Era hora de abrir el regalo de la caja plateada con un lazo azul.
"¡Por favor unos pantalones, Diosa de este mundo!" Dije esto mientras que pensaba en Lara Connor, entonces después de hacer mis oraciones, la abrí:
"¡Ding! ¡As adquirido Tabardo del Dios Templario Empic!" dijo mi Omnivaiz.
Eran una prenda de vestir amplia y larga, de paño, tosco, color blanco, tenia una especie de cruz roja en el área del pecho, aunque para mi parecía el símbolo que dice:
"Disparen aquí!" Además, tenia aberturas laterales para sacar las manos. Suspire al ver la prenda, que protegería mi tercer pie, y que garantiza que ya no estaba desnudo.
Me la puse, no era muy cómoda que digamos a mi gusto y me quedaba holgado. Parecía un vestido blanco, que me llegaba hasta las rodillas. De repente la túnica empezó a vibrar y me empecé a sentí mareado.
"¡Ping Ping! ¡As sido mal decido por el Dios Templario Empic!" dijo mi Omnivaiz.
El suelo se empezó a mover y de la nada una grita, dimensional se abrió, una enorme mano roja me tomo de la cintura y me jalo adentro.
Cuando supe de mi me encontraba en una sala de juicio donde las paredes eran de neblina color azul claro, me encontraba sentado en la silla de los acusados, mientras que el juez o la jueza una mujer en sus años 50 color gris de orejas puntiagudas me miraba severamente, mientras que un hombre o un ser humanoide con cabeza de dragón, con piel roja con un aura divina, divina me miraba violentamente.
"Su señoría esta criatura tan impura se atrevido a utilizar, mi manto sagrado, que solo es destinado a mis Guerreros Templarios. Exijo la pena mas alta, que le corten la cabeza."
La Jueza me miro y dijo:
"Se declara culpable al acusado! Que traigan al decapitador y terminemos con esto de una vez." Tragué saliva asustado, con lo que pensé que mi única salida era salir a patadas de aquel lugar.
"Disculpe su señoría soy la abogada defensora de Tom Summer!" Era la vos de una chica, ella era de color azul, temía ojos verdes, que estaban protegidos con unos lentes transparentes, mientras que su pelo verde, estaba amarado en un moño, como si estuviera escondiendo una identidad secreta, estaba vestida en un atuendo formal gris, sobre unos zapatos grises de tacón bajo de clavo, ella tenia unas bonitas piernas, que solo se podía ver, hasta la enagua que le llegaba por debajo de las rodillas, tenia una corbata roja sobre una blusa blanca de botones de porcelana y sobre esta una chaqueta gris.
"Mi cliente no es culpable de recibir al asar un regalo de los dioses Astrales!" Dijo mi abogada.
"Su señoría es prohibido que seres con alineación maligna utilicen atuendos de con alineación benignos!" Dijo El Dios Empic.
"Su señoría el Dios Empic, le a puesto una trampa a mi cliente, al proveer a mi cliente de un atuendo sin brindarle, debidas advertencias antes de que este se ponga el producto, ¡aquí le presento la prueba!" Dijo mi abogada, mientras se a cercaba a la jueza con una caja, con un CD en mano y lo introduce en un lector de DVD, que apareció de la nada y se reproduce en una pantalla, que apareció en medio de la sala, donde aparezco en toda mi gloria azulada con mi gran culebra al aire, donde pude ver como la jueza y la abogada tragando saliva, al ver a mi monstro de mi entre pierna.
"Señor Empic que tiene que decir al respecto?"
"¡Me declaro culpable de los hechos, pero el acusado no puede alegar desconocimiento de la ley!" Dijo
La jueza pone sus manos juntas frente a su rostro, meditando un momento, sujeta su mazo y dice:
"El acusado, estará obligado a vagar 1 hora en el mundo astral, pierde 40% de sus poderes, hasta que puede encontrar el Infinity San Francisco y llegar a mi Penthouse. ¡Una vez ahí hasta que no satisfaga mi curiosidad, el castigo no será levantado! ¡He dicho, caso cerrado y se levanta la sesión!" Dijo la jueza.
Con lo que el juzgado desapareció y regresamos a la cocina del apartamento, que se encontraba en entre nieblas azules.
En una mesa de la cocina había una maleta negra abierta, la abogada se acerco a su maleta y saco un amuleto de cuencas con piedras rojas y me lo dio.
"Lo siento no pude hacer nada por voz!" Dijo mi abogada, aunque yo sospecho que era Lara Conner.
"¡Gracias, por lo menos no estoy muerto!" Dije mientras me ponía las cuencas en el cuello.
"El mundo Astral es muy peligroso a si que ten cuidado, este amuleto que te doy, te permite transformarte por dos horas y mantener tu altura como humano. ¡Ten encuentra que el cuerpo que tienen es tu cuerpo real, pero tu esqueleto de metal se ha vuelto uno con este mundo por lo tanto si mueres aquí estas muerto! Para activarlo dices: Activar. Mientras que estés aquí, la duración de tu transformación consume medio punto, de la duración. ¡Ten cuidado con la jueza quien sabe que esta planeando!" Dijo mi abogada, cerro su maleta y salió por la puerta de la cocina con el numero 24.
"Espera!" Dije mientras que corrí tras de ella.