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Chapter 111 - CAPITULO 111 LA NOCHE DE LAS ABOMINACIONES VIVIENTES (Parte 2)

PERSPECTIVA: Tercera Persona

La primera noche en la zona prohibida y tanto aventureros como Templarios, estaban por luchar por sus vidas, un número desconocido de abominaciones venían por ellos, cada individuo tenía su arma en mano y psicológicamente preparados para lo que se desataría.

—Ya están a nuestro alcance –Dijo Syhér, el Sargario.

Oleadas de abominaciones se aproximaban, las primeras bestias en mostrarse eran "Astas Toxica", ciervos mutados de 6 patas, 4 ojos rojizos, partes sólidos en su pelaje semejante a un caparazón y astas deformes con un líquido verdoso paralizante brotando de unos agujeros.

A espaldas de ellos, un segundo tipo de abominación se revela, como un jabalí cuya espalda estaba cubierto por un denso pelaje espinoso negro, poseía colmillos crecidos exageradamente cuya punta perforadora deleitaba una potencial amenaza para atravesar gruesas armaduras.

— ¡Cuidado, ahí vienen "Jabalís Lanzas"!, ¡de ninguna manera intenten defenderse de esos cuernos, atraviesan casi toda protección blindada o mágica con suma facilidad! –Informa el Enano Creik.

Y para empeorarlo aún más, un tercer grupo de abominaciones aparece a escena, lobos despellejados, carentes de pelaje y rodeados de su asquerosa piel desnuda con numerosos forúnculos que segregaban pus.

— ¡Eso son "Lobos necrófagos", sus mordidas y fluidos pueden provocar serias enfermedades mortales, que no toquen su piel! –Advierte el guía Enano.

Ars con hábil maestría de su mandoble, avanza con su cuerpo reforzado con magia y esquiva las astas ponzoñosas del cerval abominable y situándose a uno de sus lados, le apuñala profundamente con su arma el cuello abriéndoselo en el transcurso.

Su compañera Camira por otro lado era toda una bestia de batalla, con su pesada hacha doble, partía en dos con astas y carne a los monstruosos ciervos que se le cruzaban, su fuerza era impresionante y aunque la magia influía notoriamente en ello, no dejaba de ser una cualidad impecable en la guerra de piel bronceada.

El hombre del mostacho y traje rojo, se desplazaba velozmente con su estoque a la mano, perforando en zonas vitales del cuerpo a los lobos necrófagos que enfrentaba, imbuida su arma y cuerpo con magia de viento que aumentaba su velocidad y la fuerza de penetración del filo de su estoque.

Su compañero el adolecente rubio con vestiduras semejante a un clérigo, con su maza en mano y escudo rodela, ataca invocando esferas amarillas que golpean a los numerosos objetivos que se acercaban demasiado haciéndolos retroceder, hasta que un jabalí lanza logra rechazar uno de sus proyectiles.

La bestia se acercaba al vulnerable y asustado aventurero rubio quien entre los nervios, estaba paralizado para actuar en su defensa, Syhér, su aliado Sargario actuó para salvarle, no uso el escudo pesado de su mano izquierda para bloquear la ofensiva del monstruo, pues el guía Enano había advertido que era un fatal error hacerlo contra un jabalí lanza, por lo que se valió de la alabarda de su mano derecha y aplasto la cabeza de la abominación con una descomunal fuerza.

Evito los letales colmillos de la criatura y mato al jabalí aborrecible, salvando a su joven compañero de ser herido de gravedad o peor aún, de perecer.

—Gracias Syhér… ¡cuidado! –Le advirtió su joven compañero rubio.

Tres lobos abominables se acercaban por su retaguardia, bloqueo con su escudo al que más cerca tenia de morderle y contraataco con su alabarda matando a dos de ellos, el tercero con agilidad aprovecho el sacrifico de sus dos aliados lupinos corrompidos y se coló por la espalda del semihumano con vía libre de saltar e incrustar sus fauces enfermizas en la carne de su espalda.

El abominable animal realizo su inminente salto, el Sargario consciente de su presencia no podría darse vuelta a tiempo para evitarle y su compañero aventurero rubio no reacciono a tiempo para defenderle, si recibiera una mordida de aquella criatura, era propenso a contraer alguna afección desconocida que pudiera matarle y para rematar su compañero del mostacho y traje rojo estaba luchando contra otras abominaciones, ni él ni nadie de su grupo podía acudir en su ayuda.

¡BAM!

Un disparo certero, un letal proyectil de un arma que a la percepción del Sargario era desconocida pero creía que su naturaleza era completamente mágica, acude en su momento de necesidad, una bala acierta en la sien del lobo necrófago, desviando su trayectoria y matándolo a la vez.

Rozuel desde varios metros, intercepto a la bestia que iba a herir al semihumano y disparo eliminando a la criatura para salvar a un miembro aventurero de un grupo ajeno al suyo, el Sargario estaba impresionado, pues nunca había visto tal muestra de preocupación más que de solo sus compañeros.

Pero allí mismo lo atestiguo, como un semihumano de una raza despreciada por otros, no era considerado alguien que valiese la pena salvar, pero aquel chico de cabello corto marrón y ojos grises, con su pistola Mauser C96, había mostrado todo lo contrario a lo que vivía habitualmente.

¿Por qué ese chico desperdicio una de sus balas por el semihumano?, por dos validas razones, Rozuel era consciente de aquel Sargario le había salvado del "Manipulador del Navum" cuando su mente casi cae a su control como lo hizo con Reredy, por lo que le devolvió el favor.

Además de que él, no era alguien que veía a los Sargario con malos ojos, por mucho que sea la mala reputación que tuviese dicha raza, Roz no se fiaba de rumores o afirmaciones incoherentes, las acciones y actitudes de los demás eran su manera de evaluar a aquellos que tenía cerca.

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La Lupian eliminada con precisa puntería a toda abominación que estaba en la mira de su Desert Eagle XP4, en cambio el pegajoso slime humanizado…

—Ya queden menos de la mitad, amo –Informo Allum mientras disparaba de su revolver.

Al quedarse sin balas, el slime de su interior trae 6 cartuchos que lleva a su mano desplazándolo por su pegajoso cuerpo, estas se adhieren en forma circular y se pegan en la palma de su mano, para luego colocar los seis en el tambor al mismo tiempo, realizando una efectiva y veloz recarga.

El revolver Colt Python tenía una potencia de fuego mayor a muchas pistolas, pero su desventaja era su limitada cantidad de disparo resumida en 6 tiros y que para recargar se debía colocar cada munición en el tambor de forma manual, lo que hacia un sistema de recarga más lenta en comparación a una pistola que se vale de cargadores.

Gracias a su morfología de slime, Allum es capaz de compensar la debilidad de recarga, realizando con la ayuda de las propiedades de su cuerpo, el conseguir una recarga completa del revolver en tan solo un tiempo estimado de 5 segundos.

Rozuel por su parte se valía únicamente de la Mauser C96 con el cual abatía a la mayoría de las abominaciones de un tiro (a otros de dos y algunos pocos de tres) con hábil puntería en zonas críticas, además la torreta Slime 2.0 brindaba fuego de apoyo, siendo una ametralladora con un calibre igual a un rifle de asalto, no había monstruos que no terminara acribillado con sus proyectiles.

— ¡Yo también quiero un poco de diversión, jeje! –Exclama con entusiasmo Alan.

Desplazándose velozmente, el joven aventurero brinca cayendo sobre la espalda de un Astas toxica, y blandiendo sus dagas de empuñadura negra y hojas verdes, con destreza apuñala la izquierda y derecha del cuello de la criatura antes de que esta pudiera reaccionar a la presencia del chico.

Alan salta y el ciervo abominable se tumba contra el suelo muriendo por sus heridas, el aventurero pelinegro no se detiene allí y estando aun en las alturas, toma algunas cuchillas de los numerosos bolsillos forrados en su chaleco arrojando 3 de ellos a tres abominaciones en concreto.

Sus blancos fueron un Astas toxica, un jabalí lanza y un lobo necrófago, cada uno recibiendo la cuchilla justo sobre la frente, pero las cuchillas poseían poca fuerza de penetración, por lo que estas no atravesaron de forma vital la cabeza de los blancos atacados, solo se clavaron lo suficiente para quedar adheridos a ellos.

—Y ahora viene lo ruidoso –Comenta Alan tras tocar suelo sin problema y mirando fijamente a las abominaciones que ataco a distancia.

Las tres cuchillas revelan un pentagrama mágico sobre la hoja y acto seguido explotan con la suficiente fuerza para reventar buena parte de la cabeza de las tres abominaciones culminando con sus vidas.

—Valió la pena invertir en esas cuchillas encantadas explosivas, sí señor –Dice Alan con satisfacción con sus brazos en su cadera.

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El escuadrón de Templarios también relucía sus fuerzas contra las abominaciones, su grupo conformado tanto por magos como no magos, especializados con armas cuerpo a cuerpo o a distancia, combatían con organización y trabajo en equipo contra las criaturas de a su alrededor, de momento solo 2 de sus integrantes habían sido heridos, dos escuderos no magos.

—Esto es demasiado fácil –Dijo el Comandante Frederic tras eliminar a otro lobo necrófago, sumando un total de 5.

En su mano derecha empuñaba la cimitarra con el cristal rojo incrustado en la empuñadura, en su cintura guardaba sin usar la espada liviana con un cristal amarillo en la empuñadura.

— ¿Mmm?, bueno eso parece algo más entretenido.

Un grupo de tres abominaciones se dirigían rápidamente con intenciones de embestirle, eran un trio conformado por un Astas toxicas y dos jabalís lanzas, el comandante Templario sonríe con placer malicioso y desenfunda la segunda espada con su mano izquierda.

—"Que la centelleante luz los detenga…"

El comandante Templario clava la espada liviana en el suelo, cuando las abominaciones estaban a tan solo unos metros de distancia de él, el cristal amarillo de la empuñadura comienza a manifestar poder mágico y sobre el suelo una corriente eléctrica se moviliza electrocutando al trio monstruoso.

Esta acción provoca que se detengan y queden aturdidos como inmovilizados, el comandante hace uso entonces de la cimitarra el cual despierta su poder mágico, Frederick con pasos sobrehumanos corta a la mitad la cabeza del ciervo abominable y apuñala el corazón de ambos jabalís, los daños producidos deleitaban un notable calor humeante en la carne lacerada.

—"Y el fuego los juzgue".

El comandante observando el panorama a su alrededor, era evidente la victoria tanto de los suyos como de los aventureros contra las abominaciones, pero lo más había llamado su atención, estaba en dirección hacia donde estaba Roz y compañía, específicamente, en las armas "inusuales" que él como los suyos empuñaban.

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La última criatura es abatida por Mecil Devon, el maduro hombre luchaba envuelto en su capa marrón con una espada normal en manos, la hoja cubierta de sangre revelaba haber matado a varias abominaciones con ella.

— ¿Por fin acabo? –Pregunto un aventurero.

Un fuerte rugido procedente de la dirección de donde vinieron las abominaciones, resuena en la oscuridad, la lucha aun no había acabado, algo más grande y peligroso se acercaba hacia ellos.

— ¡Arqueros, disparen flechas de luz! –Ordeno Frederic a un puñado de tres arqueros.

Tres flechas con magia de luz para iluminar son disparadas en dirección que procede tal bramido, los proyectiles tocan suelo y su magia surge efecto proveyendo la iluminación de campo deseado, revelándose a la atemorizante criatura que se escondía entre las sombras.

Más de uno habrá reaccionado con fuerte impresión de miedo o nervios, pues aquello se presentaba como una repulsiva masa viviente carnosa de 5 metros de alto y 7 metros de longitud, carente de cara, ojos y extremidades, alrededor de su cuerpo poseía numerosos tentáculos y destacaba principalmente un orificio vertical que abriéndose exponía una horripilante boca con cientos de colmillos semejantes a estacas.

—¿¡Que es esa cosa!?, ¡jamás había visto a una abominación como esa! –Expresa Creik el guía enano sumamente perplejo —¡He estado por años en la zona prohibida, he avistado numerosas abominaciones, pero esta es la primera vez que me encuentro con algo como esa cosa en toda mi vida!.

La persona que más sabia sobre las formas viviente y hostiles de la zona prohibida, estaba anonado con tal presencia repulsiva, lo que sugería un mal augurio, la monstruosa criatura se desplaza en dirección hacia los grupos, extendiendo 6 tentáculos para atrapar a unos cuantos de ellos.

Sus inhumanas extremidades toman rumbo hacia donde estaban los aventureros, la mitad de los tentáculos son rechazados por la resistencia de los bravos guerreros, pero los restantes consiguen su propósito de atrapar su presa, dos hombres y una mujer son capturados y llevados hacia el monstruo.

—¡No, no lo harás!.

Un aventurero blandiendo su larga espada, acude en ayuda de los necesitados, se trataba de Terius, refuerza su cuerpo y espada con magia, alcanzando a los tentáculos, cortándolos y liberando a los suyos, acto seguido mira fijamente al repulsivo monstruo y carga de forma directa hacia él.

La abominación responde a su desafío, defendiéndose con sus numerosos tentáculos, estos se estiran para interceptar a Terius, pero el hábil hombre no es un blanco fácil y evade como corta los tentáculos que se le aproximan, sin embargo, el monstruo tenía una capacidad regenerativa lo suficiente problemático para recuperar un nuevo tentáculo en pocos segundos de ser cortado alguno.

Dificultaba el paso del mago, pues Terius se veía cada vez más arrinconado cuando el monstruo aumentara el número de tentáculos para tratar con él, los demás aventureros no pensaban quedarse quieto y darían lucha contra la abominable bestia, el primero en acudir a la ayuda fue Mecil.

Con solo empuñar una espada normal fortalecida con su magia, el burocrático miembro del gremio de aventureros denotaba pese a su avanzada edad una formidable velocidad de movimiento como de ataque, despedazaba mientras avanzaba todo tentáculo que se le cruzaba en su camino y junto a Terius a su lado, el dúo estaba por alcanzar al monstruo.

Numerosos proyectiles desde flechas y ataques de energía mágica lanzados por los dos grupos (Aventureros y Templarios), entorpecían a la criatura en su intento de defenderse de los dos aventureros que se le aproximaban.

Pero ya era tarde, tanto Mecil como Terius estaban a escasos centímetros a distancia de él, con sus armas en alto, propinan un corte potenciado con su magia imbuida en las hojas, ocasionando un inmenso daño en el monstruo que le deja notables heridas sangrante.

— ¡Los dos, retrocedan! –Advirtió Rozuel.

El dúo voltea viendo al muchacho cerca, sus pies estaban cubierto con metal, mismo proveniente del Intense Iron, Rozuel también se había movilizado con intención de plantarle cara al monstruo, en su mano derecha sostenía una granada a la cual retira el anillo de seguridad.

— ¡Ahora! –Arrojándola hacia el monstruo.

Mecil y Terius hacen caso al aviso de Roz, la granada es tragada por la abominación, el muchacho de cabellera corta marrón toma distancia también y observa el resultado de su jugada, le granada explota en el interior de la bestia ocasionando un daño aún mayor comparado al ataque del dúo.

El abominable ser vomita sangre mientras se agita con locura bramando de dolor, la granada había destrozado casi toda la parte inferior de su cuerpo, sus movimiento de agonía se enlentecen hasta que finalmente estos cesan.

Su cuerpo empezó a desinflarse y luego paso a convertirse en restos de una baba pegajosa roja que desprendía un fétido olor, tanto Roz como Mecil y Terius se alejaron de la vencida abominación tras asegurar que finalmente había sido eliminado.

La amenaza de las abominaciones había culminado, ahora solo quedaba que los grupos atendieran a sus heridos.

Continuara…

EPILOGO:

PERSPECTIVA: Tercera Persona

Un globo ocular de iris inhumano con un par de alas de murciélago, sobrevolaba sigilosamente alrededor del montado campamento de los aventureros y Templarios, había observado de principio a fin la batalla ocurrida entre ellos contra las abominaciones, poseía una visión desarrollada que le permitía ver en la oscuridad.

Todo lo que su único ojo captaba, era transmitido a la percepción visual de su amo, al enigmático encapuchado de negro de baja estatura, brazos metálicos y portador en su extremidad derecha de la insignia de la Unión Soviética, quien a varios kilómetros fue espectador todo lo que su criatura le transmitió.

—Lograron vencer al espécimen de prueba, era de esperarse –Dice en voz alta.

El enigmático individuo yacía sentado sobre un enorme contenedor de metal, con un tamaño para abarcar en su interior a una criatura de 5 metros de alto y 7 metros de longitud.

—Al "Premier" no le va a gustar esto –Suspira y se baja del contenedor —Ahora nos toca a nosotros.

A su alrededor numerosos hombres lagartos envuelto con armadura en todo el cuerpo se agrupan a sus órdenes.

Continuara…