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Chapter 88 - CAPITULO 88 INEVITABLE CONFRONTACIÓN por Sylar

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Pensar que la identidad del causante de todo este estrago, de toda la furia y desdén de los marginados expresando su inconformidad con violencia en masa, resultara ser la persona que menos me esperaba, en verdad, costaba de creerlo, pero allí estaba ante mis ojos…

—Ermando… ¿cómo es que…?

— ¿"…sigues vivo"? –Completo él la pregunta —Lo que viste aquel día, era el cuerpo calcinado de un infortunado sangre de bruja, pero… no era el mío, mi buen amigo.

Con sus propias palabras describió que aquella trágica escena, era algo que él había planeado, ser arrinconado por brujas a apropósito en una parte bastante apartada de Macur, luego las asesino "con ayuda", limpiaría la escena para dejar un cuerpo de un sangre de bruja que asemejara con su complexidad en altura y peso, de modo que calcinándolo no habría manera de reconocerlo por sus rasgos más básicos, habría logrado fingir su muerte.

—¿Dónde conseguiste el cuerpo?.

—Como dije, fue un infortunado, lo encontré luego de ser brutalmente maltratado por brujas, estuve allí cuando con su último aliento, me miro a los ojos lleno de ira, lamentándose porque nunca podrá vengarse, al menos… no directamente.

—Usaste su cuerpo para planificar tu propia muerte, ¿¡tienes idea de cómo se sintieron todos tus "hermanos!?, incluso tu propia madre…

—Lo se… estuve allí, en silencio los observe desde el tejado –Revela para luego apretar sus puños —Afligir los sentimientos de madre… en verdad me apena, pero no puedo dar marcha atrás el plan.

— ¿El plan de hacer que los sangre de bruja pasen de ser despreciados a asesinados?, que brillante…

— No Rozuel, ¡este levantamiento es un mensaje en alto!, ¿¡cuando más debemos seguir soportando su cruel trato!?, ¡somos personas también, sentimos dolor, también el afecto, e incluso el odio!... ¿¡porque nos ven vilmente con ojos tan fríos!?, ¿¡PORQUE INSISTEN EN NEGAR NUESTRA EXISTENCIA!?.. ¿¡QUE MAL HEMOS HECHO PARA QUE NOS TRATEN ASI!?... es injusto… totalmente injusto, nos llaman aberraciones, monstruos… ¡y ellas son los únicos que se comportan como auténticos monstruos!, ¿¡quién en su sano juicio mataría niños solo por ser lo que son!?, ¿¡degollar sin la más mínima culpa a un pequeño por ser un sangre de bruja es motivo de sentir orgullo!?, ¿¡no merecemos siquiera un poco de misericordia!?, ¡no fuimos nosotros quienes decidimos ser quienes somos!, pero no nos arrepentimos de ser lo que somos…¡sangre de bruja!, ¡si no pueden tratarnos con un mínimo de dignidad y respeto por voluntad!, ¡entonces haremos que lo hagan a la fuerza, incluso si nosotros debemos morir para conseguirlo! –Levanta en alto un artefacto mágico invocado por él.

Surgiendo en llamas, en sus manos se hace con una larga espada con una hoja de color rojo y tres piedras rojas anexado a ella, dos en la hoja del arma y el tercero en la empuñadura, era un artefacto mágico de gran calidad, pues emitía un poder mágico bastante notable.

—Lo único que conseguirás es que maten a todos –Le dije con sinceridad.

—Quizás… pero fueron ellos quienes escogieron por su cuenta este camino, dime Rozuel, ¿sabes porque te he traído aquí?.

—Tienes a una compañera a la cual debo rescatar, deja ir a Livia, Ermando.

— ¿"Compañera"?, ¿"rescatar"?, Rozuel, tu… no tienes la menor idea.

—¿Idea de qué?.

—Rozuel… te diré esto, no como un compañero sangre de bruja, sino como tu amigo –Se expresó con un tono serio —Olvídate de ella, créeme, no es lo que tú pareces verlo, al principio te atraje aquí con la oportunidad de convencerte de unírtenos, pero está bastante claro que eso no es posible.

—Soy realista, no idealista.

—Entonces debes irte ahora que aún hay tiempo, ¡abandona Macur con tus compañeros, la bruja de pelo naranja y el pequeño Slime!, olvídate de la tal "Livia", solo la decepción te espera de insistir con este "rescate", quisiera decirte más, REALMENTE desearía hacerlo, pero por desgracia estoy obligado a cumplir ciertas "normas" a cambio del poder que he recibido.

— ¿"Poder que recibiste a cambio"? –Replique con cierta duda.

Ermando se quita la túnica, deleitando una camisa sin mangas, su cuerpo exhibía un físico tonificado, pero era evidente que dicha forma en que lo obtuvo no era natural, bajo su camisa en el centro de su pecho yacía incrustado un cristal anaranjado del tamaño de un puño, tal objeto en cuestión estaba profundamente fusionado a él, ahora notaba mejor el poder mágico brotando de esa cosa.

—Y eso no es todo…

Tras aquellas palabras, chispas de fuego se manifiestan del cristal y acto seguido estas se convierten en intensas llamas que se separan formando tres columnas pequeñas para invocar a tres encapuchados, cada uno armado con su propio artefacto mágico.

El primero quien era el más bajo del grupo, portaba dos anillos los cuales cada uno estaba colocado en el dedo índice de cada mano, ambos objetos estaban enlazados por un hilo azul de mana, el segundo que era el más corpulento sostenía un pesado mazo de combate hecho de plata y el tercero era aquel de las zarpas metálicas adheridos a un guantelete color escarlata.

—Ellos tres… -Dije a medias.

— Jeko, Arno y Canu –Nombro Ermando a cada uno de sus compañeros.

—Sus nombres… je, por supuesto, "Jack", pero la cuarta letra…

—Muy perspicaz, sí, mi nombre corresponde con la última letra.

— Pero tu nombre no empieza con "K".

—Cierto, mi nombre actual no empieza con esa letra.

—¿"Nombre actual"?.

—Ahora soy conocido como Ermando, pero anteriormente, tenía otro nombre, aquel dado por la mujer que me trajo a este mundo.

—¿Tu madre biológica?.

—Sí, la misma que me dio la vida y me quito la vista.

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PERSPECTIVA: Tercera Persona

—Mama… ¿qué ocurre?.

Remontados al pasado, a un Ermando de 6 años, quien tenía la costumbre siempre de visitar la misma plaza casi todos los días por su relajante entorno, en sus manos llevaba dentro de su funda una daga, un regalo del padre que nunca conoció y cuya vida estaba centrado en la de un aventurero.

El pequeño atesoraba el presente de la figura paterna que nunca llego a ver, lo llevaba consigo a todas partes, mientras contemplaba la calma del paisaje, hasta que…

— ¿Mama?...

Una mujer adulta pelinegra estaba parada justo en frente suyo, una bruja de mirada fría, era la madre del niño, quien observaba a su primogénito con ojos indiferentes e intimidantes, perturbando al pequeño.

—Cada día… lo soportaba creyendo que podía… -Dice la mujer con un habla depresivo —¡Pero simplemente… ya es insoportable!.

— ¿Mama?...

— ¡CALLATE!...

La cruel exclamación de la mujer, hace que el niño silencie sus palabras y contenga las lágrimas que brotaban de sus ojos.

—Mis amigas ya no me hablan, las brujas a quienes ni conocía, las que solo me ignoraban, ahora se burlan a mis espaldas y me calumnian, antes no era así… ¡antes de que nacieras no era así!... yo… tenía una vida tranquila, pero ahora… casi todas me tratan de manera indiferente solo… por tener un hijo… ¡no puedo aguantarlo!, siento… que voy a sofocarme… ¿por qué tenías que nacer como un varón?, ¿por qué Astado… porque me has dado un niño?, ser madre era mi anhelo… ¡pero quería disfrutar de mi maternidad en compañía de una hija!.

La bruja desahoga su verdadero sentir, sin saber que sus palabras herían a su propia carne y sangre.

—A veces quisiera… ¡que nunca hubieras nacido! –Exclama con rabia con una mano cubriendo su cara y dándole la espalda al niño.

—Mama… -Se acercaba el pequeño lagrimoso y asustado de su frustrada madre.

—Cállate…

—Mama… -Insisto en acercarle aún más.

—Cállate…

Con el último repetir de "mama", el pequeño toma a su madre de su manga y ella responde solo con brutalidad.

—Te dije… ¡CALLATE!.

Exclama hecha una furia dándose vuelta y acompañado su dura declaración del amago de una cachetada que manifiesta su magia de fuego cerca del rostro del pequeño, el niño por instinto intenta cubrirse con sus manos, resultando todos sus dedos y sus ojos en verse afectado por el dañino elemento.

Llora del inmenso dolor tumbado en el suelo, notando en el transcurso que su vista había perecido, estaba completamente ciego.

—No puedo ver nada… ¡tengo miedo!... ¡madre me odia!...

En eso, con sus manos moviéndose, al casi ya no sentir sensibilidad alguna en sus dedos, siente por medio de una de sus palmas tocar algo, era una funda, aquella de la daga obsequiada por el padre que nunca conoció, no sabía el porqué, pero el tener en manos tal objeto, hizo que ignorase la mayor parte del dolor, sintió la necesidad de sacar la daga de su funda y sentir la hoja de la cuchilla en ambas palmas.

Una inexplicable fuerza emergía en su interior, él era consciente aunque no tanto de que aquello era cosa de la daga, pues esta, resultaba ser un arma encantada, la magia del objeto se imbuía en el cuerpo del niño, ayudándole a suprimir gran parte del dolor.

—Qué sensación… tan cálida… -Dijo en su mente.

Pero aquel agradable momento duro escasos segundos, pues sentía la presencia de aquella mujer que le había herido con toda crueldad, sentía a su propia madre acercándose lentamente hacia él.

Lo que alguna vez fue amor hacia su progenitora, ahora se había convertido en puro temor, temblaba desde su psiquis ante los lentos pasos de ella dirigiéndose hacia él, "me hará daño, me lastimara de nuevo…" eran sus temidos pensamientos más conclusos.

No sabía que hacer, el solo pensaba en quedarse quieto y que todo pasara rápido, pero su cuerpo en contacto con la daga encantada tenía otros planes.

—Déjame en paz… por favor… no me hagas daño… -Suplicaba en sus pensamientos el pequeño sosteniendo fuerte la daga.

Su cuerpo denotaba deseos de moverse como si tuviera voluntad propia instintiva y tan pronto ella estuvo lo suficiente cerca…

— ¡DEJAME EN PAZ!...

El pequeño se levanta rápidamente de forma sobrehumana sosteniendo la cuchilla con ambas manos y le propina una puñalada a la bruja justo en el pecho, empujaba el arma encantada mientras entre palabras repetía a gritos con desesperación una y otra vez "déjame en paz…"

Cuando su hostil movimiento ceso, solo podía estar allí paralizado y atónito, con sus ciegos ojos rebosar de lágrimas, para una inocente mente, carecía muy bien del concepto "matar" o "asesinar", el alivio de que no sería lastimado rozaba por su mente, pero a la vez, una fuerte tristeza le invadió, cae de rodillas al suelo rompiendo en llanto, en frente del cuerpo sin vida de su madre.

Eventualmente la Wixau tomo el asunto, pero dado a los muchos testigos del lugar tanto brujas como magos y otros, se consideró el acto homicida como algo de legítima defensa, sin embargo, su daga encantada se le fue confiscado para siempre, luego el pequeño seria adoptado por Chrisha Morina y renombrado bajo el nombre de "Ermando".

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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Se había quitado las vendas de sus manos, revelando sus dedos ennegrecidos productos de una dolorosa quemadura del pasado.

—Fue en esta misma plaza en el que todo sucedió… aquí donde estoy parado es donde perdí mi vista… la sensibilidad en mis dedos… y aquí fue donde apuñale a mi madre… este lugar es… el que más aprecio y también… el que más odio… ¿quieres saber cómo me llamaba antes?, era Kilian, allí tienes tu "K".

— ¿Eso te llevo a ser quien eres ahora? –Le pregunte.

—Quizás, puede que otros factores en los siguientes años de mi vida me dieran entender una cosa bastante clara, que es inútil razonar con las brujas de esta ciudad, la mayoría de ellas nos consideran como una enfermedad y ahora… están sintiendo como esa enfermedad se extiende en un baño de sangre, todo por sus burdas creencias sobre nosotros –Respondió Ermando —Oh, pero no te fíes solo de mi historia, estos chicos… estos sangre de bruja, también tienen algo para contarte acerca de esta "sociedad" -Señala a los tres encapuchados que invoco del cristal anaranjado de su pecho.

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JEKO (El más bajo)

EDAD: 13 años

HISTORIA: Abandonado a su suerte por su madre bruja en Macur, no tenía nadie con quien contar o idea alguna de cómo apañárselas solo, no conocía nada de esta ciudad, murió en las calles como un vagabundo en las noches más frías.

ARNO

EDAD: 15 Años

HISTORIA: Trabajaba como aprendiz de herrería en el taller de un simpático enano, hasta que un día la herrería fue completamente comprada por una bruja, en su nueva "política" a los sangre de bruja se les prohibía la entrada tanto como empleados o clientes, fue despedido, intento buscar trabajo en algún otro taller, sin éxito alguno, eventualmente, sin dinero y con hambre, en su desesperación robo unas tres manzanas de una tienda, fue asesinado por una guardia Wixau quien presencio el robo y le persiguió hasta alcanzarle con su espada.

CANU (El más corpulento)

EDAD: 14 Años

HISTORIA: Fue arrollado "accidentalmente" por el carruaje de una bruja noble, no tenía familia, pues era huérfano, dado a su condición tanto sin padres como "sangre de bruja", la bruja responsable de su muerte no le importo caso alguno de ello, la Wixau no tomo ni en lo más mínimo asunto del caso y su muerte quedo en el olvido.

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—Cada uno de ellos víctima de este "sistema" discriminativo, yo vi sus recuerdos… sentí lo que ellos vivieron… odie lo que ellos despreciaban… el cristal… los eligió desde la tumba para mí, ellos ahora son "uno" conmigo –Expreso Ermando tocando el cristal anaranjado de su pecho.

Ese cristal era de una fina creación, no solo exhibía una buena cantidad de poder mágico, de modo que aumento tanto sus actitudes físicas, incluso esa cosa le permitió traer "no-muertos" serviciales bastante bien invocados con sus propias armas y capacidad de actuar, ¿quién le dio acceso a todo este poder?, tiene que ser alguien de bastante recursos, tal y como Liha dijo, lidiamos con alguien muy problemático.

— ¿Quién te dio todo esto?, ¿quién… te ayudo a planear todo esto? –Le pregunte directamente.

—En vano es que preguntes, pues no lo diré –Contesta él —Pero si lo que te diré es que sigas mi consejo, Rozuel… en verdad yo… aprecio bastante nuestra amistad, eres una gran persona y por ello te suplico… vete de Macur ahora que hay tiempo, no quiero tener que zanjar este asunto contigo de manera… tú me entiendes.

Ermando pese a la frialdad de sus acciones que desembocaron en el caos que hay en Macur, en verdad insistía en que me retirase y olvidara todo esto, realmente quería evitar toda posible lucha contra mí, pero de hacerlo tendría que olvidar a Livia, ¿por qué insiste también en que me olvide de ella?.

—Lo siento, Ermando, como amigo seré sincero, no voy a retractarme sin importar lo que digas, agradezco tu preocupación, pero estoy aquí por Livia, y llegare hasta ella de una u otra forma –Declare con toda verdad.

—Cierto… así eres tú, Rozuel –Baja su cabeza al decir esas palabras —Valoro bastante el poco tiempo que tuvimos juntos, matarte rápidamente será el ultimo favor como tu amigo, eso es mejor… a que conozcas la cruel decepción –Levanta su cabeza con su espada en el hombro.

Los tres sangre de brujas invocados del cristal mágico anaranjado se posicionan al frente de Ermando bloqueando mi línea de visión hacia él, el trio me miraba fijamente, la confrontación era inevitable, luchar no era un problema para mí, el problema era… con quien tenía que hacerlo, pero ya no había otra opción, si era necesario, acabare con esto de esta manera, amigo o no, ahora él, era mi enemigo.

Continuara…