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Chapter 138 - CAPITULO 138 EL ESTOQUE DEL VIENTO por Sylar

PERSPECTIVA: Rahul

Nace y crecí en el Reino de Wilstone como un campesino, fue bautizado con el nombre de Luhra Sedroc. Mis padres eran humildes granjeros, y fui el único hijo que tuvieron dado a ciertos problemas que madre tenía para concebir más niños, incluso mi nacimiento fue considerado una gran suerte.

A los 10 años descubrí que tenía un talento para la magia, aunque ya había visto esos índices a los 6, no fue sino a esa edad que mi energía mágica pudo manifestarse con clara visibilidad ante mí. Vivía en la zona rural de la ciudad de Rotdell, donde los campesinos residentes de dicha área tenían el vital trabajo de mantener y cuidar los campos de cultivos. Una costumbre obligatoria que nuestro hogar poseía a modo de ley, era el reclutamiento obligatorio a niños que poseían talento con la magia para convertirlos en soldados al servicio de su gente y su ciudad.

Quería ser granjero como mi padre, así como lo fue el suyo y el anterior a él, pero rechazar esta costumbre se considera un crimen contra la patria que se paga con el encierro y la tortura, incluido para los padres del hijo, solo los niños de familias nobles eran la excepción a esa regla. De esta manera fui instruido con un arduo entrenamiento que más de una vez me había dejado sin aliento y adolorido en casi todo el cuerpo, para finalmente convertirme en un mago entrenado para la lucha y mi arma por defecto ante mi poder de manipulación del viento, fue un estoque.

Generalmente mi trabajo asignado fue la de un guardia, patrullar y vigilar las áreas que me designaban de la ciudad, al culminar el día debía volver a las barracas para descansar. Mayormente me pasaba haciendo rondas vigilando las casas de los nobles de mayor influencia de Rotdell, ¿se supone que ellos se consideran "toda la gente y la ciudad" para lo que nos fueron inculcado a proteger?, si dijera algo así delante de un noble o el capitán de la guardia, me colgarían por insolencia.

Apenas podía ver a mis padres, pues la zona rural solamente era patrullada por guardias no-magos, pues lo más privilegiados de la ciudad recibían la seguridad de guardias magos. Una injusticia que nadie podía reclamar sin recibir un severo castigo, por fortuna, nada fuertemente peligroso azota estas tierras, la mayoría de las amenazas eran solo bestias salvajes ordinarias y criaturas mágicas de bajo nivel.

Mis padres murieron de vejez y enfermos, los dos al mismo día, me entere de la noticia días después de que fueron enterrados. Su tumba elegida fue bajo la tierra cerca de la casa al cual había nacido, me criaron y fui separado de ellos a los diez años.

No pude evitar llorar al arrodillarme ante la tumba de mis fallecidos padres, como su hijo, no estuve para ellos, quien con su humildad me cuidaron sin pedir nada a cambio. Apenas siquiera pude visitarlos en cortos plazos de descansos donde requería el permiso de mi superior y pocas veces me lo concedía, y ahora en sus últimos momentos de vida, partieron sin que pudiera despedirme de ellos, me despreciaba tanto.

Pase varios días deprimido, frecuentaba la taberna de siempre para comer algo, fui a beber para olvidar el dolor. La camarera que me atendía, insistía en que me detuviera pues solo empeoraría mi condición a largo plazo, cuando mire sus ojos detenidamente, sentí un calor repercutir en el pecho, uno lo suficiente para reconsiderar su petición de no rendirme a la bebida.

Con el tiempo frecuente más la taberna para encontrarme con ellas, las visitas casuales se convirtieron en citas y fue una noche en las cercanías del bosque de la ciudad, con la luna como nuestro testigo, nuestro amor floreció. Como un guardia emparejado y con los años de servicio que he prestado, pude conseguir una casa propia para los dos, donde nos establecimos como nuestro hogar.

Los meses transcurrieron, mi querida esposa dio a luz a nuestro hijo, no pude evitar contener las lágrimas al sostenerlo en mis brazos, jure por mi vida que los protegería a ambos. Años posteriores, mi pequeño a sus seis años parecía mostrar indicios de poder usar magia, aunque sus podres aún estaban dormidos, a este punto me planteaba la idea de ocultar su talento, no quería que él fuera separado de sus padres como me sucedió a mí, quiero que viva una vida feliz junto a su madre y su padre.

A medida que crecía y llegado a sus diez años, se hacía más notable sus poderes mágicos, le enseñe a que nunca debía mostrar su magia a nadie y ocultarlo siempre por su bien. Como gesto me deje el bigote, a él le encantaba tanto que le causaba gracias, ver su sonrisa valía cada segundo esta decisión. Era la vida perfecta, si todo salía bien, nuestro hijo podría crecer sano y fuerte, elegir su propio camino, escoger su propia felicidad.

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Un día volviendo a casa tras concluir mi guardia, descubro a tres soldados y un noble de la ciudad frente a mi hogar, rodeando a mi hijo y mi esposa. Habían descubierto que mi niño podía usar magia, no por descuido del chico, sino que sospechaban tras varios testimonios de algunos aldeanos haberlo visto manifestar de manera involuntaria poder mágico años atrás, eso llevo a que mi familia fuera investigada en secreto y con todo sigilo por un grupo pequeño de magos.

Inevitablemente obtuvieron pruebas de que podía usar magia, aun si mi niño hizo todo lo posible para ocultarlo y como era de esperarse, aplicaron la ley obligatoria de reclutarlo para volverlo un leal soldado de Rotdell. En cuanto a mí, por ocultarlo me querían condenar varios años a trabajar en una mina de hierro como castigo.

Mi esposa se negaba a que le arrebataran al único fruto de su vientre, pese a la exigencia del noble, ella desistía y fue cuando el hombre de influente familia ordeno a uno de los soldados separarlos a como fuera. El soldado entonces la abofeteo con todas sus fuerzas y ella por el fuerte golpe cayó hacia el suelo dándose con una roca picuda en la cabeza.

Reaccione para socorrer en cuanto vi la cantidad de sangre que salía de su herida, pero sin importar que hiciera, ella no respiraba, no quería creerlo, estaba conmocionado. Un fuerte dolor de angustia sacude todo mi ser, semejante al día en que perdí a mis padres, abrace entre lágrimas el cuerpo sin vida de mi esposa.

—Esa estúpida plebeya, se buscó su propia tumba, ¿cómo se atreve a cuestionar mi autoridad y la de esta ciudad? –Declaro con arrogancia extrema el noble.

Sentí un intenso deseo asesino hacia ese bastardo, mismo que ordeno por consiguiente a dos de sus guardias que me arrestaran, mientras que el restante se llevaría a mi niño. El noble pensó que no me resistiría a su autoridad, pero lo que no tenía idea, de que toda esa "lealtad" con la que me "educaron" estrictamente estos años, se había convertido en una inmensa ira.

Una que he contenido todos los días, parar finalmente desatarla hoy. Los soldados que vinieron por mí no eran magos, fácilmente pude matarles con mi estoque, ni siquiera precise mi poder mágico contra ellos.

Acto seguido, asesine al soldado que pretendía llevarse a mi niño, este último podía usar magia, pero su grado de poder era deplorable a comparación de la mía. Con haber fortalecido mi cuerpo, supere la esgrima de su espada y apuñale su corazón en un santiamén.

—¡Insolente plebeyo!, ¿¡te atreves a rebelarte contra la ley!?, ¡tú castigo será la muerte! –Exclamo el noble con un aura de mana envolviendo su cuerpo.

Haciendo uso de un anillo mágico en su dedo índice, dispara de él hacia mí un proyectil de roca en forma de lanza. Fácilmente evado su ataque y me aproximo hacia él, el noble desenvaina su espada el cual era un artefacto mágico, pero con mi poder de viento imbuyendo mi hoja y mis años de entrenamiento en el arte del estoque, no es rival para mí.

De una serie de ataques fácilmente le desarmo en cuestión de segundos y finalmente le doy una estocada que le atraviesa el pecho. Fue en una zona vital, quedándole tan solo una miserable y corta esperanza de vida antes de que la muerte le envolviera por completo.

—Estúpido mago… campesino… ¿crees… que te saldrás con la tuya… después de lo que has… he…cho?

Fueron sus últimas palabras, retire mi estoque de su apuñalado cuerpo y limpie con su ropa la sangre que dejo en mi arma. Me he revelado contra las autoridades de la ciudad y he asesinado en el transcurso a soldados y un noble, sin duda recibiré la peor de las tortura y luego me asesinaran si llegara a ser atrapado, por lo tanto debía huir, llevarme lejos a mi hijo cuanto…

—No… no… no, no, no, no… ¡NO, NO, NOOOO!...

Voltee inmediatamente para tomar su mano y escapar, pero halle una impactante escena, fue a mi niño tirado en el suelo sin aliento. Su frágil cuello fue atravesado por el proyectil de tierra que ese noble lanzo con su anillo mágico.

—No preví esto… si tan solo hubiera rechazado el proyectil con mi estoque en lugar de esquivarlo…

Me colapse de inmediato de rodillas, ante mí se hallaban mi amada esposa y mi único primogénito, muertos, no pude protegerlos, falle como esposo, falle como padre y falle como hombre. Mi llanto se hizo de escuchar, atrayendo curiosos por los alrededores, pero también a más guardias.

Al ver en la escena a los suyos muertos junto al noble, inmediatamente dedujeron que fue mi arma las que los mato, alguno de ellos me conocían desde años, inclusive a la esposa e hijo que me fueron arrebatados. Pero ni aun así, tuvieron la más mínima duda en desenvainar sus armas con intenciones hostiles hacia mi persona.

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Había conseguido escapar llevándose consigo los cuerpos de mis seres amados, para fortuna los únicos magos que estaban entre los guardias presentes de la escena, tenían un nivel de poder inferior al mío, fue fácil perderlos al huir con mi cuerpo fortalecido.

Enterré a mi esposa e hijo en el bosque cercano de la ciudad, pocas fueron las veces que tuve la oportunidad de visitarlo con mi fallecida prole y fue aquí, donde mi amada y yo comulgamos nuestro amor. La despedida se sentía como una apuñalada a mi corazón, más de una ocasión deseaba acompañarlos a los dos en el más allá, pero mi querida no querría que mi final fuera de esta manera. Algún día moriré, lo hare bajo unos términos memorables y me encontrare con ella y con nuestro pequeño, solo debo ser paciente.

Eventualmente tras mi acto de asesinato contra un noble, me convertí en un criminal para el reino de Wilstone, si mis padres estuviesen vivos, habrían sido asesinados de inmediato, así funciona este injusto sistema. Solo me quedo huir de esta nación y mudarme a otra, tenía en mente convertirme en aventurero.

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Viaje hasta la nación de Luthe, donde me establecí en Carmuy, la capital del reino. Me registre en el gremio de aventureros como uno y comencé mi nueva vida bajo otra identidad, Rahul. Me tomo un año el conseguir mi primer ascenso de rango, la mayoría de los encargos de mi categoría eran exasperante y con una paga miserable, pero necesarias para subir peldaños y conseguir una mejor ganancia a futuro.

—Niño, el encargo dice claramente "9 antenas de hormigas Ignis", aquí solo traes consigo 6 en total –Le dice uno de los encargados de tomar los encargos y distribuir a la vez las recompensas de esta.

Un aventurero muy joven de una edad adolecente, intentaba cobrar parte de la recompensa al realizarla a medias, sin embargo así no funciona el trabajo como aventurero, debes completarlo todo o no recibes nada. El muchacho desiste y se retira disculpándose con el encargado.

Mire detenidamente al chico, sentí un golpe emocional en el pecho, su rostro y peinado, eran tan exacto a mi fallecido hijo. Con la diferencia que el color de cabello de mi niño era negro, el de este muchacho en cambio era rubio.

— ¿Sera una coincidencia?, ¿una obra del destino? –Reflexione en mis pensamientos.

Se veía bastante tímido, caso contrario a mi hijo que era bastante energético y travieso. Cada vez que observaba su rostro por más tiempo, me era difícil no recordarle, sus facciones no eran similares, sino con una proporción de igualdad bastante precisa, nuevamente me preguntaba en mi mente.

—¿Coincidencia o destino?.

Entonces tome mi decisión, me acerque al joven rubio para hablar con él, a primera vista mi presencia lo intimidaba, ¿realmente es un aventurero?, ya es bastante su edad tan temprana para iniciarse en este oficio peligroso, pero la actitud era otra cuestión también que remarcaba en él como una fuerte debilidad.

—Parece que tienes un problema con monstruos mágicos –Le dije.

—Si… eran bastante numerosos para mí, las hormigas Ignis son conocidas por su exagerado tamaño y sus picaduras capaces de carbonizar la piel, apenas pude eliminar unos 6 antes de huir –Confeso al instante el muchacho con nerviosismo.

—Eres muy joven para ser aventurero, ¿cuantos años se supone que tienes?.

—Acabo de cumplir 13 años, salí del orfanato para hacer mi vida y no volverme una carga, como se usar magia sentí que volverme aventurero era lo más idónea para mí, pero… no me ha estado yendo muy bien que digamos.

Me relato que apenas llevaba una semana como aventurero, los pocos trabajos que hizo eran de Rango 1 y consistían mayormente en recolectar hierbas cuyas peticiones sobraban. Con una paga tan miserable, se armó de valor para realizar un trabajo de rango 2 y conseguir mejores ganancias, la petición que tomo consistía en recolectar 9 antenas de hormigas Ignis, en su primer intento casi termina muerto, logro escapar de suerte, llevándose consigo 6 de las 9 antenas necesarias para completar el trabajo.

Estos monstruos insecto eran sencillos de vencer si eres un usuario de magia, incluso un diestro espadachín no mago podría con ellos, dado a que estas criaturas solo son mortales si llegan a picarte, mantener distancia y prudencia eran algo básico como fácil cuanto te enfrentabas a unos cuantos. Pero la cosa cambia cuando son una docena y estas completamente solo, este chico no tiene a nadie que le cuide la espalda y por su forma de ser, si llegara a intentarlo de nuevo, seguro no correría con la misma suerte esta vez.

—Parece que necesitas una mano chico, ¿te importa si te ayudo? –Le solicitud mi espada a su ayuda.

— ¿De verdad?, es muy amable señor…

—Puedes decirme Rahul, ¿cuál es tu nombre?.

—Pitt Clawenson.

—Clawenson, ¿es el nombre del orfanato donde fuiste criado?.

—Si.

Los huérfanos crecidos en orfanatos, reciben su apellido del establecimiento en el que fueron criados. Pitt dejo el lugar a los 13 años, la edad mínima para abandonar el sitio, tal parece que su hogar no se encuentra económicamente en su mejor estado y creyó que una boca menos que alimentar, haría de una diferencia mínima para los demás niños.

—Muy bien joven Pitt, te propongo hacer equipo, acabo de subir mi primer rango hace poco, pero no me vendría mal un compañero de aventura –Le dije.

—Mi magia no es muy fuerte que digamos… creo que esta hecho más para sanar heridas y siendo sincero, es una sanación muy débil –Dijo con sinceridad.

—Todo comenzamos este camino con dificultad mi estimado muchacho, sígueme y algún día, cuando este viejo cuerpo no pueda más, lo harás por tu cuenta con toda la experiencia vivida de nuestras aventuras.

— ¡Por favor no digas esas cosas!, usted no se ve tan viejo y me daría pena que muriera de repente, sé que nos acabamos de conocer pero… es la primera persona que me ha tratado con tanta amabilidad, ¡en verdad se lo agradezco! –Agacha su cabeza con sus manos juntas hacia mí como si orara en mi nombre.

Fue en ese preciso instante en que Pitt y yo nos volvimos compañeros de aventura, con los años nuestra relación de confianza se hizo más notorio. Pero me era difícil no ver el rostro de mi hijo muerto en él, sentí que era para el joven más como un padre que un compañero, eso no me molesto en absoluto, había encontrado mi razón para vivir, me encargare de preparar a este chico para el futuro que ha elegido.

Mi querida esposa y mi preciado niño, he encontrado una razón válida por la cual aún vivir y cuando será mi momento para morir, no elegiré el camino cobarde del suicidio. He tomado mi decisión, hasta entonces aguarden mi llegada, hasta ese día en que volvamos a reunirnos como familia.

—Por cierto, ¿crees que debería afeitarme o dejarme el bigote? –Le pregunto a mi compañero.

—La verdad, creo que su bigote es gracioso y agradable –Contesta con sinceridad Pitt.

—Entonces me lo dejare.

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PERSPECTIVA: Tercera Persona

Una barrera morada de energía separa a Rahul, Pitt y Alan del resto, por si fuera poco, un nuevo modelo de Golem, el Istrebitel, los ataca a los tres. La máquina con formidable fuerza y resistencia aportado por su defensa a base de Navum, logra resistir la iniciativa de Alan y sus penetrantes dagas con la que intento atravesar el armazón de su pecho.

De una embestida con uno de sus brazos aplicando una notable fuerza, hace a un lado al Vanish y por consiguiente ataca al más cercano y débil del grupo, Pitt.

— ¡NOOOO! –Exclama Rahul.

Sin siquiera hacer uso aun de sus cuchillas curvadas, el golem de un puñetazo penetra el estómago del chico rubio. Acto seguido arroja su cuerpo contra la pared, golpeando con esta fuertemente y notándose el ruido de crujir de huesos.

—Pitt…

Años juntos, tantas aventuras vividas, el hombre que prometió cuidar de aquel muchacho de 13 años como a su propio hijo y prepararlo para el duro mundo de un aventurero. Ahora ese muchacho, yacía al borde de la vida y la muerta.

—Oiga señor del bigote –Le habla Alan —Este sujeto es bastante duro, propongo que lo ataquemos de ambos lados.

—No, yo me hare cargo de él, ve por Pitt y atiende sus heridas –Objeto el aventurero de mostacho.

— ¿Qué?, ¡pero esta cosa no es alguien fácil con que lidiar!, en el momento en que recibió mi ataque y no le hizo ni el más mínimo rasguño, deduje lo problemático que seria.

— ¡Te lo pido por favor!, ayuda a Pitt, mientras yo me encargo de él.

Alan se queda pensativo unos pocos segundos y con un suspiro, acepta la petición de Rahul, el hombre del mostacho confía en que el aun no había muerto. Alan por otro lado, pensaba todo lo contrario, pero por sentido común y de tacto, no quería decírselo, de esa manera mientras el socorría las lesiones mortales de Pitt, Rahul estaba decidido a enfrentar al golem Istrebitel.

Con su estoque desenfundado a mano, la magia irradia sobre el objeto fortaleciéndose, una brisa sobrenatural rodea la hoja con la finalidad de aumentar su filo de penetración.

—Esto va por ti, Pitt…

El mago toma el primer golpe, desplazándose a gran velocidad con fortalecimiento y su dominio del elemento viento, consigue situarse a espaldas de su oponente. Apuñala por consiguiente su retaguardia con mira a uno de los dos cilindros, pero incluso esa parte integrada a la máquina, estaba duramente protegido por su defensa mágica y resiste fácilmente su ataque.

El golem contraataca dando media vuelta para con su cuchilla para asestar en el cuello de Rahul, pero el mago consigue esquivarle y tomar distancia. En términos de fuerza y dureza, el Istrebitel era formidable, pero su velocidad dejaba mucho que desear, era la única cualidad que estaba a favor del aventurero.

Volvió a intentar con otro asesto de su estoque en uno de sus hombros para dejarle inutilizado un brazo, sin resultado alguno. Volvió a tomar distancia, concentro más poder mágico en el arma, invoco a mayor grado la influencia del viento en la hoja, sacrificando un poco de su velocidad en el proceso.

— ¡Su cabeza, si asesto en la nuca! –Fue el siguiente plan de Rahul que paso por su mente.

Logro burlar las cuchillas del golem y situarse a sus espaldas, preparando para dar su mejor estocada. Apunto a la nuca, evaluó de manera teórica que la defensa allí sería menor a otras partes de su artificial cuerpo.

Tan rápido como el viento, tenaz como aguijón de abeja y precisión de arquero de elite, dirigió la punta de su estoque hacia la nuca del golem, pero una desagradable e inesperada sorpresa se llevó. La máquina reacciono a su ataque y lo evadió moviendo su cabeza con matemático cálculo, el mago estaba perplejo.

Pero también lo dejo en un momento breve de vulnerabilidad y el Istrebitel no dejo pasar tal oportunidad, en cuestión de un segundo, un brazo izquierdo sale volando por los aires salpicando sangre por doquier en su trayectoria. La máquina que aún no había recibido daño alguno en todo el combate, logro burlar la velocidad de Rahul y privarle de su brazo izquierdo.

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Mientras tanto Riha, Allum y Douglas, habían sido separado de los demás al situarse en medio del cruce y una barrera de energía de Navum tanto por un lado como el otro, fue el elemento utilizado para tal táctica. Tuvieron su propia lucha contra un modelo Istrebitel, culminando con el armazón de la maquina destruida por las poderosas balas del rifle KSVK Dragón del slime metálico y los disparos de la modalidad secundaria "Taladro Cinético" de la pistola Desert Eagle XP4 que portaba la Lupian.

El trio solo tenía un camino que seguir, la resistencia con la que se toparon al principio era mínimo, pero conforme avanzaban los golem se hacían más numerosos. Hasta que su ruta los llevo a dar con un camino que conducía a una puerta doble, donde del otro lado una canción era tarareada por alguien, por el tono de su voz se presumía un hombre.

— ¿Están listo los dos? –Pregunta Allum situando a un lado de la puerta con su revolver Colt Python a la mano.

—Sí, cuando quieras –Contesta la Lupian posicionándose al otro lado con su pistola en alto.

—Adelante –Dice Douglas situándose al medio con su ballesta mágica apuntando al frente.

El slime abre la puerta de una patada entrando rápidamente con el arma apuntando a todos los lados para disparar a la mínima señal de hostilidad. Era apoyado por la Lupian y seguido de Douglas, los tres habían dado con una sala de forja Enana.

La persona que tatareaba la canción se hallaba metido dentro de una jaula que se encontraba allí mismo, con cadenas en brazos y piernas que suprimían su movilidad y magia. No se trataba de un humano o un Enano, sino de un elfo oscuro, llevaba una vestidura negra hecha jirones y vieja, tenía un cabello plateado corto y una altura de 180 centímetros, por su aspecto daba la apariencia de un hombre de veinte y picos de años, con un cuerpo delgado y notable mugre sobre su piel que delataba una vivencia con la suciedad por un largo tiempo.

—Oh, visitas, y no son golem, que inesperada sorpresa, ¿qué puedo hacer por ustedes?, mis preciados invitados –Pregunto el Elfo oscuro con una sonrisa en el rostro.

Continuara…