Mientras me besaba el cuello, comencé a masajear el clítoris. Pude sentir que movía sus caderas. Su cara no podía ocultar su emoción. Seguí moviendo mis dos dedos, sus jugos humedecieron la zona, su clítoris a veces se deslizaba fuera de la piel que lo protegía, cuando eso sucedía hacía un pequeño sonido. El silencio absoluto que contenía la casa hacía que los gemidos se sintieran como gritos. Empecé a meter lentamente los dedos dentro de ella. La sensación resbaladiza de mis dedos me hizo temblar. Entonces empecé a empujar más rápido. Ella estaba respirando fuertemente en mi oído. Sus brazos, que me sostenían con fuerza, empezaron a bajar desde la cintura. Ella quería sentirme, y yo estaba a favor. Sus manos estaban frías, introdujo sus manos en mi ropa interior. Sus caderas se movieron más rápido.
Mis pensamientos estaban enloquecidos, su voluntad de ser arrastrada conmigo parecía demasiado inocente. Ella no sabía de las miradas que iba a recibir, y eso fue en parte mi culpa.
Había pintado nuestra situación de rosa y la llamé amor, pero el "amor" no quita nuestros pecados.
Al borde del orgasmo, sus labios formaron esa palabra que no describe la calamidad en la que nos revolcamos.
_Te amo_ su aliento se interpuso en el camino
El silencio enterró sus intenciones. No puedo devolver tal declaración, hacerlo sólo empeoraría las cosas. Con un poco de suerte, se daría cuenta de que era un error amarme.
Acostada en el sofá con ella encima de mí, miré hacia otro lado.
Sentí el frío mortal de sus dedos arrastrarse alrededor de mi estómago.
_ ¿Podrías por favor...
_ Ah sí, debería quitarme de en medio... ¿cierto?
_ Sí.
Me levanté y cogí las llaves del gallinero. Se quedó sentada en el sofá. Salí de la casa y vi que la cabeza de la pequeña Lillie estaba sobre su rodilla mirando hacia abajo. La tenue luz que compartía el interior de la furgoneta fue suficiente para encontrar el lugar adecuado para pisar.
Con la lámpara en mis manos me acerqué a la casa donde Rosette todavía estaba. Sentada como estaba cuando me fui, probablemente evaluando la mierda que soy.
_ Levántate, nos vamos.
_mhmm...
Caminé como pude por la colina hacia el camión con las lámparas en las manos. Rosette estaba detrás de mí.
Dentro del camión el olor a esmalte de uñas era sofocante.
_¿Te estabas pintando las uñas?
_Estabas tardando demasiado, y encontré esto en la guantera.
_mhm... huele a mierda
_¡ Tu Hueles a mierda!
_¡Woah, Lenguage!
_Vete a la mierda.
_ Sabes... No esperaba nada a cambio, estaba siendo sincera, yo...
_ Ya es suficiente.
_Sé que no compartes el sentimiento...
_¿Y tu qué sabes?
_ Debería volver a casa caminando desde aquí..
_Vete, entonces.
_¿Estás segura, Rose? Parece bastante oscuro, podríamos llevarte
_ No, estaré bien, el olor me está afectando mucho, ya sabes.
_ Nari podría bajar las ventanas, ¿verdad?
_dejala ir si quiere.
_ Pero nosotras la hemos sacado de su casa
¡Lillie!
_¡ERES MALA!
_ Aprende a superarlo.