULO 242 ENTE DIABÓLICO

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Una reunión se convocó alrededor de más de la medianoche, en ausencia de Adil, sus lugartenientes tomarían su lugar, el sitio de reunión seria la misma habitación del segundo piso. Además de la propia propietaria, como también Riha y Crok, se encontraban aparte 3 hombres de túnicas blancas y turbantes del mismo color que serían los lugartenientes, incluso el propio Arpue Asa Hablu estaba allí, y había alguien más, el joven de la tribu Qusatjiat, Berat.

—Todos aquí presentes se preguntarán a que se debe esta repentina convocatoria en ausencia de Adil –Amira hablo ante todos —La cuestión es, que tenemos graves noticias que informarles.

La propietaria primero puso en contexto a todos sobre la derrota del Muhaqdad Alnayits en mis manos, luego de que este fuera vencido, confeso que un plan orquestado para eliminar a alguien importante del reino de Quíatar, estaba siendo llevado actualmente, y en el plazo de un mes, se completaría.

—¡La vida de Alistary Al-dub III Kalize corre peligro! -Exclamo Amira.

Alistary Al-dub III Kalize era el único descendiente vivo del fallecido y anterior sultán Muaqhad Al-dub II Kalize, lo que lo convierte en el actual sultán, sin embargo, con 17 años, era demasiado joven para tomar tal poderío en el trono. Cuando una repentina sucesión se lleva a cabo, el sultán debe de haber cumplido mínimo los 20 años para ejercer el poder total de su título.

Hasta cumplir la edad requerida, las cuestiones directivas en torno al manejo del reino en todos los asuntos políticos y sociales recaen en el "Consejo de la Duna", el conjunto de 10 fieles sabios que sirven al sultán. Pero todos los campesinos y nobles del estado solo ven con buenos ojos a un líder, y ese era su sultán.

Por más que el "Consejo de la duna" haya manejado el poder en los últimos años, Alistary Al-dub III Kalize debe asumir su cargo tarde o temprano, pero una cuestión se plantea a la mesa, ¿qué sucedería si llegara a morir antes de que eso ocurriera?. Consideremos el siguiente punto, él es el último del linaje, con su muerte, toda la línea real que llevaba siglos en el trono, perecería en su totalidad, ¿sus consecuencias entonces?.

—La muerte de Alistary solo puede causar un caótico desenlace a este reino -Concluyo Arpue.

Arpue, un miembro del "Consejo de la Duna", expresaba su sincera respuesta, a pesar de su rescate, había decidido aún no regresar con los demás consejeros por motivos personales, quizás en relación a su seguridad por los secuestradores afiliados a Muer Afigad, se sentía más seguro aquí con los rebeldes.

—¿Cuál es el desenlace que le espera al reino con la muerte del chico? -Pregunte.

—Una guerra civil…

Tanto Amira, Berat y los lugartenientes se mostraron conmocionados, Arpue explica las circunstancias, el "Consejo de la duna" no tiene la confianza del pueblo, la disconformidad de la gente llevara a que muchos Azim Alnabil de la nobleza más alta, den rienda suelta a conspirar para hacerse con el poder del trono real. Numerosos bandos se formarán para dar al prólogo de una lucha encarnizada por todo ese poder, para convertirse en el nuevo linaje que tome el cargo de "Sultán".

—La pérdida de dos Muhaqdad, Muer Afigad luchando por el trono…

Muer Afigad no será el único, solo será uno más buscando el mismo objetivo que otros nobles de su misma autoridad y poder político, Muer solo movió los hilos para causar este desenlace, pero ya sea que gane o pierda el trono, este reino igual estará condenado a su fin.

—Las continuas luchas para hacerse con un trono vacío, los cadáveres aumentando por doquier, los daños a poblados y ciudades del reino con cada batalla que se desencadene…

Sin importar quién sea el triunfador, tal conflicto dejara el reino de Quíatar sumido en un degaste severo, desde recursos básico como la comida, las fuerzas armadas y su propia economía, la guerra civil lo dejaría en un estado demacrado.

—¿Y qué creen que sucederá cuando el reino se encuentra tan vulnerable?.

Los reinos vecinos sin duda querrán atacar y conquistar en lo posible lo que quede del moribundo Quíatar, el reino de Learis en especial, con quien tiene una historia personal de enemistad con esta nación, no dejara pasar tal oportunidad. Además, estaba aún el asunto de "Tartib-Qaede", la poderosa organización criminal con influencia en casi todo el continente de Sharya.

Esta confirmado que Muer Afigad colabora con Tartib-Qaede, pero cuando el Azim Alnabil ya no les sea útil, esta organización hilara en un reino destrozado como este. En simples palabras, Quíatar con la extinción del linaje Kalize, quedaría sumida en el caos absoluto, y a manos de los invasores de reinos vecinos o la intervención directa de la organización Tartib-Qaede.

—La sangre del linaje Kalize puede salvarnos de la aniquilación de los enemigos del exterior del reino -Arpue afirmo —Pero todos los males internos, deben ser arrancados por nosotros, si el príncipe Alistary muere, este reino morirá también.

—¿Qué quieres decir con el la sangre de los Kalize puede salvar a este reino? -Con curiosidad pregunte.

—Una poderosa magia, solo puede ser utilizado por los miembros de la familia real Kalize, con ellos muerto, quedara inutilizado -Arpue argumenta —Aunque derrotemos a Muer Afigad, el daño que le habrá afligido a este reino… sin duda dejara a Quíatar bastante debilitada.

—¿Qué le hace asegurar de ello? -Berat pregunto.

—El tercer Muhaqdad que aun queda, sirve fielmente a Muer Afigad, es… inevitable que una confrontación se lleve a cabo con él, con el fin de vencer a Muer -Concluyo Arpue.

La muerte de los tres Muhaqdad, las máximas autoridades militares y la perdida de una considerable porción del ejercito del reino (quienes están en manos de Muer Afigad) dejara la moral de los soldados restante de la nación con la moral en declive. Incluso si todos unen sus fuerzas para combatir a la amenaza invasora, y consiguen vencerlos, el reino seguirá vulnerable en consecuencia, y aunque sus vecinos tras la fallida invasión, nos dispongan de más efectivos para concluir su incursión, la Tartib-Qaede podría terminarlo y quedarse con todo el pastel.

—Sería más fácil para esa organización, aplastar militarmente a una nación debilitada, de conseguirlo, tendrán todo un reino entero para ellos mismos -Aseguro Arpue.

Nadie sabe con exactitud la sede principal de Tartib-Qaede, pero todo lo manejan desde las sombras, ¿qué sucedería si ellos consiguieran hacerse con el control total de una nación entera?, los sucesos actuales en Quíatar, eran su mejor oportunidad. Ellos sin duda usan a Muer Afigad con ese propósito, ya sea que lo traicionen a futuro o vean una mejor posibilidad, quieren hacerse con todo un reino para convertirlo en una vital base para sus operaciones en todo el continente.

—¡No podemos dejar que eso ocurra de ninguna forma! -Berat declaro con el golpear de su puño en la mesa.

—Por eso Amira los convoco a todos aquí -Hablé —El propio Alnayits antes de morir lo confeso y con extrañas imágenes filtradas a mi mente con magia, es así como descubrí ese botín oculto en "La Apostata".

—¿Cómo?, ¿cómo es que morirá el príncipe Alistary? -Pregunta el joven Qusatjiat.

—Parece que utilizan una extraña magia con la ayuda de una criatura mágica, dijo que usted sabría qué clase de magia es, si lo viera en persona -Señale a Arpue.

—En ese casi, también iré.

Una voz femenina resalto tras la puerta, al abrirse, una debilitada Dalhani ingresa, había escuchado todo y pedía ir con nosotros, hacia aquel destino que involucraba salvar la vida del príncipe Alistary.

—Malika, deberías estar descansado -Berat le regaño enseguida.

—Puedo mantenerme de pie, Berat, me dolería aun más estar en cama, sabiendo que pasaría por alto un tema de suma importancia -Manifestó la Dalhani.

La Dalhani dio sus razones para formar parte de esto, pues la muerte del príncipe y ultimo heredero, podría marcar el sin de la tribu Qusatjiat, quería estar de allí y si es posible, ser algo de ayuda para evitar tal tragedia.

—¡Es muy peligroso!, además Malika, tu aun no estas en condiciones de salir, necesitas descansar para recuperarte -Berat le insistió.

—Esta magia que amenaza con la vida del príncipe, ¿dónde se encuentra el responsable de utilizarla? -Malika pregunto.

—Para llegar a su ubicación, desde el "Corazón del Oasis" hasta allí, viajando en carreta, debería tomarnos alrededor de unos… 5 días aproximados -Calcule y di mi estimado.

Malika argumento que con 5 días viajando en la carretera, podría descansar lo que necesite hasta que lleguemos allí, mientras tanto Amira trae un mapa en el cual marco la ubicación de a donde debemos dirigirnos para detener la magia que amenaza la vida del príncipe Alistary.

—Ese sitio… -Arpue al mirar el mapa y observar detenidamente dicha ubicación, comienza a temblarle las manos.

—¿Qué sucede? -Le pregunte.

—No… nada…

El propio Arpue negó una respuesta de manera sospechosa, ¿qué había en ese lugar para que adoptara un comportamiento bastante evasivo del tema?, indagar de más seria involucrar problemas y discusiones, lo que garantiza más pérdida de tiempo, sea lo que Arpue ocultase, tengo la corazonada de que pronto lo sabría.

—Hare los preparativos para el viaje -La propietaria afirmo.

—Juntare a unos cuantos guerreros para que les ayuden a cargar las cosas y los acompañen allí -Uno de los lugartenientes rebeldes aseguro.

—Y yo iré a preparar mis armas, por si hay que reventar unos cuantos secuaces del gordo pedante malvado -Expuse por mi parte.

La reunión había concluido, Amira paso toda la noche preparando junto a unos guerreros rebeldes las carretas para partir hacia nuestro siguiente destino, por mi parte, me iría a descansar. Aun no estaba en mis optimas condiciones para elaborar más munición, pero como tardaríamos varios días en llegar, hare que me den una cierta dotación de metal para elaborarlas mientras las carretas estuvieran en marcha.

Me retire a la habitación que disponía, misma que compartía con Riha y Crok en camas separadas, la Lupian no tardaba en conciliar el sueño casi de inmediato, y por alguna razón, el hombre amazona duerme con el M16 cerca de él.

—"¿Debería habérselo dicho a la Dalhani?" -Me pregunte en lo más recóndito de mis pensamientos mientras yacía recostado.

Recuerdo ese preciso momento en que Alnayits hizo que llegara a mi mente, ese conocimiento en torno al príncipe Alistary en donde su vida estaba corriendo peligro por ese hechizo desconocido y la manera de impedirlo. Pero además, me dio una advertencia, cuando llegara el momento de confrontar en dicha ubicación, aquello que amenaza la vida de ese príncipe, dijo lo siguiente…

—"La Dalhani, NO DEBE IR a ese sitio" -Fue el aviso entregado.

Fue muy ambiguo con las explicaciones sobre la Dalhani, solo sé que quien causa tal hechizo a ese príncipe era una criatura mágica, llevar a Arpue es necesario, pero la Dalhani en caso contrario, no. ¿Pero por qué?, ¿quizás su vida correría peligro?, de habérselo dicho a Malika, ¿me haría caso ella?.

—"Incluso estando débil, ella esta decidida a ir, alguien tan obstinada hubiera ignorado de seguro la advertencia e iría igual" -Concluí.

No le di más vuelta al asunto, la Dalhani sin importar lo que diga, iría igual, aunque ella muera, eso no afectara mi boleto de salida de este continente, pues los objetivos prioritarios son el de derrotar a Muer Afigad y el segundo, impedir que ese hechizo que peligra la vida del príncipe sea detenido. Sonara frio, pero las tareas más vitales deben ser mi principal preocupación.

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Dos horas después del amanecer, 6 carretas estaban preparadas y listas para partir, me subí a una de ellas junto a Riha y Crok, pero claro, no íbamos solo nosotros, el mismo Arpue Asa Hablu, Berat y la Dalhani Malika nos acompañarían en su interior durante el viaje.

—Las otras carretas están provisto de guerreros experimentados de los rebeldes, ¿por qué subirse a la nuestra cuando podrías contar con la confiable seguridad de combatientes de tu gente? -Pregunte atrevidamente.

—Siendo alguien que derroto a dos Muhaqdad, confió en que la seguridad de Malika estará mejor estando cerca de ti -Berat afirmo.

—Además, deberías saberlo también, nosotros confiamos plenamente también en ti, Rozuel Drayt -La Dalhani expreso con buen animo —De no ser por ti, tanto Berat como yo, seguiríamos pudriéndonos en ese sitio, a manos de Alnayits.

El viaje tomaría días hasta llegar a nuestro destino, cuando anocheciera, acamparíamos para descansar, y permitir a los camellos que tiran de nuestros vehículos el reposar también. En estas circunstancias, me puse a crear más munición, me dieron una buena cantidad de hierro en lingotes, se que ahora contaba con acero mágico, y pedí un estimado para uso personal. Pero ese valioso metal, estaba reservado para una creación más tediosa y compleja.

Me conforme con el hierro ordinario para hacer munición para mis armas actuales, como también las de Crok y Riha, mientras creaba las balas, los dos se encargaban de llenarla en los cargadores.

El tiempo pasaba rápido, mientras me mantenía ocupado en algo, ya era la noche del tercer día de nuestro viaje, nos habíamos detenido para descansar y espera el amanecer para continuar. Las tiendas fueron armadas y la comida servida, mientras acababa mi plato, mire al consejero real con atención y discreción.

—"Arpue ha estado bastante silencioso en todo el viaje" -Me percate de ello.

Habían pasado dos días desde nuestra partida, Arpue viajaba en nuestra misma carreta por cuestión de seguridad, confiaban en que era la mejor elección para proteger su vida, pero aquel hombre que ocupaba un puesto tan alto como un consejero real, se mantenía bastante callado. Solo intercambiaba algunas palabras cuando llegaba la noche y nos juntábamos todo alrededor de una fogata para cenar, nada importante, agradecía la comida y que el viaje continuara con tal tranquilidad como lo ha sido hasta ahora.

—"No es por ser paranoico, pero es obvio que algo le preocupa, ¿tendrá relación con la ubicación de adónde vamos?" -Me pregunte.

Pero los enigmas no hicieron sino aumentar, voltee para observar como la Dalhani, luego de terminar de comer, estaba de pie y mirando hacia una dirección determinada por varios minutos. Berat lo había notado, pero quizás no interfirió porque pensó que Malika se encontraba reflexionando consigo misma, pero yo sentí, que había algo más en el asunto.

—"La Dalhani esta mirando en la misma dirección a la cual nos dirigimos".

¿Por qué lleva observando un buen rato hacia esa dirección?, me puse de pie y me acerque a la Dalhani, cuando estaba a tan solo dos metros de ella, le hable, pero no hubo respuesta alguna por parte de ella.

—"Esto ya es demasiado extraño".

Entonces decidí pasar de las palabras, y hacer contacto con ella para que volviera en sí, cuando toque su hombro, una extraña presencia se manifestó en mi consciencia, como si en las cercanías de la Dalhani, hubiera una entidad inhumana allí, ¡pero mis ojos no revelaban a nadie en las proximidades con tal descripción!.

—"[Puedo verte… Dalhani…]"

Una voz inhumana de tono grave y monstruoso resonó en mi mente, esta situación se asemejaba a aquella vez que contacte con Erha, el dios de los Qusatjiat, pero esta voz y presencia que sentía… ¡no pertenecían de ninguna forma al mismo Erha!. Podía sentir emociones negativas irradiar de aquello que hablo en mi cabeza, ¿quién era?, o más bien, ¿¡que era!?.

Una serie de imágenes se filtran a mi mente, mostrando la ubicación de un sitio en lo que parecía ser una cueva subterránea, en torno a un altar con una estatua gigante cerca que tenía la apariencia de un hombre sentado de cuerpo fornido y larga barba como cabello, el punto pintado de purpura en su frente confirmaba que esa estatua era en imagen del dios Erha. Las imágenes se detienen, aquella enigmática presencia desaparece y la Dalhani se voltea mirándome.

—¿Rozuel Drayt?... ¿qué… sucedió? -Pregunto ella confundida.

—Esa es mi línea, ¿¡que demonios fue todo eso!? -Fue la incógnita que plantee.

Berat se acerco preguntando si todo estaba bien, Riha y Crok también se mantuvieron vigilante del asunto, Dalhani cuenta haber escuchado una voz hablarle y sentido una inquietante presencia. Tales características las había experimentado también, Malika revela que empezó a sentir dicha "presencia" desde ayer, pero hoy fue cuando experimento aquella voz por primera vez.

Ella no entendía nada, solo se sentía incomoda y nerviosa, Berat le pidió que ignorase la voz, cosa que apoye totalmente, sea quien fuera que le hablara, lo hacia casi de la misma forma en que Erha se comunicaría, pero este ser, sea lo que fuera, mostraba ser de naturaleza diabólica, un enemigo por lógica.

La Dalhani asintiendo el consejo de su amigo, promete ignorar aquella voz, bostezando para indicar su cansancio y yéndose a una de las tiendas para irse a dormir. Arpue a la distancia, observo todo de manera disimulada, se mantuvo al margen, pero que estuviera observando, quería decir que mostraba interés en lo ocurrido, dudo que hubiera escuchado algo, pero no dejo de prestar atención a lo que le ocurría a la Dalhani.

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En los siguientes días el viaje fue tranquilo, no hubo necesidad de defendernos de bandidos en el camino y la Dalhani no volvió a sentir aquella presencia inhumana o a escuchar aquella voz.

—Estamos llegando -Afirme al observar el dichoso punto de llegada.

Una entrada se observaba a la vista, a su lado había un deteriorado obelisco de mármol dorado inclinado a la izquierda, la mitad de este estaba enterrado y su deterioro indicaba que llevaba allí décadas o quizás más tiempo. La única entrada visible mostraba unas escaleras que conducían hacia abajo.

—Otro sitio bajo tierra, ¿eh?, empiezo a tomarles un cariño agrio -Comento el hombre amazona con irónico tono.

La Dalhani observaba la entrada con una intranquila expresión en su rostro, Arpue mientras tanto, no quitaba su ojo de Malika, mostrando nuevamente un interés sospechoso hacia ella en torno a los últimos acontecimientos.

—Debemos ir en completo silencio, y quien sea que este allí, si esta armado, eliminarlo en el acto -Berat aconsejo.

Un grupo de cinco arqueros liderados por Berat tomaban la delantera, atrás le seguíamos tanto yo, como Riha y Crok, después la Dalhani con Arpue y el resto de los combatientes de los rebeldes. Descendimos por las escaleras, el camino hacia abajo estaba iluminado por antorchas bien cuidadas, eso significaba que este sitio estaba siendo habitado.

Continuamos descendiendo hasta llegar a un punto en que los escalones acabaron, entonces dimos con un inmenso salón del cual numerosas luces mágicas lo iluminaban, lo primero en llamar nuestra atención fue la presencia de un altar allí. Pero, además, cerca de ese altar, se encontraba una estatua gigante que tenía la imagen de un hombre sentado de cuerpo fornido y larga barba como cabello, en su frente tenia pintado un punto purpura.

—"Este sitio" -Exclame perplejo en mis pensamientos.

Era el mismo de aquella extraña visión que tuve cuando la Dalhani escucho aquella voz, la misma donde aquella enigmática presencia malévola se percibió, entonces no eran simples imágenes, ¡el sitio era real y sin saberlo llegamos a él!. Alnayits me mostro la ubicación y la entrada a donde se encontraba lo que sea que amenaza la vida del príncipe, pero nunca vi su interior, esto no era una coincidencia.

—Tangos confirmados… -Crok notifico en voz baja la presencia de individuos sospechoso más adelante.

Alrededor del altar se encontraban 5 personas de negro ropaje, tenían el cabello rapado y usaban tétricas máscaras, dándoles la apariencia de una secta, cuatro de ellos tenían sus manos levantadas con el pronunciar de un extraño cantico que el anillo traductor no podía traducir. El quinto sostenía con ambas manos un cáliz sobre el altar, se podía sentir una magia con grandes concentraciones de mana en ese dichoso objeto.

Pero no eran los únicos, a distancia de los sujetos de máscaras tétricas y ropa negra, se hallaban a pocos metros unos tres individuos de túnica negra que ocultaban su rostro con un grueso turbante, uno estaba desarmado pero dos de ellos deleitaban brazos fornidos y llevaban en la cintura una cimitarra, señalando que eran guerreros adiestrados. Aquellos tres parecían ser meros observadores, los que portaban armas eran objetivos, pero el tercero lo dejaríamos vivo para capturarle e interrogarle.

Ninguno de ellos noto nuestra posición, estábamos a 17 metros de distancia del altar, no había donde esconderse, entonces rápidamente asumí una posición de tirador con el rifle francotirador M89SR en mis manos. Crok y la Lupian rápidamente desenvainaron sus respetivas armas principales y apuntaron también, Berat y sus arqueros tomaron una flecha y tensaron sus arcos de inmediato.

—Ataquen a discreción a los de túnica blanca con cimitarra y a los de ropa negra que están alrededor del altar… -Ordene.

Las flechas fueron las primeras en ser disparadas, de cinco de ellas, dos acertaron en uno de los enmascarados de ropa negra, los otros tres acabaron con los de túnica blanca armados. Dos disparos de Riha abate a uno de los enmascarados, un disparo de Crok acaba con otro y el mío liquida a uno más.

Solo quedaban de pie, el sujeto desarmado de túnica blanca que debía ser capturado, y el enmascarado de ropaje negro que sostenía el cáliz, este último debía ser liquidado, cuando nuestras armas lo tenían en la mira al igual que Berat con sus arqueros, este sujeto dejo aquel cáliz en el altar y volteo hacia nuestra dirección.

—Dalhani…

Aquel sujeto hablo con una voz inhumana de tono grave, pero una que era sumamente familiar, ¡era la misma voz de aquella ocasión que le hablo a la Dalhani en esa noche!, una sonrisa siniestra se forma en los labios de aquel inquietante ser, quien ríe con diabolismo y levantando sus brazos, proclama…

—Te estaba esperando…

Continuara…