PERSPECTIVA: Tercera Persona
El enigmático individuo del hábito religioso se acercaba más al dúo, mientras que Ermando parecía estar perdido con sus pensamientos mirando la tumba de su fallecido amigo Andy, pero Rozuel se había percatado de su presencia.
—No des un paso más –Le advirtió él sangre de bruja atento.
El enigmático sujeto para sus pasos al aviso de Roz, el mismo chico dándose vuelta lo mira seriamente con total alerta de sus sentidos.
— ¿Hay alguien más aquí?, ¿es un conocido tuyo Roz? –Pregunta Ermando tras darse cuenta también de la presencia del individuo del hábito.
—No, y por lo que veo tampoco lo conoces tú, demasiado sospechoso –Opino Roz —¿¡Quién eres!?, ¡identifícate de inmediato!.
Magia se manifiesta por todo el área, largas paredes invisibles al ojo hecho de mana surgen en cada lado e incluso varios metros encima de los tres.
— ¿Qué sucede?, siento magia por todos lados, se siente como si estuviéramos encerrados en una caja mágica? –Argumenta Ermando todo asustado.
—Esto es obra suya, así que muestra sus verdaderas intenciones –Pensó Roz.
Una extensa barrera mágica había acordonado toda la parte especifica del cementerio en donde estaban, para estar incomunicado con los alrededores e incluso evitar que alguien escapase o entrara al lugar, con ese detalle Roz supo al instante cuales eran las intenciones de aquel enigmático sujeto.
El extraño coloca la mano sobre su vestimenta y se la quita revelando su identidad, vestido con un chaleco negro, un pantalón largo del cual en su cintura denotaba un cinturón con una serie de bolsillos similar al de Roz, de su mano izquierda sobre su dedo índice resaltaba un anillo plateado con una piedra color negro, sobre su espalda llevaba una lanza de larga hoja puntiaguda de manera vertical y dejado de ella sobre la cintura una espada corta de forma horizontal.
Pero su rasgo más llamativo era que aquel individuo no era un ser humano, sino un semihumano, una piel bronceada lo acompañaba con unos pequeños cuernos en forma de espiral y una gruesa cola negra de 30 centímetros cuya punta tenía forma triangular, el semihumano se presentaba como un hombre adulto de 190 centímetros de altura y una cabellera color platino.
— ¿Un demonio? –Dijo Roz con sorpresa al ver y reconocer uno en persona.
Los demonios en Avalia constituían otra raza en el mundo, sin embargo, a diferencia de los humanos, la raza demoniaca lo constituía más de una especie, pero sobre todo una en particular destacaba sobre el resto de todas ellas.
Los Tilq, era la raza demoniaca con más antigüedad en Avalia, poseedores de su propia historia, cultura y sociedad, a lo largo de los años, humanos y Tilq han llevado una relación desdeñosa que ha incitado a más de una ocasión en conflictos bélicos, actualmente los reinos humanos y demoniacos están en paz.
— ¿Qué hace un Tilq tan lejos de su hogar? –Le pregunto Roz.
El demonio guardo silencio unos momentos y luego arremete a gran velocidad contra Rozuel, se había movido lo suficiente rápido para estar a tan solo 1 metro del chico y con su lanza a mano y para mala suerte del sangre de bruja no tuvo tiempo para reaccionar y defenderse.
—No voy a dejar que hieras a mi amo –Dijo Allum en su forma humana en defensa de su dueño.
Se había bajado a tiempo del hombro de Rozuel, adoptar su forma humana y juntar sus brazos para crear un escudo lo suficiente grueso que resistiera la fuerte perforación de la lanza, aunque parte de la hoja logro clavarse, solo fueron unos míseros centímetros que ni siquiera habían tocado el cuerpo humanizado del slime.
— ¡Intense Iron – Modo Knight! –Exclamo el joven Esper equipándose su armadura.
Saltando encima de Allum, Rozuel contraataca con la espada encantada que poseía, pero el hábil demonio logra retroceder velozmente para evadir su movimiento fácilmente.
— ¿¡Q-qu-que está pasando!? –Preguntaba nervioso y temblando Ermando.
— ¡Ermando no te muevas de allí!, este tipo que apareció de la nada resulta no ser humano y no está aquí para hacer amistades, quédate cerca de Allum, solo así puedo garantizar tu seguridad –Le pide seriamente al joven invidente.
—S-sí, hare lo que digas Roz –Responde Ermando confiando en su amigo.
—¿Amo?.
— ¡Allum te encargo la protección de Ermando!, yo me ocupo de este –Le ordeno a su pegajoso compañero.
El Tilq volvió a moverse reluciendo su actitud veloz, corriendo en círculo alrededor de Roz y preparándose para atacar nuevamente, el joven sangre de bruja retira de su bolsillo la canica que corresponde con Barrera Metallix y se defiende de cada embestida de la lanza de su oponente.
—Cada golpe tiene una fuerza bestial, ese tipo está bien adiestrado con el arma y su magia de fortalecimiento –Pensó el sangre de bruja.
Otra diferencia notable entre la raza demoniaca con la humana, es la naturaleza mágica de los Tilq, mientras que hay humanos que nacen o no con la capacidad de usar magia, en los Tilq todos nacen por su parte pudiendo usar magia sin excepción alguna, aunque por supuesto se aplica el nivel de magia de cada uno variando el potencial como la humana, algunos tendrán poderes mágicos de bajo nivel y otros mayores, pero sin embargo todo Tilq por naturaleza de nacimiento, es mago.
—Este tipo es fuerte, si sigo a la defensiva, tarde o temprano me va a empalar con esa lanza –Pensó Roz.
Guardo su espada y en su lugar retira la canica que corresponde con el AK-47, cubriendo el arma con el escudo a los ojos de su rival en todo momento, se la revela acompañado de una ráfaga de disparos, alrededor de los 10 disparos efectuados impactan en el demonio.
Parecía una clara victoria para el sangre de bruja, pero antes de que pudiera emocionarse, se da cuenta al instante de dos cosas raras evidentes, la primera era que a pesar de haber recibido 10 tiros, seguía de pie y la segunda era que no había sangre y era ilógico considerando la magnitud del daño que recibió.
—Como sospechaba –Dijo Roz en voz alta mientras guardaba la Barrera Metallix en su bolsillo en forma de canica.
El "cuerpo" del demonio se desvanece revelando ser en realidad una réplica de mana, de repente el suelo tiembla y un muro de piedra dos metros y medio se levanta en frente de Rozuel, acto seguido del muro surgen pinchos y comienza a tumbarse hacia el sangre de bruja para aplastarle.
Con una zancada a tiempo a uno de los costados logra impulsarse lo suficiente rápido para evita ser aplastado, pero la amenaza de los muros no se detiene, cuatro más con 3 metros de altura aparecen en cada lado bloqueándole el paso, con pinchos en sus paredes dos de ellas empiezan a moverse para aplastar a Roz.
Sin ningún lado por el cual huir a pie, el muchacho opta por escapar desde el aire dando un brinco lo suficiente alto que supera los 3 metros de altura de los muros, tras aterrizar y salvarse momentáneamente mira a su alrededor buscando a su oponente.
—Su magia se centra en el elemento tierra, si puede crear muros de rocas, no dudo que pueda ocultarse entre ella, ¿dónde estará?, sé que cerca debe estar –Reflexiono el sangre de bruja consigo mismo.
Usando su percepción para la magia, se centró para ubicar al semihumano, varios rastros de magia se habían concentrado en todo el suelo del terreno a causa del poder de su adversario, pero confiado en la buena audacia de su cualidad perceptiva, pudo hallar el punto donde se hallaba la mayor concentración de poder mágico de su rival en el suelo y con eso a el mismo.
En el instante que lo capto, la tierra bajo sus pies temblaba revelando formarse una estructura semejante a los muros hostiles, su instinto le hizo dar un brinco en alto y evadir a tiempo una sucia trampa de pinchos letales, situado desde el aire ubico visualmente a su oponente tras localizarle.
—Te encontré.
Apenas lo percibía pero lo había avistado, pues el semihumano tan solo tenía la mitad de la cabeza enterrada al suelo y bien camuflado con el elemento que manipulaba, Roz apunto con su rifle al demonio y aventó una ráfaga de tiros.
El semihumano responde invocando varios muros que le protegen, las balas fácilmente atraviesan las piedras que intentaban estorbar su paso, cuando el sangre de bruja toco suelo y avanzo de una zancada hasta estar donde vio su cabeza, este nuevamente desapareció.
—Tsk… que molesto es este tipo –Dijo en su mente con frustración.
Intento concentrarse para hallarle otra vez y para su sorpresa estaba a 1 metro y medio de distancia de su retaguardia, se dio vuelta rápidamente y vio cómo su oponente tomando al espada corta que tenía enfundada horizontalmente en su cintura, se la lanza hacia él.
No podía sacar algo de su bolsillo para defenderse a tiempo y menos moverse para evadirlo, improviso y uso la culata del rifle para golpear la espada, su metálica estructura logra resistir el impacto del choque sin ningún rasguño contra la arma blanca del demonio y termina enviándola a volar lejos suyo.
Pero inesperado aquella espada corta no se aleja, adopta un extraño comportamiento deteniéndose en medio del aire para quedar flotando y dar varias vueltas como si estuviera hechizada y acto seguido se detiene con la punta de la hoja señalando el suelo, dirigiéndose por cuenta propio hacia Roz pero cambiando su trayectoria y clavándose en el suelo a unos centímetros cerca del sangre de bruja.
La empuñadura de la espada manifiesta un aura de mana y un círculo mágico verde con forma de pentagrama surge encima, aquel circulo pronto también se manifiesta sobre donde pisaba Rozuel abarcando una pequeña cantidad de área, en respuesta a ello el Intense Iron de Roz es retirado de manera involuntario y de vuelto a su forma de collar.
— ¿¡Q-que paso!? –Se preguntó en su mente al ver su armadura retirada contra su voluntad.
Se dio cuenta al instante que era el círculo, aquella magia de área que emitía anulaba de alguna manera toda magia ajena involucrada en su zona de efecto, el demonio lo había planeado y tan pronto privo al muchacho de todo poder artefacto mágico que pudiera usar, sujeto su lanza con firmeza y se preparó para atacar al muchacho, Rozuel sin opciones precisas, por instinto le apunta deprisa con el rifle y dispara, sin embargo el cargador tan solo le quedaba una sola bala.
El proyectil del AK-47 asesta en el hombro izquierdo del Tilq, debido a la fuerte desesperación que Roz presentaba al verse en una situación de mucho riesgo, su disparo fue hecho sin calculo y con total apuro, en su suerte la bala logra dar en su adversario semihumano y detiene su intento de ataque al verse con una herida letal.
El demonio lo tenía todo planeado, estaba al tanto de las habilidades y fortaleza del muchacho tras hablar con su contratista la bruja Amaya para recibir información de su "objetivo", tomando en cuenta de las características con la cual fue informado, ideo su estrategia usando el cementerio como el sitio en donde ejercería su "trabajo".
Como un sangre de bruja, el Tilq comprendía que la fuerza de uno vendría de los artefactos mágicos que posea, el demonio tenía un estilo de lucha que mezclaba la lanza con el uso de técnicas anti-mágicas, privarle a su adversario en el momento justo de sus habilidades mágicas por medio de una espada mágica diseñada para activar un hechizo de anti-magia de área y eventualmente asesinarle con la lanza valiéndose de su fuerza física, dado a que cuando entre al círculo su magia también estaría inhabilitada.
Pero allí hubo un enorme fallo debido a que el Tilq desconocía una cosa, con la espada mágica que proveía el hechizo anti-mágico, pensó entonces que el sangre de bruja estaría completamente desarmado, con todo sus artefactos mágicos anulados por el hechizo de su objeto mágico activo, no tendría la menor duda de que estaría totalmente indefenso.
El Tilq creía que cada artefacto que Roz usaba, era de naturaleza mágica, con ese pensamiento marco su falla, pues el AK-47 del muchacho al ser un arma creada con la ingeniería brindada de sus conocimientos y poder ESP, carecía totalmente de la dependencia a la magia y por lógica funcionaba sin el menor problema aun con el hechizo anti-magia de la espada del demonio.
Mientras el demonio trataba de asimilar lo que sucedía, el cómo era posible que el muchacho haya usado tal artefacto sin conocer su verdadera naturaleza, pronto se sorprendió aún más al ver como aquel niño retiro de su bolsillo otra canica y de ella otra extraña arma surgió, era la escopeta Cerbero.
Rozuel apunto con la espada hacia la espada mágica clavada en el suelo y de un disparo destrozo la empuñadura cancelando el hechizo anti-magia de área, volvió a equiparse con Intense Iron en su modo Knight y cuando apunto con el arma al demonio, este había invocado tres muros para defenderse.
De un solo disparo de su escopeta traspasa los tres muros, pero tras estos su adversario ya no estaba, otra vez se había ocultado, intento localizarle cuando de pronto un muro con pinchos surge cerca de Allum.
Estaba por ayudar a su compañero cuando vio que este sin problemas, logra lidiar contra la amenaza de piedra usando su brazo convertido en cuchilla para destrozarla en pedazos.
— ¡Noooo!, ¡suéltame! –Un grito de ayuda del muchacho ciego hace eco al lugar.
El demonio vuelve a mostrarse, estaba a espaldas de Ermando, quien yacía sujeto como un rehén a manos del Tilq, el semihumano con un cuchillo sacado de uno de sus bolsillo lo posaba a la vista cerca del cuello del sangre de bruja invidente, aquel muro que invoco hacia el slime era una mera distracción para hacerse con un rehén.
— ¡Cobarde! –Dijo apuntándole con la escopeta.
Sin embargo, el Tilq hace un gesto amenazante con su cuchillo en el cuello de Ermando, dejándole en claro a Rozuel de cualquier intento de atacarle, rebanaría la yugular de su amigo, esto provocaba la inquietud del chico para responderle con fuerza al demonio, Allum estaba por atacarle también, pero es detenido por Roz quien le ordena cesar toda hostilidad de momento.
—Hazlo Roz –Dijo Ermando conservando la calma.
— ¿Ermando? –Cita el chico su nombre con asombro de su petición.
—Adelante Roz, atácale, no importa que me suceda, ¡solo asegúrate de acabar con él!.
—Ermando… ¿tienes idea de lo que estas pidiendo?.
—Lo sé, soy perfectamente consciente de ello –Contesto Ermando para luego sonreír aun pese a la situación —Aun así, preferiría dar mi vida por un amigo, que verlo sufrir o morir por la mía.
La sinceridad de sus palabras, la alegre mueca que acompaña con su petición suicida, era la determinación de alguien que no conocía el miedo a morir, ¿sería posible que la razón de que no soportase ver morir a alguien a quien considera un amigo tuviera relación con su pasado?, ¿qué preferiría morir a que otra de sus amistades muriera en su lugar?, Rozuel imagino que las palabras de Ermando guardaban un fuerte dolor personal para hacer tal petición.
El sangre de bruja dejo a un lado la escopeta y uso en su lugar el rifle de AK-47 recargando el arma, lentamente apunto hacia el demonio mirándole fijamente a los ojos, el Tilq sujetaba con más fuerza a su rehén y acercaba la hoja de su cuchilla aún más al cuello del invidente muchacho.
—Está bien así Roz, gracias por todo –Decía Ermando en sus pensamientos manteniendo su optimista sonrisa.
Poco a poco el muchacho acercaba su dedo al gatillo, parte de él no quería disparar, pero la otra respetaba la voluntad de su amigo y su bienestar personal, en términos estadístico su consciencia se inclinó a la solución de aceptar la petición de Ermando y abrir fuego, pues el instinto de sobrevivir del chico razono por encima de aquel que quería salvarle.
—Lo siento Ermando –Dijo en voz baja apenado de haber optado por tal decisión.
Colocando finalmente el dedo en el gatillo, comienza a ejercer presión sobre la pieza hasta que un ruido que hace eco a oídos de todos se manifiesta en el lugar, cada uno voltea su mirada para ver la procedencia de aquel inesperado sonido.
Era una patada, una tan fuerte que se oía en todo el cementerio, dicho ruido la producía alguien desde el otro lado de la barrera, cada golpe que daba producía una grieta en la pared mágica hasta el punto de destrozarla y provocar la desaparición de esta sobre todo el terreno en que estaba envuelta, en consecuencia la piedra negra del anillo plateado que el demonio llevaba en su dedo índice se destroza, pues era la principal fuente mágica que mantenía las barreras y estas ante su destrucción dicho daño también se reflejó en la piedra del objeto.
La persona responsable de lograr tal proeza se presenta como un joven rubio veinteañero de 180 centímetros de altura, con un cabello corto revuelto usaba un sombrero de cowboy, vestía un inusual chaleco marrón con una manga larga del lado izquierdo y la otra corta, dicha vestimenta exponía a la vista su abdomen esculpido de abdominales, hacia juego con unos pantalones blancos cortos y sobre su muñeca derecha llevaba una pulsera hecha de 6 perlas color verde.
—Venia para mostrar mis respetos a la tumba de un amigo y me encuentro con que hay mucho alboroto por aquí –Dijo el enigmático rubio acercándose al lugar —Y eso, me irrita bastante –Frunce el ceño tras su comentario.
Continuara…