PERSPECTIVA: Coyote Fugaz
Esta es la historia de un hombre simple, sin ambiciones, sin vicios y el deseo de una vida estable con una rutina normal. Nacido de una madre prostituta y un padre mujeriego desconocido, entregado y criado en un orfanato del reino de Thardia. El hogar se sustentaba mayormente de la ayuda de sus pequeños, realizando trabajos de servidumbre a un económico precio accesible incluso para un plebeyo.
Alguno que otro terminaba en manos de un degenerado noble rico amante de los niños siervos, para fortuna, este hombre simple no fue uno de sus sirvientes. Para la edad de 13 años, descubrió que su talento para la magia era de Nivel B, las posibilidades para conseguir un empleo y valerse por sí mismo estaban abiertas, pero solo un tipo de trabajo era factible para alguien como él.
Sin saber escribir y leer, solo podría concurrir a labores que precisaran únicamente de sus cualidades físicas, buscaba un oficio que le diera un mínimo de sustento estable y no fuera por el medio criminal. Solo dos tipos de trabajos se moldeaban a su interés y capacidades, el ejército o el gremio de aventureros.
Si escogió la vida de un aventurero, era porque simplemente podría aplicar su propia rutina y modo de vivirla, la decisión estaba a sus anchas. Como todo novato, en su inicio tenía a su disposición solo meros encargos rudimentario que la mayoría considerara tediosos, pero a él no le importaba, le gustaba incluso, con el poco dinero que conseguía, le alcanzaba para la comida y una cama bajo un techo en la posada más barata.
Repitió el mismo ciclo, una y otra vez, no había quejas, no había peros, solo esfuerzo para acabar cuanto antes el trabajo, le encantaba hacerlo. Tal fue el gusto que se convirtió en hábito, día tras día era lo mismo, despertar temprano, aceptar encargos sencillos, terminarlos, regresar a la posada al anochecer, comer algo y dormir, así de simple era su rutina.
Los días se convirtieron en semanas, luego en meses y finalmente en años, para entonces habiendo cumplido sus 18 años de edad, ya era un aventurero de Rango 3. Comenzó a tomar trabajos de subyugación de monstruos de bajo nivel, para entonces tenía el poder mágico de un mago de Nivel B+, monstruos como goblins, liebres hostiles con cuernos y slimes, caían son sencillez ante sus habilidades.
Con un talento que pulía en el manejo del hacha a dos manos y sus dotes mágicos, sería fácil para él lidiar con subyugaciones de bestias y monstruosidades mágicas de mayor categoría, pero no lo necesitaba. Era sencillo y feliz, realizando los trabajos de bajo nivel, sea limpieza, cargando objetos pesados, recolección de ingredientes y eliminación de criaturas débiles.
Fue a sus 23 años y como un aventurero de rango 4 que la conoció, a una muchacha de su misma edad, de rizos morenos, una suave piel blanca con pecas en sus mejillas, vestía un conjunto de cuero reforzado con una cota de malla y blandía unas dagas mágicas gemelas. Como tal era una aventurera de rango 3 que se valía de los mismos trabajos que el hombre simple.
Pero ahí estaba la cuestión, su rutina era como la suya, despertar temprano, tomar encargos de baja categoría, cumplirlos, terminar la labor para el anochecer y descansar como comer en la posada. No aspiraba a nada más, ni sueños de convertirse en una famosa aventurera, heroína o una gran maga, solo el deseo de ganarse el sustento de cada día con simpleza.
Tal rutina sostenido en años volvería a loco a cualquier llegado a algún punto, pero estos dos sin embargo, eran la excepción. Podría pasar un siglo entero y aun así ellos seguirían haciendo los mismos trabajos y la misma seguidilla de vida, hasta el final de los tiempos.
Con tanto en común, y estando siempre en solitarios los dos, era evidente que aliaron sus intereses para trabajar en conjunto, como compañeros y amigos de armas. Con el tiempo fueron conociéndose mutuamente, la joven se llamada Dahma, fue criada como huérfana en un orfanato, sin talento para leer y escribir, pero con un poder mágico de Nivel C+, encontró el confort de su vida en el gremio de aventureros iniciando a los 14 años.
Así fue el primer año de acercamiento entre el dúo, hasta que el sentimiento de amistad se transformó en algo más, si al principio dormían en diferentes habitaciones, el hacerlo en uno mismo, ya era deducible adonde terminaría esto.
Las simples noches de descanso en compañía se convirtieron en momentos apasionantes, sus sentimientos por el otro se fortalecía. Como aventureros, camaradas, amantes y humanos, todo era una simple cuestión de rutina, así como se conocieron, unieron sus vidas y la seguidilla de su manera de vivirla, todo era perfecto y en armonía. Así fue hasta que aquel mediodía…
—Oye, ¿escuchaste el rumor?
— ¿Hablas del rumor sobre "Gesk el verdugo bandido"?.
El hombre simple regresando de realizar un encargo ordinario y buscando otro que aceptar, oyó una conversación de su interés entre dos aventureros, tal charla giraba en torno en Gesk. Un bandido apodada "El Verdugo", un mago que anteriormente ejercía el labor de ejecutar por decapitación a criminales con su hacha pesada, hasta que enloqueció por su sed de sangre y ejecuto a todos en una misma habitación además del condenado.
Con figuras de autoridad y nobles asesinados por su mano, se convirtió rápidamente en un criminal buscado por el reino, incluso su captura o eliminación llego como un trabajo activo en el gremio de aventureros. Gesk era catalogado como un peligroso sádico mago de Nivel B+, se dedicaba a asaltar caravanas y atacar poblaciones pequeñas, para robar, tomar hombres, niños y mujeres, y luego ejecutarlos de la misma manera como lo hacía cuando ocupaba el cargo de verdugo.
—Se dice que Gesk y sus muchachos fueron visto cerca de la granja de Marth, pero nada seguro.
—¿La guardia más cercana habrá ido a verificar si era autentico esa información?.
— ¡Lo dudo mucho!, no es la primera vez que se oye sobre un encuentro con ese loco, ni la guardia o el mismo ejercito moverían el culo para corroborar un rumor.
—Puedo entender en parte la razón de ellos, ir a esa distancia para luego ver que era falso, sería un fastidio.
—Y que lo digas, obviamente dejaran que los aventureros hagan el trabajo por ellos, ese tipo tiene una recompensa bien jugosa.
—¿No has pensado en codiciar dicho premio también?.
— ¿Estás loco?, suponiendo que sea cierto, no tengo chance alguna de ganarle, perderé la cabeza por estúpido.
— ¡Jajaja!, siendo ese criminal, no lo dudo.
Un fuerte pálpito de angustia sacudió en el hombre simple, pues Dahma se encontraba realizando un encargo privado en la granja de Marth, ayudando con la cosecha tanto en su recolección como protección contra pequeñas bestias voladoras de bajo nivel que querían arruinarla. Era una labor rutinaria que el granjero había acordado con ella cada tanto tiempo, venía haciéndolo desde hace un par de años, convirtiéndose en parte de la rutina de su vida como aventurera.
Los dos siempre hacían un trabajo en conjunto, pero dado a que lo de la granja de Marth era un encargo privado, el hombre simple no podía acompañarla, solo desearle suerte hasta que terminara. Por lo general dicho trabajo le duraba casi todo el día, era sencillo y la paga, era excelente.
No era la primera vez, para él ya estaba acostumbrada que cada tanto su compañera y amante, se fuera en solitario para cumplir con su rol en aquel encargo. No era nada del otro mundo, ya que era otro día de labor más que culminaba normalmente tras caer la noche.
Al menos eso fue hasta que oyó sobre el rumor de Gesk, aun si fuera falso, también habría una probabilidad de que fuera cierto. La intranquilidad se aposento en su interior, sus emociones estaban alarmados, normalmente sentiría algo así si su vida estuviera en juego, pero tal preocupación venia, porque la vida en posible peligro, era de la única persona que con la que tenía fuertes sentimientos de afecto.
No lo discutió y ni lo pensó un segundo más, partió inmediatamente hacia la granja de Marth, en el fondo deseaba, anhelaba que tal rumor fuera totalmente falso y su preocupación en vano. Y fue que llegando a la granja se encontró con el resultado de sus inquietudes, cadáveres sin cabeza de numerosos granjeros y el propio Marth decoraban el paisaje.
Fue allí que su presagio se convirtió en pesadilla, recostada en el suelo, con múltiples heridas de cortadas en sus brazos y abdomen, hallo a la persona que tanto añoraba encontrar a salvo. Los cortes eran meramente superficiales, recuperarse seria sencillo, pero la incertidumbre, la pesadez emocional del hombre simple llego a su pico máximo, cuando observo detenidamente que su amante, había sido decapitada.
Su asesino, era un musculoso hombre con el torso desnudo al aire, vestía únicamente un largo pantalón negro, junto calzado de cuero de dicho color y ocultaba su rostro con una capucha negra ensangrentada, en sus manos portaba como un artefacto mágico un hacha pesada de acero. A su alrededor, le acompañaban cerca de media docena de forajidos, portando equipamiento mínimamente decente, entre protecciones de cuero, hierro y armados con armas encantadas y uno que otro con un artefacto mágico propio.
Era Gesk en persona y su banda criminal, sin misericordia, habían sometido a los pobres granjeros a ser partícipe del horrido método de ejecución del principal líder del grupo. Era su obsesión rebanar cabezas, como un enfermizo instinto inculcado cuando era verdugo, ni los animales o niños pudieron salvarse de la atrocidad de sus actos.
El hombre simple entro en cólera, aun si su oponente era un sádico asesino de renombre, su rabia estaba por encima de su razonamiento, ver a la persona que amaba fallecida, desencadeno todo su poder. Gesk mando a sus forajidos contra él, solo para ser superados por la habilidad guerrera de su hacha y ser asesinados, ni uno solo logro hacerle un rasguño, a pesar de que la mayoría eran magos.
El verdugo levanto en alto su hacha pesada, con sus cómplices eliminados, acepto luchar contra el hombre simple, tornándose una batalla a muerte intensa entre los contendientes. Tal contienda duro hasta el caer de la noche, Gesk fue el derrotado, su eventual muerte la encontró con su cabeza cortada por el arma del hombre simple, un final irónico.
El vencedor no se regocijo con la victoria, aun con su cuerpo herido de varios cortes y una leve pérdida de sangre, se centró en su fallecida amante. Agachándose cerca de su cuerpo, la observo con un rostro afligido y tormentosos sentimientos de angustia, para luego llevar su mano a su vientre, recordó entonces algo que ella le había dicho antes de partir.
—"Hay algo importante que quiero contarte, te lo diré esta noche, no trajes de adivinar, jeje"
Cuando dijo eso, sonreía mientras una de sus palmas disimuladamente estaba cerca de su vientre, el hombre simple lo comprendió, ese "algo importante" que su amada iba a anunciarle de haber regresado con vida. En sus pensamientos más profundos imagino las palabras que Dahma habría dicho con su habitual forma cursi de expresarse.
—"Muy pronto serás papa y yo mama"
Gotas caen sobre el cuerpo de la fallecida aventurera, como también de los caídos en los alrededores, una repentina lluvia se manifiesta sobre la escena de esta masacre. Pero el cielo no es el único en derramar lágrimas, abrazando la cabeza de Dahma, el hombre simple grita hacia el cielo expresando todo su pesadumbre y tristeza.
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Había transcurrido varias semanas desde aquel trágico suceso, de vuelta a su solitaria rutina de aventurero, su habitual sonrisa se había esfumado. No era posible experimentar aquellos nostálgicos momentos de felicidad cuando había abandonad el orfanato y experimentar el mundo por su cuenta, no desde que la conoció a ella y la había perdido.
Pues en sus pensamientos predominaba un objetivo personal, traer de nuevo a la persona con la que había desarrollado un lazo emocional indescriptible, un afecto adictivo y reconfortante que había anhelado pasar el resto de su rutinaria vida por siempre.
¿Pero cuando fue que este hombre simple llego a desarrollar tal meta de razonamiento ilógico?, traer a los muertos de nuevo a vida, ha sido un polémico tema y tabú en Avalia. Pero aquella idea tránsito por su mente, cuando oyó la conversación entre dos aventureros procedentes del reino de Luthe.
—¿Escuchaste sobre esa docena de aventureros que se fueron al reino de Nagret?.
—Para ir hacia allí, me doy una idea del porque será.
—La Zona Prohibida, creen que harán más dinero como uno de esos llamados "Acechadores de Navum".
—Que codiciosos más imbéciles, pero estoy más que seguro de que no fueron solo por haber oído del dinero que se obtiene de ese Navum.
—Ah, ahora lo recuerdo, es sobre ese fuerte rumor al que llaman "El Djinn", ¿no?.
—Sí, se dice que habita en La Zona prohibida, una mítica y poderosa criatura que concederá cualquier deseo a quien le encuentre, ya sea fama, poder o incluso riqueza.
—¡Pues yo me pediría las mejores bebidas y mujeres de Avalia!.
—¿¡Eh!?, ¿¡Solo con esa te conformas!?, ¡yo pediría dinero infinito!, ¡de esa manera tendría riqueza inagotable para hacerme con todo el licor y las mujeres que quisiera!, ¡vamos que hasta me compraría un Reino también!.
Escuchar a los aventureros hablar del aquel sitio llamado La Zona prohibida y sobre la entidad conocida como El Djinn, manifestaron una vital reflexión en la psiquis del hombre simple. Dos elecciones se hicieron menester, la primera era volver a su rutinaria vida de aventurero solitario que conoció tras abandonar el orfanato.
La segunda era volver a su rutinaria vida de aventurero tras haber conocido a Dahma, pero entonces debía traerla de regreso, debía ir a La zona Prohibida. Si el Djinn existiera y lo encontrara, su deseo seria traerla de vuelta.
Esta es la historia de un hombre simple, sin ambiciones, sin vicios y el deseo de una vida estable con una rutina normal. Transitando por la Zona prohibida, dando sus primeros pasos, enfrentando los horridos peligros de este mortal sitio abandonado por la mano de Deux, pero aferrado a su deseo de que tarde o temprano, volverá con su amada y aquellos días simples con su compañía, regresaran.
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PERSPECTIVA: Tercera Persona
De los cinco miembros del grupo de Coyote, El espadachín había sido asesinado, partido en dos por abrumador poder de Minoz, uno de los 12 Espíranos legendarios. En sus manos blandía un hacha materializada por su propia magia, imbuida con su inmenso mana, el ser espiritual miraba al resto de los buscadores profesionales, fijando su siguiente blanco.
La valiente moral de los buscadores de gran prestigio había caído bruscamente, de la iniciativa de luchar contra tal monstruosidad, se había convertido ahora la de tratar de huir a como de lugar. Sin embargo no era sencillo, los ojos de Minoz estaban sobre ellos y un paso en falso, significaba la muerte.
—Hmm… ¿quién será el próximo?, tu… -Miro al buscador del arco —Siempre deteste a los arqueros y a toda arma a distancia, para empezar son más débiles que las de cuerpo a cuerpo, y siempre necesitan ser "recargadas", una de estas –Señalo su hacha —Puede dar lucha continuamente y con la maestría adecuada, se es capaz de repeler cualquier flecha como si fuera un escudo, las armas cuerpo a cuerpo son definitivamente mejor que las de distancia –Aseguro con total confianza.
En vista de que el arquero iba a ser el siguiente, la intimidante mirada del Espírano basto para que no tuviera la menor duda de dar todo lo que tenía. Expulso todo su poder mágico, manifestando su habilidad especial, una flecha de hierro con la apariencia de un aguijón se materializa en su mano.
—"Saeta ponzoñosa de la reina abeja" –Exclamo en sus pensamientos el nombre de su poder.
Alguna vez fue un aventurero y tras haber experimentado un aterrador evento cercano a la muerte, luchando en solitario contra un enjambre de monstruos abejas, cuyo tamaño cada uno llegaba a medir lo mismo que un niño humano, zumbaban acercándose con sus punzantes aguijones para apuñalarle. Tal lucha lo llevo hasta su límite, cuando los elimino a todos, se enfrento a la reina de las abejas, anhelando venganza por sus hijos asesinados.
La reina en término de tamaño era más grande que un humano, el triple de dicha magnitud, su cuerpo parecía estar hecho de hierro y sus alas de acero. Pero lo más intimidante de ella, era su aguijón que chorreaba una sustancia verde pegajoso, una toxina letal que el arquero reconocía era fatal para todo aquello que recibieran una dosis.
Sus habilidades como arquero mágico aún eran inmaduros, fue una sorpresa cuando descubrió que la abeja reina tenía la cualidad de disparar su aguijón como una flecha y eventualmente reemplazar la perdida en su cola para volver a repetir el mismo ataque. Su manera de luchar no era tan diferente al del arquero, y una batalla a distancia entre los dos se llevó a cabo.
La victoria como tal fue la del arquero, pues en su lucha logro despertar el principio avanzado de su magia, la flecha aguijón a la que había bautizado como "Saeta ponzoñosa de la reina abeja". Pues este poder fue su salvador, en el último momento en que la reina tenia las de vencer, fue esa flecha invocada por su mano su salvavidas.
La flecha materializada contaba con la capacidad de envenenar a sus enemigos, pues su punta estaba envuelta en ponzoña, ya que esta habilidad era una recreación del aguijón de la reina abeja a la vez venció tiempo atrás. Todo su mana se imbuida en la saeta, Minoz noto la cantidad de poder mágico que su rival concentraba en el proyectil.
Una malévola sonrisa se cernió en el rostro del bovino espíritu, a pesar de que el arquero estaba preparando un poderoso ataque, el tiempo que le tomaba era una cuestión que Minoz podría aprovechar para acercarle y asestarle un hachazo para matarle. Si no lo hacía, era porque quería que él disparase su ataque, lo aceptaba como un desafío, de que su arma superaría sin duda a la del arquero.
Finalmente el mago arquero dispara su flecha, un potente proyectil rodeado de un aura mágica, más poderoso que cualquier flecha ordinaria o incluso una fortalecida por magia. Pues su saeta, contaba con una fuerza de penetración siete a ocho veces mayor a las flechas mágicas que él usaba habitualmente en su estilo de lucha.
Minoz agita su hacha utilizando las dos manos, un poderoso giro es ejecutado por el ser espiritual que golpea la saeta. El choche entre el metal invocado del Espírano y el proyectil invocado por la habilidad del arquero desata fuertes picos de poder mágico que se manifiestan con violentos vientos a las cercanías.
De entre tanta tensión, un ganador es determinado, la saeta mágica del arquero es desviado, perdiendo todo ese gran poder que albergaba, valiendo igual o menos que una flecha ordinaria. Minoz nuevamente, había demostrado su implacable fuerza sin suspirar a grandes rasgos, manteniendo la imagen de que su punto de vista de las armas cuerpo a cuerpo era mejor.
El mago arquero es psicológicamente vencido, no era la primera que su habilidad no logra acabar con su rival, otros habían sobrevivido a su ataque o resistían el veneno de la ponzoña. Pero era la primera vez, que un enemigo rechazo su mejor ataque sin problema alguno, y además, fue el disparo más poderoso que había realizado hasta la fecha, y aun así, esa monstruosidad invocada por el comandante Templario, le superó con creces.
Tan demolido estaba su ánimo, que apenas noto a Minoz arremetiendo hacia él velozmente, no escuchaba el aviso de sus compañeros buscadores, advirtiéndole que tomara distancia. Para él, ahora la "distancia" ya era un caso inútil a estas alturas.
El buscador del mazo y escudo había salido en su defensa, situando en frente suyo con su protección de metal en alto, preparado para defender a su amigo. Solo para terminar empalado por el cuerno izquierdo de Minoz, en su embestida atravesó tanto su escudo de naturaleza mágica como a su portador por el estómago y en su trayecto, su cuerno derecho tomo la vida del arquero.
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En las cercanías de la abandonada posada donde se encontraban los miembros de la Ordinem Deam, como también Rozuel y compañía. Ojos siniestros se posan sobre el Esper con ambiciosos propósitos sobre su persona, eran dos grupos lo suficiente separados para no verse y observando en la altura de un techo a una segura distancia la casa de tres pisos del cual sabían que en su interior, se encontraba él.
El primer grupo lo conformaban dos individuos, uno portaba la insignia de Anarquía y el otro de Orden. El proveniente de Anarquía se identificaba como un bello joven rubio de armadura ligera negra y enfundaba en su cintura una espada, por su parte el miembro de Orden era un elfo pelinegro de armadura pesada gris adornado con un pelaje de zorro, que portaba un arco plateado en su espalda.
El segundo grupo estaba formado por cuatro personas, tres hombres y una mujer, tres rozaban los 30 años, mientras que el cuarto era un hombre de cabello negro canoso que estaba probablemente por los 40. Aquel último era Terius, quien se encontraba en la zona prohibida bajo las órdenes del rey no mago, pero la última orden emitida con la autoridad de su majestad le había dejado un mal sabor de boca.
Al principio solo era "Localizar y observar a Rozuel Drayt", pero los tres individuos que se presentaron como fieles servidores del reino de Galet. Se les habían encomendado una orden más, luego de reunirse con los soldados enviados del reino, del cual Terius fue el único en sobrevivir, se llevaría a cabo la siguiente y ultima tarea.
En la nota exponía con toda claridad dicha orden: "Trae a Rozuel Drayt al Reino de Galet, utiliza cualquier medio necesario, pero debe estar vivo a cualquier costo".
TIEMPO ESTIMADO PARA EL IMPACTO DEL MISIL: 30 Minutos.
Continuara…