PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
De la habitación donde estuve internado por una semana, los tres pasamos por el pasillo y desde allí cruzamos por la puerta que llevaba a las siguientes instalaciones de importancia de esta guarida de Ordinem Deam, la siguiente sala rebosaba de incertidumbre por doquier, numerosos heridos apilados en líneas sobre una manta eran atendidos por miembros con conocimientos básicos de la medicina y magos curanderos.
La mayoría eran humanos, otros unos pocos elfos de piel tanto blanca como otros de oscuro y destacaban también miembros semihumanos con apariencia humana pero poseyendo rasgos bestiales como orejas puntiagudas peludas, pelaje en algunas partes de sus extremidades y una cola animal, todos rodeados de vendas, algunos en el pecho, otros en las extremidades, algunos sobre la cara cubriendo algún ojo, no faltaban aquellos que habían perdido algún miembro.
La sala era amplia por lo que el lugar era el adecuado para albergar a heridos y ser atendido, tenían a disposición equipo alquímico curativo como mucho suministro de vendas, el personal dedicado a atender a los severamente lesionados eran muy pocos, haciendo una observación rápida, destacaba la presencia de más de 4 docenas de heridos y al menos 17 miembros que brindaban atención médica.
—Ayer habían más, dudo mucho que se hayan recuperado de inmediato –Comento Einquel.
Los fallecidos eran llevados a una sala anexa que actuaba como morgue, hasta su eventual entierro, según en palabras del elfo y varios son los que ya han caído, parece que esta organización no rebosa de buenos números en sus filas últimamente.
Continuamos avanzando por la próxima puerta, cruzamos por un corto pasillos y pasando por la siguiente entrada, dimos con una sala llena de mesas con números papeles ordenados en cajas de madera, una pizarra usada con esquemas que revelaban un plan trazado, numerosas personas de la organización corriendo a diferentes direcciones como si fuera una oficina empresarial con urgente papeleo por hacer.
Había grupos quienes hablaban con una bola de cristal sostenido en una mano y cerca de su boca, lo utilizaban como un teléfono (solo que sin llevarlo a la oreja), un joven se acerca a Einquel identificando con el rango de Protecto (como los dos anteriores en mi encuentro con el "Afligido").
— Vigidente Einquel, tenemos novedades, el Custo Eithan y su división sensorial se están encargando de localizar a los Afligidos infiltrados –Informa denotando respeto hacia el elfo.
—Buen trabajo Protecto, avisa y que se comuniquen con Eithan o su división para notificarle de que tendrá refuerzos de inmediato, aun si no lo necesita, los tendrá, eliminar a los infiltrados es prioritario.
—¡Si, mi Vigidente!.
El joven Protecto se retira y Einquel nos guía hacia nuestro siguiente punto de partida, teniendo a elegir entre tres puertas de diferentes colores, el elfo nos explica que la sala donde estábamos era el salón principal que se encargaba de gestionar la comunicación y parte logísticas de las actividades de la organización.
Además desde el salón principal las 4 puertas que poseía, conectaba a una serie de salas específicas, por una de color azul llevaba a las habitaciones de descanso del personal, que a su vez también yacía el comedor y la enfermería (por donde salimos antes), otra puerta de color gris lleva a la armería anexados con otros recintos dedicados a la parte artesanal (herrería) y doctrinas de desarrollo o producción de materiales (alquimia).
Después estaba la puerta amarilla que conducía a una sala de reuniones donde los altos mandos llevaban a cabo importantes discusiones, además en esa misma se hallaba una cámara donde se guardaban los fondos monetarios y su gestión estaba a cargo de alguien de buen conocimiento matemático y con la confianza de los demás.
Nosotros salimos de la puerta azul donde estaban las salas dedicados al descanso, nutrición y curación de los miembros de la organización, de las tres puertas a elegir que teníamos, la que íbamos a tomar era de color blanco, aquella era la única que conducía a la salida de la guarida.
Tras cruzarla dimos con un pasillo estrecho, era más extenso que las anteriores que llevaban a otras habitaciones, Einquel dijo que la puerta que conducía al camino por el que se salía o ingresaba a la guarida, estaba conformada por una red de pasillos a manera de laberinto, con ese planteamiento entonces me viene a la duda, ¿no serían perjudicados la misma organización transitando por estos caminos y perderse por ese laberinto?.
—No te preocupes, tenemos todo cubierto, este laberinto es una medida de seguridad –Aseguro con total confianza el hombre de orejas puntiagudas.
La entrada de la guarida esta custodiaba por miembros entrenados y actos para combatir, en caso de que la seguridad de la entrada fallase, el enemigo para llegar hasta el corazón de la guarida que era el centro donde se gestionaba toda la actividad, debía primero traspasar el laberinto.
Es aquí donde actúa cierta "marca mágica" impresa en el cuerpo de cada miembro al ser aceptado en Ordinem Deam, esta marca funciona casi de la misma manera que la bendición de Astado de las brujas, con la diferencia de que no puede ser sentido porque no es una bendición en sí.
Es como un tatuaje en la piel, tiene varias funciones, la primera como un reconocimiento de que el individuo es parte de la organización, la segunda tiene una función similar a un GPS pero muy limitado, tan solo funciona hasta cierta distancia y sirve más para saber si alguien está vivo o muerto y la tercera era en relación al laberinto.
Este laberinto evidentemente no era ordinario, como casi todo en este mundo, su naturaleza era mágica y aquellos que poseían la marca de Ordinem Deam el laberinto los guiaría por atajos rápidos hasta su destino, los intrusos en cambio no tendrán acceso a estos atajos porque la marca es como una "llave de identificación" para abrirlos, tendrán que caminar por varios pasillos y cruzar numerosas puertas para hallar el camino correcto.
Pero ahora la cuestión eran los Afligidos que se habían colado al laberinto tras atravesar las defensas de la entrada, debíamos encontrarlos cuantos antes de que estos lograran llegar hasta el salón principal.
Según parece estas cuentan con la capacidad de poseer una habilidad para camuflarse en la pared como un camaleón y cuando hacen uso de este poder, se vuelven difíciles de percibir su presencia, con este dato se puede garantizar que usaran esta dote a su favor para mantenerse escondidos, emboscar sigilosamente a los que puedan y conseguir su objetivo de llegar hasta el centro de la guarida.
En el pasillos por el que rondábamos hallamos una bifurcación, derecha o izquierda, la segunda fue la escogida por el elfo oscuro, pero al cruzarla yo mire por el lado no elegido por un instante y antes de voltear, note algo que llamo mi atención.
Sobre la pared a simple vista parecía haber visto algo por un leve momento, como si hubiera algo allí, pero mirando fijamente con más atención no veía nada más que una pared normal, incluso mi percepción de sospecha o peligro estaba en su índice normal, solo pude llegar a la conclusión de que fue mi mera imaginación.
—"No es tu imaginación, hay algo allí que no percibes con tu inferior percepción" –Hablo repentinamente la entidad del collar negro.
— ¿Myldark? –Replique su nombre con dudas ante sus palabras.
—"Ahora te daré una muestra de las nuevas capacidades adquiridas al permitirme extender mi almas más allá del collar, dejare que tengas el placer de que uno de tus ojos posea la visión de un dragón de mi estatus por un breve momento".
No bromeaba, sentí poder mágico fluir de mi ojo derecho, mi vista se vio mejorada de manera ridículas, con ese único ojo mi visión hace un acercamiento hacia esa pared como un binocular y entonces pude notarlo, una de esas criaturas estaba allí inmóvil pegado a la pared como una araña esperando por su próxima presa.
Como el anterior, su cuerpo era rojo y su torso como extremidades se deleitaban con aspecto carnosos, extremidades fuertes con nervios sobresaliendo, incluso en las venas de su cuello y su único ojo color negro, era un Afligido, había encontrado a uno de los infiltrados.
— ¿Amo que sucede? –Pregunta Allum.
Ni Einquel o Allum lo notaban, la habilidad de camuflarse de esta cosa era formidable sin duda, la visión prestada por Myldark deja de actuar sobre mi ojo derecho, pero recordando donde estaba la criatura, agarre la AK-47 y dispare de manera automática asestándole varios balazos al cuerpo de esa cosa.
El Afligido ante sus heridas vuelve a ser visible y deja de sostenerse de la pared, cayendo hacia al suelo para desangrarse, podía levantarse pero de forma lenta y entorpecida, no le di tiempo de recuperarse y los siguientes disparos fueron directo a su cabeza, acabando con los últimos tramos de su vida.
—Increíble amo, encontró a uno rápidamente –Soy elogiado por mi pegajoso compañero.
—Qué demonios… -Dijo Einquel abrumado —Sabía que la habilidad de ocultarse de los Afligidos era un dolor de trasero, pero jamás escuche que fueran lo suficientemente efectiva como para pasar desapercibidos de la percepción de alguien con buena cualidad sensorial.
— ¿Eres bueno en la percepción de la magia? –Le pregunte.
—Solía ser un explorador en mis tiempos como iniciado de la organización, tener buenos sentidos tanto en lo natural como lo mágico es vital, sentir las auras mágicas y escondidas es algo que se me da bien –Contesto él —No es la primera vez que lucho contra Afligidos camuflados, podía hallar su ubicación al acercarme a una distancia considerable a ellos, pero a este Afligido en particular… ¿cómo pude pasarlo de largo?.
Con la anécdota de Einquel y tomando en cuenta que una de estas cosas se había colado más allá del centro de la guarida, recordando al primero con el que me tope, eran muy pocos, pensé entonces, ¿todos los Afligidos tienen la misma capacidades o existen algunos "variantes" de estas cosas con habilidades especializadas que destaquen de otros?.
—Einquel, dijiste que estos Afligidos habían logrado infiltrarse a la guarida, ¿entonces quiere decir que eliminaron a todo los que se encargaban de vigilar la entrada? –Pregunte.
—No, los miembros encargados de la defensa de la entrada siguen vivos, estos Afligidos traspasaron las defensas usando a un pequeño grupo como carnada, mientras los demás los combatían, estas cosas aprovecharon la ocasión y con sigilo se adentraron al interior de la guarida, al menos eso fue la conclusión que se llegó cuando se los detecto en el laberinto, los responsables de defender la entrada juraron no haber visto ni sentido a uno solo pasar, lo que me hace pensar que mantuvieron su apariencia oculta a la hora de llevar a cabo su intrusión –Me responde.
—Entonces, ¿es posible que existan Afligidos con distintas capacidades?, es decir, no creo que este tal "Nexus", cree un solo tipo de estas criaturas, ¿es posible que hayan creado algunas con cualidades especiales?, por ejemplo, un Afligido que se especialice en la ocultación para deberes como el asesinato sigiloso o infiltrarse entre las líneas enemigas.
La mirada de Einquel se torna pensativa y mostro asombro con mi deducción.
—Muy inteligente, intuiste de manera increíble sobre la amenaza con la que lidiamos, al solo poco tiempo de conocerlo, ¿qué te hizo llegar a esa conclusión?, cuesta creer que seas alguien joven –Opino el elfo —Pero tienes razón, no todos los Afligidos son iguales, además de luchar contra los de una clase regular, hay otros tipos de Afligidos con sus propias fortalezas.
La explicación de Einquel comienza con los Afligidos regulares, su apariencia es igual a los infiltrados, con la diferencia de que su cuerpo es más robusto y sus extremidades aún más tonificados, podría decirse que la versión de infiltración ha reducido el tamaño y peso para compensar velocidad y proveerlo una mejor cualidad de sigilo.
Las clases regulares se centran específicamente en el cuerpo a cuerpo, son rápidas y sus garras letales como espadas, además de que su cuerpo se imbuye de magia a la hora de combatir y fortalecer aún más su poder físico, siendo la clase más usada de Afligido conllevan el número a su favor como otra ventaja.
Después se menciona sobres Afligidos blindados con alturas de hasta 4 metros y medio, cuya fuerza parece estar hecha para asediar los muros de una fortaleza, básicamente un arma de asedio viviente, dándome a entender a qué se trata de una unidad pesada.
También menciona sobre Afligidos centrados en atacar a largas distancia y otros que invocan los elementos para la ofensiva como defensiva, estos eran las variantes que se conocían, pero nuevamente se ha dado a conocer una nueva, esta unidad de infiltración era algo que no se había visto hasta ahora.
—Estas cosas… no usan una habilidad de camuflaje simple, más bien, parece una habilidad de invisibilidad más desarrollada, en el instante en que vi a uno, note que era muy diferente a otros Afligidos regulares –Expreso Einquel —Pero eso no es todo, con los reciente informes recibidos y si tomo en cuenta tu deducción, entonces el Afligido que logro adentrarse hasta el pasillo de la sala de las habitaciones de descanso, hizo uso de otro poder con el mismo fin de conseguir infiltrarse con éxito.
— ¿Tienen otra habilidad? –Pregunte.
—Sí, tiene que ver con el origen de los Afligidos, es mejor para ti no saberlo… créeme la respuesta solo te incomodara como también podría enfurecerte en buena parte.
¿Qué cosa podría mosquearme tanto de la manera en que estos Afligidos son creados?, a estas alturas del partido y con todo lo que he vivido tendría que ser lo bastante impactante para afectarme en lo más mínimo, estaba por insistir en que me lo dijera, hasta la llegada de un hombre de túnica blanca con la insignia de Ordinem Deam.
— Vigidente Einquel, me alegra encontrarle, soy el Protecto Diak –Saluda mostrando su respeto hacia el elfo —Vengo con un comunicado del Custo Eithan, la división sensorial ha localizado y eliminado a dos de los tres Afligidos que se han infiltrado en la guarida.
—Pues estas de suerte, porque ese último que les falta, está por allá bien muerto –Señalo el elfo oscuro al monstruo abatido.
—Esos son grandes noticias, entonces puede proceder con la siguiente orden del Custo Eithan, él me comunico que usted estaba ayudando en la eliminación de los Afligidos intrusos y que una vez se haya conseguido acabar con los tres, se dirija a la entrada, le estará esperando allí con otras instrucciones –Relata su comunicado.
—Entendido, estaremos allí cuanto antes –Asegura Einquel.
El Protecto se retira por donde vino, con la derrota de los Afligidos infiltrados, ¿habrá culminado mi tarea aquí?, apenas use menos de la mitad del primer cargador del rifle y ni siquiera me tome la molestia de hacer uso de uno de los cartuchos de la escopeta.
—Bueno, parece que mi ayuda ya no será tan necesaria –Dije en voz alta.
—Aun así, colaboraste en la erradicación de los intruso, de no ser por ti, ese Afligido podría haberse desplazado hacia la sala principal, todos esos hombres y mujeres de allí, ayudan continuamente a mantenernos comunicado y organizados, perderlos supondría un golpe serio a Ordinem Deam –Me dice el elfo oscuro elogiando mi participación.
Ciertamente, si destruyes la fuente de comunicación entre las tropas de cualquier grupo organizado, el dejarles incomunicado supone una ventaja que tu enemigo usara a su favor, como atacar ciertos puntos concretos tácticos, al no contar con la manera eficiente de advertir a ello a los otros, podrías estar bajo asedio en el corazón de tu base sin tener la menor idea.
— ¿Qué hará ahora amo? –Me pregunta Allum.
—Eso ya lo veremos.
Por ahora nos centramos en ir hacia la entrada, guiados por Einquel, en los caminos que tomamos cruzamos unas tres puertas blancas en total, 10 minutos después llegamos hasta otro amplio pasillo dando nos condujo hasta la salida.
Dimos con un extenso sótano, de no ser por los faroles con magia de luz iluminando la entrada, todo estaría oscuro, numerosos individuos, algunos humanos como semihumano custodiaban esta entrada, pero también destacaban la presencia de tres Golem mecánicos entre las filas.
Sobre su alrededor yacía una barricada de hierro, muy útil como cobertura para los luchadores a distancia como arqueros (aunque los magos de combate a distancia tampoco están descartados), la presencia de numerosos cadáveres de criaturas inhumanas, Afligidos, revelaba las luchas sostenida por los encargados de hacer guardia para mantener a raya las fuerzas del Nexus.
Allí nos encontramos con un hombre de lentes con unos 190 de altura, resaltaba con una edad en sus 30 y picos, con un corte de tazón de cabellera negra, llevaba un fino traje blanco casi como de oficina en conjunto con unos pantalones del mismo color, además de un par de guantes negros cubriendo sus manos, el símbolo de su organización lo llevaba en el pecho de su vestimenta en el lado derecho.
Cerca de dicho hombre se encontraban unos 5 tipos vestidos con diferentes ropas que los que custodiaban la entrada, mientras que los primeros llevaban prendas blancas, estos segundos usaban una de color naranja, además de que incorporaba una capucha con la que cubrían su cabeza.
— ¡Custo Eithan! –Einquel le habla al hombre de lentes.
—Vigidente Einquel, ¿porque no lleva el uniforme designado de su rango? –Fue lo primero que le dijo el sujeto de lentes identificado como Eithan.
—Digamos que el tiempo no estaba a nuestro favor y cada segundo era valioso como para usarlo en un cambio de ropa –Contesto el elfo.
—Aceptare esa excusa –Volteo la vista hacia mí —Tu debes ser el chico al que Liha Gramwind involucro negligentemente, finalmente has despertado, pero siento darte malas noticias joven, aunque le prometimos a Liha ayudarte a volver a tu hogar, la situación actual no juega a nuestro favor para complacer dicho pedido.
— ¿Qué tan mal está la situación allí arriba? –Pregunta el elfo oscuro.
Una fuerte explosión se escucha en la cercanía haciendo temblar de manera momentánea el sótano.
—Nuestros combatientes la están pasando a duras, el ejército de Afligidos está atacando con todo lo que tienen, la ausencia de la Arkana y los otros Custo no nos facilita las cosas –Detallo Eithan.
— ¿Has recibido alguna respuesta del mensaje enviado por medio de un Espirano a la Arkana para notificarle de la situación que nos envuelve? –Pregunto Einquel.
—Sí, recibí su respuesta hace una hora, estando en ellas con asuntos importantes en el reino de Dragnor, con la distancia que nos separa, la tomara regresar con toda prisa, unos 4 días en total a la guarida con todo el cargamento junto con los dos Custo que le acompañan –Respondió el hombre de lentes —Hasta entonces debemos resistir lo posible hasta su regreso.
— ¿Cómo pueden haber tantos Afligidos?, es demasiado sospechoso que el Nexus nos ataque con tantos de sus efectivos, pueden que sepan que aquí está un escondite de la organización, pero es dudoso que sepan que este sea el cuartel general de nuestras operaciones –Añadió el elfo a discusión.
—Lo mismo pensé, pero si coordinaron un ataque con la ausencia de la mayoría del personal de alto mando, es posible que tengan una clara idea de la importancia que es para nosotros esta guarida en concreto –Opino Eithan —Pero comprendo en buena parte tu punto, hemos luchado contra abundantes tropas de Afligidos, pero estas son quizás la más numerosa con la que nos hemos topado, el Nexus se recupera rápido a pesar de que eliminamos a muchos de los suyos, demasiado rápido…
— ¿Crees que tengan uno de "esos" por aquí? –Pregunta Einquel.
— ¿Un "taller de Afligidos"?, es posible, difícil de creer pero considerando la situación, las posibilidades son altas.
Por el nombre de "Taller", en mi cabeza resalta la idea de que era el lugar donde los Afligidos eran creados, ¿podría su naturaleza ser similar a un homúnculo?, si el bando enemigo cuenta con un sitio para producir más de sus tropas mientras sostienen una lucha prolongada, entonces esto se tornaría en una guerra de degaste y Ordinem Deam parece ya estar padeciendo los primeros indicios.
—Entonces si se resisten 4 días, su organización habrá ganado esta lucha –Me metí en la conversación dando mi comentario al respeto.
—Sí, con la Arkana y otros Custo podríamos con mayor probabilidad vencer al ejercito de Afligidos, aunque si la posibilidades llegaran a no poder darse el caso, con la Arkana presente, podremos iniciar el mecanismo mágico de "evacuación" de la guarida, es una medida que solo puede ser activado por ella misma –Aclaro Eithan.
Desconocía la naturaleza de ese mecanismo mágico que menciona, pero si precisaba volver a Windaz, necesitaba la ayuda de ellos, si estoy en el reino de Wilstone, no tengo la menor orientación para valerme por mi cuenta, es evidente que un guía preciso, debía intervenir por desgracia, solo así obtendría con garantía su ayuda.
Aunque objetara que me compensaran mi retorno a casa dado a que Liha me involucro sin mi consentimiento con asuntos de su organización, dada a la situación en la que yacían, era poco probable que mis protestas tuvieran alguna validez, desde su perspectiva me verían como el berrinche de un niño, en parte esto me molesta, pero las cosas eran así.
—Si destruyen ese "taller", su victoria seria definitiva, ¿no es así? –Pregunte.
—De haber un "taller de Afligidos", con su destrucción y el retorno de nuestra Arkana y algunos Custo, sin duda sería una victoria sin precisar de momento el uso de la "evacuación" de la guarida –Manifestó como respuesta el hombre de lentes.
—Entonces es todo lo que necesito saber –Dije con el AK-47 en manos.
— ¿Planeas intervenir en esta batalla aun siendo alguien ajeno a Ordinem Deam?, eres un joven muy valiente, pero el riesgo es demasiado y por lo que veo apenas has despertado, tu cuerpo sin duda necesita más tiempo para recuperarse, si intervienes solo podrías morir o conllevar a provocarte heridas muchos peores que ni la magia podría curar –Me advierte Eithan.
—Custo Eithan, este joven no es alguien a que subestimar, sus heridas ya no son un problema, además de que he sido testigo de cómo sus artefactos mágicos han mostrado un poder formidable –Hablo Einquel en apoyo de mi imagen.
—Estoy al tanto de los informes de Liha en relación al joven sangre de bruja y sus artefactos mágicos, sin embargo, me es difícil asimilar tales detalles, además dejar que se involucre un niño con vendas con el riesgo de que muera en un problema de la organización me parece algo bajo de nuestra parte, esto es algo que nosotros debemos resolver –Argumento Eithan.
Ciertamente no era parte de Ordinem Deam y que involucraran a alguien de mi edad en sus asuntos, seguro les daría una imagen de un grupo bastante desesperado, si tomo en cuenta que Einquel menciono la necesidad de más miembros en sus filas, pero el otro detalle era que este hombre de lentes no creía que las armas de mis manos pudieran ayudar a la causa, si quería convencerle, debía mostrárselo frente a sus ojos.
— ¡Afligido avistados, un pequeño grupo de tres "regulares" se acercan! –Alerta uno de los encargados de la defensa de la entrada.
Del sótano había una escalera de piedra que conectaban con el piso de arriba, desde allí tres de esas criaturas salieron y como arácnidos se desplazaban desde el techo para avanzar hacia la entrada de la guarida de Ordinem Deam, los que estaban de guardia protegiendo la intrusión de más enemigos se posicionaban para atacar a las monstruosidades.
—Es la oportunidad que buscaba, ¿listo para algo de acción?, Myldark –Dije en mis pensamientos a mi compañero de collar.
—"Finalmente, ya me estaba aburriendo, espero que estar una semana entera en cama no te haya vuelto un debilucho, mocoso" –Contesto Myldark con su prepotente actitud de siempre.
—Demonios, claro que no.
Me quite la camisa para retirarme todas las vendas que envolvían mi cuerpo, el rostro de Allum como de algunos se tornaron abrumados un breve momento.
— ¿Qué? –Dije mirando a mi pegajoso compañero.
Una cicatriz quedo como secuela de la fatal herida que recibí en mi espalda, la cicatriz cubría con una línea blanca toda mi columna, no podía verla sin un espejo, pero me fiaba de las palabras de Allum, no sentía dolor ni siquiera tocándola, era una buena señal.
—Me hare cargo de ellos –Dije en voz alta.
—Oye, no hagas algo precipitado, no queremos hacernos responsable de tu muerte –Objeta Eithan para frenar mis intenciones.
—Mis riesgos, mi responsabilidad –Decline su intento por detenerme —¡Intense Iron – Modo Knight!.
Me envuelvo con la armadura negra en todo mi cuerpo, sentía otra vez su rebosante poder nutrir mis fuerzas, incluso creo que mejor que antes, corrí blandiendo el rifle de asalto con ambas manos, una de las criaturas descendiente del techo con sus garras apuntando hacia mí, mirándolo de cerca, su apariencia es similar al de los Afligidos que se infiltraron, pero tenían un cuerpo más corpulento y se notaba como sus extremidades eran más tonificados.
Le apunte con el rifle y lastime severamente su cuerpo con unos disparos, la criatura cae al suelo moribundo y culmine su sufrimiento con un salto y aterrizaje justo sobre su cabeza aplastando su cráneo con brutal presión.
— ¿Es cosa mía o sentí como mi fuerza se intensifico aún más unos instante cuando aplaste su cabeza? –Me pregunte en mi mente.
Me centre en los restantes que quedaban, apunte al segundo quien aun estando colgado del techo, se encontraba en el rango efectivo de mi arma, vaciando las balas restantes del cargador en su espalda, sucumbe a las heridas y cae hacia el suelo, dándome el intervalo en que descendía para recargar el arma.
El herido Afligido aterriza de pie aun resistiéndose, a solo escasos metros de mí, atine los siguientes disparos en puntos vitales de su cabeza y cuello, ese fue el final del segundo, el tercero casi se acerca a los vigilantes de la entrada, pero fui el primero en atacarle, con un salto sobrehumano, alcance una altura cercana a la que el monstruo se encontraba y dispare.
De 6 disparos, cuatro dieron en su espalda y dos sobre la nuca, la criatura busca aterrizar bruscamente, le sigo el paso, cayendo a escasas distancia a su lado y dándole otra serie de balazos, algunas en sus piernas para hacerle perder equilibrio y otro directo al pecho, calculando a su corazón, de su boca expulsa a modo de vomito sangre y cae con sus fuerzas debilitándose en el suelo hasta fallecer.
Todos los presentes quedaron sin habla cuando vieron como ese niño herido de 12 años, había vencido por su cuenta a tres Afligidos, pero su atención hacia mi cesa cuando otra amenaza se cierna sobre nosotros, un Afligido más se adentró al sótano, pero este era uno de esos variantes especiales.
— ¡Afligido "Acorazado"! –Exclamo uno de los guardias de la entrada.
Una bestia roja de cuerpo blindado con una estructura mecanizada semejante a un golem, baja de las escaleras de piedra haciendo resonar sus pisadas, media como cuatro metros de alto, su cabeza era igual que de las criaturas anteriores, un cráneo inhumano aún más grande acorde a su tamaño y recubierto por un casco metálico, en sus manos sostenía un martillo de guerra de tamaño descomunal hecho a su medida.
Los miembros de Ordinem Deam estaban por actuar, incluso Einquel se puso nervioso al ver tal gigantesco ser, debía responder rápido antes que ellos lo hicieran, el rifle de asalto no bastaría para lidiar con esa cosa, por lo que la guarde pegándole sobre la espalda de la armadura con su efecto magnético, desenfundando en su lugar la escopeta Cerbero.
Corrí a toda velocidad acercándome a la criatura colosal, desde mi punto de vista, no lo veía tan diferente de un Gaki, será grande pero era lento, para cuando se preparaba para atacarme con su martillo, apunte y dispare el primer cartucho sobre su rostro, la potencia del disparo quebranto la defensa de su caso y desfigura toda su cara despedazando un cuarto de esta en el lado izquierdo.
Sin embargo el monstruo seguía en pie y viviendo, por lo que repetí el proceso antes de que se recuperaba y me atacara, solo que esta vez salte y a considerable distancia a quemarropa, dispare, el segundo destrozo más de la mitad de su cabeza, no creo que ni le quedara algo de sesos, suponiendo que anatómicamente lo tuviera, solo charcos de sangre roja emergían de sus heridas.
Pero nuevamente la criatura mostraba perseverancia, aun con su cabeza mayormente destrozada, se mantenía resistiendo y aun vigoroso de luchar, me planteaba con dudas como era posible que aun pudiera dar pelea, a diferencia de los otros que hiriéndole en zonas vitales si caían.
— ¡Hey chico! –Einquel me habla — ¡En su pecho, dáñale en su pecho! –Señala con un dedo sobre su cuerpo en el pecho a la altura de los pezones.
¿Me indicaba un punto débil del monstruo?, no tenía nada que perder con intentarlo, a la escopeta solo le quedaba un disparo más y tenía tres cartuchos restantes en caso de fallar este último, su pecho, allí debía atinarle el próximo tiro.
El Afligido blindado estaba a momentos de aplastarme con su martillo, hasta que Allum interviene y salta transformando sus brazos en espadas las cuales clavas sobre lo que le quedaba de cabeza al gigantón, eso interrumpe su ofensiva dándome el tiempo que necesitaba.
Apunte hacia el pecho desde donde estaba y dispare, los perdigones dispersados penetraron su blindada coraza con suma facilidad, causando un gran daño en la zona del pecho en donde Einquel me señalo.
La criatura tambalea y finalmente cae de espalda contra el suelo, no se movía, tan solo sangraba quieto e inmóvil como debía, era el fin de este gigantón, pasando a ser otro cuerpo que se sumaba con el resto de los Afligidos muertos en el sótano.
Sin más enemigos a la proximidad, retire el Intense Iron de mi cuerpo y regrese junto a Allum, al lado de Einquel y el tal Eithan.
— ¿Ahora si aceptarías la ayuda de este "niño herido"? –Le pregunte al hombre de lentes.
—S-sí, ya lo creo –Contesta acomodándose las gafas y denotando aun esa faceta de asombro en su rostro al atestiguarme en acción.
—Jeje, te lo dije –Comenta el elfo oscuro.
Exceptuando a Einquel (quien ya lo había visto con anterioridad), no había miembro presente de la Ordinem Deam que no quedara anonado al presenciar como un muchacho de mi edad, con artilugios "mágicos" que nunca antes habían visto, eliminar por si solo a una criatura que conocían lo fuerte y problemático era para los suyos enfrentarlo.
Me volví al instante un potencial elemento bélico en la lucha contras las fuerzas del Nexus, pues esta batalla quedaría registrado en la organización.
Continuara...