Sara se levantó una mañana, parecai cualquiera mañana, un poco cansada se sentia, pero aun asi parecia todo normal.
De repente se oyó a su madre gritar desde abajo:
-SARAAAAA!!
Argg! que pesada- pensó Sara, pero aun asi bajó a ver que pasaba.
Cuando bajó al salon a desayunar, se encontró con un matrimonio en el salón, tenian un aire noble, pero no lograba ubicar quien eran ellos.
-Sara, te presento a Amelia y a Juan, son los padres de tu prometido- dijo la madre.
-PROMETIDO?!- Exclamó Sara.
Sí hija, ya este año cumples 18, faltan apenas unas semanas, ya será legal casarte.
Duh, Sara recordó que este matrimonio ya fué arreglado hace mucho tiempo por su abuelo y su amigo, que era amigos íntimos ya que se conocieron en la guerra.
Sara se sentia decepcionada, traicionada y contrariada, no queria casarse ya, sentia que era muy pronto para eso, asi que salió de casa enfadada hacia el instituto.