Chereads / Metalord Revolution por Sylar / Chapter 17 - CAPITULO 17 LARS por Sylar

Chapter 17 - CAPITULO 17 LARS por Sylar

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Deje el cuerpo de mi padre en el suelo con sus manos juntas en el pecho, más tarde cuando todo esto acabe volvería por él para llevarlo a Windaz, salí de la celda acompañado de Tayra para encontrarme con el resto de los esclavos liberados reunidos armando un ruidoso escándalo de desacuerdos verbal entre ellos, discutían sin cesar sobre cómo salir de aquí.

—¡¡CALLENSE DE UNA MALDITA VEZ!! –Alce la voz al situarme en el centro de todos.

Cada uno se calló enseguida teniendo la mirada fija de todos los presentes.

—Les guste o no, todos estamos en esto y la única forma de salir nos lleva a tener que plantar cara contra los mismos forajidos y su líder.

— ¿Qué tienes en mente? –Pregunto uno de los esclavos.

— ¿No es obvio? –Conteste con mi arma en alto —La pregunta aquí es; "¿qué tienen ustedes en mente?", por como lo veo solo tienen tres opciones; luchar, morir o la esclavitud.

Dicho esto, me retire a la sala abandonada de tortura en donde me quede de momento pensando en mi siguiente paso, de alguna forma debía vencer a los forajidos de Lars, en mis bolsillos solo me restaban tres cargadores normales, una incendiaria y dos eléctrica, mientras que la pistola y la uzi tan solo tenían la respectiva munición de su cargador, dado al límite de peso, solo traje munición de reversa para el rifle.

—El número de balas no me alcanzara para todos… que problemático –Pensé yo.

Tenía mi enseñanza con la espada recibida por Naya, pero siendo realista con 3 años de entrenamiento y un cuerpo de niño, no tendría mucha oportunidad contra tipos que llevan más experiencia en este campo y sin mencionar que son o fueron ex-soldados y mercenarios que experimentaron batalla reales y sanguinarias, por no olvidarme si me topara contra un mago, mi única ventaja contra ellos era la AK-47, es más sin el rifle era homb… niño muerto.

— ¿Por qué no solo te abres camino y huyes? –Me pregunta Tayra apareciendo al lugar.

No estaba sola, lo acompañaba una pequeña, quizás de entre 4 o 5 años que al igual que ella la cubrían prendas para no ver una sola parte de su cuerpo, de seguro ha de ser la persona que buscaba.

—Con la extraña arma que posees, fácilmente podría abrirte paso y escapar.

—Tengo razones para no irme de este sitio así nada más –Le respondí.

Antes de darme cuenta, el resto de los esclavos (incluido la bruja) vinieron a encontrarse con nosotros, parece que finalmente tomaron su decisión.

—Tienes razón, luchar sería lo más idóneo –Dice la bruja —Sin embargo, no todos aquí tienen experiencia para luchar y menos aún desarmado.

La mayoría de los prisioneros eran no magos, las pocas armas tomadas de los cuerpos sin vida de los bandidos que vigilaban el calabozo no bastaba, mire a mis alrededor en este abandonado y polvoriento lugar de tortura, allí vi un baúl bastante grande como un contenedor de basura, me acerque a él y al abrirlo me topé con numerosas herramientas que abarcaban desde látigos, tenazas metálicas lo suficiente grande para caber cabezas, garrotes de grueso madera, dagas de pinta ceremonial y entre otros.

Estas cosas solo tenían un claro propósito, era degradante solo verlo pero era lo mejor que teníamos a nuestra disposición, se los enseñe a los demás y cada uno empezó a tomar al que más cómodo le resultaba para usar, seguíamos superados en número y calidad de equipo, pero estar desarmado ya no era un impedimento.

Varios pasos venían del camino que llevaba a la salida, dicho ruido solo significaba una cosa.

—Están aquí.

Numerosos forajidos llenaron la sala formando una extensa fila con sus armas en alto y sus usuarios mágicos concentrando su poder en la palma de su mano dominante, por nuestra parte hicimos lo mismo, ambos bandos chocan miradas entre ellos.

—Ve a esconderte y resguardarte en un lugar, tu hermana estará bien, no te preocupes –Le comunica Tayra a la pequeña que tenía cerca.

Tan pronto la misteriosa pequeña se esconde, la lucha se desencadena, los forajidos tenaces con sus años de experiencia en combate fácilmente comenzaban a dominar la pelea acabando con alguno de los esclavos armados, los magos por sus partes centraban su lucha contra los enemigos que también poseían el don de la magia, entre los más destacados de nuestra parte estaban Tayra y aquella bruja del aquelarre Wildsword, esta última armado con una sola espada se movía con una destreza impresionante, desgarraba torso, brazos, piernas e incluso cabezas con una técnica profesional, me recordaba a la misma imagen de Naya quien también se especializaba con dicha arma.

Apoye a distancia con mi AK-47, gracias a que los forajidos estaban demasiado ocupado en los demás, se percataban tarde de la verdadera amenaza a la que debían enterarse, lo primero en eliminar fue a los magos, gracias a lo distraído que estaban luchando contra otros, las balas atravesaban limpiamente su cráneo sin que alguna defensa lo respaldara a tiempo, cuando ya no percibía algún usuario de magia entre el bando enemigo, me encontré con otro problema.

—Solo me quedan dos cargadores…

Había utilizado varios cargadores, incluso el último de munición incendiaria y la eléctrica, solo me restaban dos normales y debía usarla con sumo cuidado, los forajidos aun nos superaban en número, pero con magos solo de nuestro lado, mas Tayra y la bruja de la espada, la lucha empezaba a igualarse, ambos lados tenían chances de 50% de ganar, si decidiera intervenir con la poca munición que me queda, nuestra victoria estaría asegurada y sabía muy bien que estas últimas balas estaban reservados para alguien en especial, Lars.

Corrí alejándome lo más posible del conflicto, me asombre que nadie notase mi repentina huida y más aún después de haber acribillado a varios de los suyos con mi rifle, ¿será cuestión de suerte?, pude con facilidad llegar al pasillo que conducía a la escaleras y salir de ese sofocante sótano inmenso.

Llegue a la habitación por donde entre y no me encontré con nadie, pero al salir y llegar al salón de las misas me topé con tres de ellos, forajidos no magos a los cuales abatí fácilmente con mi rifle (solo contaban con sus armas blancas y nada a distancia).

—"No exageraban cuando hablaban de ti, un niño capaz de liquidar a varios de mis chicos fácilmente con un artefacto mágico extraños muy poderoso" –Asevero una voz a mis oídos.

— ¿Quién eres? –Pregunte yo haciéndome una ligera idea de quien podría tratarse.

Una pisada se oye como de alguien aterrizando suavemente en el suelo, mirando la dirección procedente de tal sonido, sobre el altar se encontraba un hombre mayor (calculo 50 o 60 años) vestía sobre su torso una cota de malla teñida de negro con varias correas sobre su pecho equipado con bolsillos que combinaba con un pantalón ligero largo del mismo color, tenía un largo cabello blanco acompañado de una barba completa del mismo tono.

—Tú debes ser Lars –Le dije mirándolo a los ojos.

—Muy perspicaz, estas en lo correcto, soy quien lidera a este grupo de forajidos a mi nombre, Lars Perwhiskyn, un placer conocerte, niño –Se presenta el líder de la banda criminal.

Apunte con mi rifle a Lars, el inmediatamente manteniendo la calma levanta sus manos.

—Espera un momento, chico, no hay prisa para que me dispares de esa letal y veloz munición metálica aun –Dijo él sorprendiéndome la forma en que describía a las balas del AK-47.

—Estas algo bien informado de mi arma –Comente yo.

A su lado aparece uno de sus forajidos, mirando la herida de su hombro izquierdo me percato de era aquel mago arquero que me atacaba desde el campanario de la iglesia y logro evitar ser eliminado por mis balas, sobre su mano sostenía una bala usada del AK-47, por lo aplanada que estaba debió de haber impactado lo suficiente cerca suyo en una superficie lo bastante gruesa para adherirse a esta, tenía sentido del como Lars tenía algo de conocimiento básico de mi rifle.

—Muy ingenioso –Dice Lars mirando fijamente la munición usada en su mano —Que algo tan pequeño como esto pueda ser disparada de tal forma en un arma como esa que incluso en manos de un pequeño no mago se convierte en un instrumento mortífero, ¡qué cosa tan escalofriante y fascinante!, ¿de dónde conseguiste tal elaborado artefacto?, ¿quién es su creador?.

—Eso no te importa.

—¿Podría ser que el creador de tal sublime pieza mortal… este tan cerca de mí?.

Al elaborar esa pregunta, Lars en un parpadeo había aparecido a un costado mío, reaccione y le apunte con mi rifle disparando, pero desaparece antes de que apretase del gatillo reapareciendo sobre el altar donde estaba al principio como si nada, eso confirmaba que él era un mago y tal habilidad era… ¿teletransportacion o súper velocidad?.

—Jejeje, chico, no hay duda alguna, tu eres el inventor de ese artefacto, lo que me lleva a mi siguiente punto, quiero hacerte una propuesta –Manifiesta Lars con las manos en alto como si estuviera en una obra teatral.

— ¿Propuesta? –Replique yo en duda.

— ¡Trabaja para mí!, te aseguro una vida llena de riqueza, poder y cuando tengas edad mujeres, ¿qué dices?, con tu ingeniosos artefactos y mi influencia, no hay duda alguna de que seremos imparables, ¡piensa en las posibilidades!.

Que proposición tan cliché, pero no sentía deseos de reírme con algo tan absurdo, porque este hombre no es alguien que me cause gracia, es alguien a quien anhelo matar sin remordimiento.

—Matas a mi hermano, secuestras a mi viejo, lo torturas y eventualmente lo asesinas… ¿y tienes el descaro de ofrecerme trabajar para ti? –Le dije con ojos serios y frio.

— ¿Viejo?, por casualidad, ¿guardas alguna relación con el mercader que atrapamos hace unos días y que estaba acompañado de dos brujas? –Pregunto Lars.

El mismo Lars había participado en la captura de Walter, las dos brujas que le protegían resultaban oponentes tenaces para sus magos forajidos, pero para el líder de este vil grupo criminal, resulto apenas un reto, en medio del combate, Euber logró escapar gracias a las brujas quienes se sacrificaron para darle una ruta de escape, ellas quizás pensaron junto a mi padre; "esperemos que lo logre, todo depende de ti".

—De modo que ese mocoso que escapo lo logro, ¿y dices que esos dos eran tus familiares?, nada personal chico, son solo negocios –Contesta con una cara despreocupada.

— ¡Voy a matarte! –Le exclame con la mira de mi rifle apuntando a su cabeza.

—Entonces eso aclara como un "no" a mi pregunta, que decepcionante.

El mago a su lado con rapidez había tomado el arco para disparar una flecha impregnada de su magia, le dispare con mi rifle matándolo antes de que lograra su cometido y cuando sigo con Lars, él ya había desaparecido, volvió a usar esa técnica otra vez.

—"Sabes lo molesto que es tu respuesta, chico" –Escucho la voz de Lars acompañado de un suspiro —"Todo lo que tuve que perder, hombres, esclavos y entre otras mercancías, solo para poder conocerte y resulta que no tienes ambición alguna".

—En eso te equivocas, tengo una ambición, hacer que sufras –Le corrijo yo.

—"Tienes una actitud bastante agradable, sin embargo no quita el hecho de que seas mi enemigo, para recuperar lo perdido tendré que tomar esos juguetitos tuyo y venderlo, aunque claro para que la venta sea más eficiente necesitare saber cómo funciona tal mecanismo y para ellos tendré que atraparte vivo, que fastidio".

—Como si fuera a dejártelo tan fa…

Sin previo aviso, me sorprende apareciendo a mis espaldas, colocando una daga impregnada de magia sobre mi cuello.

—No me tomes a la ligera, chico –Comenta Lars —No me compares a mis inútiles muchachos, todos ellos apenas eran magos de Nivel C, pero yo estoy a unos escalones más arriba, ¿lo entiendes?.

Sobre su daga podía notar que el aura que lo recubría tenía un aspecto y leve sensación de viento, ¿magia de viento?, entonces eso explica una cosa.

—Usas magia de viento para incrementar tu velocidad al punto de no ser percibido al ojo humano –Afirmo yo.

—Que listillo, pese a ser un no mago puedes ver y sentir las auras mágicas, eso es una afinidad rara y como esclavo podría sacar mucho Bals por ti.

—Sueña, si crees que vas a obtener un centavo de mí.

—No estás posición de discutirme, chico, la única razón por la que no te he matado aun es porque de ti depende que recupere lo que me has hecho perder en este día, no te preocupes, por muy terco que seas tengo medios para que seas algo "cooperativo".

¿Qué hago?, mis manos sostenían el rifle y no había chance alguna de que me diera tiempo para apuntarle, incluso menos para usar la pistola o uzi, me tenía donde quería, era un jaque mate sin solución.

Un golpe, eso es lo que escuche a continuación, pero no era de Lars hacia mí, sino de alguien golpeando a el mismísimo líder forajido por su retaguardia, volteo y detenidamente observo que la responsable de salvar mi pellejo en este callejón sin salida fue Tayra.

Le había dado un puñetazo con la fuerza necesario no para matarlo, pero si para dejarlo inconsciente.

—Gracias, de no haber interferido, quizás no la contaba –Le dije a Tayra.

— ¿Entonces todo acabo? –Pregunto ella.

—No para mí.

Con algunas cuerdas gruesa lo amarre y le quite todo objeto filoso que tuviera a su disposición, el muy desgraciado llevaba consigo un sinfín de dagas en sus bolsillo, se notaba que dichas armas conformaban su estilo principal para luchar junto a su magia, si los magos que le servían eran de Nivel C, ¿entonces a que categoría entraría este?, ¿Nivel B o… Nivel A?.

Deje esos pensamientos a un lado y me centre en Lars quien comenzaba a recobrar la consciencia.

—Jeje, ¿quién habría pensado que terminaría en esta situación? –Dice el forajido con una maliciosa sonrisa optimista.

Intento en vano hacer algo con sus ataduras, pero tener las piernas, brazos, manos y pies con varios nudos sujetándole era algo que incluso para una persona hábil en escapismo era difícil de quitar, en eso pensó; "¿pero podrán hacer algo contra mi magia?".

Cuando intento utilizarla se percató de que no podía, "¿Por qué?" se preguntaba el líder de los forajidos y era que sobre su muñeca tenia puesto un grillete metálico, el mismo que usaban sus esclavos magos en las celdas para inhabilitar su magia, Tayra traía consigo una y fue bastante oportuno.

Atrapado, usando su propia herramienta en su contra y con los pocos hombres que le quedaban siendo vencidos por los esclavos que tenía cautivo contra su voluntad, el pequeño imperio criminal de este ruin individuo llegaba a su desenlace.

—Es tu fin, Lars –Le dije mirándolo a los ojos —Tayra, las cosas van a ponerse feas, te recomendaría no estar cerca, porque voy a perder el control en este momento.

En mi mano sostenía una palanca (o Pie de cabra) que había creado recientemente mientras esperaba a que Lars despertara, su propósito era para hacer sufrir al hijo de puta que se atrevió a dañar a mi familia.

Continuara…