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Chapter 158 - CAPITULO 158 LA BATALLA DE PRAYT (Parte 8) por Sylar

PERSPECTIVA: Tercera Persona

Sobre lo alto de un tejado de una abandonada casa, El Vigidente Hamelín planto cara a cuatro personas de sospechosa actividad centrada en Rozuel Drayt. El primero se trataba de un aventurero denominado Terius, los demás, dos hombres y una mujer en sus 30, revelaban pertenecer al Reino de Galet, mejor conocido como el "reino de los No Magos".

— ¿Quién eres tú y a que has venido?, Ratman –Pregunto desdeñosamente uno de los hombres integrantes del grupo.

—Mi nombre por ahora no tiene importancia –Aclaro Hamelín —Pero lo que si tiene, son las posibles razones de su presencia por estos lares, ustedes… ¿acaso están tras Rozuel Drayt?.

Tan pronto ese nombre resonó en los oídos de los cuatro, una leve reacción de movimiento en sus parpados fue percibida por el semihumano, que confirmaba sus sospechas. Además del incomodo silencio, ninguno contesto o alego contra la incógnita del Ratman.

—Era de esperarse, lo siento, pero no puedo permitir que se acerquen a él –Dejo en claro Hamelín

Una acción sospechosa se torna sobre el grupo, cada uno, con excepción de Terius, toma una pequeña botella que cabe entre dos dedos, contenía en su interior un líquido de color aguamarina. Los tres las consumen todo al mismo tiempo, un flujo de mana en su interior se hace manifestar en forma de aura y luego desaparece.

—"¿Qué acaban de tragarse?, el mana en sus propios cuerpo reacciono hacia aquel extraño brebaje" –Concluyo Hamelín en su mente —Preferiría no recurrir a la violencia, si se retiran de forma pacífi…

Una flecha es disparada desde una ballesta pequeña pegada en la muñeca izquierda de uno de los dos hombres de 30, interrumpe la petición del semihumano y las intenciones hostiles del grupo se dan al descubierto. El Ratman con agiles reflejo lo evade con facilidad, y es atacado por el segundo individuo que empuñaba una lanza mágica, quien se desplaza a un ritmo sobrehumano, pero el semihumano noto algo extraño en él.

—"Su manera de moverse, es producto de su velocidad aumentada por fortalecimiento mágico, pero no percibo tal fenómeno en él, eso es raro" –Percibió Hamelín en su atacante.

El artefacto punzante imbuido en mana, revela su punta mortalmente potenciada para penetrar armadura pesada, además de poseer la capacidad de producir daño por corrosión. Y por si fuera poco, la única muchacha del grupo, había realizado un gran salto con ágil movilidad para caer en picada sobre el Ratman, apuntándole con dos dagas mágicas imbuidas con fuego.

—"Ella tampoco exhibe el uso de Fortalecimiento, a pesar de estar moviéndose con una proeza que va más allá del límite físico humano, puedo sentir que sus cualidades físicas aumentadas son producto de un medio mágico, pero es ajeno a Fortalecimiento"-Noto el ojo audaz de Hamelín —De modo que serán por la vía violenta –Suspiro decepcionado el Ratman.

Con abrumantes reflejos, a Hamelín solo le toma moverse unos centímetros para evadir la letal lanza de su rival, en cuanto a su atacante fémina en el aire, sus rasgos de Ratman se hicieron relucir. Salto ágilmente y se situó a la espalda de ella, mientras la muchacha siguió aterrizando solo para terminar clavando sus puñales en el suelo del tejado.

—Me temo que soy demasiado rápido para ustedes –Hablo el Ratman.

La mujer reacciona con intensa furia y ataca con sus puñales al semihumano situado en su espalda, quien se baja en el acto con suma normalidad sin recibir daño alguno. Dos de ellos intentan situarse a ambos flancos del Vigidente, sus intenciones era acorralarlo, pero el hombre de la ballesta no se movía de su lugar para apoyar a los demás, lo cual capto la sospechosa de Hamelín.

—"Ya me lo esperaba" –Pensó el Ratman.

Manos sobrenaturales surgen del suelo cerca de Hamelín, la intención de estas entidades eran sujetar sus piernas e inmovilizarle. Pero los desarrollados sentidos de percepción del semihumano, le habían permitido predecir tal jugada, cuando las manos iban a atraparle, el salto y las piso a ambas, solo para volver a saltar hacia atrás y tomar distancia.

—Puedo sentir la fluctuación del mana reaccionando en tu arma –Dijo el Ratman mirando al hombre de la ballesta pegada a la muñeca, quien había clavado su arma, una espada en el suelo —Eres quien invoco esas manos a través de ese artefacto mágico, ese es el poder de tu arma, y por el hecho de que no hayas convocado otro par desde donde me encuentro, puedo deducir, que supere su alcance máximo o solo puedes convocar un par a la vez.

La distancia entre el usuario del arma mágica de las manos invocadas y Hamelín, eran de dos metros y medio, pero basto para que el semihumano encontrara debilidades en su habilidad. El hombre de la ballesta, retira su arma del suelo y empuñándola en manos, se acerca lentamente para apoyar a sus compañeros.

—"Prolongar esta lucha no hará ningún bien, ni a mí y a la organización, debo darle un fin cuando antes" –Concluyo en sus pensamientos el Ratman.

El mana comenzó a fluir de manera concentrada sobre sus manos, para manifestar su habilidad mágica, el Vigidente había materializado un objeto, una flauta de metal. Terius quien formaba parte del grupo de los agresores que luchaban contra Hamelín, se mantenía al margen de la lucha, tan solo se limitaba a observar.

El atacante de la espada mágica, vuelve a hacer uso de su pequeña ballesta en la muñeca izquierda, disparando un proyectil que obliga al Ratman a ponerse a la defensiva. Mientras a la vez, la integrante fémina de las dagas mágicas de fuego ataca por la retaguardia del semihumano y el lancero, a uno de sus costados.

El agresor de la ballesta mueve su espada con intención de volver a clavarla en el suelo, para activar su habilidad de invocar las manos sobrenaturales. Hamelín había percibido cada uno de sus movimientos y respondió a dicha agresión a su manera, tocando la flauta mágica que había materializado.

Dos bolas de pelo surgen desde el aire desplazándose a gran velocidad como proyectiles hacia dos de los tres agresores, uno se dirigía hacia el lancero y el segundo hacia la mujer. La primera bola de pelo embiste al hombre de la lanza en su mentón haciendo que perdiera el equilibrio y su ataque terminara interrumpido, la segunda golpea una de las manos de la muchacha con el que sostenía una de sus dagas, en consecuencia, desplaza el arma de manera involuntaria contra su dueña para apuñalarse a sí misma en la frente, abatiéndola en el acto.

La furia del hombre de la espada se hace menester al observar la muerte de uno de los suyos, su espada clavada con brusca fuerza en el suelo, activa una vez más su poder e invoca las manos sobrenaturales las cuales agarran de manera exitosa las piernas del Ratman. El hombre maldice al semihumano, aferrando sus manos en la espada para mantener su habilidad y que su compañero lancero diera el golpe de gracia una vez se recuperara del golpe recibido en su mentón.

Pero tal suceso no se da, las dos bolas de pelos se revelan como ratas, que una vez sobre el tejado, realizan su siguiente movimiento ordenado a través de la melodía tocada por la flauta del semihumano. Con rapidez se desplazan en sincronía hacia el guerrero de la espada mágica y saltan hasta pegarse a la cara de este.

— ¿¡Ratas!? –Exclamas el hombre con desagradable sorpresa.

Pero antes de que siquiera reaccionara, las ratas arañan sus ojos al mismo tiempo y dejan con un serio daño ocular al hombre quien ante el dolor, suelta la espada para quitarse las alimañas de encima y colocar sus palmas sobre sus globos oculares lastimados que sangraban. Lo que en consecuencia, causa la desaparición de las manos sobrenaturales invocadas y deja libre a Hamelín.

Con uno eliminado y otro incapacitado al verse su vista cegada, solo quedaba uno más, el lancero se había recuperado del golpe y toma de su vestimenta una botella de vidrio con un sospechoso líquido verde en su interior, el cual arroja hacia el Ratman.

—"Con que eso tenemos" –Pensó Hamelín.

El semihumano responde con el tocar de su flauta e invocar una rata que embiste el frasco partiéndose y por inercia haciendo que su contenido se esparza hacia otra dirección fuera del rango del Ratman. El líquido al contacto con el suelo revela un alto grado de corrosión, que el propio Hamelín estimo que en dicha cantidad sería capaz de dañar a grandes rasgos armas de metal y producir en la piel de alguien quemaduras muy graves.

—"Un fuerte Acido preparado con alquimia y embotellado para ser usado como arma, no es algo económico de encontrar" –Concluyo Hamelín —Arrojarme sustancia nocivas no bastaran para alcanzarme, ¿quieres intentarlo de nuevo?.

Tales palabras provocaron al Lancero, en su ira y en su desesperación hace uso de su arma como jabalina, con maestría arroja su arma predilecta con suma fuerza hacia el Ratman, solo para terminar perdiéndola en vano. Pues la rata humanoide consigue evadir su desesperado movimiento, pero el hombre no se da por vencido, desenfunda una pequeña daga que yacía en un bolsillo secreto en su tobillo derecho, su punta estaba impregnada con veneno, se armó con ella para seguir plantando duelo al semihumano.

—Ni eso te habría ayudado contra mí, es tu derrota –Declaro el Ratman.

En lo que él tomo su daga escondida, el semihumano se había colado a espaldas suyas, el lancero estaba tan abrumado como aterrado ante tal hecho que quedó paralizado por su propio temor. Hamelín sostiene su flauta con una mano y fortalece dicha extremidad físicamente con su magia, para acto seguido golpear la cabeza del hombre con su instrumento, se oye el fuerte crujir de su cráneo fracturándose, una hemorragia cerebral era inevitable que culmina con la vida del individuo afligido ante tal daño.

—"Ese golpe debió haberle destrozado la mayor parte del cráneo más que solo causarle una fractura seria, lo que sospechaba, incluso su resistencia física esta mejorada también" –Pensó el Ratman.

Solo quedaban Terius y el hombre de la ballesta, con sus ojos dañados oye el sonido de huesos romperse, y el flujo de magia de su compañero de la lanza mermar hasta desaparecer de su percepción. Solo le tomo un segundo comprender lo ocurrido, antes de que una daga arrojada por el mismo Hamelín, perforara su garganta, aquella cuchilla que tomaba su vida, pertenecía a su difunto amigo, con su punza ponzoñosa marco su final.

Terius observo en silencio y bajo una postura neutral, como los tres sirvientes del rey no mago, habían sido asesinados por un Ratman con dotes de combate sublimes. El semihumano le miró fijamente, pero en lugar de intentar atacarle, hace desaparecer su flauta, lo que en efecto hace desaparecer también a aquellos roedores invocados por él.

— ¿Piensas dejarme ir? –Pregunto Terius.

—Mi intención nunca fue luchar, solo mantenerlos a distancia del muchacho a quien siguen –Aclaro Hamelín —Además usted no me ha atacado, por lo tanto no veo razón para ejercer alguna hostilidad hacia su persona, "los modales hacen al caballero" –Cito el semihumano.

Terius estaba sorprendido, la actitud y manera educada de comportarse del Ratman que estaba ante sus ojos, no era algo común ver tales rasgos en dicha raza, en su pasado trato con varios de dicha estirpe, a punta de espada.

—Evidentemente usted estaba con ellos, pero la manera en que se mantuvo fuera del conflicto en todo momento me lleva a pensar una cosa… -Dijo Hamelín con un aire pensativo —Es solo una idea mía, pero creo que a pesar de que todos estaban en el mismo bando, quizás bajo las ordenes de un mismo "jefe", usted no parecía estar conforme a la situación en la que se encontraba, que algo andaba mal y por ello decidió no intervenir.

La deducción de Hamelín hizo que el interior de Terius temblara emocionalmente, el semihumano no solo era alguien cortes y educado, sino incluso inteligente.

—Me retiro, por favor, le suplico no seguir con la idea de ir tras Rozuel Drayt, de lo contrario lo sabré y vendré por usted con intenciones hostiles, hasta luego caballero –Fueron las palabras de despedida de Hamelín para finalmente saltar fuera del tejado.

Hamelín contra los siervos del rey no mago, el resultado final: 3 muertes y una rendición voluntaria, victoria perfecta para el Vigidente. Terius tomo la nota que exponía la orden de capturar a Rozuel y llevarlo al reino de Galet, reflexionando sobre ello, suspira y luego parte la nota en varios trozos dejando que el viento se lo llevara.

Mientras tanto Hamelín, tras bajar del tejado y caminar hacia la abandonada posada de tres pisos donde yacen instalado los miembros de la Organización a la que pertenece. Se pone a pensar sobre los oponentes que acababa de vencer, en torno a las observaciones inusuales que capto en el trio.

—"En ningún momento usaron magia por su cuenta, en toda la lucha dependieron de sus artefactos mágicos, además… esta también ese aumento de sus capacidades físicas semejante al Fortalecimiento mágico, todo después de que bebieran esa poción" –Alisto cada detalle que percibió —"El aumento de sus capacidades físicas sin embargo, era de un nivel regular, nada impresionante, un mago podría manifestar un mejor aumento si concentrara más mana en su Fortalecimiento, por alguna razón, siento que esos tres…" –Ceso sus pasos un momento enfocando toda su atención en el tema —No eran magos –Concluyo en voz alta —Un trio de no magos, tenían un equipamiento de calidad, esos artefactos mágicos no eran de los baratos y ese brebaje, ¿dónde lo habrán conseguido?, hay pociones capaces de aumentar ciertos atributos temporalmente, pero ninguno capaz de subir la fuerza, velocidad, agilidad y resistencia a la vez.

Pero sin poder llegar a una conclusión exacta, el Ratman se rinde de buscar respuesta hacia aquellas dudas, prosigue su camino para volver con sus camaradas de la organización.

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En las calles abandonadas de Prayt, la lucha entre el Cait Benito y el líder de la facción Anarquía, Jarquez. El felino evadía cada ataque que el rubio buscador de Navum ejecutaba con su espada, quien pese a demostrar experiencia notable habilidad para empuñar dicha arma, era incapaz de lograr herir insignificantemente al semihumano.

—Eres un gato bastante escurridizo, ¿piensas pasar el resto de nuestro combate esquivándome para siempre? –Le pregunto Jarquez.

—Quien sabe, me estoy entreteniendo tanto que pierdo la noción del tiempo –Contesto a su forma burlona el Cait.

Una manada de 5 abominaciones se acercaban hacia el dúo con sigilo, bestias de brazos y piernas deformados para movilizarse de manera cuadrúpeda, denso pelaje rojo sangre recubría gran porcentaje de su cuerpo y la parte superior de su cabeza estaba fundida con un casco de soldado hecho de hierro, dejando su boca al descubierto para enseñar unas fauces inhumanas.

Tales horrores de la Zona prohibida se acercaban por la retaguardia de Jarquez, llegado a una determinada distancia, las bestias realizan un salto en alto de varios metros y extendiendo sus extremidades delanteras con abrumante fuerzas con intención de cazar al buscador de Navum.

—Je, ¿cuánta veces me han intentado apuñalar por la espalda?.

Jarquez voltea y abanica su espada en dirección hacia las abominaciones que se acercaban hacia él, pero su hoja no había tocado a ninguno de ellos, ya que no estaba en su rango de alcance. Sin embargo, varias chispan surgen cerca de las criaturas, las cuales crecen y cada una desata una explosión, su conjunto conforma una llamarada letal que liquida a toda la manada de bestias.

—Siempre he tenido que cuidar de mis espaldas, aun teniendo a la amenazante muerte frente a mis ojos.

La zona prohibida no era para débiles, tanto monstruos, la misma atmosfera hostil y los propios buscadores suponen un potencial para segar la vida en el descuido más insignificante. Jarquez ha tenido incontables momento en que su vida casi fue segada, por ataques sorpresas desde su retaguardia, conocer lo que se siente estar al borde de la muerte, forja al descuidado para volverlo precavido.

—No me extrañas que seas el líder de tu grupo, chico sin modales, no eres alguien débil, pero tampoco eres muy listo –Comento Benito.

— ¿Tanto tú y ese Draconiano aprecian demasiado ese chico Rozuel? –Pregunto el buscador rubio.

—Es un buen muchacho, algo raro, fascinante, pero buena persona, lo cual no puedo decir lo mismo de ti, chico sin modales –Suspira el Cait —Creo que ya fue suficiente diversión, terminare con esto cuanto antes.

—Me leíste la mente, estaba pensando exactamente lo mismo –Una mueca de malicia se cierne sobre el rostro de Jarquez.

Varias chispas surgen alrededor del Cait, las cuales se convierten en llamas del tamaño de una mano y acto seguido desencadenan una explosión en conjunto. Donde el semihumano yacía, tras las numerosas explosiones ahora el fuego lo había consumido.

— ¿Ahora quién es el listo? –Se mofa del buscador entre risas.

—Pues tú no lo eres obviamente, chico sin modales –Contesto una voz totalmente familiar que detuvo el festejo emocional del rubio.

Tras el fuego, Benito se muestra caminando todo tranquilo y sin un rastro de daño, con los brazos cruzados mirándole fijamente. Jarquez estaba estupefacto, de que su oponente haya salido totalmente ileso de semejante ataque.

— ¿Cómo?... ¿¡cómo es posible…!? –Pregunto perplejo el líder de Anarquía.

—Simple, antes de que hicieras estallar todo, yo ya había retrocedido tomando una distancia segura –Contesto el Cait.

— ¿Lograste esquivar mi ataque?... ¿¡cómo es posible!?... ¡¡nadie reaccionaria tan rápido a algo que no esperaría!!...

—Siento desilusionarte, chico sin modales, pero ya había anticipado tu movimiento, ya que conozco a la perfección el funcionamiento de tu habilidad mágica –Responde el Cait.

—¿Qué conoces… mi habilidad?.

—Esas explosiones que desatas, son producidas por tu mismo mana que dispersas discretamente en el aire, estas se juntan hasta moldear una concentración adecuada para estallar luego de que des la señal, quizás esa señal sea con la mente –Concluyo Benito.

Jarquez quedo totalmente pasmado ante la explicación de Benito, pues precisamente aquellas anécdotas detallaban con claridad, las cualidades de su poder mágico. Su funcionamiento consistía en que el mana del mago se libera en el aire del mismo ambiente, esta energía mágica dispersa adopta una concentración que tras una señal de su usuario semejante a un detonador, se moldea para manifestar una serie de explosiónes.

— ¿Cómo lo supiste?... –Pregunto Jarquez.

— ¿Es una broma?, ¡todos los ataques que evadí de tu espada revelaron tus intenciones! –Contesto el Vigidente Cait —Con cada movimiento que hacías con tu arma, esparcías poco a poco parte de tu mana en el aire, a pesar de que tus ataques no me daban, insistías en continuar haciéndolo, ya que tu verdadero plan era reducirme a cenizas como esas explosiones.

—Para que lo hayas visto venir… ¿acaso tu percepción sobre la magia es la de un monstruo? –Pregunto sorprendido el líder de Anarquía.

—Mi estimado chico sin modales, deberías saber de antemano que los Cait por naturaleza, poseen unos sentidos más agudos que los humanos –Declaro Benito —Por supuesto, dichos sentidos están más centrado en captar lo que hay físicamente a nuestro alrededor, sin embargo, mi caso es diferente, mis ojos pueden percibir el mana con más notoriedad.

La capacidad de percepción sobre la magia de cada individuo era diferente, algunos poseen sentidos más desarrolladores para notar el flujo de la magia, así como sentir la presencia de otros a través del propio mana. El mana esparcido de Jarquez en el aire responsable de su habilidad explosiva, era invisible aun para aquellos con una percepción sensorial baja de la magia, solo usuarios con una percepción excepcional podían ver a través de su técnica, el líder de Anarquía tuvo la desgracia de encontrarse con Benito, que era uno de ellos.

—Eres un gato bastante problemático, con que puedes ver a través de mi habilidad, no importa –Concluyo el rubio apuntándole con su espada —Aun no pienso darme por vencido.

—Vaya que eres estúpido, bueno eres un chico sin modales, que otra cosa podía esperar, te daré otra razón para que te des por vencido.

Benito guarda su estilete y extiende su brazo derecho, pronto cada uno de sus dedos se trasforma en un arma, en un estilete propio imbuidos con magia. Aquello que era la habilidad especial del Cait.

— ¿Una habilidad que transforma tus propios dedos en cuchillas?, un añadido interesante para un Cait –Opino el buscador rubio.

Benito abanica sus dedos estiletes como si intentara golpear el mismo aire, Jarquez estaba confuso al no entender lo que su oponente estaba haciendo, pero puso sus sentidos en alerta a cualquier reacción sospechosa. Una suave brisa se produce en los alrededores sobre los dos, y en solo unos segundos, el Vigidente semihumano se manifiesta a espaldas del buscador rubio propinándole una herida en el hombro derecho.

Jarquez toma distancia, su rostro muestra completa estupefacción, en ninguno momento vio a su rival desplazarse hacia él, aun si se moviera rápidamente con Fortalecimiento, lo habría notado. Su enemigo simplemente surgió a espaldas suyas en solo un instante, la herida que le propino en el hombro no era grave, de hecho, su mismo oponente no lo ataco seriamente, pues pudo haberlo dejarlo aun peor.

—Ahora bien, chico sin modales, ¿aun quieres continuar este encuentro? –Le pregunto el Cait con una mirada amenazante mientras enseñaba sus dedos estiletes.

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El líder de la facción Orden, Ronarut, había invocado su "Coraza de la Vanguardia", un escudo de gran tamaño y anchura que protegía a su usuario, era capaz de moverse por voluntad propia y proteger los flancos al descubierto. Pero no era todo, el mismo elfo especializado en la arquería, podía disparar sus flechas a través de su propia defensa, convirtiéndose su poder en una maniobra tanto para la defensiva como ofensiva.

El Draconiano Vigidente Xiz, luchaba contra él, el semihumano se sorprendió al ver las capacidades de su oponente, pero su moral yacía intacta, la derrota no era una opción con tanto que perder. Su elfico oponente continúo con su táctica de ataque a distancia a través de su escudo materializado.

Flechas de energía son lanzadas contra Xiz, quien repele algunas con su lanza y evade otras, pero el elfo no solo utiliza proyectiles creado por su propio mana. Pronto la estrategia cambia, y Ronarut hace uso de flechas elementales contra el Draconiano de escamas verdes, disparando proyectiles de hielo, fuego y eléctricos.

Los proyectiles elementales a diferencia de las hecha por el mana del usuario, se desplazaban más rápido, su daño por penetración era mayor y contando además con el elemento imbuido que le respaldaba. Sin embargo, las flechas elementales no son baratas, muchos magos arqueros hacen uso de ella sabiamente acorde al número que poseen.

Ronarut poseía en su inventario, un bolsillo de naturaleza mágica en su vestimenta pesada, dotado de la capacidad de almacenar objetos dentro de una dimensión de bolsillo, la cantidad para almacenar era limitada. A lo largo de sus años dentro de la facción Orden, le permitió obtener el presupuesto necesario para equiparse con un artefacto mágico que sirviera como almacenamiento de objetos y un número elevado de flechas mágicas elementales, las cuales solo las utiliza en casos extremos, y su lucha contra el Draconiano, era una de ellas.

Xiz estaba obligado a tener que hacer uso de su Fortalecimiento mágico para lidiar con los proyectiles de su oponente, atacar era inútil dado a robusta defensa del escudo que le protegía, y la velocidad no era su fuerte para tácticas de flanqueos.

—"Para haber materializado ese escudo y atacar a la vez, debe consumir bastante poder mágico, en algún momento agotara su reserva de mana" –Pensó el Vigidente.

Pero entonces observo una escena que capto su atención, por un momento Ronarut detuvo su ataque, uno habría pensado que agoto sus flechas elementales y otros que estaba pensando una nueva estrategia. La percepción sensorial de Xiz sobre lo mágico, le permitió vislumbrar como en torno al escudo, mana rebosaba en el suelo y en el aire en forma de partículas mágicas, todas se dirigían como epicentro hacia el elfo.

—"¿Esta absorbiendo mana del ambiente?" –Se preguntó a sí mismo el Draconiano —"Cierto, ahora recuerdo que los elfos poseen esa capacidad".

Ronarut puso la palma izquierda de su mano en el suelo, su concentración desato un fenómeno del cual pequeñas cantidades de energía mágica concentrada en el ambiente, eran absorbidas por su cuerpo. Aquello era una habilidad natural propia de los elfos llamada "Canalización espiritual", les permitía tomar la energía mágica del ambiente a su alrededor.

Entre todas las razas inteligentes de Avalia, los elfos son conocidos por poseer un talento biológico innato a la magia tanto a nivel de manipulación como sensorial, todo elfo que nace poseerá desde el principio el don de la magia, incluso sus mestizos los semielfo. Sus reservas de mana son mayores en comparación a humano, Enanos y semihumanos como Lupian o Cait, pero su constitución física es inferior.

Los Elfos poseen una afinidad especial con la naturaleza y los espíritus, una afinidad responsable de su habilidad "Canalización espiritual". Les concede la capacidad de sentir la magia fluir en el mismo ambiente y tomar "prestada" su fuerza para absorberla y recuperar mana.

Sin embargo, para usar tal habilidad, debe enfocar toda su atención en concentrarse para sentir la magia a su alrededor y absorberla, lo que le deja vulnerable, además de que también depende del área en el que se encuentre. Algunos sitios no poseen un ambiente nutrido de grandes cantidades de mana, como lo serían las zonas urbanas de una ciudad o poblado humano, por regla general, las zonas naturales como bosques son los lugares más recomendado para utilizar este don.

Ronarut tras absorber una determinada cantidad de magia, vuelve a atacar continuamente con su arco a Xiz, haciendo uso de flechas de energía y elementales, forzando al semihumano a esquivarlo con el uso de Fortalecimiento. Llegado a este punto, el Vigidente Draconiano comprendió la manera de luchar de su oponente de orejas puntiagudas.

—"Una lucha de desgaste" –Resumió en sus pensamientos la modalidad de pelear de Ronarut.

Obligando a Xiz a estar a la defensiva y usar Fortalecimiento para evadir los ataques del elfo, consumiría gradualmente su energía mágica hasta el agotamiento. Mientras que Ronarut, gracias a su canalización espiritual, podría recargar sus reservas de mana para evitar el cansancio mágico, y dado a que Prayt es el centro de donde ocurrió el desastre mágico de Navum, el ambiente que le rodea debe rebosar de grandes cantidades de energía mágica residual.

Para Ronarut su habilidad como elfo le daba una significativa ventaja por el terreno en el que se hallaba, su escudo al poseer voluntad propia era capaz de cubrirle aun cuando él se encontraba concentrando para absorber mana, lo que cubría su debilidad de quedar desprotegido. Aquellos fue la conclusión de Xiz, el Draconiano en vista de que no podía atravesar con la lanza que disponía la defensa del elfo y que este esperaría a que se cansara para vencerle, solo tenía una opción.

—De modo que tendré que ir en serio –Dijo Xiz en voz alta.

Soltó la lanza que llevaba a manos quedando totalmente desarmado, Ronarut quien además de poder atacar a través de su escudo, incluso era capaz de ver también a través de este. Encontró la acción del Draconiano de soltar su única arma como algo confuso y sospechoso, pero no tardo en averiguar las razones del porqué de ello.

Sobre las manos de Xiz una nueva arma se materializa ante él, era una lanza roja de acero de 3 metros de largo, su punta era una hoja punzante dorada que rebosaba de un aura de mana. Los músculos de los brazos y piernas del Draconiano se tonifican en presencia de tal pieza invocada.

— ¿Es eso el llamado "Lanza del alma" de la raza Draconiana? –Pregunto Ronarut con cierto asombro.

Los Draconianos eran conocidos por ser los maestros innatos en la lucha con lanza, ya que poseen un estilo único de combate enfocado totalmente en dicha arma. La lanza es una figura sagrada para ellos, representa su historia y cultura, cada Draconiano posee su propia "Lanza del alma".

La "Lanza del alma" es la materialización del poder mágico de un Draconiano transformado en una lanza, el arma además poseer características superiores a una ordinaria, portaba la habilidad del usuario.

—Aquí voy –Xiz se posiciono apuntando con su lanza al frente.

Ronarut vuelve en sí, tensando su arco para atacar, pero no hubo forma alguna de reaccionar para el elfo ante lo que presencio, de solo una zanjada el Draconiano se desplazó hacia su posición. Una abrumante velocidad que golpea al mismo viento, fue en una fracción de segundos que la lanza no solo impacto contra el escudo del elfo, también la atravesó.

El arquero de orejas puntiagudo pensó entonces que era su fin, que habría muerto, pero aún continuaba respirando, la lanza penetro su defensa pero no a él, la punta dorada se detuvo justamente sobre su frente. Sintió la punta del acero tocar su piel, a pesar de no herirle, un miedo indescriptible se hizo menester sobre su cuerpo.

Xiz retiro su arma, revelando el agujero resultante de su impacto, camino unos pocos metros alejándose del elfo, y volteo para mirarle frente a frente.

—No quiero matarte, pero no dudare en hacerlo si insistes en continuar esta lucha –Declaro el Vigidente Draconiano.

Las piernas y brazos de Ronarut aun temblaban tras lo ocurrido, era evidente la diferencia de poder entre él y el semihumano con el que luchaba, aquel ataque que había recibido traspasando su defensa fue solo una advertencia. No tardo entonces en dar su respuesta al Draconiano, primero retiro escudo materializado y luego enfundo su arco en señal de rendición.

—Usted gana, ¿me dejara irme en paz? –Pregunto el elfo.

—Sí, si dejas a un lado tus intenciones sobre el joven Rozuel, no tendré razones para luchar contra ti –Fueron las condiciones del Draconiano.

—Después de esta lucha, tengo razones más que suficiente de desistir de seguir intentándolo.

Pronto sobre el tejado Jarquez se aparece de un salto, quien se acerca a Ronarut con una seria expresión en su rostro.

—Se acabó Ronarut, debemos retirarnos, al menos de mi parte yo lo hare, nuestro plan fallo –Fueron las directas palabras del líder de Anarquía.

El elfo observo la herida en el hombro de Jarquez, no tardo en intuir las circunstancias que le llevaron a realizar tal declaración, viniendo de una persona tan orgullosa y codiciosa como él, lo cual le sorprendió en parte.

—Con que también la tuviste difícil, ¿no? –Dijo Ronarut —Esta bien, de todas maneras, también ya me he dado por vencido.

Benito surge entonces al lado del Draconiano dándoles unas palmadas suaves en su hombro y felicitándole por su victoria. A lo que Xiz le reprocha de dicta conducta como si lo tratara como un Protecto.

—Entonces, ¿los dos han aprendido su lección? –Pregunto el Cait a los líderes de ambas facciones de buscadores de Navum.

—No seguiremos con nuestro plan, su amigo Rozuel ya no está en nuestra mira, nos retiramos –Contesto Jarquez.

—Muy bien, chico sin modales, estas aprendiendo y eso es una excelente señal, entonces nos retiramos también –Dijo Benito —Oh, cierto, les recomiendo irse de Prayt cuanto antes, todo este sitio se ira al diablo muy pronto –Fue la advertencia que les dejo.

Dicha advertencia más que aterrar a los líderes buscadores, solo sembró confusión y dudas en ellos.

— ¡Oye Benito, no hables más de la cuenta! –Xiz le regaño.

—Por favor, ni que fuera a causar un gran daño por solo dar ese simple aviso –Se excusó el Cait —Mejor volvamos con el resto.

—En verdad eres incorregible.

El dúo se retira del tejado dejando a solas a los líderes de Anarquía y Orden, ambos suspiran con desaliento ante sus planes arruinados.

—Y pensar que nos encontraríamos con esos monstruos, en verdad la derrota es bastante frustrante –Opino Jarquez sonriendo en parte.

—Parece tomártelo bastante bien a pesar de todo –Comento Ronarut.

—Oye sigo aún vivo, ¿no?, seré codicioso cuando se trata de dinero y poder, pero si veo que mis chances de morir son bastantes altas y puedo retirarme a tiempo aun, optare por continuar vivo para otro día.

—Nunca tuvimos posibilidad alguna contra ese chico Rozuel, nuestros antecesores lideres lo sabían y pagaron las consecuencias de codiciar más de lo necesario, ¿y bien?, ¿qué harás ahora?.

Jarquez medito un momento sobre la advertencia del Cait en torno a Prayt y llego a su conclusión.

—Irme de aquí –Responde el líder de Anarquía.

— ¿Crees en lo que dijo ese Cait? –Le pregunto Ronarut.

—No lo sé… pero siendo sincero, desde que llegamos a esta ciudad fantasma, no dejo de tener un mal presentimiento bien gordo sobre este lugar, un augurio de muerte.

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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Evitamos involucrarnos en lo que pudo haber sido una difícil batalla entre un escuadrón de soldados Enano del ejercito de Nagret y unos Gaki bastante inusuales, el responsable de sacarnos de este aprieto era el Custo con el que debíamos encontrarnos. Tras alejarnos lo suficiente de los recientes peligros, pudimos hablar con él.

No era la primera vez que me lo había encontrado, un hombre de ojos azules y cabellera negra, con una estatura aproximada de 179 centímetros, vestía un fino traje blanco sin mangas con el símbolo de la Ordinem Deam en el pecho, en conjunto con unos pantalones del mismo color, su arma principal era una espada, la última vez que le vi fue hace 5 años.

—Jamás pensé que serias parte de la Ordinem Deam, y mucho menos tener un rango tal alto –Confesé enseguida.

—Oye Roz, ¿no es ese muchacho con el que nos encontramos hace años en el pueblo de Arkay? –Me pregunto Riha.

—Sí, es él.

Su identidad era Zan Kalef Rittono, un Vanish, el portador del séptimo don "Llamas del Purgatorio".

—Eso nos ahorra las presentaciones, solo fue hace poco que recibí mi ascenso como Custo –Aclaro el Vanish de ojos azules —Ustedes son los refuerzos enviados por Einquel, ¿no?.

—Sí, la situación es la siguiente, debemos llegar cuanto antes hacia el cubo de Navum, que yace en la instalación abandonada, el epicentro de la explosión que desato el desastre que creo a la zona prohibida –Explique —Si los Templarios o los del Nexus se hacen con el cubo primero, estaremos acabados, además está el hecho de que el ejército del reino de Nagret también se ha adentrado a Prayt con la misma finalidad.

Zan se queda unos momentos callados y luego señala con la vista una dirección, era allí donde se encuentra la Instalación abandonada.

—En ese caso, debemos darnos prisa –Aconsejo el Custo.

Los Protecto le siguieron fielmente como todo subordinado a su superior, en cuanto a mí, Allum y Riha, dado a nuestra alianza, nuestros objetivos eran los mismos. El cubo debe ser destruido o las consecuencias de su utilización nuevamente en manos equivocadas serán catastrófico.

Para llegar a la instalación abandonada, era necesario primero atravesar la entrada, la instalación era protegida celosamente por los Enanos rodeándola con un fortificado muro de diez metros, del cual se describe que a su tiempo estaba equipado con numerosas torres de vigilancia y armas montadas para lidiar contra unidades de asedio enemigas.

Para nuestra fortuna, hoy en día dicho muro ha recibido considerable daño a lo largo del tiempo, dejando numerosas brechas abiertas y con ello varias "entradas" al lugar, al ingresar por uno, quede tan boquiabierto como la mayoría ante lo que presenciamos.

Dentro del área de la instalación, un gran campo se extendía en la zona, vestigios de torres en ruinas y cuarteles abandonados decoraban junto a grandes cantidades de malezas y árboles muertos este desolado paisaje. Pero lo que llamo nuestra atención fue el conflicto que se llevaba a cabo adentro.

Ejércitos de soldados Enanos, escuadrones de Templarios, un gran número de Afligidos del Nexus y numerosas abominaciones de la zona prohibida, luchaban a muerte en este campo, era como presenciar una batalla campal de algún conflicto bélico. Nos estábamos adentrando hacia una carnicería entre 4 bandos, con nuestra presencia, nos volveríamos un quinto en esta contienda.

A unos pocos kilómetros podíamos avistar la instalación abandonada, un enorme edificio que no envidiaba en tamaño a un castillo, una torre blanca con rojo resaltaba en el medio de la robusta e inmensa edificación. Tal obra describía el magnífico empeño y labor que los Enanos erigieron para contener el objeto que dio origen a estas tierras contaminadas.

—Oh, sí que son muchos enemigos, y nuestro número apenas llega a dos docenas –Expuso Allum en voz alta.

Si queríamos llegar hasta la instalación, debíamos pasar a través de este campo de batalla, era un todo o nada, prepare mi AK-47, mi pegajoso compañero su revólver Colt Python y la Lupian su Desert Eagle XP4. Los Protecto desenfundaron sus armas y emanaron su poder mágico, Zan convoco sus llamas azules en la hoja de su espada y con su arma apunto en dirección hacia la instalación.

— ¡EN MARCHA! –Exclamo a todo pulmón el Custo.

Sus Protecto con la moral en alto emprenden su avance al lado de su superior, allí nos encontrábamos juntos los tres, meros aventureros de Rango 2, involucrándonos en una intensa refriega con nuestras vidas apostadas en medio.

TIEMPO ESTIMADO PARA EL IMPACTO DEL MISIL: 15 Minutos y 14 segundos

Continuara…