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Chapter 2 - Capitulo 2

Mamá nos deja frente a la escuela y Skye me da un abrazo y me dice que nos vemos en la hora de almuerzo. Como es de esperarse se dirige a un grupo de chicos y entabla rápidamente una conversación. Yo por mi parte me quedo parada aquí sin saber que hacer realmente. Aún faltan quince minutos para que empiecen las clases, así que decido verificar mi casillero. Justo antes de que empiece a caminar a las puertas de la escuela un grupo de chicos con uniformes de jugadores de futbol americano, se me adelantan casi tirándome al piso y entran gritando ' ¡Leones del sur! ' mientras todos los demás les aplaudían y vitoreaban.

Me parece patético que entraran de esa forma, parecían cavernícolas. Yo solo me quedo al margen parado esperando a que terminen de entrar ya que, si intento siquiera entrar o ponerme en su camino, estoy segura de que esta vez sí me tumba. Cuando de repente un chico, que venía con el grupo de cavernícolas, se me acerca y yo por instinto doy un paso atrás.

- ¿Estas bien? - Me pregunta con cara de preocupación y en ese momento noto que es un chico bastante guapo. Me saca casi una cabeza de altura y pude notar que tenía unos ojos azules muy hermosos.

-Si- Dije, pero me salió más como suspiro ahogado a una afirmación, pues aún estaba en shock por lo que estaba sucediendo.

-Me alegra escucharlo, a veces no medimos nuestro entusiasmo y pasan este tipo de cosas. – Me dice al momento que me dedica una sonrisa. - Por cierto, me llamo Jason. - Me dice estrechándome la mano y yo le devuelvo el gesto.

-Hailey – Le digo al momento que el grupo de jugadores lo llaman con la intención de que vuelva con ellos. Creo escuchar que muchos silbaron y se rieron y eso hace que le suelte la mano instintivamente.

-Tengo que irme. Te debo el almuerzo por el susto que te hemos dado, ¿Qué te parece si nos vemos en el receso? – Me dice, expectante.

-Cla... Claro, no...no hay problema. Está bien – Dije, algo nerviosa. No sabía que más decir y así sin más, dedicándome una última sonrisa, se fue con sus amigos y yo me quede ahí parada preguntándome ¿Qué habrá sido todo eso?

Al parecer, no puedo juzgar a todos igual, pues, estaba algo molesta por el comportamiento de los chicos, y con razón, pues casi me como el piso cuando me empujaron, pero al menos Jason no era un total cavernícola. Quizás mi día no sea tan malo como me lo imagine.

Esperando a que mi suerte siga siendo así de buena, me dirijo hacia los casilleros y por suerte doy con el mío. Intento abrirlo, sin embargo, se me dificulta un poco. Así que estoy ahí, como una tonta tratando de abrir mi propio casillero, pero pareciera como si estuviera tratando de robarme algo. Sin embargo, en ese momento suena la alarma, así que decido que más tarde, lo intentare de nuevo o iré donde el director para que verifique si no se han equivocado con el código de seguridad.

Intento llegar a la primera clase de biología, pero no sé dónde queda exactamente. Veo un chico que está caminando delante de mí, así que decido preguntarle.

-Disculpa, ¿Me podrías decir donde es la clase de biología básica? – Cuando voltea, casi me arrepiento de haberle preguntado, pues tenía el rostro más intimidante que haya visto nunca. Me mira como si le hubiese hecho una pregunta fastidiosa y como si la cosa no fuera con él, sigue su camino ignorándome totalmente. -Muchas gracias, has sido de mucha ayuda. - Dije, sarcásticamente. Sin embargo, no pensé que me escucharía, por el bullicio de la gente alrededor, e inmediatamente se devuelve y me encara. Yo me arrepiento de mis palabras, pues es un chico intimidante, alto y por alguna extraña razón, todo su ser grita 'Peligro'.

Me mira por unos segundos, fastidiado. No sé qué le he hecho tan grave a este chico para que se ponga de esta manera. En la forma que se me acerca, creo que me va a pegar o algo así. Pero solo se limita a mirarme enojado. Por unos segundos solo me mira y yo le mantengo la mirada, aunque admito que estaba casi temblando del miedo, pero no quería darle el gusto de que lo notara.

-Aidrian, vamos amigo, déjala en paz. - En ese momento llega Jason y me toma del brazo y me pone detrás de él. Siento un poco de paz en ese momento pues el chico raro, luego de mirarnos a mí y a Jason alternativamente, al fin, se va.

-Que no te intimide, es siempre así de raro. – Dice Jason, tratando de lucir despreocupado, pero en el fondo se nota que se ha puesto algo nervioso.

-Muchas gracias. No sé qué le pasa. Solo le preguntaba donde era la clase de biología básica y se ha puesto así.

-No te preocupes, te acostumbraras a él. - Lo dice, pero no suena totalmente convencido. - Si quieres yo te llevo al aula.

-Seria de mucha ayuda, gracias. Al parecer hoy he sido un fastidio. - Le digo avergonzada.

-Para nada, está bien. Eres nueva, es comprensible que no sepas nada de la escuela aún. Si necesitas ayuda, puedes llamarme. – Me dice, indicándome con el dedo que lo agregue a mis contactos del celular. Me parece una magnífica idea, e intercambiamos contactos.

En ese momento Jason me lleva a la clase de biología que está llena de estudiantes.

-De verdad muchas gracias, hoy has sido de mucha ayuda. - Le digo a Jason.

-No te preocupes, de verdad que no fue nada. Recuerda que nos veremos en el almuerzo. – Me dice con una sonrisa.

-Creo que ya no me debes almuerzo, me has salvado la vida dos veces hoy. - Le digo divertida. Aunque en parte siento que ha sido así.

-De todas formas, insisto. Nos veremos más tarde. Debo ir a clases – Me dice y antes de que pueda contestar, se va corriendo por el pasillo y me dedica una última sonrisa. La verdad es que Jason me agrada.

Entro a clases de biología y como es de esperarse, mi momento de tranquilidad se acaba cuando todos en el aula se quedan mirándome y recuerdo que soy la nueva y me entra la ansiedad y un poco de pánico. La clase esta abarrotada de personas y todos los ojos están puesto en mí. Me da miedo hacer contacto visual con alguna persona así que solo miro al maestro.

-Señorita Clayton, bienvenida a clases. Chicos, hoy tendremos una nueva compañera. La Señorita Hailey Clayton. Espero que todos la hagan sentir como en casa. Señorita Clayton, yo soy su profesor de biología, el señor Isaac Johnson. Tome asiento al lado del Señorito Peterson. – Lo dice, señalando al chico vestido de negro, el cual luego de escuchar su nombre levanta su mirada y se percata de la situación. Cuando nuestras miradas se cruzan me doy cuenta inmediatamente de que se trata del chico maleducado, que, si las miradas mataran, me hubiese asesinado con la suya. Quise protestar, sin embargo, no es como que tenía muchas opciones. El aula estaba hasta el tope. Así que decidí ser lo más madura posible y sentarme por hoy al lado de aquel odioso malhumorado, pero desde que termine la clase solicitare un cambio de compañero.

Se por la mirada de Aidrian, que tampoco le agrada la idea de que me siente a su lado, en parte es bueno, pues así podre negociar con él y convencer al profesor de que nos reasigne compañeros. Aunque no sé qué ser humano quisiera ser su compañero. Además, se sienta al final de la fila y a mí me gusta estar un poco más hacia delante, para prestarle más atención a clase.

Me dirijo hacia el asiento indicado. Se puede sentir la tensión en el ambiente. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué no me pudo tocar un compañero agradable, así como Jason? Dejo de lamentarme y saco mis libros y cuadernos. Al cabo de unos minutos la clase inicia. Puedo notar que varias personas nos miran de vez en cuando. No sé si me miran a mi o si lo miran a él, pero sus miradas se dirigen hacia donde estamos. El no parece notarlo pues esta todo el rato en su cuaderno tomando apuntes o eso creo. No ha levantado la vista para nada, ni siquiera para escribir lo que el profesor nos explicaba en el pizarrón.

Durante un instante presto atención a la clase, pero la curiosidad de saber que hacia el malhumorado de mi compañero pudo más conmigo. Así que, tratando de ser lo más discreta posible, intento ver que es lo que está haciendo y me doy cuenta de que está dibujando. Dibuja algo que parece ser un paisaje. No puedo apreciarlo de la manera que me gustaría, pues está cubriendo la mayoría de su obra con la mano y con la cabeza, sin embargo, por lo poco que pude ver, me di cuenta que dibujaba muy bien. ¿Cómo es que una persona puede tener ese comportamiento tan malhumorado y tosco y tener a la vez el arte de poder hacer tal creación?

-Señorita Clayton, veo que le interesa mucho la clase de hoy. – Dice el profesor, sarcásticamente, sacándome de mis pensamientos y apartando rápidamente la vista del dibujo de mi compañero. – Hablamos de los principios de la biología. Nos podría decir ¿qué es la filogenia? - En ese momento trato de buscar la definición, la cual estoy segura de sabérmela, pero quedo en estado de shock y mi cerebro se nubla. Eso me pasa por estar pendiente a los asuntos ajenos.

-Yo... este... la filogenia es... este...- Digo nerviosa tratando de que las palabras salgan de mis labios, pero se me hace imposible. Escucho risitas de mis compañeros alrededor y me veo envuelta en una vergüenza total.

-Para hoy señorita Clayton, espero su respuesta. – Dice el maestro, se nota un poco enojado y yo me siento una completa tonta. Estoy al borde del llanto, pero no de tristeza, sino de la impotencia. Todos se ríen de mí y no logro articular palabra alguna.

- La filogenia es la parte de la biología que estudia la evolución de las especies. Esta surge de la teoría de la evolución. Cosa por la que algunos de aquí no han pasado aún. - Dice mi compañero, con una voz profunda que deja a todos en un silencio total y a mí me deja más estupefacta. No me había dado cuenta que no lo había escuchado hablar.

-Eso es correcto, señorito Peterson, pero la pregunta no fue dirigida a usted, fue para la señorita Clayton. Así que, como reposición, deberá traerme un ensayo de los principios de la biología para la próxima semana. –En ese momento, salgo de mi ensimismamiento, pues noto como a Aidrian le ha importado muy poco lo que el profesor le ha dicho y ha vuelto a lo que estaba. Todos volvieron a prestarle atención a la clase y yo aún no podía creerme lo que había pasado.

Me siento aun avergonzada por lo sucedido, pero sin tener remedio, debo de prestarle atención a la clase. Pasan unos minutos cuando el profesor asigna nuestros trabajos para la próxima semana, y la clase termina. En ese momento Aidrian toma sus cosas para marcharse, parece tener prisa.

- ¡Aidrian! ¡Espera! - Le digo antes de que se vaya totalmente y como si estuviera fijada en la pared, me ignora, por segunda vez en el día de hoy ¿Qué es lo que le pasa a este?

Recojo mis cosas rápidamente para poder seguirle el ritmo, pero lo pierdo de vista rápidamente. Ese chico es muy raro, no logro comprender como alguien puede ser así. Yo no soy de las que le gusta llamar la atención, pero tampoco ando ignorando a la gente ni dejándolas con la palabra en la boca. Decido darme por vencida y verificar donde es mi próxima clase.

De esa manera transcurre mi mañana, tranquila sin ningún otro percance. Cuando suena el timbre que anuncia nuestro receso para almorzar, recuerdo que debo encontrarme con Jason. Básicamente es el único amigo que he hecho el día de hoy. Así que no desaprovechare la oportunidad de poder hablar con alguien y quizás pueda ver a Skye y verificar que tal le ha ido, aunque me imagino que de maravillas.

Me encamino hacia el comedor y veo que esta abarrotado de personas, así que no logro encontrar a Jason ni a Skye, luego de varios intentos me rindo y decido por buscar una bandeja de almuerzo. En ese momento noto que todos los espacios están ocupados, y los pocos que hay vacíos, no es como que precisamente sea bienvenida. Muchos chicos me miran con curiosidad y otros simplemente me ignoran. Me siento extraña, pues ser la chica nueva no es exactamente lo mío.

En ese momento noto una mesa a lo lejos, ocupada únicamente por una persona, cuando me decido a sentarme en dicha mesa, noto que quien la ocupa es Aidrian. El no nota mi presencia y aprovecho que esta despistado con la cabeza gacha y me volteo para seguir buscando con la mirada a Jason o Skye, pues tengo más que claro que mi presencia a Adrián le molesta. Justo cuando creo que tendré que comer en el baño encerrada, escucho que alguien me llama a lo lejos.

- ¡Hailey! ¡Hailey! – Justo cuando logro ver quien es la persona que me llama, me percato de que es Jason al otro extremo del comedor y el alivio que siento en ese momento es tanto que me distraje al caminar y no visualice a la chica que venía justo al frente y derrame mi almuerzo en su hermosa vestimenta de porrista.

-Lo siento, lo siento mucho. Yo... yo no me fije. - Le digo intentando disculparme. No puedo ser más idiota. ¿Por qué no puedo tener un día normal? ¿Por qué no puedo ser 'normal'? La chica no se puede creer lo que está viendo, he derramado jugo en su ropa y su rostro es de enojo y estupefacción. Yo intento limpiarle su conjunto con mi camisa de cuadros, pero eso parece enojarla más.

- ¿¡Que es lo que has hecho!? Hoy tenía mi primer ensayo y ¡has arruinado mi ropa! - Me grita en toda la cara y las personas a mi alrededor dejan de hablar y prestan atención al lio que se ha armado. Yo estoy más que arrepentida, no sé qué hacer, intento decirle que le pagare la tintorería con mi mesada, pero parece ser que con cada cosa que digo se enoja aún más.

-Lo siento, lo siento mucho. ¿Cómo puedo remediarlo? – Le digo, esperanzada de poder enmendar mi error y en ese momento se me acerca apretando los labios.

-No te preocupes, yo sé cómo me la vas a pagar. - Me dice. Yo no dejo de sentirme mal por lo que he hecho, pero pareciera que la amenaza de esa chica es más que una simple amenaza y empiezo a sentir algo de temor. Espero que podamos resolver esto y que solo este enojada.

-De verdad que no ha sido mi inten...- Intento decir, pero soy interrumpida por la chica.

-Te voy a destruir Hailey Clayton, no te imaginas en lo que te acabas de meter. - Me dice amenazadora. Pero ¿Cómo diablos sabe mi nombre?

-Que vas a destruir ni que nada, pedazo de rubia plástica. –En ese momento escucho mi hermana, que apareció de la nada. - Si, Hailey es torpe como no te lo imaginas, pero ya te dijo que lo siente. –Aunque aprecio que me defienda, ¿Era necesario decir que era torpe? - Ha sido un accidente. Déjame ver si tu cerebro lo capta si lo digo en silabas ac-ci-den-te. ¿Entendiste o busco manzanas? Stella Spielberg- Suelta mi hermana su nombre, de la misma forma que ella había mencionado el mío, como si enfatizara cada letra y palabra de manera exagerada. Mi hermana se nota enojada. Mi hermana es distraída y muy fiestera, pero siempre me cuida y protege. Aprecio que quiera defenderme. En ese momento la tal Stella, pone la cara en alto y se va, no sin antes darnos una mirada furtiva a mí y a mi hermana. - ¿Y a ti que te pasa? Te dejo por unas horas y ya estás buscando problemas. - Dice mi hermana luego de que Stella desapareciera de nuestra vista.

-Ha sido por accidente, tu misma lo has dicho. - Le digo, sorprendida porque primero me defienda y luego se ponga en mi contra.

-Sí, lo sé, pero eres tan torpe hermanita. Solo que la única que puede regañarte soy yo, no una cualquiera con aires de suficiencia. Y me dejas esa cara de tonta y de una vez por todas empieza a responderle a las personas como se debe. No quiero tener que andar defendiéndote. - Me suelta y no sé qué responder, pues aun siento que la culpable de todo esto he sido yo. Aunque pensándolo bien, Stella se ha pasado un poco con su reacción. - Nos vemos más tarde, yo estaré con mis nuevos compañeros. – Me dice, señalándome una mesa que está justo al lado de donde hace un momento estaba Jason, pero me fijo que no está ahí. ¿Dónde se habrá ido? En todo caso, mi hermana se va, dejándome ahí parada, sola otra vez. Me defiende, pero me deja sola... ¿Quién la entiende?

Me decido a recoger el desastre que he provocado en el piso en la bandeja para tirarlo. Cuando noto unas manos ayudándome a recoger. Cuando levanto la vista, veo boquiabierta a la persona que menos esperaba, aquí ayudándome.