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Chapter 47 - CAPITULO 47 LA TERCERA FASE por Sylar

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Con los preparativos hechos la primera fase se cumplió, con el uso de los preparativos hechos la segunda fase se cumplió, ahora, con los preparativos elaborado y en acción, se inicia la tercera fase.

—Riha… -Pronuncie su nombre con cierto tono frio.

—Lo sé –Contesta ella tomando distancia de mí y saltando hacia el techo de una casa.

—Allum… -Pronuncie después el de mi pegajoso compañero.

—"Entendido, amo" –El pequeño se aferra en mi espalda sobre los cilindros del lanzallamas para protegerlo.

—Ahora… ¡¡¡ARDAN!!!...

En ese instante en que mi mano se acercó al gatillo y use los dedos para manipularlo, desate el infierno sobre quienes me rodearon con intenciones hostiles, gritos a montón salieron de sus bocas, era como la encarnación del mismo averno ardiente resaltado en la realidad.

Numerosas almas gritando en pena, agonía en llamas, tridentes lacerando la carne quemada e intensificando el sufrimiento de los condenados, dolor, angustia, tortura, suplicio, malicia, odio, ira, ect… todas esas sensaciones transmitidas a la vez con esta atmosfera, era como ver una autentica obra del inferno en persona.

Metafóricamente me sentía como el diablo tirando de los hilos de la desgracia ajena, riendo burlonamente con el agitar de los dedos que manipulan la intensidad de sus dolencias, sonara anormal, pero parte de mi… disfrutaba esto.

—"¡Amo, AMO!".

— ¡Roz, OYE ROZ!...

La voces de Riha y Allum resonando a mi lado me despierta del trance en que me hallaba, mire a mí alrededor y solo habían cenizas dispersándose por el viento, en un parpadeo había acabado con todos los zombis que estaban sobre nosotros.

—Parece que limpiaste todo este lugar de zombis, deberíamos seguir avanzando para hallar más y terminar con el resto –Sugirió la chica loba.

—"Hurra, vencimos a los malos" –Dijo emocionado el slime.

—No lo entiendo… -Percibí enseguida.

—¿Qué cosa?.

—Estos zombis… son demasiado fácil de vencer, si había magos de fuego, aunque fueran pocos, ¿cómo es que perdieron contra estas cosas?, aunque son numerosos, son demasiados lentos y con cierta cantidad de fuego pueden ser vencidos fácilmente, algo no cuadra aquí.

—Hmmm… tienes razón pero, ¿qué crees tú?.

—No lo sé… desde mi perspectiva, creo que esos magos debieron de haber luchado contra algo más fuerte que estos zombis, algo como…

— ¡ROZ, CUIDADO!...

Aun con la advertencia de Riha, soy golpeado desde la cintura por sorpresa por una figura veloz de un inesperado enemigo, su ataque me impulsa hacia atrás hasta darme contra la pared de una casa y atravesarla, aunque gracias a Intense Iron pude resistir el daño sin problema y el la sensación de dolor emitido a mi cuerpo era casi nada.

Me puse de pie rápido y mire a mi atacante, para otra desagradable sorpresa, no estaba solo, pues "eso" lo acompañan otros 12 sujetos iguales.

—Zombis más fuertes –Añadí completando mi anterior oración.

Zombis plantas como los demás, pero sus cuerpos se veían mas tonificados, median entre 2 a 2 metros y medio, las raíces en su cuerpo se veían mas espesas, cubrían toda su pelvis hasta el punto de parecer unos pantalones cortos muy ajustados, sus rostros y torso denotaban con mayor grado las venas verdes a diferencia de sus compatriotas normales.

Uno de ellos se movió con una agilidad sobrehumana, saltaba de casa en casa como un ninja hasta tomar una elevada altura y empezar a descender en picada sobre mí con su brazo izquierdo convertido en una cuchilla filosa.

Evadí sin complicación su ataque y este término golpeando al suelo en vano solo para levantar una cortina de polvo, el lanzallamas aún seguía funcionando gracias a que Allum protegió los tres cilindros de recibir algún daño al impactar contra la pared, aproveche el momento para contraatacar a mi reciente agresor, aunque no podía verle bien con el polvo encima, sé que estaba allí, le apunte y antes de que pudiese apretar el gatillo, otro de ellos se me asoma a mi izquierda para atacarme con su brazo convertido en una maza redonda cubierta de pinchos.

—¡No tan rápido!.

La Lupian interviene en el ataque del zombi cortando su brazo armado con sus garras de acero, ignoro al objetivo que tenía en frente con el polvo cubriéndole y apunto al que tengo a mi izquierda, disparo las llamas sobre él quemándole, con el fuego sobre sí mismo empezó a emitir los mismos gritos de agonía que los demás zombis.

—Uno menos… te la debo, Riha –Agradecí a la loba por su ayuda.

—No puedo dejar que acapares toda la diversión –Comenta ella.

Un puñetazo de un estirado brazo planta sale de entre el poco polvo que quedaba cerca sorprendiéndonos, asestando a Riha en el rostro y mandándola varios metros atrás quien roda violentamente contra el suelo.

— ¡Maldición! –Dije con desdén.

Me di vuelta y volví a centrar mi atención en el bastardo que quería caerme encima con una cuchilla, el polvo se disipo por completo y él se mostró de pie todo amenazante con su brazo cuchilla y el otro convertido en un puño de descomunal tamaño, no me sentí intimidado, ya que tuvo el efecto contrario, intensifico le desprecio que le sentía, le rocié de fuego y acabe con su no-muerta existencia, solo restaban 11 más.

—"¡Amo!" –Pronuncio Allum mi nombre a manera de advertencia.

Pero no se conforma con solo avisarme, sino que estira de su gelatinoso cuerpo un tentáculo con el cual crea un alto y ancho escudo protegiéndome de dos proyectiles lanzados por esas cosas, mirando desde el otro lado, observe clavado sobre el escudo dos inmensas bolas verdosas con pinchos cuya dureza se hizo notar bastante cuando impactaron contra la defensa de Allum.

Allum deshizo del escudo y yo ataque con el lanzallamas hacia ellos, mis objetivos más cercanos estaban a una distancia de 35 a 40 metros, y esta arma alcanzaba una distancia de 50, lo que me permitió acabar con 4 en el proceso, sin embargo los demás tomaron precaución del fuego y con su sublimes dotes físicos se alejaron en distintas direcciones, aproveche la ocasión acercándome a Riha para comprobar su estado.

—Riha, ¿estás bien?, ¿Riha? –No reaccionaba a mi voz o mi mano sacudiendo su hombro.

—"¡Amo!".

Soy nuevamente advertido a tiempo por Allum para evadir más proyectiles redondos con pinchos, esas cosas la creaban con uno de sus brazos y la giraban para darle impulsa en el lanzamiento, arrojándolas como si fueran el proyectil lanzado por una honda, pero lo que más me sorprendió fue la manera en que lo hacían.

Cada uno estaba situado en un punto diferente a una distancia considerable del otro, atacaban en un orden establecido y por si fuera, estaban alejado de mí a una distancia de 60 metros, lejos del alcance del lanzallamas, ¿¡estas cosas pueden idear estrategias!?, ¿acaso piensan si quieran?.

No podía quedarme en donde estaba y seguir esquivándoles por siempre, perdía tiempo e Intense Iron tenía un límite para su uso, corrí en dirección hacia uno de ellos, evadía lo que me arrojaban y al estar lo suficiente cerca de mi siguiente blanco, este empezó a huir de mí mientras era apoyado por los suyos quienes me atacaban para obstaculizar mi avance.

Necesitaba intensificar mis pasos, debo ser más rápido, con esas ideas circulando en mi cabeza, pronto siento una inusual sensación en las piernas, como si fuesen más fuerte, inesperado, me doy cuenta que empiezo a alcanzar a mi objetivo y los objetos arrojados por los zombis que intentaban obstaculizarme, quedaban bastante atrás antes de alcanzarme.

Lo tenía a 30 metros, era una distancia segura, le apunte con el lanzallamas y queme sus piernas, cae rodando al suelo emitiendo de su boca la mera agonía, dándome oportunidad para quemarlo por completo, solo restaban 6.

Uno de esas bolas con pincho termina golpeándome, me quede demasiado tiempo quieto y me tomo por sorpresa tanto a mí como a Allum, me dio a un costado, pero estaba bien, la armadura no fue atravesada y el impacto no dejo tanto daño en ella, sentí dolor, pero era poco.

Estaba por enfocarme a otro de ellos, perseguirle y quemarle, pero al voltear para mirar a mi siguiente blanco, tres me atacan por la espalda, con brazos transformados en armas cortantes y contundentes.

No hice nada, pues Allum reacciono por mí, dejo su lugar en los cilindros del lanzallamas y salto dirección hacia ambos zombis armados, su cuerpo adopto la forma de un obeso globo con sus propios picos filosos, eso dejo a ambos no-muertos plantas clavados sobre su metálico y gordo cuerpo extendido.

—¡Allum, ahora!.

Con mi orden, Allum toma su forma normal de slime y se hace a un lado dejando a los zombis heridos en el suelo regenerándose del daño que les dio, pero no les di esa chance, apenas mi pegajoso amigo se hizo a un lado, los queme por consiguiente, solo restaban 3 más.

Nuevamente me atacan por la espalda, pero esta vez con más de sus proyectiles con pinchos, Allum vuelve a intervenir transformándose en un escudo que repele a cada uno de sus bolas, me di cuenta de algo en ese instante, esas cosas no solo me atacan a mí, sino que estaban apuntando a un blanco preciso, a los cilindros del lanzallamas.

—Que infelices…

Se dieron cuenta del problema que era esta arma para ellos y supusieron en donde atacar para dejarla inservible, ¿realmente son inteligentes?, parece que aprenden en el transcurso de esta pelea, no me extraña que los magos la tuvieran difícil con cosas como estas merodeando por las calles.

Corrí con la fuerza de mis piernas incrementarse hacia otro de ellos, sin darme cuenta hasta después, de una zancada en menos de 3 segundos alcance unos 100 metros y estaba cara a cara sobre otro no-muerto, ni el mismo monstruo se lo espero y antes de que me atacase primero, lo rostice al instante.

—Solo 2 más –Dije mirando a mi siguiente blanco.

La criatura al sentir mi mirada, pronto empezó a huir, ¿cobardía?, ¿miedo?, sea cual sea el impulso que le hacía correr en dirección contraria para alejarse de mí, no importaba, le perseguí, poco a poco lo alcanzaba, el no-muerto intentaba apresurar su paso, pero yo era más rápido y eventualmente lo alcance.

Lo siguiente que sintió, fue el intenso dolor del fuego cubrirle todo el cuerpo, aunque desconozco si realmente sienten dolor o no, emiten fuertes gritos de agonía al verse envuelto en llamas, ¿pero realmente era dolor lo que estas cosas sentían o solo la imitaban?, en ese aspecto eran unos zombis bastantes curiosos.

—"Lo hicimos, amo, ¡ganamos!" –Clama victorioso mi pegajoso compañero.

—No, falta uno –Conteste mirando a mí alrededor.

No lo veía en ninguna de las cuatro direcciones, no percibí su presencia visualmente, ¿habrá huido?, oí el ligero paso del viento soplar hacia mí, entonces me di cuenta de algo que ignore, mire para todas partes, menos para una dirección en concreto.

—El viento sopla hacia…–Voltee mi cabeza hacia arriba.

Y mis inquietudes acertaron, di con el ultimo no-muerto desde el aire estando a unos centímetros de alcanzarme, con su brazo convertida en una larga y puntiaguda lanza avanzando en picada hacia mí, apuntando concretamente a mi cabeza, debió aprovechar el tiempo cuando me encontraba concentrado en su compañero, para tomar distancia y saltar a una altura descarada sin que lo viera venir desde arriba.

Un impacto como ese desde mi cabeza aun con Intense Iron puesta, era dudoso que saliera herido levemente, temía incluso a morir, porque no había tiempo para reaccionar, antes de que levantase el lanzallamas para usarlo, me habrá dado, antes de que Allum situado a mi espalda en los cilindros intente algo, me habrá dado, antes de que me mueva para mi izquierda o derecha para esquivarle, me habrá dado. Esta cosa, me había acorralado a su manera, ya solo queda esperar lo inevitable, ¿sobreviviré?, ahora lo averigu…

— ¡AUN NO ESTOY MUERTA!...

Una fuerte voz conocida resuena en mis oídos y algo veloz golpea al no-muerto desde su izquierda, cambiando su trayectoria e interrumpiendo su ataque dirigido a mí, su agresor lo embiste hasta el suelo con una estaca de metal clavada en su frente, acto seguido le propina dos zarpazos de acero que destruyen su cabeza.

—Riha… -Cite el nombre con alivio de quien me salvo en el momento justo.

El no-muerto carente de cabeza empieza a moverse sin control como enloquecido e intenta herir a Riha agitando su ahora transformada brazo cuchilla, la chica loba logra hacerse atrás a tiempo esquivándole, la criatura se levanta empezando a regenerar la parte faltante de su cuerpo, encontrándose de momento desorientado y atacando en toda dirección.

— ¡Roz, cocina a esa cosa! –Me ordena la loba.

— ¡Yes Sir!.

Apunto el arma y aprieto del gatillo quemando al último incordio problemático dotado de músculos no-muertos, ahora sí, habíamos vencido.

—Menos mal que estas bien, por un momento pensé lo peor –Comente con toda veracidad.

—Me dolió bastante, pero no basta para matarme con solo un puñetazo –Contesta la lupina de buen ánimo —No veo a más zombis por aquí, de modo que ahora si esta área esta toda limpia.

—Debemos continuar moviéndonos, cada segundo cuenta y debe haber más de esas…

Mi cuerpo pronto experimenta una fuerte sensación de dolor, sobre todo en el pecho, la había sentido antes, cuando me enfrente contra Aarón, la misma sensación de debilitación me pone de rodillas e Intense Iron desaparece al instante, como llevaba el lanzallamas encima, el peso de los cilindros me hizo darme contra el suelo al momento en que regrese a mi fuerza ordinaria, o más bien a un grado en que dicha fuerza ahora es menor de la habitual a causa de la aflicción que mermaba mi fortaleza.

— ¿Roz?, ¿Qué te sucede?, de repente tu armadura desapareció –Dice Riha preocupada.

—"¿Amo?"… -Replico mi pegajoso compañero con la misma sensación de preocupación.

—Cui…dado… -Intento advertirles, ya muy tarde

En el momento menos oportuno, cinco más de esos fuertes zombis plantas se aparecen al lugar, para cuando ambos notaron su presencia, aquellos cincos estaban casi encima de mí con sus brazos transformados en armas cortantes, punzantes y contundentes, yo era su blanco, porque me hallaba más débil entre los tres, una presa fácil.

Un inusual sonido de estática se oye en nuestros oídos y eventualmente se muestra como un rayo rojo color sangre de gran poder saliendo de una determinada dirección como arrojada por alguien, impactando sobre los cinco no-muertos al mismo tiempo, sus cuerpos se achicharran al contacto con esta y acto seguido explotan sin quedar nada más que restos carbonizados que se deshacen en el viento.

Los tres volteamos la mirada para ubicar la procedencia de donde vino tal potente descarga rojiza y fue que posamos nuestra mirada sobre una casa de dos pisos, en la segunda planta, la pared tenía un agujero dejando dicha planta a la vista desde afuera, se hallaba una sala oscura dado a que tenía al sol en lado contrario, pero lo que más llamo nuestra atención, era la persona que estaba allí, sentado sobre el borde del oscuro sitio con sus brazos sobre sus piernas.

Un muchacho adolecente, por su altura y aspecto resaltaba 16 o quizás 17 años, de un bello rostro, cabello blanco cortó con unos rizos encima, piel pálida e inusuales ojos color escarlata. Vestía una camisa grisácea con un largo cuello en la parte de la nuca, unos pantalones azules oscuros que le llegaban hasta los talones en conjunto con unos calzados rojos puntiagudos, también otro rasgo a destacar era una pulsera plateada en su muñeca derecha.

—Me gustaría bajar y saludarles como corresponde, pero es que la luz del sol me irrita la piel y es muy molesto –Dice el enigmático adolecente.

Me acerco a él lo suficiente para hablarle sin necedad de subir demasiado el volumen de mi voz, no solo para agradecerle, sino también por mera curiosidad.

— ¿Fuiste tú quien lanzo ese rayo?, te lo agradezco –Le dije de mi parte.

—Fue un placer ayudar –Contesta con una gentil sonrisa —Disculpa que sea precipitado, pero… ¿podrías decirme tu nombre?.

—Rozuel Drayt, aunque con Roz basta y sobra.

—Roz… Roz, ¡es un buen nombre!.

—Claro… gracias por el elogio.

—En ese caso permíteme presentarme –Dice poniéndose de pie y haciendo una reverencia con su brazo derecho sobre su pecho —Drave Tilve para servirles, mucho gusto, Roz.

Continuara…